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martes, 4 de junio de 2013

El término “viejo topo” en la tradición política como tópico metafórico de la Izquierda. 1ª parte: origen del término.

¡Así se habla, viejo topo! ¿Podrás trabajar rápido bajo tierra? ¡Un pionero digno! 
William Shakespeare, La Tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca (1)

Y cuando la revolución haya llevado a cabo esta segunda parte de su labor preliminar, Europa se levantará, y gritará jubilosa: ¡bien has hozado, viejo topo!
K. Marx (1852), El 18 brumario de Luis Bonaparte (2)



Con este texto damos comienzo a una serie de entradas que iremos publicando poco a poco, dedicadas a comentar la utilización del término viejo topo para denominar iniciativas vinculadas a la izquierda política. 

Primera parte: de Shakespeare a Marx y Rosa Luxemburgo, pasando por Hegel. Significado específico en la izquierda política del término “viejo topo”.

En cualquier tradición cultural, determinados animales han sido siempre fuente de inspiración para la creatividad alegórica, espejos metafóricos en los que los grupos sociales han querido ver reflejada la proyección de  cualidades  humanas y la ejemplificación de ciertas virtudes y defectos. Es un universal cultural. Valor, cobardía, esfuerzo, pereza, inteligencia, astucia, gregarismo, individualismo, belleza, fealdad, limpieza, suciedad, paciencia, torpeza, nobleza, traición, lealtad…, todas aquellas cualidades importantes en la praxis de las relaciones entre personas y grupos  de una sociedad concreta o de un marco cultural específico, se han expresado a menudo en proyecciones simbólicas en las que ciertos animales cobran protagonismo como condensadores de significado.

En la tradición europea al menos, el topo sin duda es un animal que por sus características ha motivado este tipo de reflexión metafórica acerca de la realidad. Ya en el mundo antiguo podemos encontrar referencias al respecto y, posteriormente, ha inspirado un amplio campo semántico alegórico en la tradición popular de muchos países. Pero también ha sido un referente simbólico en la Literatura y en el pensamiento filosófico y político.

Más específicamente, el topo adjetivado como “viejo” (viejo topo), constituye una metáfora política recurrente en la izquierda de todos los países. Aunque ha ido recibiendo diferentes matices interpretativos, en el contexto del discurso de la izquierda política tradicionalmente ha tenido un significado dominante. Representa al revolucionario paciente, que trabaja con inteligencia para transformar la sociedad, apoyándose en la sabiduría atesorada a lo largo de los años a través de su dilatada experiencia vital. En este sentido y ciñéndonos a esta tradición política, el revolucionario debe ser como un viejo topo: debe saber actuar combinando esta sabiduría y experiencia, acumuladas por los viejos, con la estrategia de los topos que minan con paciencia y poco a poco el subsuelo hasta apoderarse del mismo. Pero el viejo topo es también  un símbolo de un tipo de resistencia que a veces no es del todo visible, pero que va cobrando eficacia imperceptiblemente hasta aflorar y visibilizarse en un momento dado del proceso histórico; representa la estrategia a largo plazo, la construcción poco a poco de un poder revolucionario, la constancia en el hacer de aquel que trabaja para que algún día pueda ser derribado el orden capitalista.  

No obstante, la metáfora viejo topo es anterior incluso al marxismo. Recurro a un histórico del trotskismo francés que en su día expresó de manera clara y concisa este dilatado recorrido temporal de la metáfora: Daniel Bensaid (1946-2010, dirigente histórico de la Liga Comunista Revolucionaria de Francia  y de la IV Internacional):
"Desde Shakespeare a nuestros días, pasando por Marx, el TOPO es la metáfora de lo que avanza obstinadamente, de las resistencias subterráneas y de las irrupciones súbitas y, muchas veces, inesperadas. Cavando con paciencia sus galerías en el espesor oscuro de la historia, surge en ocasiones a plena luz, en el destello solar de un acontecimiento. Él encarna el rechazo a resignarse a la idea de que la historia esté llegando a su fin." (3)
Hegel
En efecto, la metáfora es popularizada inicialmente por Shakespeare, siendo utilizada posteriormente por Hegel, con un cierto matiz diferente al que luego le otorgará Marx. 

Como bien indica Paolo Gomarasca en su artículo "Bene o male, la 'Vecchia talpa' è al lavoro", el viejo topo para Shakespeare expresa la imagen del espíritu del Pasado actuando en el Presente. En Hamlet, el protagonista le dice al fantasma de su padre: “¡Así se habla, viejo topo! ¿Podrás trabajar rápido bajo tierra? ¡Un pionero digno!". Significado similar al que luego Hegel atribuye al término cuando lo utiliza en Lecciones sobre la Historia de la Filosofía. En Hegel ese espíritu del Pasado representa lo que conocemos como Tradición. El Pasado, condicionando y manifestándose en el Presente expresado en el viejo topo  shakespeariano, se torna en el espíritu de la Tradición en el viejo topo hegeliano, para señalar cómo ésta "obra en el 'subsuelo' de la Historia y su capacidad de sacudir la 'corteza superficial' de nuestro presente" (4). En este sentido, para Hegel el viejo topo simboliza la pervivencia, vigencia y fortaleza del espíritu del Pasado o Tradición, que en absoluto podemos dar por muerto o inactivo. Sin embargo, para Hegel, la Tradición no es algo de naturaleza estática, algo que haya que conservar inmaculadamente para transmitirlo intacto a las siguientes generaciones, sino que de alguna forma es equivalente a un organismo vivo. De no ser así, no podríamos entender la triada dialéctica popularizada por Hegel (pese a que en realidad es una formulación acuñada por el filósofo Fichte): tesis, antítesis y síntesis. Este planteamiento abre las puertas más tarde para entender la Tradición como entidad nítidamente dinámica, siendo retomado -por ejemplo- por la perspectiva marxista de Hobsbawm (5), pero también por una buena parte de la Antropología Social y Cultural del siglo XX.

Decíamos que fue Marx quien convirtió en metáfora clásica de la izquierda el término viejo topo, pasando a tener un significado con matices diferentes a los significados anteriores. Si en Hegel el término alude al Pasado, a la Tradición, a aquello que es una herencia social aunque también esté sujeta al cambio social, con Marx pasa a representar el Futuro, o el Presente que tiene puestos los ojos en un futuro rupturista con lo establecido. Podríamos decir que se trata de una oposición entre la permanencia dialéctica hegeliana del Pasado frente a la ruptura dialéctica marxista con ese Pasado. En Marx, el viejo topo simboliza la lucha por la nueva sociedad que habrá de ser construida sobre los escombros del vetusto orden burgués, la conciencia de clase de los trabajadores que apunta la voluntad de poner fin a la sucesión de modos de producción caracterizados por el conflicto estructural (lucha de clases) entre de explotadores y explotados, opresores y oprimidos. El revolucionario, en tanto que sujeto de la revolución, es precisamente quien facilita esa ruptura, actuando como un viejo topo.

Emir Sader lo expresa de la siguiente forma, en su libro O Anjo Torto. Esquerda (e Direita) no Brasil, en concreto en el capítulo "Las sorpresas del topo":
"Marx decía que la revolución era como un ''viejo topo", que circula incesantemente por debajo de la tierra, sin que se perciba su trayectoria, hasta que, de repente, irrumpe bruscamente en la superficie  Con esto quería decir que, a pesar de los períodos de calma, la lucha de clases - considerada por él como el "motor de la historia" - no se detenía y sorprendía a muchos,  reiteradamente, por los lugares y formas que asumía. Ni Marx podía suponer dónde sería la  primera irrupción del viejo topo." (6)

Hay al menos dos momentos en los que Marx utiliza el término viejo topo. Por un lado, como nos recordaba no hace mucho nuestra compañera tucholskyfan Gabi, una primera referencia aparece en el capítulo VII de El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, escrito en 1852:
"Pero la revolución es radical. Está pasando todavía por el purgatorio. Cumple su tarea con método. Hasta el 2 de diciembre de 1851 había terminado la mitad de su labor preparatoria; ahora, termina la otra mitad. Lleva primero a la perfección el poder parlamentario, para poder derrocarlo. Ahora, conseguido ya esto, lleva a la perfección el poder ejecutivo, lo reduce a su más pura expresión, lo aísla, se enfrenta con él, como único blanco contra el que debe concentrar todas sus fuerzas de destrucción. Y cuando la revolución haya llevado a cabo esta segunda parte de su labor preliminar, Europa se levantará, y gritará jubilosa: ¡bien has hozado, viejo topo!" (7)
Un  segundo momento en el que Marx utiliza el término viejo topo, tiene lugar en 1856, durante su discurso del 14 de abril de ese año en el acto de celebración del cuarto aniversario de "The People's Paper" ("El periódico del pueblo"), un semanario del movimiento cartista británico con el que colaboraban tanto Marx como Engels (8). Dicho discurso fue publicado por el propio periódico el 19 de abril de 1856 (9) y en él encontramos de nuevo una mención al viejo topo:
"Sabemos que para hacer trabajar bien a las nuevas fuerzas de la sociedad se necesita únicamente que éstas pasen a manos de hombres nuevos, y que tales hombres nuevos son los obreros.Éstos son igualmente un invento de la época moderna, como las propias máquinas. En todas las manifestaciones que provocan el desconcierto de la burguesía, de la aristocracia y de los pobres profetas de la regresión reconocemos a nuestro buen amigo Robin Goodfellow (10), al viejo topo que sabe cavar la tierra con tanta rapidez, a ese digno zapador que se llama Revolución."
A partir de Marx y del significado especifico que éste le otorga, el término viejo topo pasa a convertirse en una metáfora clásica para la izquierda marxista, siendo utilizado por diversos autores a lo largo del tiempo. Recurro a una clásica del pensamiento marxista para ilustrar la continuidad en el tiempo de dicho uso lingüístico por parte de la tradición teórica marxista: Rosa Luxemburgo. La teórica marxista alemana  escribió en 1917 un texto publicado en Spartakusbriefe con el título "El viejo topo". El título pretende condensar la idea del párrafo final del artículo, en el que Rosa Luxemburgo nos dice: 
¡Historia, viejo topo, hiciste un buen trabajo! En este momento suena sobre el proletariado internacional, sobre el proletariado alemán, la consigna que debe iluminar el momento grandioso de un giro en el mundo: el Imperialismo o el Socialismo. La guerra o la revolución, no hay otra alternativa!  (11)


Rosa Luxemburgo

En definitiva, el término viejo topo es un término metafórico clásico, de naturaleza política, que forma parte del patrimonio intelectual de la izquierda marxista, respondiendo al significado específico que hemos señalado.

En las dos siguientes entradas dedicadas al tema, veremos cómo dicha metáfora ha sido utilizada por la izquierda política como título para publicaciones periódicas. Posteriormente, en otras entradas que seguiremos publicando, tendemos ocasión de ver otro tipo de iniciativas diversas que también han utilizado la misma denominación: editoriales, bibliotecas, locales de encuentro, organizaciones..., y ya en la época de Internet también como nombre de blogs, páginas web, etc.


Notas
(1) Acto I, Escena V. Tomado de la edición on line en inglés en www.bartleby.com/46/2/15.html, consultado 3-6-13. Texto original: "Well said, old mole! Canst work i’ the earth so fast? A worthy pioner!"
(2) Capítulo VII. Ver más abajo referencia documental.
(3) La cita está tomada del blog de Juan Reverter, La Madriguera del Viejo Topo (http://madrigueraviejotopo.blogspot.com/) y forma parte de la cabecera de dicho blog.
(4) Paolo Gomarasca. Ver más abajo referencia documental.
(5) Eric J. Hobsbawm, Terence Ranger y otros: La invención de la Tradición.
(6) Emir Sader, "Las sorpresas del topo", en O Anjo Torto. Esquerda (e Direita)  no Brasil. Pág. 36. La traducción de la cita del portugués es mía.
(7) Karl Marx, 1852. Capítulo VII de El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Se puede consultar on line en castellano, en la web www.marxists.org. La cita procede de esta versión on line, consultada el 3-06-13. 
(8) Cartas de Marx a Engels. Véase nota 1 del traductor. En 
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/cartas/oe1/mrxoe119.htm Consultado 03-06-13
(9) Ver más abajo referencia documental.
(10) Robin Goodfellow, también conocido como Puck, es un personaje mitológico del folclore inglés, una especie de duendecillo que en la tradición popular inglesa -sobre todo en los siglos XVI y XVII- actúa de benefactor para las personas. Fuera de la tradición británica, fue popularizado por Shakespeare, quien lo convirtió en uno de los personajes importantes de su obra  El sueño de una noche de verano.
(11) Spartakusbriefe, N º 5, mayo de 1917, p. 85-90. La versión consultada corresponde a una traducción al francés, publicada on line por la biblioteca virtual marxists.org, en la URL http://www.marxists.org/francais/luxembur/spartakus/rl19170500.htm, con vigencia el 3-06-13. La traducción del francés al castellano es mía.


Referencias documentales

3 comentarios:

  1. Buenas tardes,

    He leído con mucho interés el artículo. La bibliografía a pie de página también es notable.

    El trabajo más efectivo es el que se lleva a cabo de manera paciente, con eficacia y paciencia. Sin hacer mucho ruido y contando con los apoyos que hay que tener siempre en cualquier labor que se acometa.

    Me ha recordado el trabajo de demolición tranquilo, pausado y eficaz del gran espía inglés Kim Philby. Recomiendo cualquiera de sus memorias. Él escribió una, "My silent war".

    El trabajo metódico y la disciplina interna conduce a los objetivos.

    Me guardo la referencia del artículo para una lectura más tranquila, así como sus citas. Quedo atento a leer la segunda parte.

    Saludos cordiales,

    Republicaine

    . . .

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  2. Buen artículo y muy necesario en estos tiempos. Ya no solo por conocer la evolución de los símbolos con los que nos identificamos día a día, sino también para recordarnos la necesidad que tenemos de ellos. La revolución silenciosa y, sobre todo, constante del "viejo topo" es un modo de vida, de pensamiento, de lucha... que no se debe descuidar. aunque el topo parezca viejo, insignificante y esté bajo tierra, al final puede arruinar hasta la mejor cosecha.
    Mafalda en la selva

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  3. Es un artículo muy bonito.

    Rosario.

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