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martes, 4 de noviembre de 2014

La campaña de EEUU y del Vaticano contra el PCI en las decisivas elecciones de 1948 (1 de 3).



Cartel del PCI en 1946 (referéndum)


"En aquella época yo era católica practicante y asistía a misa rigurosamente. Un domingo fui a la Iglesia. El sacerdote estaba predicando desde el púlpito y dijo una frase que me dejó una profunda huella en ese momento. Dijo que la guerra contra los comunistas era una guerra santa"
(Lina Mainardi)



En 1948, el Partido Comunista Italiano (PCI) acariciaba la posibilidad de conseguir el gobierno en Italia. El proletariado organizado se disponía a "asaltar el cielo". Estados Unidos y el Vaticano se movilizaron para impedirlo. Dedicamos esta entrada, en dos partes, a recordar lo sucedido. Hagamos Historia...


1. Introducción. El PCI en la Italia de la post-guerra.

El Partido Comunista Italiano (PCI) sin duda fue el gran partido comunista de la Europa occidental. Fue creado en 1921, en plena onda expansiva de optimismo proletario provocada por la revolución bolchevique, de la mano de Amadeo Bordiga y del mítico Antonio Gramsci (una de las grandes figuras del movimiento comunista en el mundo). Eran tiempos difíciles y de dura lucha de clases. Apenas cuatro años después, en 1925, no solo fue ilegalizado por el régimen fascista de Mussolini, sino que sus militantes comenzaron a ser perseguidos, encarcelados y asesinados, lo que les obligó a pasar a la clandestinidad.

Partisano de la resistencia italiana,
 Florencia 1944. Fuente: Wikipedia,
tomada de 
 Imperial War Museums
Pese a todo, el partido no dejó de crecer. Más tarde, curtidos en la lucha clandestina, cientos de miles de militantes comunistas combatieron con la resistencia italiana al comenzar la guerra. Podemos decir que la resistencia partisana italiana en buena medida estuvo protagonizada por los comunistas del PCI sobre todo, igual que ocurrió en los Balcanes y en Grecia con los comunistas yugoslavos y griegos respectivamente (en Francia, ideológicamente la resistencia fue más heterogénea).

A pesar del duro golpe que supuso la muerte de Gramsci (encarcelado en 1927, enfermó durante su estancia en la cárcel, muriendo en 1937), el PCI encontró en Palmiro Togliatti un digno sucesor y un líder que supo dirigir al partido e incrementar su condición de gran organización de masas. Al acabar la guerra el PCI tenía casi 2 millones de afiliados y aparecía como el gran partido político de la reinstaurada democracia italiana, con un apoyo social  ganado a pulso entre otras muchas cosas por su papel en la resistencia anti-fascista. Contaba además con una poderosa estructura organizativa por todo el país, con cuadros políticos muy preparados capaces de movilizar a las masas. Esto provocó el miedo en el gobierno estadounidense, que consideraba por un lado un riesgo de que Italia se encaminase democráticamente hacia el Socialismo; y por otro, un hándicap para la incorporación del país transalpino a la alianza occidental que se estaba creando. 

Lo que se generará a partir de ahí es una confluencia de intereses en torno al anticomunismo: EEUU por un lado, el Vaticano y las fuerzas políticas de la derecha por otro lado, dominadas estas últimas por la Democracia Cristiana. Después de 1948, el PSI (los socialistas italianos) se uniría a esta alianza contra el PCI, en un empeño permanente de impedir que los comunistas accedieran al gobierno.

En efecto, aunque inicialmente el PCI entró en el gobierno de unidad nacional creado tras la derrota del fascismo, fue expulsado del mismo en 1947, al ser visto como una amenaza para la incorporación italiana en la futura OTAN. Con esto se llega a las elecciones de 1948, en las que el PCI tenía muchas expectativas. Además, de cara a estas elecciones, el PCI había conseguido formar un frente popular con los socialistas y otras fuerzas de izquierdas (la última vez en la que el PSI aceptó la unidad de la izquierda, ya que posteriormente seguiría un rumbo muy sistémico y otanista, con una orientación claramente pro-estadounidense).

Hace algún tiempo, nuestro compañero Manuel G. publicó una serie de entradas en este blog sobre la política italiana, con el título "Historia política de la República Italiana". Podéis consultarlas pulsando en los siguientes enlaces (especialmente la primera y segunda partes dedicadas a este período):
  1. 1ª parte: antecedentes hasta la proclamación de la I República.
  2. 2ª parte: hasta el Centro-Sinistra.
  3. 3ª parte: hasta el asesinato de Aldo Moro y sus consecuencias.
  4. 4ª parte: desde el asesinato de Aldo Moro hasta el final de la I República.
  5. 5ª parte: la II República Italiana.
Así pues, tenemos que en 1948 tiene lugar una fuerte movilización de los Estados Unidos y del Vaticano para frenar al Partido Comunista de Italia. La Iglesia Católica, que no había tenido pudor en apoyar a los fascismos, tuvo un papel clave con la campaña anticomunista que desencadenó ese año.


2. Italia 1948: la CIA y el Vaticano se implican en las elecciones para impedir la victoria del Partido Comunista (PCI) 


Nota sobre el vídeo: reedición nuestra del vídeo del canal de Stefano Barbosa en Youtube, Nuestra edición modifica los textos iniciales y finales, añadiendo también el apartado musical e imágenes

Transcripción del vídeo anterior

Pero además de hacer el bien, Washington preparaba otras tácticas. En el año 1948, el Partido Comunista dirigido por Togliatti dominaba el Frente Popular, de ideología izquierdista. El gobierno estaba en manos de los cristiano-demócratas. En Abril, las primeras elecciones generales desde la guerra, despertaron las expectativas de una victoria comunista en las urnas.
"Yo me esperaba que el Frente Popular, en el que estaban reunidos todos los partidos de la izquierda, ganara las elecciones. Estos partidos tuvieron que unirse para contrarrestar a los cristiano-demócratas y a las fuerzas de la derecha"  (Giuseppe Mainardi, comunista italiano)
Algunos italianos temían una victoria comunista: 
"Estas elecciones podían haber sido críticas porque dependiendo del resultado situarían a Italia en un extremo del mundo o en el otro. En primer lugar, creo que hubiera sido una grave tragedia para Italia, para Europa, para el Mediterráneo, y que hubiera representado un grave contratiempo para los Estados Unidos" (Giovanni Agnelli, Presidente de la FIAT)
En los Estados Unidos se orquestó una campaña para persuadir a los italo-americanos de que escribieran a sus familiares pidiéndoles que no votaran a los comunistas. Se enviaron unos 10 millones de cartas. 

También la Iglesia orquestó una poderosa campaña contra el comunismo:
"Al papa Pío XII le preocupaba el Partido Comunista, y no tanto su actitud política como su doctrina. Como papa que era, Pío XII tenía que interesarse por lo que estaba ocurriendo en Italia en esos momentos" (Padre Lucio Migliaccio, Comités Cívicos de la Iglesia)
Se creó una red de comités electorales. Trabajaron paralelamente a la organización de la Iglesia Católica, pero en estrecha relación con ella: 
"Puedo decir que todos los partidos envidiaban nuestra estructura electoral y en especial nuestros carteles electorales. En las zonas rurales no había cines (era algo impensable en aquella época), así  que tuvimos una idea. Enviamos algunos camiones a ciudades y pueblos para que proyectaran películas por la noche. Eran películas de campañas electorales y todo el mundo salía corriendo a la plaza donde -realizábamos la proyección- para verlas. Acudía muchísima gente." (Padre Lucio Migliaccio, Comités Cívicos de la Iglesia)
"Pusieron en marcha esa tremenda campaña contra la izquierda, contra los comunistas, contra los socialistas, y dijeron las mentiras más terribles sobre ellos. La Iglesia influyó decisivamente sobre la población, porque el 90% de los italianos eran católicos y miembros de la Iglesia"  (Giuseppe Mainardi, comunista italiano)  
"En aquella época yo era católica practicante y asistía a misa rigurosamente; nunca faltaba. Un domingo fui a la Iglesia. El sacerdote estaba predicando desde el púlpito y dijo una frase que me dejó una profunda huella en ese momento. Todavía la recuerdo. Dijo que la guerra contra los comunistas era una guerra santa." (Lina Mainardi, novia de un comunista italiano)
El papa Pío XII y la Iglesia Católica habían apoyado a los fascistas durante las décadas en que estos permanecieron en el gobierno. Pero el Vaticano se oponía totalmente al comunismo. Pocos días antes de las elecciones Pío XII excomulgó a muchos miembros del Partido Comunista.
"Esa noticia me entristeció profundamente. Para empezar, sucedía que en aquellos momentos yo estaba prometida a mi novio. Nos íbamos a casar al año siguiente y eso significaba que no podríamos hacerlo por al Iglesia" (Lina Mainardi, novia de un comunista italiano)
"El papa Pío XII nos excomulgó a los comunistas y a los amigos de los comunistas" (Giuseppe Mainardi, comunista italiano)  
"Como no podía casarme en la iglesia, tampoco podía casarme con un vestido blanco, ni tener todas esas flores, ni los músicos... Mi tío, que había sido como un padre para mí desde que era una niña, ni siquiera podría llevarme al altar. Por no mencionar que como católica creía que mi matrimonio tenía que ser bendecido por el sacerdote, representante de Cristo sobre la Tierra. Esas eran mis creencias." (Lina Mainardi, novia de un comunista italiano)
"Ya saben que Pío XII en uno de sus discursos dijo: o se está con Cristo o se está contra él. Y el Partido Comunista estaba contra Cristo, eran claramente ateos, así que era deber del papa y de la Iglesia proteger a su pueblo, y la única medida que la Iglesia tomó al respecto fue organizar todos los movimientos cristianos para oponerse al Partido Comunista" (Padre Lucio Migliaccio, Comités Cívicos de la Iglesia)
El 18 de abril de 1948 Italia se congregó ante las urnas. Los demócrata-cristianos obtuvieron una victoria aplastante. Italia seguiría siendo miembro de la alianza occidental. El porcentaje de votos que obtuvieron los comunistas fue de casi la mitad.

(Continúa en la 2ª parte. Pulsa para acceder)
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Reproducción del texto: por favor, incluye también lo siguiente, con el hipervínculo:
Fuente: publicado en el blog del viejo topo




Accede a las dos partes siguientes pulsando en los enlaces:

4 comentarios:

  1. Fue la primera de las operaciones contra los partidos comunistas occidentales por parte de los poderes de los supuestos "defensores de la libertad". Estos no podían admitir que el pueblo pudiera querer un cambio de sociedad. La sociedad tenía que ser obligatoriamente la que los poderes fácticos capitalistas consideraban que era la apropiada.
    En vista del éxito conseguido, continuó con las operaciones similares. Además, como los italianos seguían empeñados en cambiar incrementando los votos del PCI en cada elección, los poderes secretos recurrieron incluso al terrorismo, echando la culpa a hipotéticas tramas anarquistas o ultraizquierdistas.

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    1. ● Lógicamente no se van a dejar arrebatar mansamente sus prerrogativas, logradas a base de tanto arte y múltiples marranadas históricas (cual esos atentados "de falsa bandera"), desde un estado ya consolidado en su pro con todo lo que ello implica bajo control en el marco de nuestras seudo democracias (lo que fue el poder eclesiástico hoy relegado a uno de sus pilares -junto con la administración, ayuntamientos y magistraturas fijas y movibles con sus aristobreros como beneficiarios de nuestros feudo-naciones-, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y aparatos jurídico, mediático y político trabajando a toda máquina y en todo tiempo en la preservación del "statu quo"), porque en un momento puntual se quiera por nosotros liberarnos de la esclavitud en pro de los amos de lo nuestro por el sistema capitalista.
      ● Ahí quedan esas pocas pinceladas para un cuadro, espero que suficientemente colorido.
      ● Desde mi radical escepticismo tengo por cierto que estos trabajos *no* van a servir para un cambio histórico definitivo (y puede que tampoco y en el mejor de los supuestos provisional, dicho sea porque lo volverían a revertir); aunque me consuela que *sí* lo servirán para que algunos (creo que muy pocos) adquieran ese imprescindible sentido histórico de los que quieren ser algo (dicho sea porque considero que sólo en la historia somos algo y que si no hay sentido histórico a lo sumo seremos útiles en manos de los utilitarios o utilitaristas). Saludo y a seguir, pues

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  2. recomendable también:
    LOS EJÉRCITOS SECRETOS DE LA OTAN (VI)La guerra secreta en Italia, por Daniele Ganser
    http://www.voltairenet.org/article164307.html

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