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jueves, 16 de febrero de 2017

¿Una broma de mal gusto? El jefe de la CIA concede al príncipe saudita el premio más importante de la Agencia por "combatir el terrorismo".



El director de la CIA, Mike Pompeo, entrega al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef, la Medalla George Tenet, la más alta distinción de la CIA concedida por la lucha contra el terrorismo. En castellano castizo diríamos: ¡manda huevos! Mike Whitney nos ofrece el siguiente artículo sobre lo que considera "una broma de mal gusto", en relación con este premio, ya que Arabia Saudita es el principal financiador del terrorismo en el mundo. Whitney plantea como interrogante hasta qué punto esta farsa no trata de esconder a la opinión pública que Arabia Saudita  es una franquicia que actúa como subcontratista principal de la CIA.



"Esto es como si le damos el Nobel de Medicina a Jack el destripador por su labor salvando vidas" (@betauer_)

"Una declaración de Arabia Saudí sobre su lucha contra el terrorismo se parece y es tan hipócrita como sería un discurso de Hitler ensalzando la lucha contra los nazis" (@ShehabiFares) 


Arabia Saudita, la campeona del mundo mundial en la lucha contra el terrorismo. Al menos así lo entiende la CIA, cuyo director Mike Pompeo acaba de entregar al heredero de la corona saudí el máximo galardón que concede la CIA a quienes se destacan por su lucha contra el terrorismo en el mundo. Una tuitera comentaba: "Esto es como si le damos el Nobel de Medicina a Jack el destripador por su labor salvando vidas" (@betauer_). El país que está considerado el mayor financiador del terrorismo, honrado con un galardón que premia lo contrario. Claro está que si nos ponemos a examinar el terrorismo que desde su fundación ha patrocinado la CIA por todo el planeta, todo este asunto parece una broma de mal gusto, como dice Mike Whitney. Los dos personajes que aparecen en la foto de cabecera, son dos criaturitas del corral de la barbarie..:

Mike Pompeo, el nuevo director de la CIA nombrado por Donald Trump el pasado mes de enero, es miembro vitalicio de la Asociación Nacional del Rifle y un destacado del movimiento Tea Party dentro del Partido Republicano. Es un bichejo político de mucho cuidado: negacionista del cambio climático y opuesto a las regulaciones medioambientales que considera barreras contra la prosperidad; también se opone al cierre del campo de concentración de Guantánamo, conocido eufemísticamente como "campo de detención"; está en contra del cierre de las cárceles secretas de la CIA y a favor de la utilización de técnicas de tortura en los interrogatorios a detenidos. Pero si os digo lo que pienso, no creo que Pompeo sea mejor o peor que cualquier otro director de la CIA, a cuya cúpula se llega ejerciendo pedigrí de canalla sin escrúpulos. 

Por su parte, su compañero de foto, Muhammad bin Naif bin Abdulaziz, es otro espécimen de la barbarie. Un tirano que es el príncipe heredero de la corona saudí, una monarquía al más puro estilo medieval en cuanto a derechos humanos. Estudió Ciencias Políticas en EE.UU. y luego adquirió formación especializada en materia de seguridad, primero con el FBI y más tarde con Scotland Yard. Hace un año, la Francia del "socialista" François Hollande lo distinguió con otro galardón, al concederle la Gran Orden de la Legión de Honor de la República Francesa; de esta forma, Hollande se cagaba sobre los principios de Liberté, Égalité, Fraternité. ¡Pero bueno..!, después de todo y como nos recordaba ayer la tuitera @pechosboys, Arabia Saudita preside el Comité de los Derechos Humanos de la ONU: imaginamos que han hecho muchos méritos bombardeando y destruyendo Yemen, asesinando a su población con sanguinarios ataques rara vez mencionados en los medios sistémicos.

En el artículo que sigue, Mike Whitney se plantea qué puede haber detrás del vínculo tan amoroso entre EE.UU. y la tiranía saudí, un vínculo que se remonta al Afganistán de los 70 cuando el Imperio decidió ayudar a parir el actual terrorismo islamista como estrategia anti-soviética. ¿Cómo es posible que Hillary Clinton, la encarnación del intervencionismo imperialista reciente, diga en privado o en documentos secretos cosas como: "Arabia Saudita es el mayor contribuyente a la financiación del extremismo islámico" y es "la fuente más importante de financiación de los grupos terroristas suníes en todo el mundo"? El lamento de Hillary Clinton parece una contradicción, por el apoyo permanente de EE.UU. a Arabia Saudita. Aquí, entonces, cobra sentido la hipótesis explicativa de Mike Whitney, planteada como interrogante en su artículo:
"los saudíes son en realidad una franquicia que actúa como subcontratista principal de la CIA para llevar a cabo operaciones consideradas demasiado sensibles para sus propios agentes, a la vez que ocultan el papel de la compañía detrás de un manto de negación creíble".
Os invitamos a leer este corto artículo de Mike Whitney (y también a difundirlo); merece la pena. Por cierto, en una nota de traducción al final, explicamos algo sobre la prohibición estadounidense de concesión de visado a ciudadanos de siete países considerados promotores del terrorismo. Esto ha sido muy comentado recientemente, y cacareado en las redes sociales por el progrerío del club "Trump es muy malo y Hillary Clinton era muy guai". Esta prohibición, a cuyo decreto que la regula ahora Trump añade matices y detalles, fue en realidad aprobada y establecida... ¡por la administración Obama el año pasado!
  
Referencia documental
Mike Whitney: "Worst Joke Ever?  U.S. Spy Chief Gives Saudi Prince Highest Award for “Fighting Terrorism”, publicado en CounterPunch, 14-2-2017  
Traducción: blog del viejo topo (cítese en caso de reproducción. junto con el enlace de la fuente original en inglés)
Imágenes y negrita son añadidos de nuestro blog. Algunos de los hipervínculos son también añadidos nuestros.

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¿Una broma de mal gusto? El jefe de la CIA concede al príncipe saudita el premio más importante de la Agencia por "combatir el terrorismo".
Mike Whitney

El viernes, el director de la CIA, Mike Pompeo, aprovechó su primer viaje al extranjero para hacer entrega al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef, del premio más alto que concede la CIA por la lucha contra el terrorismo, la Medalla George Tenet. Aunque la ceremonia no fue cubierta por ninguno de los principales medios de comunicación, fue recogida en distintos blogs en los que la noticia fue recibida con predecibles reacciones de indignación. No es sorprendente que la mayoría de los estadounidenses vean a Arabia Saudita como el epicentro del terrorismo global, un aspecto que fue subrayado en un artículo reciente en The Atlantic titulado "Where Terrorists America's Real From From". He aquí un extracto:
"(...) Después de examinar bases de datos, informes de prensa, documentos legales  y otras fuentes, Alex Nowrasteh, un experto en inmigración del Cato Institute [ver NT.1], ha llegado a una conclusión sorprendente: los ciudadanos con nacionalidad de los siete países señalados por Trump [ver NT2] han matado a cero personas en ataques terroristas en suelo estadounidense entre 1975 y 2015 .
Cero… 
Nowrasteh ha enumerado las personas de origen extranjero que cometieron o fueron condenadas por intentar cometer un ataque terrorista en suelo estadounidense, por su país de origen y el número de personas que mataron [ver NT3]. (...) los países en la parte superior de la lista, incluyendo Arabia Saudita y Egipto, no están incluidos en la prohibición de Trump (...) 
Los ataques del 11-S fueron llevados a cabo por 19 hombres: 15 de Arabia Saudita, 2 de Emiratos Árabes Unidos, 1 de Egipto y 1 de Líbano. Este atentado sigue ejerciendo influencia en cómo los americanos piensan acerca de la naturaleza del terrorismo." ("De dónde son los terroristas de América", The Atlantic)
Si bien es cierto que el 11-S ha configurado la forma de pensar de los estadounidenses sobre el terrorismo, también es cierto que la mayoría de las personas no son conscientes de la profunda relación operativa entre la CIA y los saudíes, que se remonta a la financiación de los Mujahidin en Afganistán en la década de 1970. Ahí es donde Bin Laden y Al Qaeda entraron en escena; es decir, la conexión CIA-Arabia por entonces ya esbozada, creó el semillero para la guerra terrorista. Desafortunadamente, incluso ahora, 16 años después de los ataques del 11-S, la notoria relación entre la agencia de inteligencia y sus aliados en Oriente Medio sigue siendo un asunto oscuro y reservado, como siempre. Como resultado, normalmente se señala con el dedo a los saudíes como la principal fuente del problema, mientras que el papel de la CIA es convenientemente escondido debajo la alfombra. Por ejemplo, eche un vistazo a esta nota de un artículo en The Independent:
"Arabia Saudita es el mayor contribuyente a la financiación del extremismo islámico y no está dispuesto a cortar el suministro de dinero, según una nota filtrada de Hillary Clinton. 
La Secretaria de Estado de EE.UU. dice en un memorando secreto que los donantes del reino saudí todavía "constituyen la fuente más importante de financiación de los grupos terroristas suníes en todo el mundo" y que "ha sido un desafío constante, como una prioridad estratégica, intentar convencer a los funcionarios saudíes para tratar el financiamiento del terrorismo que emana de Arabia Saudita Arabia" (...) 
Arabia Saudita es acusada, junto con Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, de no haber impedido que algunos de sus ciudadanos más ricos financiaran la insurgencia contra las tropas de la OTAN en Afganistán. Los recaudadores de fondos de los talibanes viajan regularmente a los Emiratos Árabes Unidos para aprovechar sus débiles fronteras y su regulación financiera para el blanqueo de dinero. 
Sin embargo, es Arabia Saudita la que recibe la evaluación más dura. El país del que salieron Osama bin Laden y la mayoría de los terroristas del 11-S, según Clinton, "es una base fundamental de apoyo financiero para Al-Qaida, los talibanes, Lashkar-e-Toiba [ver NT.4] y otros grupos terroristas, incluyendo Hamas, quienes probablemente recauden millones de dólares anualmente de fuentes sauditas, a menudo durante el Haj y el Ramadán". 
("Arabia Saudita es el 'mayor financiador de los terroristas'",  en inglés en The Independient)
Luego tenemos esta joya del ex vicepresidente Joe Biden:
"Biden dijo que "nuestro mayor problema son nuestros aliados" que están involucrados en una guerra entre sunitas y chiítas contra el presidente sirio Bashar Assad. Bilden citó específicamente a Turquía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. 
"¿Que hicieron? Entregaron cientos de millones de dólares y miles de toneladas de armas a cualquiera que luchara contra Assad, pasando por alto que quienes estaban recibiendo tales suministros eran (Jabhat) Al-Nusra y al-Qaeda y los elementos extremistas yihadistas de otras partes del mundo", dijo Biden." ("Joe Biden se vio obligado a pedir disculpas a los Emiratos Árabes Unidos y Turquía por las declaraciones sobre Siria", Telegraph)
La evidencia contra Arabia Saudita es abrumadora y contundente, y eso es lo que hace que la entrega de la medalla de Pompeo en Riad sea tan desconcertante. ¿Por qué el jefe de la CIA otorga un premio a un hombre que, sin duda, podría identificar a algunos de los mayores financiadores, en todo el mundo, de los terroristas? (A menos que, por supuesto, la CIA obtenga algún beneficio de esta concesión).

¿Es asi? ¿Debemos pensar en un quid pro quo entre Washington y los saudíes que nadie conoce, pero del que Washington obtiene beneficios geopolíticos tangibles?

Es algo que ciertamente entra dentro de lo posible.

¿Es demasiado descabellado pensar que los saudíes son en realidad una franquicia que actúa como subcontratista principal de Langley [Cuartel General de la CIA] para llevar a cabo operaciones consideradas demasiado sensibles para sus propios agentes, a la vez que ocultan el papel de la compañía detrás de un manto de negación creíble? ¿Acaso no es eso lo que realmente sugiere la monstruosa y orwelliana ceremonia de la entrega del premio el pasado viernes, en la que  el engaño es mucho más oscuro, profundo y complicado de lo que alguien podría llegar a imaginar?

El apoyo de Washington a los muyahidin ayudó a expulsar a los soviéticos de Afganistán, y fue la razón por la cual en multitud de ocasiones Brzezinski pensó que era un éxito rotundo. Si ese es el caso, ¿entonces no es lógico suponer que las administraciones posteriores podrían haber utilizado el mismo modelo en otros lugares, como Kosovo, Somalia, Sudán, Libia, Irak, Siria y Afganistán?

Al menos, ¿no vale la pena investigar?

Y, otra cosa: ¿es posible descubrir la raíz del terror mediante la captura y el interrogatorio de terroristas individuales para averiguar lo que saben?

No, no es posible, porque las piezas individuales nunca han revelado la fuente de los flujos de financiación que se originan en la profundidad del interior del estado. Se ha hecho todo lo posible para alejar a los autores de su trabajo ilícito, para eliminar las pistas y borrar las huellas que dejen rastro. Una vez más, se trata de una negación creíble y de evitar que el público identifique a los autores reales. Lo que significa que la única manera de acabar con esta locura es arrojando luz sobre las oscuras relaciones entre las agencias de Inteligencia y sus representantes en Oriente Medio. No hay otra manera.

Una cosa es cierta, no vas a ganar la guerra contra el terrorismo entregando medallas a los principales sospechosos.

Mike Whitney (Counterpunch)
Traducción: blog del viejo topo



Otros artículos de Mike Whitney en nuestro blog:

Notas del traductor y comentarios del blog

(1) Organización privada que actúa de lobby político, cercano al llamado Partido Libertario e ideológicamente liberal/neoliberal.

(2)  Se refiere al decreto de Trump que establece la negación de visado de entrada a EE.UU. a  ciudadanos de siete países con mayoría musulmana y que se supone que son países “patrocinadores del terrorismo”. La lista de esos 7 países está compuesta por: Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen, Irak y Siria. Sobre esta medida se ha informado de forma bastante tergiversada en los medios. La prohibición y la lista -a excepción de Siria- se aprobó bajo el mandato de Obama en 2015: "Visa Waiver Program Improvement and Terrorist Travel Prevention Act of 2015". Trump mantiene la norma y la lista (a la que se incorpora Siria), de ahí que el texto de su Administración no necesite nombrar de nuevo ahora los nombres de los países afectados. Más información aquí.

(3) El trabajo de Alex Nowrasteh al que se refiere Mike Whitney y que no enlaza, está en pdf en la web de CATO con el título "Terrorism and Immigration. A Risk Analysis". La lista de personas acusadas de ataques terroristas en EE.UU. entre 1975 y 2015 elaborada por Nowrasteh está en su artículo "Guide to Trump’s Executive Order to Limit Migration for “National Security” Reasons" y también en el artículo del Atlantic. Es la siguiente:


(4) Lashkar-e-Toiba es el (literal) "Ejército de los Puros". En inglés aparece como Lashkar-i-Tayyaba o Lashkar-e-Tayyaba). Son islamistas radicales surgidos en la región de la Cachemira. Fuente.

1 comentario:

  1. http://3.bp.blogspot.com/-op9rbQ8TyfE/VkpWYwsiC0I/AAAAAAAAta0/vHcBpeCZJus/s1600/Arabie%2Bsaoudite.jpg

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