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jueves, 26 de diciembre de 2013

El derecho a decidir en España. Una reflexión basada en la Historia. Parte I: antecedentes históricos.





Esta entrada creo que va a levantar ampollas en determinados grupos, pero opino que hay que desmitificar algunos conceptos.
Estoy convencido que se ha creado un mito sobre la unidad de España, sobre todo en el siglo XX y de forma más pronunciado durante el franquismo.
Es una entrada larga, pues, aunque sea un resumen, veintidós siglos de historia dan para mucho. Por lo tanto va a tener varias partes. Primero expongo la historia de lo que actualmente es España, sobre todo bajo el punto de vista de los pueblos que lo habitaron y habitan. Después expondré la situación actual. 

Mitos antiguos

Empecemos por ver algunos mitos sobre la Península Ibérica antigua, muy promovidos por el franquismo: Viriato, Indíbil y Mandonio.

Hispania Prerromana

Viriato fue un guerrillero lusitano que se sublevó contra una matanza de los romanos. Acaudilló tribus de Lusitania, Carpetania y Bética, pero nunca tuvo conciencia de una unidad, probablemente porque ni sabía que estaba en una península.

Indíbil y Mandonio eran caudillos de una tribu, los ilergetes, que de aliados con los romanos pasaron a adversarios por sus abusos. Pero no tuvieron la menor idea de una unidad en la península ibérica.

O sea, que en la edad antigua lo que había eran tribus que vivían independientes unas respecto a las otras.

Anteriormente habían venido los cartagineses pero se quedaron en la zona mediterránea. Lo que hicieron fue aliarse con las tribus locales, comerciar con ellas, teniendo un trato bastante pacífico, sin abusos. Dieron a esta tierra el nombre de i-spn-ya, que significa tierra de conejos.

Lenguas y tribus prehispánicas


De la Hispania Romana al dominio visigodo

Los romanos conquistaron la península, que quedó integrada en el Imperio Romano. Del nombre cartaginés derivaron el nombre de Hispania. En realidad la dominación romana cuanto más al norte de la península fue menor y más débil. En la zona cantábrica su dominio fue tardío y más bien teórico. En las zonas de mayor y más intenso dominio, la población fue romanizada más profundamente.

Iberia Romana año 10 E.C.

En los últimos tiempos del Imperio Romano la península fue invadida por pueblos llamados genéricamente bárbaros. Fueron los vándalos, suevos y alanos. Se establecieron en distintas partes de la península, coexistiendo con otras zonas que seguían siendo romanas. Posteriormente, por encargo del propio Imperio, entró otro pueblo, los visigodos, que poco a poco dominaron todo el sur de la Galia y la península. Su dominio de la cornisa cantábrica fue también teórico. Allí, en la práctica, las tribus que vivían eran independientes. Estos pueblos -suevos, vándalos, alanos y visigodos- no llegaron a dominar totalmente los territorios donde se establecieron, pues eran unos pocos miles de individuos; dominaron militarmente pero no cambiaron las costumbres y muy poco las lenguas que se hablaban en los territorios en los que se asentaron. Constituyeron una casta militar dominante.

Iberia Romana 285 E. C.

Hispania visigótica, año 700 

Y llegó el año 711, los musulmanes invadieron la península. Vinieron árabes, sirios, bereberes y en menor medida otros pueblos. En términos de efectivos demográficos, las dos entradas mayores en número fueron entre 7.000 y 8.000 guerreros cada una. El dominio visigótico era débil y rápidamente pudieron conquistar casi toda la península. De hecho llegaron hasta la cordillera cantábrica. Salvo alguna incursión no intentaron entrar allí.

La  expansión de los dominios cristianos del norte

Muy pronto empezaron las disensiones entre los distintos componentes de los ejércitos musulmanes. Se repartieron la península quedándose los árabes con las mejores zonas, como el sur, levante y valle del Ebro. Los otros musulmanes que habían llegado no estaban conformes y abandonaron la meseta superior, que quedó muy despoblada, trasladándose a las zonas ocupadas por los árabes. Comenzó una serie de guerras y guerritas entre todos los grupos.

Entre tanto, en la zona cantábrica estaban los que habían sido prácticamente independientes durante los periodos romano y visigodo. Las comunicaciones en la zona no eran buenas y se concentraron en varios focos. Por la importancia que tuvieron después, los más importantes estaban en lo que actualmente es Asturias y el País Vasco, aunque también hubo otros núcleos. El dominio musulmán se fue consolidando porque una parte importante de la población autóctona se convirtió al Islam; son los muladíes, y en los casi ochocientos años que hubo dominio musulmán en la península se integraron perfectamente con los que habían venido de fuera.

En los territorios bajo dominio musulmán, existieron comunidades que mantuvieron el Cristianismo como religión: los llamados mozárabes. Muchos de estos acabarían desplazándose a la meseta norte y la amalgama de ellos con los autóctonos dio lugar a diversos condados y reinos.
 
La situación entre 910 y 1492


En la zona oriental de la península, por una parte existieron también algunos focos cristianos en el Pirineo, que dieron lugar a los condados de Sobrarbe y Ribagorza; y por otra parte los francos, que dominaban la Galia, establecieron una zona tapón entre ellos y los musulmanes, que correspondería más o menos a lo que es Cataluña hoy en día.

Todo esto, posteriormente, dio lugar a una serie de reinos cristianos, cuya población comenzó a expandirse por la meseta norte, fuertemente despoblada. Así aparecieron el reino de Galicia y el de León. Posteriormente apareció el condado de Castilla, que terminó absorbiendo a los dos anteriores (1). Pero dadas las difíciles comunicaciones, las poblaciones siguieron teniendo sus costumbres y variedades lingüísticas, una mezcla de elementos culturales autóctonos, con otros de origen romano y con los que a su vez aportaban los mozárabes, los cuales estaban muy influenciados por el latín y a la vez habían recibido una significativa influencia de la cultura árabe.

En la zona oriental, los condados de Sobrarbe y Ribagorza dieron lugar al reino de Aragón. La zona creada por los francos terminó formando el condado de Cataluña. Su idioma era un derivado del de la zona sur de Galia, el occitano. Más adelante el condado de Cataluña se unió con Aragón formando un reino. Este reino en tiempos de Jaime I conquistó las Islas Baleares y lo que es hoy la Comunidad Valenciana. A estas tierras conquistadas llevaron el idioma, que naturalmente tuvo una evolución, pero su base era el catalán antiguo.

La situación a lo largo del periodo


En la parte musulmana, en el siglo X los Omeya unificaron el territorio y acabaron con el desorden, formando el Califato de Córdoba. Fue la época más brillante de la zona musulmana, en los aspectos cultural y político.

Cuando el califato entró en decadencia, se formaron un conjunto de reinos musulmanes, los llamados reinos taifas. Estos reinos taifas guerreaban a veces entre sí. Bastantes veces los reinos cristianos se aliaban con los reyes de las taifas para combatir a otros reinos peninsulares. A veces un reino cristiano y otro musulmán guerreaban unidos contra otro reino cristiano. Quiero decir que en muchas ocasiones no se hacían las guerras por la religión, sino por dominar territorios. Y esto aplicado tanto a unos como otros.

También en el siglo XII se desgajó una parte del reino de León, constituyendo primero el condado de Portugal que, unos años después, en 1143, pasó a ser reino.

Todo ese periodo se ha denominado, por parte de la historiografía más conservadora, como "la Reconquista". Va desde el año 711 hasta 1492. Voy a referirme a los últimos años de esta etapa.

Los Reyes Católicos

La Península Ibérica en la época de los Reyes Católicos
Habían quedado dos reinos, el de Castilla y el de Aragón. El primero de ellos era un reino muy descentralizado, no por otra causa sino porque no había comunicaciones y era muy extenso. Como he escrito antes, muchas zonas del reino castellano conservaron sus costumbres y sus lenguas. Así estaban, además de los castellanos y leoneses, los pueblos vasco, gallego y astur, que tenían sus propias lenguas.

La mayoría de los habitantes eran campesinos dedicados a la agricultura y ganadería, base económica de la economía feudal, sujetos al dominio de los señores feudales o de la Iglesia. El reino castellano no se preocupó de las comunicaciones, tan siquiera por las náuticas. Dentro del reino, además de la variedad lingüística, muchos territorios tenían leyes distintas. El reino era una especie de mosaico de pequeños reinos, según el modelo característico de la organización política de la sociedad feudal.

El de Aragón, sin embargo, era un reino con mejores comunicaciones. Allí había ido creciendo una pequeña burguesía dedicada al comercio, lo que llevó a impulsar las comunicaciones náuticas. De hecho, el rey de Aragón lo era también del reino de Sicilia y del reino de Nápoles. También en este caso existía una diversidad de leyes en sus distintos territorios: Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares, Sicilia y Nápoles.

Como vemos las características de los dos reinos estaban sujetos a ciertas diferencias, desde un punto de vista económico, cultural y social. 

Un hecho producido en Galicia en esta época fue la Revuelta Irmandiña. Consistió en una revuelta social que tuvo lugar entre 1467 y 1469, y que ha sido posiblemente la mayor revuelta europea de todo el siglo XV. Comenzó en la primavera de 1467, en una situación de conflicto social (hambre, epidemias y abusos por parte de la nobleza gallega) y político (guerra civil en Castilla).

En el último tercio del siglo XV, se casaron los herederos del reino de Castilla, Isabel, y de Aragón, Sicilia y Nápoles, Fernando. No voy a entrar en los líos e intrigas dinásticos que condujeron a que pudieran ascender al trono, pues no eran herederos en principio.

Por aquel tiempo se desembarcó y empezó la conquista de las Islas Canarias, y se incorporaron a la Corona de Castilla.

Reyes Católicos
La boda se pactó con condiciones que se debían cumplir al subir a los respectivos tronos. Parece que su lema era: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. O al menos así nos lo han hecho creer. O sea que en Castilla, los reyes en igualdad de funciones eran Isabel y Fernando, y en Aragón los reyes en igualdad de funciones eran Fernando e Isabel. Eso sí una de las condiciones más importantes pactadas era que todos los territorios conservaran sus propias leyes. O sea, que era una especie de alianza entre dos reinos, que a su vez cada uno de ellos era un amplio conjunto de jurisdicciones territoriales diversas en manos de la nobleza, acorde con lo que fue la estructura política de la sociedad feudal.

Fernando era un político y guerrero muy notable. Hay una minoría de historiadores que defienden que la obra de Maquiavelo “El Príncipe” estaba basada en él. La mayoría defienden que estaba inspirada en César Borgia.

Las únicas partes de la península que no estaban bajo la soberanía de Isabel y Fernando eran Portugal, Navarra y el que quedaba de la dominación musulmana, el reino de Granada.

Los reyes emprendieron la conquista del reino musulmán de Granada, que culminaron el 2 de enero de 1492. Por ello en 1494 el papa Alejandro VI les concedió el título de “Reyes Católicos”.

O sea, eran reyes de dos reinos distintos, y cada uno de esos reinos estaban compuestos por partes muy distintas entre sí, en leyes, costumbres y economías.

Tuvieron varios hijos, pero la única que sobrevivió fue Juana. En 1504 murió Isabel. Juana fue proclamada reina de Castilla. Fernando pasó a ser sólo rey de Aragón.

Juana se había casado con Felipe de Habsburgo. Tuvieron cinco hijos. Dos varones (Carlos y Fernando) y cuatro mujeres (Leonor, Isabel, María y Catalina). Felipe murió en 1506 y Juana parece que perdió la razón, por lo que fue internada en un convento.

Las Cortes Castellanas no admitieron que Fernando fuera el regente durante la minoría de edad del hijo varón mayor de Juana y Felipe, Carlos, por lo que nombraron para este puesto al cardenal Cisneros.

Fernando volvió a casarse en 1505 con tenía 53 años, con Germana de Foix, de 18. Los planes de Fernando eran tener un hijo varón que heredara el reino de Aragón. Esto demuestra que ni Isabel ni Fernando tuvieron la idea de unificar sus dos reinos en uno solo.

Entre 1511 y 1512, aliados Castilla y Aragón, invadieron el reino de Navarra. Una vez conquistado fue asignado a Aragón, pero posteriormente éste lo cedió a Castilla. Durante algún tiempo hubo una resistencia navarra apoyada por el rey francés.

Parece que Fernando estaba físicamente muy desgastado, por su vida guerrera y amatoria; tuvo varias amantes e hijos de ellas. En 1509, Fernando y Germana tuvieron un hijo, Juan, que suponía la separación de Castilla y Aragón, pero murió a las pocas horas de nacer. Fernando tenía problemas de erección, por lo que desesperado empezó a usar la cantárida, que en pequeñas dosis producía priapismo, por lo que hasta el siglo XVII se usó como afrodisíaco. El problema es que en elevadas dosis se convierte en veneno y se dice que, probablemente, falleció a consecuencia del envenenamiento en 1516.

Casa de Austria

Tanto del reino de Castilla y Navarra, como del reino de Aragón, quedó como heredero el nieto varón mayor de los Reyes Católicos, Carlos I. Con él empezó a reinar en España la dinastía de la Casa de Austria.
Carlos I

Los reyes de esta dinastía eran reyes de toda la península, salvo de Portugal. Eran reyes de un montón de reinos: Asturias, Castilla, León, Galicia, Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares y añadían el de Sicilia y Nápoles, además del señorío de Vizcaya, Álava y Guipuzcoa. Por ello no se titulaban reyes de España, sino reyes de las Españas.

Su comienzo no fue muy afortunado. Carlos aspiraba a ser emperador. Para ello pidió dinero a las Cortes de los distintos reinos. En Castilla hubo una oposición, que dio lugar a la Guerra de las Comunidades o de los Comuneros.

La realidad es que desde el siglo XV se dieron distintas agitaciones en muchas de las partes que componían los reinos peninsulares, unas veces por parte de la nobleza y otras por parte del pueblo llano, en Galicia, Aragón, Cataluña, Valencia...

Los reyes de esta dinastía aspiraban a unificar los territorios a partir de algún principio sólido de articulación y decidieron la unificación por la religión. Sobre todo en la región del último reino musulmán, Granada, había bastante población cuya religión seguía siendo el Islam, los llamados moriscos. Fueron obligados a convertirse al Cristianismo en 1502. Muchos lo hicieron sobre el papel, pero siguieron practicando su religión y sus costumbres. En 1567 Felipe II les apretó más y se produjo un levantamiento, que después de reducido provocó la dispersión de los moriscos hacia otras regiones. Desde 1609 hasta 1614, en el reinado de Felipe III se expulsó a cerca de 300000 moriscos. Los expulsados se dedicaban principalmente a la agricultura, por lo que perjudicó gravemente a ambos reinos, aunque más a Aragón, pues los moriscos constituían el 20 % de la población.

En los reinados de los Austrias, Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, las Españas se ocuparon más de las políticas exteriores que del bienestar de la gente. Guerras en Europa defendiendo la religión católica, atacando a los no católicos y conquista de América, hicieron que se desangrara la población y que no hubiera crecimiento económico. No se buscó el progreso, como en otros reinos europeos, con el comercio y las manufacturas. Apenas sí había algo de comercio en el reino de Aragón; el resto de la actividad productiva giraba en torno a la agricultura y ganadería, produciéndose un goteo constante de emigración a la América que había sido conquistada por los españoles. La economía giraba en torno a los metales preciosos que se traían de América, oro y plata, con los que se financiaban las guerras en las que se metían estos reyes, sin que esto tuviese un efecto en el desarrollo económico y social de los pueblos súbditos de la corona.

Los Austrias continuaron reinando sobre un mosaico de entidades territoriales jurisdiccionales en manos de la nobleza, cada una con sus leyes (llamados fueros), y algunas con su propio idioma. En ese sentido era un reino totalmente descentralizado. 

Los monarcas de esta dinastía fueron estaban expuestos a una degeneración genética; se casaban entre los miembros de la misma familia y cada uno demostró ser más incapaz que el anterior.

Carlos II murió sin descendencia. No estuvo muy claro quien heredaba el trono. Se lo disputaron varios candidatos. España sufrió lo que se llamó la Guerra de Sucesión, donde combatieron el Imperio Austriaco, Francia e Inglaterra. Al final llegaron a un compromiso con el Tratado de Utrech, donde se repartieron el botín. El caso es que con los reinos de la península, salvo Portugal, y las colonias americanas se quedó el nieto de Luis XIV, Felipe, que reinó sobre un país destruido con el nombre de Felipe V. Pero se perdieron las posesiones de Italia y la plaza de Gibraltar pasó a Inglaterra, pues Felipe lo cedió para quedarse con el resto del territorio peninsular (salvo Portugal).


(1) Este proceso (en relación con la meseta norte), conocido como "repoblación", ha sido presentado por la historiografía tradicional como la ocupación de un territorio yermo o casi yermo a mano de campesinos libres. Sin embargo, hoy en día diferentes autores cuestionan esta interpretación. Por ejemplo, Gutiérrez González en su investigación sobre el páramo leonés (José Avelino Gutiérrez González, "El Páramo Leonés entre la Antigüedad y la Alta Edad Media", en Studia historica. Historia medieval, Nº 14, 1996 , págs. 47-96), sostiene que "este sector de la meseta leonesa parece haber constituido una 'reserva' montaraz de las explotaciones tardorromanas ubicadas en los valles próximos. La desarticulación de sus estructuras de poder permitiría al campesinado ir ocupando y poniendo en explotación ese espacio, que desde el siglo X va a ir siendo objeto de progresivas apropiaciones ('presuras', 'populationes' ...) por parte de los nuevos señores vinculados a la monarquía asturleonesa: monasterios, magnates y familia regia". Concluye el citado autor, que "La supuesta 'repoblación' no es, por tanto, sino la apropiación feudal de las explotaciones campesinas preexistentes".


[Acceder aquí a la segunda parte]
[Acceder aquí a la tercera parte]

17 comentarios:

  1. Yo también había leído que El Príncipe estaba inspirado en Fernando el Católico, incluso que el propio Maquiavelo lo había reconocido como ejemplo.

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  2. ¿Como explica usted dentro de toda esa historia que un siglo antes de la guerra de sucesión se mencione ya la nación española?

    Le recomiendo que como historiador se lea el Quijote

    Don Quijote de la Mancha, segunda parte:

    -¡Oh flor de la andante caballería! ¡Oh luz resplandeciente de las armas! ¡Oh honor y espejo de la nación española!

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    1. El origen del término es latino y viene a ser sinónimo de "nacer", "nacimiento". Que un término común sea utilizado en períodos históricos anteriores, no implica que tenga el mismo significado que puede tener para la gente de hoy en día. Hay cientos y cientos de términos que tienen un origen latino y que luego han pasado a tener un significado distinto al original.
      En este sentido, la forma en que usted interpreta el párrafo resulta un anacronismo, ya que traslada un significado contemporáneo a un uso en una época en la que no existía tal significado.
      En general, le remito a usted a la Historia de las teorías y de las ideas políticas, por ejemplo a dos de los considerados grandes y maestros de maestros en este campo: a Jean Touchard y a George Sabine. Otro clásico de la teoría política, disponible en muchas bibliotecas, es Norberto Bobbio y su "Diccionario de política". En todas estas referencias encontrará que el término "nación" tal cual comienza entenderse a partir del XVIII y sobre todo del XIX, tiene un significado que está ausente en épocas anteriores.
      Autores más centrados en el tema concreto de la aparición de los estados-nación, del concepto de nación en sentido político y del nacionalismo, le remito por ejemplo a ilustres como Hobsbawm, Benedict Anderson, Ernest Gellner, etc.
      El sentido político que hoy le damos al concepto de nación y que nada tiene que ver con la semántica originaria que pervive durante siglos, tiene sus antecedentes en el siglo XVIII, que es cuando se descompone definitivamente lo que llamamos el "Antiguo Régimen" ante el empuje de la burguesía como nueva clase social dominante, dando lugar al período contemporáneo de la Historia. Para algunos, como Anderson (tiene usted en Internet el libro suyo titulado "Comunidades imaginadas"), las raíces de la noción de nación estarían a finales del siglo XVIII, mientras que otros autores estiman que incluso es algo más posterior (por ejemplo Gellner). Por poner una cita, Anderson comenta en la "Introducción" de la obra mencionada: "el concepto nació en una época en que la Ilustración y la Revolución estaban destruyendo la legitimidad del reino dinástico jerárquico, divinamente ordenado".
      El concepto de nación está intrínsecamente conectado con la idea de ciudadano, de derechos civiles, de "contrato social"..., es decir, es un concepto político que surge con la Ilustración y que anteriormente no existe. El "Antiguo Régimen" es una continuación de la estructura feudal, en la que las relaciones de vasallaje configuran la identidad política básica.
      El esencialismo sobre el que descansa una buena parte de los nacionalismos (no todos), se ha esforzado (buscando legitimación) en hacer creer que entidades conceptuales relativamente recientes (por ejemplo, el concepto de nación) han tenido una existencia que se remonta a la noche de los tiempos. Es lo que llamaríamos hacer una lectura del pasado desde categorías y valores actuales inexistentes en ese tiempo pretérito. De ahí el anacronismo del que hablaba.
      En definitiva, no podemos confundir lo nominal con la semántica.

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    2. Mi intención no es sentar cátedras sobre el concepto de nación, el origen del término nación, su uso anterior o actual. Para ello ya están los nacionalistas, que están empeñados en presentarnos y hacernos creer y tragar con que su cacho de tierra es una nación.

      Lo que yo he puesto es una de las más 70 veces que se menciona a España en el Quijote, y en el trozo que he puesto presenta a España como nación, lo cual demuestra que un siglo antes de la guerra de sucesión no era una entidad extraña o semiextraña para la gente de la época, sino tan propio como para llamarlo nación española.

      Y puede que a los reyes les gustara más llamarse Rey de las Españas (Hispaniorum Rex) para que no se olviden que se era Rey de Castilla, de Aragón, de León, de Toledo, de Sevilla, de Córdoba, de Jaén, de Granada, de Valencia, principe de Asturias y conde de Barcelona, pues queda muy bonito, pero la gente de a pie, en su conversación normal, que es lo que reproduce el quijote hablaba de ESPAÑA, y hablaba más de España que de Castilla, o de Cataluña o de Aragón,

      Si mira aquí podrá ver escrita la palabra España antes de que naciera el abuelo de Felipe V.

      http://www.elingeniosohidalgo.com/facsimil/primera/pagina016.html

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    3. Tal como indica Vigne, resulta completamente anacrónico y sinsentido aplicar el contemporáneo concepto de nación a realidades pasadas aún en el caso de que se emplease tales denominaciones en algunos documentos.
      En cualquier caso, esta revisión y utilización de la historia es un ejercicio interminable. Cuando se propone encontrar referencias históricas "objetivas" o más bien objetivadas para una proposición de corte nacionalista siempre encontraremos las pruebas buscadas en la adecuada lectura histórica. Sea como en el caso que nos ocupa la revisión catalana o la revisión española.
      En mi opinión, más que en los argumentos genéticos de Fichte, la nación contemporánea se argumenta a partir de la proposición de Renan acerca del acuerdo y el compromiso de los ciudadanos.

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    4. Yo también me inclino por las concepciones de Ernest Renan, a quien considero uno de los padres de la "confederación europea".
      Una cita de él: "Una nación es un plebiscito cotidiano" y otra, para no meterme donde nadie me llama, sobre la(s) raza(s) germánicas y la Alemania donde nací:
      "La vérité est qu'il n'y a pas de race pure et que faire reposer la politique sur l'analyse ethnographique, c'est la faire porter sur une chimère. Les plus nobles pays, l'Angleterre, la France, l'Italie, sont ceux où le sang est le plus mêlé. L'Allemagne fait-elle à cet égard une exception ? Est-elle un pays germanique pur ? Quelle illusion ! Tout le Sud a été gaulois. Tout l'Est, à partir d'Elbe, est slave. Et les parties que l'on prétend réellement pures le sont-elles en effet ? Nous touchons ici à un des problèmes sur lesquels il importe le plus de se faire des idées claires et de prévenir les malentendus."
      • Qu'est-ce qu'une nation? conférence faite en Sorbonne, le 11 mars 1882, Ernest Renan, éd. Calmann-Levy, 1882, p. 16

      ...Según esta valoración de Renan, yo sería francesa....:-))

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    5. Gabi, suscribo tu comentario de pe a pa o de principio a fin. Todos los países, regiones o zonas europeas somos una mezcla de sucesivas oleadas que han llegado.

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    6. Manolo, mi "patria chica" ha sido el Sarre que, cual pelota de ping pong, se ha venido pasando de Francia a Alemania y viceversa...
      http://es.wikipedia.org/wiki/Sarre
      No te cuento más:-))

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    7. Litrez30 de diciembre de 2013 10:25 ---
      Sigo pensando que se mueve en el error.
      -- "(...) el concepto de nación, el origen del término nación, su uso anterior o actual. Para ello ya están los nacionalistas (...)" --- Mire, ¿para eso ya están los nacionalistas como afirma..? NO!!! Para eso están los que se dedican a estudiar la historia de las teorías e ideas políticas, que es un campo científico muy serio. Por cierto, de las referencias que le facilité, ninguno de esos autores tiene NADA de nacionalista; más bien son bastante críticos.
      Cualquier léxico tiene una evolución semántica, que es lo que usted se niega a ver. Traslada su presente a un pasado en el que no tiene sentido, de ahí su anacronismo. La lectura que usted hace es completamente ahistórica, porque no tiene en cuenta el contexto histórico y, por tanto, malamente puede llegar a entender el significado del término citado en una fuente histórica.
      ------ "Para ello ya están los nacionalistas, que están empeñados en presentarnos y hacernos creer y tragar con que su cacho de tierra es una nación."--- Pues mire, exactamente es lo mismo que usted hace. Es tan nacionalista como aquellos a los que critica, porque aplica la misma lógica de buscar argumentos historicistas que, empleados de forma sesgada y anacrónica, permiten dar legitimación a una ideología nacionalista o a un estado existente. Es el mismo modus operandi, de ahí que el nacionalismo español y el catalán (por poner un ejemplo) se refuercen mutuamente, se retroalimenten. Con una diferencia, y es que los nacionalistas catalanes (por ejemplo) son muy conscientes que lo son, mientras que los nacionalistas españoles encima se creen que no son nacionalistas, cuando en realidad lo son como el que más.
      Todo esto es mucho más simple: es una mera cuestión de voluntad y consenso sociales, porque estamos hablando de construcciones sociales de tipo político. Y si una comunidad X, por consenso mayoritario, considera que es una nación, lo es, porque su praxis social será coherente con esa condición. Al final esto conduce a plantear el núcleo del problema, que son las identidades nacionales, que se forjan en la inter-subjetividad (como cualquier forma de identidad), por mucho que a la gente le guste intentar "objetivizarlas" haciendo lecturas del pasado más que discutibles.
      El problema que tienen muchos españolistas, es que son incapaces de entender la diferencia (de igual forma que los otros nacionalismos suelen ser incapaces de entender qué tenemos en común). El hecho de que hable peyorativamente del "cacho de tierra", suena bastante ofensivo. Porque el "cacho de tierra" que pueda ser Catalunya o Galicia, no por ser más pequeño es menos digno del "cacho de tierra" que usted considera que es España.

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  3. "Por ello no se titulaban reyes de España, sino reyes de las Españas." Me gustaría saber de dónde sacas estas informaciones inexactas. Los reyes Habsburgo firmaban bien con todo el detalle de títulos, bien como "rey de España" o de las Españas. Ejemplo, carta de Felipe II:

    http://www.upf.edu/asia/projectes/che/s16/felip2.htm

    "Don Phelippe por la gracia de Dios Rey de España - de Portugal de las dos Siçilias de Hierusalem etc Yndias yslas y tierra firme del mar - oçéano - Archiduque de Austria - Duque de Borgoña de Brauante y Milán etc Conde Habspurg, de Flandes y de Tirol etc."

    Carta del Papa Paulo V a Felipe III, "rey de España":

    http://bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/i18n/consulta/registro.cmd?id=554

    Tienes ejemplos con todos los Austrias que quieras. Y escritos de los siglos XVI y XVII, títulos, nombres, etc, que te desmienten. Por cierto, que si encuentras uno sólo que se titule "rey de Cataluña" te regalo mi casa. Esto por indicar tan sólo una de las inexactitudes que hay en el texto, que son muchísimas; combatir la historiografía franquista o nacionalista española no me parece una mala aspiración, pero hay que ser más riguroso.

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    1. En Internet hay cientos por no decir miles de documentos donde se denominan así a los reyes.
      Por ejemplo: http://es.wikipedia.org/wiki/Monarqu%C3%ADa_Española
      donde se denomina así a varios.
      Incluso Carlos III en su testamento se autodenomina así:
      http://es.wikisource.org/wiki/Testamento_de_Carlos_III_de_España
      Hay escritores de libros que así los titulan:
      http://www.redaragon.com/cultura/librosydiscos/default.asp?ac=mo&id=20246
      Y muchos documentos más. Pongo otro:
      http://www.cervantesvirtual.com/obra/historia-de-don-felipe-iiii-rey-de-las-espanas/

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    2. Menciona usted la afirmación del autor de la entrada, en la que dice "Por ello no se titulaban reyes de España, sino reyes de las Españas". Le responde usted: "Me gustaría saber de dónde sacas estas informaciones inexactas".
      Le digo lo mismo que le ha contestado el autor. Para que no se pierda usted, no le remito al google académico sino al mismísimo buscador vulgar de google (el que consulta la mayoría de la gente, no el especializado), en el que encontrará cantidades a punta pala de menciones.
      Creo que se pasa usted de "frenada" cuando acusa al autor de ser poco riguroso. Le pongo un ejemplo de los miles que puede localizar en Internet. En este caso es una conocida obra entre los historiadores, que puede usted consultar, por cierto, en el google académico: "Genealogicas de los Catholicos Reyes de las Españas", de Luis Sanchez, publicada en Madrid en 1596.
      Podría seguir poniéndole ejemplos a patadas, pero... sería aburrido. Saludos.

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    3. Y más...

      Cuenca, V. D. S. (1761). Parentación solemne que al nombre augusto y real memoria de la Cathólica Reyna de las Españas y emperatriz de las Indias, la serenísima señora Doña María Amalia de Saxonia, mandó hacer en esta santa iglesia catedral de Los Reyes, Lima, corte del Perú, el día 27 de junio de 1761... por orden de José Antonio Manso de Velasco, conde de Superunda.

      del Ejército, I. (1830). Odas dedicadas por el Consulado de Granada a los señores reyes de las Españas y de las dos Sicilias, en celebridad del augusto casamiento del Sr. D. Fernando VII y de la Sra. Dª María Cristina de Borbón.

      Lyra, F. D. Segunda relacion de los casamientos del Principe de las Españas, nuestro Señor don Felipe Quarto deste nombre, con la serenissima Madama Ysabela de Bourbon, hija mayor de los Reyes Christianissimos de Francia, con todas las ceremonias, que en esto passaron.

      ¿Satisfecho, vuestra merced?

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  4. tucholskyfan Gabi30 de diciembre de 2013 15:39 ---
    http://cafedelasciudades.com.ar/carajillo/imagenes4/presentacion.jpg

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  5. Un poco de humor de relax:

    Ambrose Bierce, "El Diccionario del Diablo":
    "Frontera, s. En Geografía política, línea imaginaria entre dos naciones que separa los derechos imaginarios de una, de los derechos imaginados de la otra"

    (¡¡¡Y eso que todavía no existía Benedict Anderson!! :-))) Si os gusta la cita, es una obra excelente y divertida. Hay un pdf del libro en http://www.delray.com.ar/dt/diccionariodiablo.pdf

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  6. Suscribo, Vigne, suscribo.
    De haber nacido en el siglo XVII, hubiese sido súbdita de Luis XIV...
    Nacida a mediados del XX, me libré de la IIGM (que no de sus secuelas) pero no de la postguerra y de Adenauer...:-))
    ¡Dissipat atque fovet!!

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  7. Suponía que alguien comentaría el tema de Portugal. Como nadie lo ha hecho, lo voy a hacer yo.
    En el reinado de Felipe II, éste heredó un poco forzadamente la corona de Portugal en 1580. Estuvo en poder de este rey, de Felipe III y en el reinado de Felipe IV se sublevó la nobleza portuguesa y nombraron un rey de origen portugués, Juan IV, en 1640.
    En el reinado de Felipe II se asentó la Corte en Madrid en 1561, y aunque en el reinado de Felipe III estuvo cinco años en Valladolid, volvió a Madrid.
    Hay analistas que creen que si la Corte se hubiera trasladado de Madrid a Lisboa en lugar de Madrid, Portugal continuaría estando bajo la misma corona, pero que probablemente Cataluña sería quien se hubiera separado de la corona.

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