Elecciones en EEUU. Tertulianos astrales y otras dimensiones.

"El orden de los factores, entre un fascista como Trump y una intervencionista como Clinton, no afecta el producto imperialista, solo continúa con su curso de barbarie" (Juan Francisco Torres, Secretario de Organización del Partido Comunista de Ecuador)

Esta composición que ves ha circulado en las redes sociales, después de conocerse los resultados de las elecciones de EE.UU. En mi opinión, de manera minimalista expresa a la perfección la valoración que muchos de nosotros hacemos.

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Tertulianos astrales

En otro orden de cosas, la mayoría de los tertulianos han vuelto a hacer el ridículo. Son opinadores profesionales que sientan cátedra hablando de lo que sea. Pregúntales por la relación entre la intensidad del coito de los caracoles y la intención de voto en unas elecciones, y son capaces de darte una lección magistral sobre el tema.

Acerca de esta extraña especie tertuliánica, me gustó lo que decía un tuitero, @Petetekin, disparando un certero dardo con un tuit tras conocerse los resultados: "Acto seguido, un montón de gente que vaticinaba la victoria de Clinton nos contará las claves de la victoria de Trump". ¡Así ha sido! 

Antón Losada, tertuliano galáctico

Entre los muchos opinadores asiduos a las tertulias, está Antón Losada. Losada es uno de los tertulianos más reverenciados y sobrevalorados por buena parte de la progresía, dispuesta a hacer la ola a cualquiera que le riegue un poco los oídos. Ya nadie se acuerda porqué se vio obligado a dejar la política activa, cuando era el segundo de Quintana en la Xunta durante el bipartito. Lo cierto es que no se fue de la política de partidos con las manos vacías, sino con un goloso contrato como tertuliano de la SER con el grupo PRISA. Y desde entonces da la paliza como opinador con pedigrí, avalado además por su condición de profesor de Políticas en la USC. Eso sí, ha aprendido a controlar un poco los arrebatos macarrónicos que mostraba con los trabajadores de RTVG, y que fueron el detonante de su salida de la política. 

Losada, el experto, fue uno de los que predecía el triunfo de Hillary Clinton. Claro que también negaba que existiese voto oculto hacia Trump en las encuestas; al contrario, consideró que el voto oculto iría para Clinton. Parece que se le da mejor predecir el pasado que el futuro. O quizás sean las pilas de su bolita mágica, que estén gastadas.

Como bien pagao de PRISA, Antón Losada mostró sus simpatías entusiastas por Hillary. De igual forma hacía defensa numantina de Obama: "Obama tiró de gasto público, bajó el paro al 5% y expandió derechos como la sanidad", decía en un tuit.

Tras su decepción, Losada desató su ira en uno de sus primeros tuits, tirarando de tópicos: "Si Hillary fuese un hombre con su experiencia y su programa estaría zurrando al inútil de Trump por más de 10 puntos". El mismo valor tendría el comentario que se pudiese escuchar en la cola del pan o en la pescadería, pero a Losada le pagan por ello y va de experto.

El caso es que este opinólogo astral, tertuliano y politólogo, llamado Antón Loasada, erró en sus vaticinios, como tantos otros. Y como bien pronosticó el tuitero que antes mencionaba, fue uno de tantos que enseguida se lanzó a explicarnos las claves de la victoria de Trump: hoy mismo, el periódico digital de los Soros's boys (diario.es), publicita: "Antón Losada explica en un minuto por qué ha ganado Donald Trump". ¡Un crack de la opinión patanegra!

No solo los tertulianos astrales se han cubierto de gloria. Algunos grandes medios han hecho también el más absoluto ridículo. Como botón de muestra, El País:

Hillary Killer vs Killer Trump

El mundo se ha librado de Hillary Clinton, una amenaza real para la paz. Parece que ahora muchos han olvidado su responsabilidad en las agresiones imperialistas llevadas a cabo bajo su mandato, como Secretaria de Estado con Obama (enero 2009 - febrero 2013). Por ejemplo, Hillary Clinton "fue la figura clave en la destrucción del Estado de Libia", recordaba hace poco Julian Assange. La amnesia se apodera de los opinólogos, olvidando la responsabilidad de Hillary en el fortalecimiento del yihadismo, en concreto del ISIS. También parece haber interés ahora en lavar la cara de la administración Obama, como hace el tertuliano Antón Losada. De repente hemos olvidado que la pobreza y la miseria ha aumentado muy significativamente en EE.UU. durante estos años, y que su política exterior ha incrementado de manera radical su carácter imperialista y el intervencionismo militar.

Por alguna extraña razón, al progrerío patrio le ha entrado la amnesia con Hillary. 

Por el contrario, en EE.UU. algunas voces críticas venían advertiendo sobre Clinton, sin que eso significase apoyar a Trump, por supuesto.

 Susan Sarandon declaraba en el mes de junio, en declaraciones recogidas por The Independent: "Yo creo que en cierto sentido ella es más peligrosa, aunque los dos siguen el camino de Kissinger aunque de forma distinta. (...) Ella no aprendió nada de Irak, es una intervencionista y ha hecho cosas horribles, cosas horribles. Sin inmutarse. No sé si está compensando, no sé cuál es su historia, pero ella me da más miedo. Creo que estará en Irán en dos segundos. Me asusta".

En la misma línea que Susan Sarandon se manifestaba el director Oliver Stone: "Trump es un chiflado que un día dice una cosa y al día siguiente, otra (...) Sí, es peligroso, pero qué les hace a ustedes pensar que Hillary Clinton es menos peligrosa? Ella dice que es liberal, pero, de hecho, es partidaria de las políticas de intervención".

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Quizás el psicópata neofascista de Doland Trump no sea mejor; quizás sea peor, o igual. Demasiada incertidumbre por el momento. Es posible que Trump sea más un mal mayor para los estadounidenses que para el mundo, en comparación con Clinton. El Imperio continuará haciendo el vaquero por el mundo adelante, pero hay razones para pensar que con Clinton sería peor; una trayectoria belicista la precedía. Lo que suceda de puertas adentro en EE.UU. es otra cosa.

No obstante,las grandes líneas de la política económica americana las seguirá marcando el capital, es decir como siempre. Queda por ver qué sucederá con la política exterior, en la que el riesgo de una confrontación con Rusia hasta ahora era real, y que de tener lugar sería posiblemente de carácter nuclear. En un artículo que hemos traducido y publicado en este blog, "EE.UU. y su peligrosa estrategia de confrontación con Rusia", Mike Whitney analiza cómo la política exterior está secuestrada por la CIA y el Estado Mayor Conjunto [JCS] del Pentágono, algo que ha facilitado el secretario de Estado Ash Carter. En concreto, Whitney nos recuerda que determinadas voces solventes advierten de la pérdida del control civil sobre el Pentágono. Prueba de ello sería el memorándum al Presidente de un grupo de ex agentes de la CIA, advirtiendo que el Pentágono está usurpando su autoridad constitucional.

Esta situación, de la que Whitney hace derivar el riesgo de una escalada bélica, difícilmente cambiaría con Hillary Clinton. ¿Cambiará con Trump? No sabemos, pero por muy nefasto que pueda llegar a ser para los estadounidenses, de puertas afuera la realidad podría ser otra muy distinta, de ahí que los principales enemigos de EE.UU. hayan preferido a Trump: la corriente ideológica a la que se adscribe Trump, en teoría es menos dada a las aventuras fuera de casa, demasiado costosas para los que sueñan con un sistema impositivo tamaño bonsai. También es cierto que está por ver si Trump conseguirá disminuir el peso específico que en estos momentos tiene la CIA y los militares sobre la política exterior; no olvidemos que quien está detrás de los generales, es el poderosísimo complejo de la industria militar.

Juan Francisco Torres, del Partido Comunista de Ecuador, ha publicado un artículo, titulado "La victoria de Trump, el orden de los factores no altera el producto imperialista". Tengo mis dudas sobre alguna afirmación que realiza el camarada ecuatoriano, pero comparto plenamente el párrafo final:

"El orden de los factores, entre un fascista como Trump y una intervencionista como Clinton, no afecta el producto imperialista, solo continúa con su curso de barbarie"

Es la misma idea que muchos estamos expresando, de formas aparentemente distintas. Decía @tropamarxista antes de conocerse cuál sería el resultado: "Dentro de unas horas, cuando EEUU tenga nuevo presidente, 60 millones de estadounidenses seguirán viviendo de cupones de alimentación". @ciudadfutura, con su característica puntería tuitera, lo resumía en un tuit con una imagen y un encabezado: "El régimen de EEUU resumido en una imagen":

"El régimen de EEUU resumido en una imagen", titulaba @ciudadfutura esta fotografía

Otros  tuiteros conocidos han optado por el humor, pero con un mensaje similar. Es el caso de Javier Parra, el líder de los comunistas valencianos, quien tuiteaba lo siguiente:

En mayo de este año, el periodista John Pilger resumía también la misma postura en un tuit: "La elección entre Trump o Clinton es la vieja ilusión de la capacidad de elegir porque no es una elección: son dos caras de una misma moneda" ("The election of Trump or Clinton is the old illusion of choice that is no choice: two sides of the same coin").

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Este verano se publicaba en el blog "Humor africano con significado global. Viñetas de la revista Sacana (Mozambique)". Se trataba de una selección de viñetas de esta revista de humor editada en Mozambique, muy críticas con la cooperación internacional al desarrollo, las ONGs, la corrupción, el sistema electoral, etc. Una de las viñetas que publicábamos entonces, bien podría ser aplicable a las elecciones de EE.UU. Hace alusión al dilema FRELIMO-RENAMO (1) que se le plantea a los mozambiqueños, pero podríamos sustituirlo por Clinton-Trump o por Partido Demócrata-Partido Republicano:

"Elige democráticamente". El conejito representa a los mozambiqueños. 
Fuente de la digitalización: blog del viejo topo.

Una cosa sí es segura: esto ha sido el final de la familia Clinton en política, aunque sigan forrándose de pasta con otras cosas. Un par de fotos de ambos, de cuando eran una parejita de jóvenes  progres liberales:

Nota
(1) El partido FRELIMO nada tiene que ver con el viejo FRELIMO socialista que quizás muchos recordéis. Valga por la alusión en la viñeta.