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viernes, 7 de abril de 2017

Y Trump tocó los tambores de guerra. Nada cambia en la Casa Blanca.



El pasado mes de noviembre, Paco Arnau condensó en un tuit con una magen, la realidad que cabía esperar de los resultados electorales: "El régimen de EEUU resumido en una imagen", escribía entonces en su Twitter el veterano militante comunista madrileño (@ciudadfutura).  Los hechos le dan ahora la razón.

El pasado mes de octubre, Mike Whitney publicaba un artículo sobre el tipo de guerra que EE.UU. buscaba en Siria. En su momento lo tradujimos y publicamos en este blog : "El Pentágono comienza una guerra encubierta de baja intensidad en Siria". En él, Whitney hablaba del ataque de EE.UU. contra un puesto avanzado sirio en Deir Ezzor, que mató a 62 soldados sirios. Además de suponer un respiro para el yihadismo, aquel ataque tuvo una consecuencia directa inmediata, recordaba Mike Whitney en su artículo: fulminantemente puso fin al frágil acuerdo de alto el fuego de Kerry-Lavrov. Un acuerdo al que los halcones del Pentágono, Carter y sus generales, se oponían con toda su fuerza. La hipótesis de Whitney era que el bombardeo de Deir Ezzor no fue un error como oficialmente se dijo, sino un ataque intencionado por parte del Pentágono para romper el acuerdo.

Este hecho concreto permitía a Mike Whitney, en su artículo, plantear una cuestión decisiva: quién dirige realmente la política exterior estadounidense. Esto es lo más preocupante de todo. Whitney recordaba entonces un memorándum dirigido al presidente de EE.UU. por un grupo de ex agentes de inteligencia estadounidenses, advirtiendo a Obama acerca de la necesidad de "afirmar el control civil de la Casa Blanca sobre el Pentágono"; según el documento, lo que se estaba produciendo de facto era que el Pentágono estaba usurpando la autoridad constitucional del gobierno en lo concerciente a las decisiones militares y de política exterior.

Al respecto, ¿supondría un cambio el hecho de la elección de Trump? Por entonces recogíamos algunas citas que reflejaban, en nuestra opinión, lo que cabría esperar (ver "Elecciones en EEUU. Tertulianos astrales y otras dimensiones"); a modo de ejemplos:
"El orden de los factores, entre un fascista como Trump y una intervencionista como Clinton, no afecta el producto imperialista, solo continúa con su curso de barbarie" (Juan Francisco Torres, Secretario de Organización del Partido Comunista de Ecuador) 
"La elección entre Trump o Clinton es la vieja ilusión de la capacidad de elegir porque no es una elección: son dos caras de una misma moneda" (John Pilger)
Cierto es que también circulaban opiniones bien intencionadas que pensaban que la política exterior de Trump sería menos belicista, y que abriría las puertas a una distensión con Rusia. Desde un plano realista, provocaba escepticismo que el bocazas fascistoide de Trump fuese a imponerse a la curia del Pentágono. El aumento del gasto militar aprobado por Trump deja las cosas claras (ver la entrada reciente "Las legiones del Imperio. Gasto y despliegue militar de EE.UU. en el mundo"), y el ataque militar estadounidense de ayer despeja cualquier duda que pudiese quedar.

Escribe hoy mismo Bruno Guigue en Le Grand Soir ("En Siria, la agresión imperialista ha quedado al descubierto"):
Los misiles Tomawhak ayer golpearon el aeropuerto militar sirio de Sharyat, a unos treinta kilómetros al sureste de Homs. El suceso apareció en la primera plana de los periódicos, pero la agresión militar de Estados Unidos contra la soberanía de Siria soberano no es la primero. El 17 de septiembre de 2016, la fuerza aérea estadounidense mató a 80 soldados del Ejército Árabe Sirio en Deir Ezzor. Lejos de ser fortuita, este ataque se produjo justo cuando el ejército nacional, lejos de sus bases, se enfrentaba a una ofensiva del Daesh. 
Con este bombardeo, la Casa Blanca, por segunda vez, vuela al rescate de sus "poderes" lobotomizados que hacen la guerra a su favor en contra de la Siria soberana. Al golpear desde el aire el ejército sirio, Donald Trump sabe que no altera el equilibrio de fuerzas. Lo que quiere es humillar Damasco. Quiere demostrar que puede llegar a suelo sirio donde quiera y cuando quiera, y lo que demuestra es que este estado es vulnerable. El ejército sirio y su aliado ruso, fueron tomados por sorpresa. No es seguro que éste vuelva a ser el caso la próxima vez. (...) 
El bombardeo del 17 de septiembre el año 2016 fue el último regalo de Barack Obama a los cazadores de cabezas. El bombardeo del 6 de abril 2017 es el primero que les ofrece Donald Trump. Al atacar Siria, el presidente de Estados Unidos muestra que nada ha cambiado en Washington. Las declaraciones del candidato republicano elevaron las esperanzas de cambio. Los actos del presidente elegido finalmente disipan esta ilusión. Así pues, esta agresión imperialista marca abiertamente el final de una secuencia política. Al igual que los otros, Trump es la marioneta del lobby militar-industrial. EE.UU. es la guerra. La vive, la ama, y nunca va a cambiar, siempre y cuando no reciba una buena paliza. ("En Syrie, agression impérialiste à visage découvert", traducción blog del viejo topo)
Así pues, nada ha cambiado. Como decía Mike Whitney hace unos meses, los halcones del Pentágono siguen imponiendo sus hojas de ruta. Eso sí, como siempre sucede, el presidente de EE.UU. encuentra en una guerra exterior una buena cortina de humo para tapar y desviar la atención sobre las críticas domésticas.

(Nota final. En relación con la disculpa alegada para el bombardeo, el supuesto ataque químico, resulta una mentira tan burda que considero que no merece ni un párrafo de comentario).

4 comentarios:

  1. NO ES BUSH, NI CLINTON, NI OBAMA, NI TRUMP ES EL IMPERIO. "El imperio es la esencia de la injusticia, de la prepotencia, de la hegemonía, del belicismo, de la agresividad, y sus funcionarios y sus representantes expresan esa filosofía y sus ideas." FIDEL, 1991.

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    1. Desde luego, es el imperio, es la industria armamentística estadounidense y no estadounidense. Los beneficios de esa industria son enormes. Ni petroleras, ni alimentación, lo que produce beneficios son las armas. Que mueren personas, no importa, hay muchas y así se controla la población por medios incivilizados.
      Y no penséis que España está libre de pecado, suministramos armas a Arabia Saudí y a otros.
      En la noticia:
      http://www.publico.es/economia/son-bancos-financian-industria-militar.html
      se ve. El dinero que ponemos en fondos de inversión o en fondos de pensiones está siendo manejado por los bancos en esta industria mortífera.

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  2. Es muy interesate leer todas las reflexiones del profesor Pablo Sapag:
    http://www.elmundofinanciero.com/noticia/66735/analisis-y-opinion/golpe-a-trump-y-a-la-seguridad-mundial-en-siria.html

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  3. Igualmente Siria había avisado: http://www.hispantv.com/noticias/siria/337769/armas-quimicas-rebeldes-terroristas-idlib

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