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jueves, 5 de enero de 2017

Seychelles 1979-1981. Otra área más de gran importancia estratégica. Cap. 44 del libro de W. Blum Asesinando la esperanza.





Comentario previo del blog


 "Grita: '¡Devastación!' y suelta los perros de la guerra"
William Shakespeare, La tragedia de Julio César 

William Blum dedica el capítulo 44 de su libro Asesinando la esperanza, al golpe de estado organizado por EE.UU. contra France-Albert René en las Islas Seychelles en 1981. Quizás el aspecto más llamativo -que no el más importante- de esta historia sea su protagonista: el Loco Mike. Este relato corto que nos ofrece Blum es una buena oportunidad para que aquellos que no sepan quién fue este tipejo fascistoide lo conozcan. 

A todo el mundo le suena el paraíso tropical de las Seychelles, lugar de destino de parejas adineradas para una pija luna de miel, turistas del llamado alto standing burgués que buscan exotismo con aire acondicionado, perseguidores del mítico amor libre y algún que otro ganador de tediosos concursos televisivos. ¿Quién no ha soñado alguna vez con sumergirse en las cristalinas aguas de las playas de las Seychelles? Pero este idílico archipiélago tiene una historia muy desconocida...

La República de las Seychelles está formada por un archipiélago de 115 islas paradisíacas, en el océano Índico al noreste de Madagascar. Por allí pasaron los portugueses en su ruta a las Indias Orientales, luego los árabes y más tarde los franceses de la cínica 'Liberté, égalité, fraternité', hasta que en 1794 los británicos convirtieron las islas en una joya de la Corona de su Graciosa Majestad


France-Albert René en 2014. 
La descolonización abrió un camino políticamente interesante para estas islas tropicales. El archipiélago se independiza de Reino Unido en 1976 y al año siguiente, en junio de 1977, el Primer Ministro France-Albert René toma el poder convirtiéndose en presidente, después de derrocar al playboy Jimmy Mancham. 

René había estudiado abogacía en Inglaterra; allí, su simpatía hacia el Laborismo le condujo a desarrollar convicciones socialistas que, sobre todo, se concretaban en la idea de la necesidad de intervención del Estado en la Economía, como forma de generar una cierta redistribución de la riqueza. Una vez en el poder, trató de poner en marcha una vía mixta al Socialismo, convirtiéndose en un líder político muy querido por la población. Las Seychelles pasaron de ser un país marcado por la pobreza absoluta, a disfrutar de un envidiable nivel de vida, con una cobertura sanitaria universal y un sistema de escolarización gratuita y obligatoria que permitió acabar con el analfabetismo. La República de las Seychelles enseguida se transformó en el país más desarrollado e igualitario de África, si nos atenemos al Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas; algunos indicadores, como por ejemplo el de su baja mortalidad infantil, situaron al país al mismo nivel que los países más ricos de Occidente. La economía se puso al servicio de las prioridades sociales y gracias a ello las Seychelles alcanzaron un bienestar económico y social sin parangón en el continente africano.

Paradojas de la vida, hoy en día las Seychelles son también un paraíso de otro tipo: un paraíso fiscal, un lugar al que llega el dinero negro de las alcantarillas más pestilentes del capitalismo. ¡Es triste!

Cuando las Seychelles buscaba su propia vía al Socialismo, el Imperio estadounidense se cruzó en su camino. Bajo dominio británico, en 1963, EE.UU. construyó en Mahé (la isla más grande, donde está la capital Victoria), una estratégica base de seguimiento de la USAF (Fuerza Aérea de EE.UU.). La base fue levantada en un lugar que, ironía, se denomina La Misere (La Miseria). Lógicamente, después de la independencia los americanos no solo no se fueron, sino que empezaron a ver con preocupación el sistema "socialista" puesto en marcha por René. EE.UU. reforzó su base militar con un contingente de 200 militares, además crear una estación de la CIA con numerosos agentes destinados a ella. El embajador americano informaba a sus jefes en Washington que René era un peligroso y "loco marxista", colocándolo así en el punto de mira de la CIA. Éste es el contexto del intento de  golpe de estado promovido por la CIA, al que Blum dedica el capítulo que reproducimos más abajo


La estratégica base de comunicaciones y seguimiento que EE.UU. construyó en Mahé (Seychelles), en el lugar denominado "La Miseria". Estuvo operativa entre 1963 y 1996, en que fue trasladada a la isla de Diego García.

El primer intento de derrocar a René ocurrió en 1979. Consistió en un plan para invadir con mercenarios las islas, pero fue abortado a tiempo por el gobierno de René. Según la investigación oficial, el plan fue organizado por la CIA desde Kenia, y contó con el apoyo del régimen del aparheid sudafricano y de Francia, cuyo Presidente era entonces Giscard d'Estaing. Dos años después, en 1981, la CIA lo volvió a intentar con el Loco Mike y su grupo de mercenarios, con apoyo nuevamente de la Sudáfrica racista. La miad de los mercenarios eran sudafricanos, pero había también de Gran Bretaña, Rodesia, EE.UU. Alemania, Austria y de otros países.

Posteriormente, fracasado el golpe de estado, René tomó sus precauciones. El cuerpo presidencial de seguridad y el servicio de Inteligencia pasaron a estar cubiertos por cubanos y alemanes de la RDA; y Corea del Norte envió una fuerza de apoyo de 120 soldados (según cuenta en un relato muy tendencioso y parcial un ex-embajador de EE.UU.). Seychelles fue el único país del mundo en el que hubo una tropa norcoreana fuera de Corea del Norte. 

En 1996, EE.UU. cerró la estación de seguimiento y su embajada. La estación fue trasladada a la isla índica de Diego García. Pero no fue el fin de la presencia militar estadounidense en Seychelles, ya que ese mismo año EE.UU. creó una base de aviones no tripulados (drones) en el aeropuerto de Mahé; desde allí, por ejemplo, realizaron multitud de operaciones en Somalia, según documentos desvelados por WikiLeaks.

¿Quién era el líder de los mercenarios del intento de golpe de estado en 1981? Su líder fue el célebre Loco Mike, Thomas Michael Hoare, un irlandés que había servido en el ejército británico. Anteriormente ya se había hecho famoso por sus acciones como mercenario. Primero, en 1960-61, al frente de mercenarios ex combatientes británicos y belgas,  en la provincia de Katanga que británicos y estadounidenses querían desgajar de la recién creada República Democrática del Congo, de orientación socialista (el primer presidente del Congo, el socialista Patrice E. Lumumba fue asesinado al comienzo del conflicto, en septiembre de 1960, en un complot de la CIA con participación de los militares belgas). Más tarde, en 1964, el Loco Mike volvió a estar implicado en acciones mercenarias en el Congo, al frente del llamado No. 5 Commando, compuesto mayoritariamente por mercenarios sudafricanos. Esta última "aventura" mercenaria del Loco Mike, inspiró a Frederick Forsyth para escribir su popular novela Los perros de la guerra, que luego sería llevada al cine en 1980 con una película dirigida por John Irvin. También la película Los gansos salvajes (Wild Geese), producida en 1978 y protagonizada por Richard Burton, Roger Moore y Richard Harris entre otros, se inspira en cierto sentido en las "aventuras" mercenarias del Loco Mike.


Wild Geese (Gansos salvajes, aunque en castellano aparece a veces como Patos salvajes), en parte se inspira en las acciones criminales del mercenario Loco Mike. Lo que fue un ejercicio de intervención terrorista al servicio del imperialismo, el cine lo ha vendido como "un estallido de acción, sangre y valor".  Ya se sabe quiénes son los "buenos" y quiénes son los "malos".

El Loco Mike todavía está vivo. Parece tener un pacto con el Diablo para no morirse nunca (va a cumplir 97 años). Tiene una página web en la que publicita sus seis libros de memorias, en los que narra sus acciones criminales de mercenario como si fuesen aventuras emocionantes en países exóticos. La prensa "imparcial" de los países imperialistas ha convertido a este tipejo despreciable en una especie de aventurero romántico, y a su profesión de mercenario del imperialismo y del colonialismo en una causa equiparable casi a la de las ONGs humanitarias. "Este es un hombre con 'Aventura' como su segundo nombre", escribe un tal Niki Moore en un ejercicio de delirio. A Hoare (Loco Mike) le gusta referirse al "desierto de Kalahari como su hogar espiritual". ¡Para hacernos llorar! Fascistoide y amigo del régimen racista del Apartheid sudafricano, por supuesto fue y es un anticomunista compulsivo, sobre lo cual justifica su miserable vida; leemos en la biografía de su web que lideró "una unidad de soldados mercenarios en Katanga en 1961, y otra en el Congo en 1964 y 1965, para salvar al país de una rebelión de inspiración comunista y para proteger a cientos de monjas y sacerdotes". También se vanagloria de haber dirigido en 1981 "un fallido golpe de estado contra el gobierno marxista de las Seychelles". Hoare, Loco Mike, es una hez humana, una de tantas que el imperialismo va sembrando por el mundo como macabro fertilizante para su cosecha de destrucción y barbarie.


Dos de los libros de memorias de Loco Mike (Thomas Michael Hoare), el mercenario fascistoide anticomunista cuya miserable ocupación a menudo nos han presentado como la vida de un aventurero intrépido, poco menos que romántico.


@VigneVT
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Referencia documental. William Blum: "Seychelles 1979-1981. Otra área más de gran importancia estratégica", en Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, cap. 44, pp.321 a 324. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005 (original en inglés: William Blum, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Common Courage Press, 2004).
Fuente de digitalización y correcciones (cítese y manténgase el hipervínculo): blog del viejo topo
Imágenes, pies de foto y negrita: son un añadido nuestro.
Otros capítulos del libro: para acceder a otros capítulos publicados en el blog, véase al final el índice y pulsar en los hipervínculos que estén activos.

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SEYCHELLES 1979-1981. Otra área mas de gran importancia estratégica
William Blum

Míster Michael Hoare era, en 1981, un contador maduro con una vida relativamente tranquila en Durban, Sudáfrica. Sin embargo, había un aspecto del hombre que era algo diferente: en su otro papel era el Loco Mike, un mercenario veterano. Había peleado para la CIA en varios “lugares de conflicto” en el mundo, incluido el Congo en los años 60 y había hecho lo mismo para el Gobierno sudafricano. En 1981 , a los sesenta y dos años, dirigió una invasión mercenaria a las Seycheles a nombre de sus antiguos empleadores.

Seychelles es un país integrado por varias islas pequeñas en el Océano Índico, a unas ochocientas millas de la costa de Kenya, con una población de cerca de sesenta y dos mil habitantes. La antigua colonia británica es también localización de una instalación de la Fuerza Aérea norteamericana —oficialmente descrita como una estación de rastreo de satélites— y forma parte de un área que EE.UU. considera de gran importancia estratégica (en esto se debe tener en cuenta que sería difícil encontrar un área del globo terráqueo que Washington no haya considerado como de gran importancia estratégica en un momento u otro). Después de que el socialista France-Albert René tomase el poder mediante un golpe de Estado en 1977, retiró a Sudáfrica el derecho de aterrizaje en su territorio, y EE.UU. tuvo que utilizar todo su formidable poder de persuasión política y económica para retener su base. Por otra parte, el plazo concedido a la instalación expiraba en 1990 y Washington, que se preocupa acerca de las necesidades de la “seguridad nacional” a largo plazo tanto como de los conflictos del momento, temía que el acuerdo no fuese renovado. A EE.UU. también le preocupaba lo que veía como una amistad creciente entre Seychelles y la URSS, una preocupación tan común en Washington como las aéreas de gran importancia estratégica. 

René seguía una política de no alineamiento, un concepto que no excluía la amistad con cualquiera de las dos superpotencias siempre que no implicara la explotación de su país. Abogaba también de forma decidida por la conversión del Océano Índico en una zona libre de armas nucleares, sin bases militares extranjeras, incluida la que tenía en su propio país. El presidente de Seycheles criticaba en particular los esfuerzos norteamericanos por convertir Ia isla británica de Diego García en una enorme base aérea y naval (1).

En 1979, un plan para invadir las islas Seychelles y derrocar a René fue abortado cuando el Gobierno lo descubrió antes de que los mercenarias hubiesen podido salir de Durban. Una investigación oficial sobre el asunto llevada a cabo en Seychelles llegó a la conclusión de que EE.UU. y Francia habían estado involucrados de manera directa con los participantes en el complot, que el embajador norteamericano en Kenya había estado en contacto con los partidarios de James Mancham, el gobernante depuesto por René, y que el encargado de negocios estadounidense en Seychelles era el contacto en la conspiración (2). Varios de los norteamericanos empleados en la base de Estados Unidos fueron expulsados del país (3).

Dos años después, en noviembre de 1981, una fuerza invasora de más de cuarenta hombres, bajo la cobertura de miembros de un club de rugby, viajaron de Sudáfrica a Swazilandia, desde donde volaron a Seychelles en un vuelo comercial regular de la Royal Swazi Airlines. Al parecer el ataque no estaba planeado para efectuarse a la llegada, sino algún tiempo después, cuando los mercenarios se hubieran posicionado, pero algunas de las armas escondidas en sus equipajes fueron descubiertas y se provocó un enfrentamiento en el aeropuerto. Los invasores se vieron forzados a secuestrar un avión de Air India para regresar a Durban, aunque siete de ellos fueron capturados (4). Pero el Loco Mike había sobrevivido a otro encuentro con la muerte. Pocos días después de esta debacle, el Sunday Tribune de Durban, citaba “fuentes locales y extranjeras fiables” que aseguraban que la CIA había financiado la contratación y equipamiento del grupo de mercenarios. “A pesar de un desmentido categórico, de una sola frase, por parte del Gobierno norteamericano ayer, mercenarios por separado han enfatizado que el financiamiento de la operación provenía de la CIA”, declaraba el conservador periódico. Al mismo tiempo, el Tribune dejaba claro la complicidad de su propio Gobierno, acción por la cual varios editores sudafricanos fueron procesados por las autoridades (5).

En 1982, Hoare y otros 44 hombres fueron juzgados en Sudáfrica por secuestro de avión. Cinco semanas antes, todos, menos cinco, habían sido liberados por el Gobierno como a “buenos chicos traviesos”, pero las protestas diplomáticas de naciones occidentales, incluido EE.UU., que señaló que Sudáfrica se había unido a una declaración contra los secuestros en 1978, obligo a revertir la decisión. Veintitrés de los mercenarios eran sudafricanos y, según se supo, la mayoría de ellos eran reservistas en unidades élites de las fuerzas de defensa del país. El jefe de la policía de seguridad dijo que los hombres no habían sido acusados al principio porque habían actuado bajo la idea de que estaban en una misión oficial. Quién los había engañado de esta manera, o por qué, nunca fue aclarado. La imagen resultante del juicio fue que el Gobierno había conocido los planes y había estado listo para ayudar, como mínimo. Hoare mostró una factura, supuestamente del ejército, que certificaba la entrega en su casa de armas y municiones antes del vuelo a Seychelles. Esto no fue rebatido, al parecer, por los fiscales. El Gobierno también pidió que no se escucharan algunas de las evidencias aportadas por los defendidos acerca de su participación en actividades del ejército en 1981 porque las mismas podían perjudicar la seguridad nacional. Hoare testificó además que se había reunido con alguien de la CIA en Pretoria y le había informado de los planes. El “soldado de fortuna” dijo que EE.UU. estaba interesado, pero describió la actitud del hombre de la CIA como “extremadamente tímida”, y no sugirió que Washington había desempeñado un papel activo en el asunto. Sin embargo, durante el interrogatorio reconoció haber dicho a sus hombres que la CIA había aprobado el plan (6).

No parece que se analizasen los motivos de la invasión durante el juicio. Para los mercenarios se trataba presumiblemente de una cuestión de dinero. De los dos gobiernos involucrados, EE.UU. tenía mucho más interés que Sudáfrica en derribar a René y ya lo había intentado antes, al parecer. Pero necesitaría la ayuda de Sudáfrica en esa parte del mundo. Como hemos visto, la inteligencia norteamericana había estado colaborando con los servicios secretos de Pretoria desde los 60, y había continuado a mediados de los 70 en relación con Angola. Las circunstancias indican que esta relación continuó, o fue renovada, bajo la administración Reagan, que asumió el poder en 1981. Todo indica que el Loco Mike Hoare sirvió de chivo expiatorio pues fue a prisión —algo a lo que llamó una “traición” y que atribuyó al deseo del Gobierno de aparecer como inocente defensor de la justicia internacional— y no fue liberado hasta 1985. Casi todos sus hombres fueron liberados en noviembre de 1982, tras permanecer solo cuatro meses en la cárcel (7).

El 15 de diciembre de 1981, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió enviar una comisión a Seycheles para investigar la invasión. Aunque EE.UU. votó a favor, la embajadora norteamericana Jeane Kirkpatrick sugirió que enviar la comisión era asumir que “el asunto no era puramente interno” y que “prejuzgaba la situación” (8). Incluso dentro de los cánones de la lógica de Guerra Fría de Kirkpatrick, esto era un comentario singular, teniendo en cuenta que los sudafricanos constituían casi la mitad del grupo invasor, y los restantes provenían de Gran Bretaña, Rodesia, EE.UU. Alemania, Austria y otras partes del mundo. El número de disidentes de Seychelles entre ellos era cero.

Al parecer había alguien que todavía estaba decidido a derrocar al gobierno de René, pues en diciembre de 1983 Sudáfrica anunció que había arrestado a cinco hombres por intento de reclutar mercenarios en un nuevo plan para invadir Seychelles.
William Blum
Asesinando la esperanza


Notas
(1) Sunday Tribune, Durban, Sudáfrica, 29 de noviembre de 1981, dos artículos diferentes en pp. 1 y 52; Ellen Ray: “Seychelles Beats Back Mercenaries”, en Covert Action Information Bulletin (CAIB), No. 16, Washington, marzo de 1982, pp. 4-10. 
(2) Sunday Tribune, artículo citado, p. 52. 
(3) Ray, p. 5. 
(4) Sunday Tribune, artículo citado, p. 1; Ray: op. cit.
(5) Ibíd.New York Times, 6 de noviembre de 1982, p. 4.
(6) Ibid., 10 de mayo de 1982, p. 2; The Guardian, Londres, 19 de agosto de 1982, p. 13.
(7) New York Times, 6 de enero de 1982, p. 9; 11 de marzo, p. 6; 22 de abril, p. 5; 4 de mayo, p. 10; 10 de mayo, p. 2; 17 de junio, p. 12; 30 de julio, p. 6; 28 de noviembre, p. 5; The Guardian, Londres, 14 de julio de 1986.
(8) Ray, p. 10.
(9) The Guardian, Londres, 3 de diciembre de 1983.

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Textos de William Blum en castellano en otros sitios.

Web personal del autor

Índice del libro
(Los capítulos con hipevínculo están publicados en el blog; pulsa sobre ellos para acceder al contenido)
5. Corea 1945-1953: ¿fue todo lo que pareció ser?
6. Albania 1949-1953: el correcto espía inglés.
7. Europa del Este 1948-1956: operación factor fragmentante.
l0. Guatemala 1953-1954. Con el mundo por testigo.
11. Costa Rica. Mediados de los 50. Tratando de derribar a un aliado. Parte I.
12. Siria 1956-l957. Comprando un nuevo gobierno.
13. Medio Oriente 1957-1958. La Doctrina Eisenhower reclama otro patio para Norteamérica.
16. Guayana Británica 1953-l964. La mafia sindical internacional de la CIA.
20. Camboya 1955-1973. El príncipe Sihanouk camina en al cuerda floja de la neutralidad.
21. Laos 1957-1973. L’Armée Clandestine.
22. Haítí 1959-1963. Los marines desembarcan de nuevo.
23. Guatemala 1960. Un buen golpe merece otro.
24. Francia-Argelia. Años 60. L’état, c’est la CIA (El Estado es al CIA).
26. El Congo 1960-1964. El asesinato de Patricio Lumumba.
27. Brasil 1961-1964. Presentando el maravilloso mundo de los Escuadrones de la Muerte.
28. Perú 1960-1965. Fort Bragg se traslada a al selva.
29. República Dominicana 1960-1966. Deshacerse de la democracia para salvarla del comunismo.
32. Ghana 1966. Kwane Nkrumah se sale de la línea.
33. Uruguay 1964-1970. Tortura, tan norteamericana como el pastel de manzana.
36. Bolivia 1964-l975. Tras la huella del Che Guevara en la tierra del coup d´état.
37. Guatemala. 1962 hasta los 80. Una “solución final” menos publicada.
38. Costa Rica 1970-1971. Tratando de derribar a un aliado, parte II.
39. lraq 1972-1975. Las acciones encubiertas no deben ser confundidas con trabajo de misioneros.
40. Australia 1973-1975. Otra elección libre que muerde el polvo.
4l. Angola. 1975 hasta los años 80. El juego de póker de las grandes potencias.
42. Zaire 1975-1978. Mobutu y la CIA, un matrimonio hecho en el cielo.
43. Jamaica 1976-1980. El ultimátum de Kissinger.
45. Granada 1979-1984. La mentira, una de las pocas industrias surgidas en Washington. 
46. Marruecos 1983. Una jugada sucia con vídeo.
47. Surinam 1982-1984. Una vez más el famoso cubano.
48. Libia 1981-1989. Ronald Reagan encuentra la horma de su zapato.
50. Panamá 1969-1991. Traicionando a nuestro suministrador de drogas.
52. Iraq 1990-1991. El holocausto del desierto.
54. El Salvador 1980-1994. Derechos humanos al estilo de Washington.
55. Haití 1986-1994. ¿Quién me librará de este cura revoltoso?
Notas 
Anexo 1. Así es como circula el dinero.


1 comentario:

  1. Recuerdo al Loco Mike de cuando lo del Congo y Katanga. Era uno de los jefes de los mercenarios. Y más vagamente recuerdo lo de los intentos de invasión de las Seychelles.
    Lo de unas tropas de mercenarios de origen tn diverso, me recuerda lo actual de Siria. Se ve que no cambian los métodos.
    Por cierto, cuando las Seychelles estuvieron en poder del RU, mantuvieron alli confinado al arzobispo chipriota Makarios creo que en 1956 durante algo más de un año.

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