Con motivo del accidente de tren en las
cercanías de Santiago de Compostela, se me ocurre la reflexión
sobre las líneas de Alta Velocidad Española.
Todo empezó con la línea AVE
Madrid-Sevilla inaugurada en 1992 con motivo de la Expo de Sevilla.
Otro hito fue la línea entre Barcelona
y Madrid, que está en servicio hace no muchos años
Recuerdo que el propósito del gobierno
de Aznar era que todas las capitales provinciales españolas tuvieran
o con estación AVE o estuvieran muy cerca de ella.
Un tendido de alta velocidad es muy
complejo. No debe tener pendientes muy fuertes, para no disminuir la
velocidad, ni curvas demasiado pronunciadas para evitar los vuelcos
de los convoyes. Además el terreno por el que pase la línea debe
ser sólido para evitar socavones o deslizamientos que pudieran producir accidentes.
Otro tema es el de la seguridad.
Precisamente es lo ocurrido en Galicia. Al ir a tal velocidad, el
conductor puede tener un fallo, es un ser humano, sufrir un desmayo
o cualquier otro accidente de salud que le incapacite, aunque sea
momentáneamente para responder de forma adecuada a la conducción.
Creo que en las líneas de alta velocidad, hay o debe haber controles
externos para que el tren se frene (hay que evitar que el conductor del tren ahora accidentado sea otro Mangouras). O sea que si un convoy no obedece
una señal debe haber un medio externo que obligue a que obedezca la
señalización o incluso obligue, en caso necesario, a pararse.
Claro que esto obliga a instalar servomecanismos muy caros y me da la
impresión que en los últimos trayectos de alta velocidad no se han
incorporado. La crisis, claro.
En el metro de Madrid existe un sistema
muy sencillo que creo se llama “la mano del muerto”. Consiste en
que el conductor debe ir apretando una palanca con el tren en marcha.
Si deja de apretarla en marcha el tren se para.
Creo que recordamos, y en todo caso ahí
están las hemerotecas, las dificultades que presentó la
construcción de la línea AVE entre Madrid y Barcelona por las
“dolinas” que producían hundimientos del terreno y se debían ir
rellenando una a una.
En resumen, la línea AVE entre Sevilla
y Madrid se planificó con un presupuesto que al final quedó bastante
sobrepasado en la realidad. En el caso de la línea entre Barcelona y
Madrid el coste quedó muy ampliamente sobrepasado, además de
incumplirse con mucho el calendario.
Otro tema es que se han producido bastantes casos de corrupción en el peor de los casos, o mala planificación en el
mejor.
Voy a presentar un caso que conozco y
están en el BOE los datos. Es en la línea entre Madrid y Barcelona.
Esta línea pasa por Guadalajara. Esta capital
tiene tren que le comunica con Madrid y otras ciudades. Por tanto
tiene estación en la propia ciudad. Pues bien, la estación del AVE
en esta ciudad no se hizo adjunta a la que había, sino que se
construyó en las afueras a once kilómetros del centro. Casualmente
en unos terrenos que, en parte, eran propiedad de unas tías del
marido de Esperanza Aguirre. Se pagaron esos terrenos a un muy buen
precio. Además se planificó una nueva ciudad al lado de la estación
del AVE, se la llamó “Valdeluz”, se empezó a construir y en
estos momentos está sin terminar, no hay servicios, y está habitada
en un tercio. Otro caso similar al de Seseña. Y probablemente hay
otros muchos casos similares que se conocen y otros que no se saben.
Entre Guadalajara y Madrid el tren
normal puede tardar menos de tres cuartos de hora. En el AVE, en el mismo trayecto, se
pueden ahorrar entre cinco y diez minutos. El precio en AVE es mucho más caro. No tiene sentido tomarlo.
Por todo lo descrito anteriormente, creo
que no hace falta decir que, la construcción del trazado es muy caro,
y dadas las características de seguridad, el mantenimiento lo es
también.
Recordamos como todavía en 2010 el
presidente entonces de Cantabria, Revilla, exigió que hubiera una
línea de AVE directa entre Santander y Madrid. Hay una entre Madrid
y Bilbao. Está planificada una entre Bilbao y Santander. Por lo
tanto entre Madrid y Santander en un futuro habría AVE, pasando por
Bilbao. Pero aquí hubo un pique en que Santander era tan importante
como Bilbao, y amenazó con romper la coalición que gobernaba en
Cantabria de su partido con el PSOE si no se le concedía la línea
directa con Madrid. Al final el ministro de Fomento José Blanco
logró calmarle concediéndole que iba a buscar una financiación
pública-privada para complacerle. Evidentemente ha quedado en agua
de borrajas ese proyecto.
Lo que sí parece es que, por ahora,
hay trayectos de alta velocidad que, por la inversión efectuada y
por el coste de mantenimiento, no son rentables por la baja ocupación
por parte de los pasajeros. Esto puede ser debido a la crisis
económica o a que no es rentable para los usuarios, dados los
precios que tienen los medios alternativos de transporte.
Al mismo tiempo se están cerrando las
líneas normales de tren por estar sustituidas por las de alta
velocidad.
Entonces se puede plantear la duda a
considerar:
a) ¿Es bueno invertir en el AVE?
b) ¿Es mejor invertir en la mejora de
las líneas existentes?
c) ¿Se puede hacer un mixto, o sea
algunas líneas AVE y mejorar las líneas existentes?
La respuesta creo que no está clara
por su complejidad. Yo particularmente me inclino por la opción c).