¡Proletarios de todos los países, uníos!
(Manifiesto del Partido Comunista)
Hace unos días, mi compañera bloguera Gabi, traducía y publicaba un texto de Götz Eisenberg, acerca de los estereotipos que tienen los alemanes sobre los griegos y la crisis griega (véase "De cigarras y hormigas. Aspectos de psicología social en el ensañamiento con Grecia y la política del ahorro austero."). En el imaginario social dominante germánico, los griegos son percibidos como perezosos y holgazanes, y además como una especie de mantenidos por parte de los sufridos y laboriosos alemanes. En su artículo, Eisenberg desmonta esta falsa imagen, al mismo tiempo que aprovecha para verter una crítica a la exaltación de la laboriosidad propia de la ideología del capitalismo.
Lo cierto es que hoy he recordado este artículo de Eisenberg, al leer otro sobre los andaluces en larepublica.es Ya no se encuentra disponible, puesto que se trataba de una noticia que no era reciente y por error se les coló en portada, lo cual motivó que con buen criterio el editor la retirase. Pero, durante el breve tiempo en que se mantuvo, tuve ocasión de leer la noticia y no pude evitar establecer un paralelismo entre griegos y andaluces y la ideología que promueve la derecha alemana y catalana. Una ideología dominante, la de estas burguesías germana y catalana, muy basada en imaginarios sociales falsos que promueven la xenofobia como cortina de humo de los problemas domésticos, y también como herramienta discursiva que sirve para legitimar políticas anti-sociales.
Reproduzco el texto publicado en larepublica.es antes de que fuese retirado por el motivo que ya expliqué:
El que sigue es el vídeo del pasado verano en el que se recogen las declaraciones de esta joven. No tiene desperdicio:
En resumidas cuentas, los catalanes se matan a trabajar y los andaluces se pasan el día tocándose los cojones o los ovarios, dicho a lo bruto.
Nadie debe llamarse a error al considerar que estas declaraciones son una mera opinión aislada de una descerebrada. La subsodicha en realidad lo que hace es recoger el discurso que la mayor parte del nacionalismo catalán viene cultivando desde hace mucho tiempo. El imaginario producido por el nacionalismo sobre los andaluces, castellanos o gallegos, con frecuencia se circunscribe a coordenadas xenófobas y rancias que nos hacen recordar configuraciones ideológicas pardas y negras (coordenadas, además, no muy diferentes a las del nacionalismo cavernícola español y a la catalanofobia que éste se dedica a difundir). No hay nada más perversamente reaccionario que atribuir a un segmento social rasgos innatos de conducta y temperamento, algo que en su momento el nazismo de Hitler elevó a la máxima expresión al hablar de la raza aria y de los judíos, gitanos, rusos y demás pueblos eslavos, etc. Por ello, el discurso axiológico y comparativo que de vez en cuando el nacionalismo catalán saca a relucir, hace recordar grises pasados protagonizados por la exaltación de la sangre y la genética. Y no es solo con los andaluces, ya que los castellanos también están en el punto de atención de este discurso xenófobo; como ejemplo, en este último caso, tenemos las declaraciones de Josep Manel Ximenis (militante de la muy progre CUP y ex-candidato a la alcaldía de Arenys de Munt): "La mentalidad castellana lleva en sus genes una aceptación natural: ‘ser mandado’. Y esto no ha cambiado y no cambiará” (véase la entrada que le dedica Marina Pibernat en su blog: "Entrevista con El Ximenis"). Curioso que alguien supuestamente de izquierdas venga a coincidir con Mariano Rajoy, quien ya en 1983 decía: "la estirpe determina al hombre, tanto en el físico como en lo psíquico (...). La desigualdad natural de hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas" (véase en este blog "El darwinismo social de Rajoy y de la derecha española").
Gallegos, castellanos... pero sobre todo andaluces, están en el punto de mira del imaginario xenófobo nacionalista catalán.
Os animo a leer el artículo de Eisenberg sobre los alemanes y los griegos ("De cigarras y hormigas. Aspectos de psicología social en el ensañamiento con Grecia y la política del ahorro austero.") y podréis comprobar como en el fondo estamos hablando de cosas parecidas: la identificación de un "otro" como chivo expiatorio y disculpa para legitimar determinadas políticas y aspiraciones. Griegos y andaluces son vagos, despilfarradores y viven del cuento, y por culpa de ello Alemania y Catalunya tienen dificultades: es el parangón o comparación que cabe establecer al relacionar ambos casos.
Me pregunto cuántos nacionalistas catalanes de izquierdas comparten semejante imaginario social sobre los andaluces. Posiblemente haya quien no lo comparta, sin duda; pero yo al menos conozco a unos cuantos que sí suscriben estos estereotipos (al menos en privado). Esta permeabilidad ideológica entre la derecha y la izquierda (supuesta izquierda) nacionalista catalanas, tampoco debe sorprendernos. Después de todo, en uno y otro caso, estamos hablando de la burguesía catalana: en su vertiente derechona y en su vertiente progre (léase ERC y CUP). Tal simbiosis familiar, permite comprender -por ejemplo- que los nacionalistas de izquierdas crucificasen en público, con saña extrema, a una militante comunista como Marina Pibernat, por calificar a la derechona catalana con el término de catalufos.
Conviene recordarles a estos burgueses, que el desarrollo industrial catalán estuvo sustentado en la explotación de la fuerza de trabajo de emigrantes, una parte importante de los cuales eran andaluces y gallegos. La explotación de esos "vagos" y "parásitos" andaluces (entre otros), fue el motor de la prosperidad de la que disfruta la burguesía catalana. Que no se olviden y que se laven la boca con jabón cuando suelten tonterías sobre los andaluces.
@VigneVT
Entradas de blog citadas
En blog del viejo topo:
- Götz Eisenberg: "De cigarras y hormigas. Aspectos de psicología social en el ensañamiento con Grecia y la política del ahorro austero.".
- "El darwinismo social de Rajoy y de la derecha española".
En Bitácora de Lady Aguafiestington:
- Marina Pibernat: "Entrevista con El Ximenis".
Lo cierto es que hoy he recordado este artículo de Eisenberg, al leer otro sobre los andaluces en larepublica.es Ya no se encuentra disponible, puesto que se trataba de una noticia que no era reciente y por error se les coló en portada, lo cual motivó que con buen criterio el editor la retirase. Pero, durante el breve tiempo en que se mantuvo, tuve ocasión de leer la noticia y no pude evitar establecer un paralelismo entre griegos y andaluces y la ideología que promueve la derecha alemana y catalana. Una ideología dominante, la de estas burguesías germana y catalana, muy basada en imaginarios sociales falsos que promueven la xenofobia como cortina de humo de los problemas domésticos, y también como herramienta discursiva que sirve para legitimar políticas anti-sociales.
Reproduzco el texto publicado en larepublica.es antes de que fuese retirado por el motivo que ya expliqué:
Durante una entrevista de el diario El País en Arenys de Munt, municipio de la provincia de Barcelona, situado en la comarca de El Maresme, una joven afín a la independencia de Cataluña y presumiblemente afín al discurso de CiU siembra la polémica al repetir a su manera las polémicas palabras del conservador catalanista Duran i Lleida “en Andalucía viven del cuento, yo he estado en Andalucía y la gente trabaja cuatro horas y la mayoría de la gente o está en el bar o está de fiesta”.
Recordemos que ya el propio Duran i Lleida llegó a afirmar que “en otros sitios de España, con lo que damos nosotros de aportación conjunta al Estado, reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo”.
Este mismo discurso también ha sido repetido por el presidente de la Generalitat Artur Mas, quien se mofó del acento de los niños andaluces y gallegos, durante el debate de política general en el Parlamento catalán afirmando que “los niños de Sevilla hablan el castellano pero no se les entiende”.
Este tipo de comportamientos por parte de la derecha catalana, tan sólo pretender esconder los problemas que el neoliberalismo catalán representado por CiU ha generado para el pueblo de Cataluña, el objetivo es visualizar al enemigo fuera para que su propia gente no visualice al enemigo en casa, algo tan antiguo que ya lo hacía la nobleza con las “brujas” en la edad media, o la extrema derecha con la inmigración.
El que sigue es el vídeo del pasado verano en el que se recogen las declaraciones de esta joven. No tiene desperdicio:
En resumidas cuentas, los catalanes se matan a trabajar y los andaluces se pasan el día tocándose los cojones o los ovarios, dicho a lo bruto.
Nadie debe llamarse a error al considerar que estas declaraciones son una mera opinión aislada de una descerebrada. La subsodicha en realidad lo que hace es recoger el discurso que la mayor parte del nacionalismo catalán viene cultivando desde hace mucho tiempo. El imaginario producido por el nacionalismo sobre los andaluces, castellanos o gallegos, con frecuencia se circunscribe a coordenadas xenófobas y rancias que nos hacen recordar configuraciones ideológicas pardas y negras (coordenadas, además, no muy diferentes a las del nacionalismo cavernícola español y a la catalanofobia que éste se dedica a difundir). No hay nada más perversamente reaccionario que atribuir a un segmento social rasgos innatos de conducta y temperamento, algo que en su momento el nazismo de Hitler elevó a la máxima expresión al hablar de la raza aria y de los judíos, gitanos, rusos y demás pueblos eslavos, etc. Por ello, el discurso axiológico y comparativo que de vez en cuando el nacionalismo catalán saca a relucir, hace recordar grises pasados protagonizados por la exaltación de la sangre y la genética. Y no es solo con los andaluces, ya que los castellanos también están en el punto de atención de este discurso xenófobo; como ejemplo, en este último caso, tenemos las declaraciones de Josep Manel Ximenis (militante de la muy progre CUP y ex-candidato a la alcaldía de Arenys de Munt): "La mentalidad castellana lleva en sus genes una aceptación natural: ‘ser mandado’. Y esto no ha cambiado y no cambiará” (véase la entrada que le dedica Marina Pibernat en su blog: "Entrevista con El Ximenis"). Curioso que alguien supuestamente de izquierdas venga a coincidir con Mariano Rajoy, quien ya en 1983 decía: "la estirpe determina al hombre, tanto en el físico como en lo psíquico (...). La desigualdad natural de hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas" (véase en este blog "El darwinismo social de Rajoy y de la derecha española").
Gallegos, castellanos... pero sobre todo andaluces, están en el punto de mira del imaginario xenófobo nacionalista catalán.
Os animo a leer el artículo de Eisenberg sobre los alemanes y los griegos ("De cigarras y hormigas. Aspectos de psicología social en el ensañamiento con Grecia y la política del ahorro austero.") y podréis comprobar como en el fondo estamos hablando de cosas parecidas: la identificación de un "otro" como chivo expiatorio y disculpa para legitimar determinadas políticas y aspiraciones. Griegos y andaluces son vagos, despilfarradores y viven del cuento, y por culpa de ello Alemania y Catalunya tienen dificultades: es el parangón o comparación que cabe establecer al relacionar ambos casos.
Me pregunto cuántos nacionalistas catalanes de izquierdas comparten semejante imaginario social sobre los andaluces. Posiblemente haya quien no lo comparta, sin duda; pero yo al menos conozco a unos cuantos que sí suscriben estos estereotipos (al menos en privado). Esta permeabilidad ideológica entre la derecha y la izquierda (supuesta izquierda) nacionalista catalanas, tampoco debe sorprendernos. Después de todo, en uno y otro caso, estamos hablando de la burguesía catalana: en su vertiente derechona y en su vertiente progre (léase ERC y CUP). Tal simbiosis familiar, permite comprender -por ejemplo- que los nacionalistas de izquierdas crucificasen en público, con saña extrema, a una militante comunista como Marina Pibernat, por calificar a la derechona catalana con el término de catalufos.
Conviene recordarles a estos burgueses, que el desarrollo industrial catalán estuvo sustentado en la explotación de la fuerza de trabajo de emigrantes, una parte importante de los cuales eran andaluces y gallegos. La explotación de esos "vagos" y "parásitos" andaluces (entre otros), fue el motor de la prosperidad de la que disfruta la burguesía catalana. Que no se olviden y que se laven la boca con jabón cuando suelten tonterías sobre los andaluces.
@VigneVT
Entradas de blog citadas
En blog del viejo topo:
- Götz Eisenberg: "De cigarras y hormigas. Aspectos de psicología social en el ensañamiento con Grecia y la política del ahorro austero.".
- "El darwinismo social de Rajoy y de la derecha española".
En Bitácora de Lady Aguafiestington:
- Marina Pibernat: "Entrevista con El Ximenis".