George Grosz, "El buen año" (1920) |
Presentamos la traducción, por primera vez al castellano, de un artículo de Kurt Tucholsky, escrito en 1921, sobre el artista alemán George Grosz. Esto nos da pie para incorporar al texto algunas de las obras de Grosz, una selección de aquellas con un acento más claro de crítica política y social.
George Grosz |
Grosz fue un artista muy relacionado con las vanguardias, pero también un creador social y políticamente comprometido. En 1918 entró a formar parte de la Liga Espartaquista, siendo detenido durante el levantamiento promovido por la Liga que lideraba Rosa Luxemburgo. Ese mismo año, la Liga Espartaquista se convirtió en el Partido Comunista de Alemania (KPD), en el cual Grosz pasó a militar. Sufrió, igual que otros muchos comunistas, la persecución policial y tuvo que enfrentarse a varios procesos "por incitación al odio de clases, ofensa al pudor, vilipendio a la religión y otras razones" (Wikipedia); también, en 1921, por injurias a las fuerzas armadas. Aunque dejó el KPD en 1923, su posición política no sufrió cambios significativos. Antifascista declarado, se vio obligado a dejar Alemania poco antes de la llegada de Hitler al poder. Invitado a Nueva York como profesor, en 1938 decidió optar por la nacionalidad norteamericana.
George Grosz pasó a engrosar la lista de artistas malditos de los nazis. En la Alemania nazi su obra recibió la condición de ejemplo de "arte degenerado" e incluso algún ideólogo nazi llegó a calificarlo de "bolchevique cultural número uno" (Wikipedia).
Original en alemán: "Fratzen von Grosz". Publicado el 18.08.1921 en el nº 33, p. 184, de Die Weltbühne. Escrito en 1921 por Kurt Tucholsky bajo su seudónimo Ignaz Wrobel [1]
Traducción del alemán para blog del viejo topo: Tucholskyfan Gabi.
Fuente y fecha de esta traducción: blogdelviejotopo, 25-12-2015.
Uso de esta traducción: licencia CC BY-SA. Reproducir esta ficha documental, conservando los enlaces (hipervínculos) que figuran.
Imágenes: son añadidos nuestros. Todas ellas son obras de George Grosz.
Algunas versiones originales (alemán) on line: zeno.org y gutenberg.spiegel.de
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George Grosz y sus grotescas fachas (Fratzen von Grosz) [2]
Por Kurt Tucholsky
Aún queda por esclarecer el vínculo, la relación que
guardan las artes visuales con la vida. Aún queda por ver si las damas inglesas
del año 1830 adquirían ese aspecto porque los pinceles de Burne-Jones así las reflejan
o si el pintor las retrataba fieles a su aspecto. En cualquier caso, ambos, el pintor y su época, estaban
conformes, de modo que todo se encontraba en perfecto orden.
El caricaturista, en cambio, se encuentra ante
dificultades algo más serias, por no ser referente de nadie. Todo lo contrario,
el objeto de su caricatura, en particular, ni se suele reconocer a si mismo, al
tiempo que un carnicero cualquiera nos diría que tamaños pescuezos no existen
en la vida real. Pero aun así, algún que otro se fija en su lápiz desfigurante.
George Grosz. El Empresario y sus juguetes (1921) |
Y es quien sabe ver y mirar. Seguro que el pintor Spitzweg
[3] logró que muchos vieran con
sus ojos – por no hablar de lo que
el (viejo) ‘Simplicíssimus’ [4] en
este campo pudo lograr y que es de dominio público: ¿Quién no recuerda los
panzudos burgueses de Gulbransson [5] con sus arrugados pantalones “sacacorchos”;
los obesos agrarios de Thöny, sin olvidar los Señores Tenientes..?
¡Cuánto tiempo ha pasado! El ‘Simplicíssimus’
pasó a mejor vida. Su editor Thoma vive retirado cerca de unas granjas de
ganado porcino, y nosotros carecemos
de una revista satírica de categoría. Pero sí contamos con un caricaturista
superior a todos los anteriores, uno que a través de su monóculo y microscopio,
y con ambos ojos sanos, ve, descubre, detecta siempre algo nuevo, y es George
Grosz. La editorial Malik ha reunido 55 de sus dibujos políticos bajo en título
‘El rostro de la clase dominante’, que junto a la carpeta ‘Dios con
nosotros’ constituye la más
sublime obra pictórica de la
postguerra.
Los rostros alemanes se han venido endureciendo. Los
mentones prominentes, los labios apretados, brutales las mandíbulas
(“tiburones” suelen los italianos llamar a sus depredadores sanguinolentos). Y
no recuerdo a nadie que retratase como este artista único el rostro del poderoso moderno con tanto acierto, hasta la última venita, sus hábitos de beber.
George Grosz. Que se salve quien pueda y el que no tenga fuerzas que se hunda. |
Su
secreto: además de reír, odia. Otro secreto: además de dibujarlas, exhibe las
figuras - ¡qué patitas tan patrióticas! ¡qué panzas! – en su bochorno vital, en
su esfera, en su mundo. Así como aquellos oficiales, aquellos empresarios,
aquellos serenos uniformados velando por el orden público que Grosz nos retrata
en cada situación y momento, así son todos ellos siempre durante toda su vida.
Están todos: los brutales asesinos oficiales, sucesores de
un Ludendorff quienes, no pudiendo soportar un trabajo o cargo civil, optan por
seguir uniformados matando. Así en la lámina “Prost Noske! Die Revolution ist
tot!” [¡A tu salud, Noske, la joven revolución ha muerto!]
George Grosz. Prost Noske! Die Revolution ist tot! (¡A tu salud, Noske, la joven revolución ha muerto!) |
… Uno de los panfletos políticos más potentes de nuestro
tiempo; antaño habría rozado el ridículo, pero hoy día uno pasa a ser alto gobernante,
si por lo demás resulta ser un buen ciudadano. Los comerciantes que no ven otra
cosa que su negocio; cuyos mentones nos muestran cómo viven y cuyos labios,
cómo dejan vivir; los animales de la soldadesca, los bulldogs y sargentos del
ejército imperial: los amos y generales; el eterno encanto de cierto tipo de
cobardes: demócratas con pelerinas, falsa barba, sombrero de ala ancha,
paraguas y … la convicción oportuna en cada momento; estudiantes mojigatos y
médicos clasistas – hasta el último, no el mejor: Erich Ludendorff-Lindström (en ese rostro Grosz se sumergió con
todo su cariño… y al rostro no le sentó nada bien.
Pero el del Padre Hindenburg tampoco quedó mal del todo.
Y todo esto lo expresa de un modo novedoso. Si Grosz era o
no el primero, lo ignoro. Debe de haber tenido inspiradores: artistas
primitivos, los primeros expresionistas. Todos aquellos que, en un momento
determinado, se salían de sus casillas y sus terciopelos para reconducir la
pintura a los dominios intelectuales. Pero tengo para mí que entre todos ellos,
Grosz es el primero.
Y todas las láminas que, espero, se vendan pronto y antes de que ninguna sala de lo
criminal alemana proceda a confiscarlas de oficio, nos traen el recuerdo de
aquellos tiempos donde todo parecía derrumbarse, si bien todo quedaba igual;
donde tanto se omitió y tanto se salvaguardó; aquellos tiempos en que perdieron
la vida trescientos líderes de la
oposición, mientras que los asesinos – miembros del ejecutivo, militares y
jueces – se salieron con la suya.
¡Buenas tardes, revolución alemana!
El tabernero con su cruz gamada, el demócrata del
si-pero-no, el estudiante instigado, el fiscal dócil y maleable, el campesino
testarudo hasta la médula, todos ellos jamás verán la carpeta, puesto que aquí
todos viven indiferentes unos al lado de otros por lo que las manifestaciones
intelectuales suelen quedar desapercibidas, máxime si son incómodas. ¿De qué
puede servir el pacifismo de Grosz?, cuando sin inmutarse las educadoras infantiles
entonan su: “Sí, con el corazón y la mano…”; cuando sin inmutarse el
profesorado de secundaria, desenfrenado, continúa venerando mentiras
históricas; cuando sin inmutarse la Administración de la Justicia y la Universidad
continúan bramando. Por no hablar del Capital.
Y dondequiera que mires: fachas groszianas. Todos aquellos rostros igual pueden servir para sentarse encima...
Miremos nosotros esta carpeta de dibujos recordando
aquella doncella Germania, servil ramera de todos los rangos, desde el oficial
hasta el sargento, diciéndole: “Ese es tu rostro”.
Ignaz Wrobel (seudónimo de Kurt Tucholsky)
Die Weltbühne, 1921
Traducción de Tucholskyfan Gabi
Notas de la traductora:
[1] Publicado el 18.08.1921 en el nº 33, p. 184 de Die Weltbühne.
Sobre la revista Die Weltbühne (La escena mundial). Fue una revista de política, arte y economía, publicada por primera vez en Berlín el 7-9-1905. Inicialmente la revista había nacido con el nombre de Die Schaubühne (La escena teatral) y estaba centrada exclusivamente en la actividad teatral. Pero a partir de 1913 comenzó a publicar artículos políticos Kurt Tucholsky, que en aquel tiempo era un joven estudiante de Derecho. El 1918 la revista pasó a llamarse Die Weltbühne a partir del número publicado el 4 de abril. Para saber más sobre la revista: en alemán, "Wissenswertes zur Zeitschrift “Die Weltbühne” | Tucholskys Zeit, Tucholskys Welt" y "Die Weltbühne"; en castellano, "La sátira política en Alemania: del Kabarett político de los años treinta al Comedy TV" de Gemma Casadevall, y reseña de Roberto Torretti en el nº 2 de la Revista de Ciencias Sociales.
Apéndice visual: otras obras de George Grosz
George Grosz. "Pilares de la sociedad" ("Stützen der Gesellschaft") |
George Grosz.. "El burgués es una tripa llena de miedo y esperanza a la que Dios compadece". |
George Grosz. "No dejaré que nadie me quite el asiento del culo". |
George Grozz. "¡Alegraos de que todavía podéis vivir!" |
George Grosz. "Ellos os darán empleo… para asegurarte el hambre de cada día" |
George Grosz. "Fiel y honrado hasta la muerte" |
George Grosz. "Un Destino común os une a la patria". |
George Grosz. "La religión es necesaria para el pueblo: '¡Sed fructíferos y multiplicaos!'" |
George Grosz. "Para los ricos el botín de guerra, para los pobres su miseria". |
George Grosz. "Pueblos de Europa, conservad vuestros más sagrados bienes". |
George Grosz. "La escoria del capitalismo". |
George Grosz. "La Divina Providencia". |
George Grosz. "El duro trabajo del burgués". |
George Grosz. "Dónde nace el dinero... y dónde va a parar" |
George Grosz. "Dad al César lo que es del César. Hasta el último aliento de tu mujer y de tu hijo. (Lohnabzug=Reducción Salarial)". |
George Grosz. "Ten cuidado y no tropieces" |
George Grosz. "Los obreros ponen tantos problemas a las autoridades... que las autoridades no pueden abarcar todos sus asuntos". |
George Grosz. "La pobreza es un gran resplandor interior (Rilke)" |
Sello postal conmemorativo de la obra de George Grosz, reproduciendo su pintura "Café". |
Tucholskyfan Gabi
Blog del viejo topo
Fabulosa y magnífica entrada y traducción nos ha brindado nuestra compañera Gabi, una entusiasta de la obra de Kurt Tucholsky y de Grosz. Comparto su gusto. Espero que sirva para que aquellos que no conocían la obra de Grosz, puedan familiarizarse con este artista de la vanguardia alemana de los años 20 del s. XX.
ResponderEliminarEn castellano hay bastantes cosas. Apunto una de tantas: "George Grosz (1893-1959): el arte de fusil y sable", en https://hebearte.wordpress.com/2012/12/18/george-grosz-1893-1959-el-arte-de-fusil-y-sable/
Gracias Gabi. La obra de Grosz me resulta de una actualidad increíble.
no ha pasado el tiempo por sus dibujos
ResponderEliminar"Mi arte debe ser fusil y sable" George Grosz
ResponderEliminarGeorge Grosz / Memorias
ResponderEliminarGrosz recordando a Lenin y a Trotski
http://escomberoides.blogspot.com.es/2010/12/george-grosz-memorias.html
Es un fragmento de "Un sí menor y un NO mayor", de Grosz
Gracias, Vigne. Cualquier aportación de Grosz ya traducida es bienvenida. Y, desde luego, gracias a LLG y su blog "escombroides":-)
EliminarEn alemán, encontré parte del original autobiográfico en DIE ZEIT 17.02.1955.Cap. IV. Guerra y "paz" en Berlín - Yo era dadaista
http://www.zeit.de/1955/09/ein-kleines-ja-und-ein-grosses-nein
Del enlace que acabo de poner, escribe Grosz sobre Lenin:
ResponderEliminar"“Recuerdo muy bien a Lenin. De repente se presentó ante nosotros, después de ser sometidos a una cuidadosa criba y a una prolija selección, y de haber sido provistos de pases especiales. Estábamos reunidos en uno de los salones del Kremlin, enteramente decorados en rojo. Lenin no era muy alto, tenía rasgos ligeramente tártaros, y en general su figura carecía de relevancia. Daba la impresión de haber sido desde siempre como era en ese momento. Tampoco había nada en él que causara temor o provocara respeto. Parecía hacer un pequeño guiño inexplicable con los ojos, pero hay que decir que los ojos tártaros a menudo parecen estar haciendo un guiño, sin que el gesto signifique una especial amabilidad.
Nos estrechó la mano mientras pasaba por delante de nosotros, acompañado de sus secretarios. Reconocí a Bujarin y a Radek. La escena fue muy rápida y se desarrolló sin grandes formalidades. Lenin iba a hablarnos. A mi lado estaba el corresponsal norteamericano Albert Rhys Williams, un hombre simpático, quien me explicó que Lenin, que nos hablaría en alemán, perdía a veces el hilo y que, a causa de su enfermedad, solía fallarle alguna que otra palabra. De vez en cuando, aunque estábamos bastante alejados de Lenin, oíamos que alguien le susurraba en voz baja un término o una fecha.
Me sentí un tanto deprimido. Las palabras de Williams me habían impresionado, y lo que veía a cierta distancia de mí era un hombre enfermo que de tanto en tanto perdía el hilo del discurso. Aunque parezca absurdo, recordé de repente a una tía mía que padecía un tumor en el cerebro, y que también sufría repentinos trastornos del lenguaje. La imagen del encuentro quedó envuelta en un halo de tristeza…Poco después el estado de Lenin empeoró y nunca logró reponerse.
Cuando hubo terminado su discurso, que creo duró una hora, se escuchó un fuerte aplauso. Poco después Lenin, apoyado en su médico, bajó de la tribuna de oradores. Por lo visto apreciaba mis trabajos, sobre todo mi libro “El rostro de la clase dominante”."
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Más en http://escomberoides.blogspot.com.es/2010/12/george-grosz-memorias.html
http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4557888.pdf
ResponderEliminarPor lo mismo, igualmente gracias, Anónimo!
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