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miércoles, 11 de junio de 2014

Hablando de fútbol (2). Fútbol, niños, condones y pelotas en una aldea africana macúa.


Al hilo del Campeonato Mundial, el blog del viejo topo dedica varias entradas al fútbol. Es un hecho social, cultural, económico y político, un fenómeno de masas que ha sido muy estudiado por sociólogos, antropólogos y otros científicos sociales. Un Mundial de fútbol es un evento que acapara la atención de las masas de todo el planeta, de ahí que nos hayamos sentido motivados a realizar algunas entradas sobre el mundo de la pelota futbolera. Así pues, en la galería topera también hablaremos de fútbol a lo largo de las próximas semanas. Pretendemos dar una visión diferente a la que resulta habitual cuando se habla del tema, de manera que las distintas entradas, que iremos publicando en el blog, puedan despertar el interés de aquellos a los que les gusta seguir el espectáculo y también de aquellos otros que sienten indiferencia o incluso de los que se presentan como detractores. En realidad, usaremos el fútbol como disculpa para hablar de otras cosas. 
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Llega el Campeonato Mundial de Fútbol y una buena parte de los terrícolas serán abducidos durante un periodo de tiempo. No podrás esconderte ni escapar de ello. Aunque te refugies debajo de la cama, ya se encargará el plasta de tu vecino de ir cantando los goles para que te enteres bien.

Muchos son los que hablan del fútbol como un fenómeno social moderno. Y lo es, pero relativamente, ya que el componente ritual de su naturaleza se remonta a la noche de los tiempos en las sociedades humanas. En el mapa cultural humano no hay un número excesivamente grande de rituales. Las grandes categorías rituales forman un conjunto muy limitado. Sin embargo, las formas que adoptan tales categorías genéricas -es decir, las variaciones del mismo tema- sí es verdad que llegan a formar un universo muy amplio y diverso.    

La pasión por el fútbol inunda todos los rincones del mundo. África no es, ni mucho menos, una excepción. Incluso en las aldeas más remotas, se juega al fútbol con una pasión sorprendente, dando lugar a campeonatos locales en los que la rivalidad entre aldeas alcanza un climax que no tiene nada que envidiar al que se puede vivir en un campeonato europeo de primera división.

Sin embargo, los pocos balones de cuero que existen, están reservados normalmente para los adultos. Los niños se las ingenian para elaborar sus propias pelotas, como vamos a ver en el siguiente ejemplo.

Vamos a ver cómo a partir de materiales muy básicos y fáciles de obtener, los niños macúas elaboran sus propias pelotas para jugar al fútbol.


Contexto social 

EL ejemplo pertenece a una aldea macúa, situada cerca de la desembocadura del río Megaruma, en la provincia de Cabo Delgado, en Mozambique. Los macúas contituyen el grupo etnolingüístico más numeroso del norte de Mozambique. Son matrilineales. Una parte de los mismos son de religión cristiana (sobre todo en el interior) y otra de religión musulmana (fundamentalmente, las zonas más cercanas a la costa, incluyendo las de este ejemplo), si bien por debajo de dicho monoteísmo sigue funcionando, en un caso y otro, la tradicional religión animista, en un claro ejemplo de sincretismo religioso.

Los macúas de las aldeas del bajo Megaruma son básicamente campesinos y siguen un complejo sistema de estrategias de pluriactividad, que incluye las manufacturas artesanales, la pesca artesanal, determinados oficios y otras actividades complementarias. Políticamente es una zona de influencia FRELIMO que sufrió especialmente los horrores de la guerra civil, ya que en el tramo final de la misma la línea del frente en el sur de Cabo Delgado quedaba delimitada por estas aldeas.


Cómo hacer una pelota con condones

Que los niños elaboren sus propios juguetes, o que los padres y adultos del grupo familiar lo hagan, ha sido lo habitual a lo largo de la historia humana. Sin embargo en el capitalismo todo acaba mercantilizándose y nuestros niños actuales disponen de una vasta variedad de juguetes industriales sofisticados, cuyo consumo es fijado/orientado por la publicidad. Esto necesariamente no significa que vayan a ser más felices y se realicen más. Únicamente se les domestica para que sean consumidores de pro al llegar a la etapa adulta, requerimiento indispensable para que el capitalismo siga funcionando.

No obstante, en bastantes partes del mundo, los niños y/o sus familiares adultos, siguen elaborando los objetos con los que se juega. Es el caso de este ejemplo, en el que vamos a mostrar cómo a partir de materiales muy sencillos se puede elaborar una pelota para jugar al fútbol. Quizás más adelante sacaremos una entrada mostrando la variedad de juguetes que utilizan los niños y las niñas macúas de Mozambique.

Componentes para elaborar una pelota para jugar al fútbol

Los materiales necesarios son muy sencillos. Se requieren. A) uno o dos preservativos; B) cuerda de neumático; C) otro tipo de cuerda más fina; D) un trozo de tela; E) bolsas de plástico. En este caso, una de las bolsas de plástico a utilizar era una simple bolsa de azúcar, como las que se venden en los mercados.

Además de los condones, el componente fundamental es la cuerda de neumático, debido a su alta resistencia al roce y a los golpes. Este tipo de cuerda se extrae de neumáticos viejos, los cuales se trocean y cortan para ir formando el hilado. Se trata de un material que se vende en los mercados y que se utiliza en la construcción de las pallotas (viviendas tradicionales de tejado de hoja de palmera, estructura de palos y bambú y recebado de barro). La cuerda de neumático se utiliza para unir los palos y el bambú de la estructura, antes de que ésta sea recebada con barro. Lógicamente, también es utilizada por los niños para fabricar pelotas; su durabilidad y resistencia permite que se pueda reutilizar y reciclar, en el caso en que la pelota se rompa.

El otro componente básico, los condones, se consiguen con facilidad, ya que son distribuidos gratuitamente en los centros de salud de las capitales distritales. Normalmente los cargamentos de condones que llegan a los distritos, enviados por las ONG,s, enseguida se acaban, ya que son un deseado juguete infantil

Para hacer la pelota basta un solo preservativo, aunque algunos niños usan dos para que sea más resistente. El preservativo se infla dándole forma esférica. A continuación se envuelve en un trozo de tela y se hace un ovillo, primero con la cuerda fina y luego con la cuerda de neumático, quedando la bola completamente cubierta. A continuación se vuelve a envolver en otro trozo de tela repitiéndose el proceso. Luego de nuevo se envuelve en un tercer trozo de tela y se vuelve a cubrir. Cuando se obtiene el tercer ovillo,  se recubre a su vez toda su superficie con una nueva cuerda muy fina. Finalmente, la bola se recubre con plástico y por encima se ata bien todo de nuevo con cuerda neumática, formando una sólida red.  
































Este tipo de balones es con lo que juegan al fútbol los niños macúas del campo (igual sucede en el resto de Mozambique y en otros muchos países africanos). El terreno de las aldeas de la desembocadura del Megaruma es arenoso, lo que facilita también la durabilidad de estas bolas. 


12 comentarios:

  1. Vaya, vaya... Se os nota muy interesados en que los niños negros se familiaricen con los condones. ¡Es que estos negritos se reproducen mucho y nos afean el paisaje occidental!

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    1. 1º) Dices: "Se os nota muy interesados en que los niños negros se familiaricen con los condones" --> ¿Qué tiene que ver con lo que se dice en el artículo? ¿Dónde notas tú ese "interés"? En este artículo se habla del uso que se le da a los condones, en concreto para hacer pelotas para jugar, y no se entra en valoración alguna sobre lo que dices. Tu afirmación es completamente gratuita.
      2º) Aunque ni se menciona, ni se pretende, ni se entra en el tema en este artículo, ya que lo menciones te contesto.
      -A) La defensa del uso del preservativo forma parte de las estrategias de salud gubernamentales de una buena parte de los países subsaharianos. En concreto, en Mozambique, está más que asumido por el propio gobierno.
      -B) El principal objetivo no es tanto el uso del condón como sistema para evitar embarazos no deseados (que también lo es) como intentar frenar la propagación del SIDA y de otras ETS que aquí se curan con facilidad y allí son mortales.
      Esto, cualquiera que haya vivido allí, lo tiene muy claro, por mucho que la Iglesia Católica esté en contra (algunos sectores, no).
      Te sugiero dejar los tópicos de lado, cuando se trata de estas cosas.

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    2. creo que Teresa lo dice en plan sarcasmo, que no es lo que piensa aunque se puede interpretar como que si

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    3. ¡hombre!... si es sarcasmo entonces le pediré disculpas por mi réplica. Yo no lo interpreté así, pero pude equivocarme. Saludos.

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  2. No era sarcasmo. Me satisface tu explicación, Vigne. Se te ve honrado. Pero deberías valorar la posibilidad de que lleve algo de razón en lo que apuntaba, es decir, que el interés occidental por llevar condones a los africanos no responda sólo a una genuina preocupación por la propagación del SIDA.

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    1. Creo que el debate no es ese y me parece una pérdida de tiempo deshonrar el verdadero tema del artículo llevándolo hacia otros vericuetos que, en relación a lo expuesto, no hacen más que polemizar. La entrada es simple: ante la escasez de recursos se utiliza lo que se tiene en el entorno para crear nuevos elementos, en este caso, de ocio. No se está hablando en ningún momento de control de natalidad ni de estrategias de control de la inmigración hacia Europa.
      Estos son temas más complejos y en los que intervienen redes más amplias y respondes a estrategias sociales diferentes (tanto en origen como en destino) Este es un ejemplo etnográfico acerca de un hecho concreto y creo que es bastante ilustrativo.
      A nivel personal, considero que esta es una muy buena entrada y que tiene un contenido muy interesante. Se nota que hay detrás muchos años de estudio y de conocimiento de la sociedad macúa que se refleja en el texto. Acusar al autor de paternalista o de lo que cada cual entienda del comentario primero (que por cierto, éste sí es paternalista), me parece absurdo y creo que choca totalmente con la profesionalidad del autor. Como antropóloga hecho de menos más entradas como esta y animo a profundizar en más temas relacionados.
      En relación al reparto de condones en África podríamos entrar en cuestiones más peliagudas; si nos ponemos a hablar de cooperación, eficacia y éxito de programas y campañas de salud, choques culturales y consideraciones etnocéntricas que facilitan el fracaso de estos programas, intereses comerciales, intereses políticos y paternalismos varios de sociedades "occidentales" podríamos rellenar otro blog únicamente con las experiencias vividas en el terreno durante años. Y de eso, el autor, conoce bastante. Pero como decía antes, este es otro tema.

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    2. Hola Teresa
      No vas desacertada en lo q dices en el último comentario ("interés occidental por llevar condones a los africanos no responda sólo a una genuina preocupación por la propagación del SIDA"). Ahora no puedo, peor por la tarde en detalle te cuento mi opinión, y te adelanto que en efecto hay otros intereses por parte de las agencias de cooperación.

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    3. (1 de 2) Hola de nuevo, Teresa.
      Son varias cosas. No quería tocar el tema porque da mucho de sí. Estando allí, entre los temas que me interesaron tocar, figuraban las pautas de conducta sexual y patrones reproductivos, y cómo perciben el SIDA, el uso de condones, el éxito o fracaso de las campañas de prevención de ETS y SIDA, etc.
      Lo que dices ("el interés occidental por llevar condones a los africanos no responda sólo a una genuina preocupación por la propagación del SIDA") en mi opinión vas bien orientada y estoy de acuerdo contigo. Me he planteado muchas veces cuál es el interés de estas campañas que se diseñan desde las agencias internacionales y agencias de cooperación de los estados donantes (países ricos), y que luego son asumidas por los gobiernos africanos pasando a formar parte de las políticas públicas de salud. Estas políticas por un lado hacen hincapié en las ETS, pero por otro reconocen explícitamente el interés por el control de la natalidad, camuflado bajo eufemismos como planificación familiar y otras expresiones del argot de la cooperación.
      ¿Hasta qué punto es del todo sincero el objetivo de controlar las ETS? Es difícil saberlo aunque el personal cooperante desplazado al terreno está convencido de ello y no tengo motivos para dudar de la sinceridad de sus intenciones (otra cosa son las cúpulas de la cooperación). Pero hay algo cierto: las campañas que se realizan sirven de muy poco, son muy etnocéntricas, muy chapuceras, irresponsables y a veces contraproducentes. Cuestan muchísimo dinero (se manejan unos presupuestos altísimos) y es difícil llegar a hacer las cosas tan mal como se hacen. Tengo documentados casos, que viví sobre el terreno, que de darse a conocer en España provocarían el escándalo en las portadas de periódicos.
      [sigo en el siguiente post]

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    4. (2 de 2)
      Respecto al otro objetivo –natalidad- coincido contigo y lo que creo es lo siguiente:
      1º) El boom de la natalidad en el Tercer Mundo comenzó mucho antes de esta preocupación occidental por controlarla. Se empieza a “problematizar” a raíz del auge de los movimientos de liberación nacionales que precedieron a la descolonización, el auge de los movimientos campesinos y revolucionarios en general, todos ellos basados en el potencial demográfico del Tercer Mundo. No es casual la coincidencia.
      2º) El comportamiento natalista nunca ha sido entendido en Occidente. Lo entendieron los antropólogos hace más de 50 años, cuando se comenzó a estudiar en los guetos afroamericanos de EEUU y luego en países pobres (lo que se llamaba la antropología de la pobreza, etc.). Pero nadie nos ha hecho caso. Aún así la mayor parte de los antropólogos continuamos trabajando en aquella línea. Me gustan especialmente los trabajos de Nancy Scheper-Hughes realizados en las favelas de Brasil; ella habla de “economía moral de la maternidad” para explicar por qué para las mujeres pobres (en ciertos contextos) es muy importante tener muchos hijos. Influenciado por ese concepto, lo tuve en cuenta en Mozambique para intentar entender el comportamiento natalista de las mujeres de suburbios urbanos marginales y también rurales. Los blancos dicen que tienen muchos hijos por ignorancia (como si fueran tontas), que eso aumenta la pobreza y encima nuestros gobiernos pues se imaginan tremendas masas de africanos viviendo para Europa (que es lo que decías tú). Sin embargo existe toda una lógica y estrategia culturales detrás de ese comportamiento natalista y no deja de ser, no un factor que aumenta la pobreza, sino una respuesta a la pobreza y, sobre todo, a la creciente marginalización que sufre la mujer. Luego es importante tener en cuenta la esperanza de vida (en Mozambique estaba en torno a los 45 años creo recordar). Si esto fuese corregido (la pobreza), las propias mujeres tendrían menos hijos sin que nadie se lo dijese. Necesitamos menos paternalismo occidental y más esfuerzo por comprender cuál es la lógica de la gente.
      3º) Creo que el planeta sí tiene que controlar la natalidad. El mundo se hace pequeño. Pero hemos de evitar caer en tópicos. Por lo general, muchos países africanos pueden mantener sin problema y durante un tiempo, una alta tasa de crecimiento demográfico. Es el caso de Mozambique.
      4º) Otra cosa distinta es que sí es muy importante frenar la tendencia a la concentración urbana. En pocos años la mayor parte del planeta mal vivirá en megaciudades en condiciones nefastas. Por todas partes el campo se abandona y la gente se va a vivir a las ciudades aunque vivan peor. Mozambique no es una excepción. Esto será dramático. Además, ese abandono del campo va en paralelo al incremento del control de la tierra cultivable por parte de las grandes empresas de la agroindustria. Si no hacemos algo, dentro de un tiempo unas cuantas multinacionales controlarán los alimentos del planeta (y el agua). Lo primero es que la gente se quede en el campo, que viva del campo y que produzcan excedentes para alimentarnos a los demás, y en esto el campo puede albergar a una demografía muy superior a la actual, pero hay que conseguir que la gente se quede allí (mejorando asistencia sanitaria, educación , servicios… sus condiciones de vida).
      Todo este rollo (perdón por el ladrillo) para decir que estoy de acuerdo con lo que dices sobre la preocupación occidental por la natalidad africana.
      Gracias por el comentario porque, aunque nos desviemos del tema, permite colocar sobre la mesa algo tan importante como la obsesión occidental pro controlar la natalidad en África.
      un saludo :-)

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    5. Pues te agradezco tu amable y extensa respuesta, que me abre una nueva perspectiva sobre la izquierda, aunque ya venía apreciando este blog por algunas cosas que habéis publicado sobre Google. Estoy bastante de acuerdo con todo lo que dices.

      Permíteme una confesión: no me llamo Teresa. Si intervengo en próximas ocasiones, utilizaré mi nombre real y procuraré hacer comentarios más constructivos.

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  3. Opino lo mismo que el comentario de Teresa. No me trago la preocupación sincera por el SIDA. A Europa no le gusta la emigracion de africanos. De lo otro aun estoy alucinada de que se puede hacer con un preservativo. La imaginacion al poder
    Aurora F.Y.

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  4. Esto os interesa a lo mejor: vejigas de animales para hacer balones desde los tiempos antiguos http://mbiologiacuarto.blogspot.com.es/2012/11/vejigas.html

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