Alexandra Fernández con el borbón Felipe |
Alexandra Fernández Gómez salió elegida diputada en las elecciones del pasado diciembre, y ahora acaba de reeditar su acta congresual en las elecciones del 26J, tras ser cabeza de lista de En Marea por Pontevedra. Tiene 28 años y estudió Arquitectura, aunque todavía no ha conseguido terminar la carrera.
Alexandra es militante de Anova, el partido surgido de una escisión del BNG, aliado de EU en la ya extinta AGE y ahora parte del tridente de En Marea (formado por Anova, EU y la sucursal que Podemos abrió en Galicia).
El partido de Alexandra, Anova, se define como nacionalista y aspira a que En Marea tenga grupo propio en el Congreso. Si hacemos caso al nº 2 de Yolanda Díaz, Rubén Pérez Correa (Secretario de Organización de EU), tendríamos que deducir que los de Anova -incluyendo a Alexandra- son unos "cretinos", ya que el lugarteniente de Yolanda Díaz afirmó que el que se presentase a las elecciones con la aspiración de tener grupo parlamentario gallego propio, "era un cretino".
Y es que la relación entre EU y Anova, y más en concreto, entre sus mandamases Yolanda Díaz y Beiras, empieza a estar definida por el desamor. El primer zarpazo lo propinó Yolanda Díaz a comienzos de mayo, cuando, sin que nadie le preguntase ni viniera a cuento, descartó públicamente que Beiras (que no es de su partido, sino de Anova) pudiera ser candidato a la Xunta. No tardó en responder el histriónico Beiras: "Si quiere sacarme de en medio que explique por qué", declaró. Y ya puestos a meter el dedo en la llaga, Yolanda Díaz decidió meter la mano entera: "Beiras seguro que tendría más apoyos en nuestro partido [EU] que en el suyo [Anova]", afirmó. En otras palabras, fue como si viniera a decirle a Beiras: 'a ti no te votan ni los tuyos, pringao'. Tardó unos días en digerir la humillación el antaño líder histórico del nacionalismo y ahora convertido en un can de palleiro del españolísimo e hiper centralista partido Podemos. Cuando reaccionó, Beiras acusó públicamente a sus socios de estar motivados solo por la consecución de "carguitos" (tarde piache, Beiras).
Con las elecciones autonómicas gallegas a la vuelta de la esquina (después del verano), las cosas empiezan a preocupar a los mareantes. Las broncas previas a las elecciones del 26J, han venido acompañadas de una pérdida significativa de votos respecto a las elecciones del 20D, perdiendo incluso un diputado de los que habían sacado. En Marea lleva tiempo en caída y hasta ha perdido su condición de segunda fuerza política gallega, posición que ha sido recuperada por el PSdeG-PSOE a pesar de estar flaco, lleno de pulgas y en horas bajas (más bien bajísimas).
Precisamente, acerca de esta caída electoral en Galicia, ayer La Voz de Galicia publicaba una entrevista con Alexandra Fernández. Resultaba inevitable que el periodista Juan Capeáns le preguntase por la decepción electoral. Sin embargo, Alexandra Fernández tiró de optimismo, argumentando:
«Son os nosos segundos mellores resultados» ("Son nuestros segundos mejores rsultados")
Ni Groucho Marx nos hubiera brindado una perla de tal calibre. Y es que la izquierda ha ido pasando del marxismo al grouchomarxismo y la perlita de Alexandra es un buen ejemplo de esto.
La reacción de esta ilustre de Anova, diputada de En Marea, me ha hecho pensar en algunas perlitas que Rajoy nos ha ido brindando durante estos años. El que no se consuela es porque no quiere.
Entre tanto, la parroquia de palmeros podemitas del resto del Estado, sigue paseando por las redes sociales el bulo del pucherazo y fraude electorales (activado, parece ser, desde publico.es, el diario oficioso de Podemos), sin que ningún líder de Podemos haya tenido la dignidad y decencia de pararlo (lo han dejado correr para paliar la decepción de sus seguidores). ¿Se acuerdan de aquella teoría de la conspiración urdida por El Mundo y el PP, cuando ZP ganó las elecciones de 2004? Puesto esto viene a ser parecido. El delirante bulo fue contestado ayer en Twitter desde el sarcasmo con el hashtag #Fiufiu, que llegó a estar en la lista de trending topic, para deseperación de los podemitas (merece la pena navegar por este hashtag, plagado de respuestas muy ingeniosas).