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miércoles, 20 de julio de 2016

Perspectiva del EEC sobre las pasadas elecciones del 26J. Comentario personal.



Collage. La ilusión del cambio en la democracia burguesa toma cuerpo en un ejercicio de gatopardismo permanente. Las consignas son intercambiables entre unos partidos y otros. Apelar al "cambio" es un tópico recurrente (en este caso Rivera y Sánchez). Podemos descubrió su libido patriótica. Garzón se convirtió en "melofo" (significa "me lo follo" entre algunos jóvenes)... Abajo, un cartel electoral del PSOE en 1996 y otro del PP 20 años más tarde, comparación que expresa cómo los mensajes son intercambiables sin que se note la diferencia.  Quien mejor se lo pasa con este circo es Juan Rosell (centro), uno de los grandes capos de la oligarquía capitalista: todo está atado y bien atado.

Sin duda los resultados electorales han sorprendido a muchos. Después de la soporífera y friki campaña electoral que tuvimos que soportar, resulta interesante analizar qué ha pasado y puede pasar ahora. Divulgamos en el blog una aportación del EEC (Espacio de Encuentro Comunista), que recoge su perspectiva sobre los ocurrido en las elecciones del pasado 26 de junio.
Al final del texto, a mayores, añado una serie de anotaciones mías, comentando alguno de los puntos de esta declaración. También añado algunos enlaces a otras contribuciones que abordan lo sucedido en las elecciones.
@VigneVT

Referencia documental
Original:  publicado en la web del Espacio de Encuentro Comunista (EEC), 18 de julio de 2016. Autoría: artículo editorial del EEC.
URL: encuentrocomunista.org/articles/perspectiva-del-eec-sobre-las-pasadas-elecciones-del-26j/
Imágenes y negrita: añadidos por este blog.

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Perspectiva del EEC sobre las pasadas elecciones del 26J

Las elecciones generales del 26 de junio han permitido incrementar el número de escaños a los partidos más conservadores. Dado que las fuerzas políticas no parecen estar dispuestas a afrontar una tercera vuelta electoral, todo parece apuntar a la constitución de un gabinete presidido por Rajoy. Puede ser un espectáculo curioso contemplar cuál será el mecanismo para investir un gobierno del PP en minoría. ¿Mantendrá el PSOE su promesa expresada en la fórmula "A día de hoy" de votar NO en las siguientes rondas a Rajoy o a otro candidato del PP o, por el contrario, será una versión actualizada del viejo "OTAN, de entrada NO"? ¿Abandonarán el hemiciclo los diputados nacionalistas como preludio de su desconexión con el Estado Español? ¿Habrá bajas por indisposición el día de la investidura o asistiremos a otro Tamayazo?

La idea de soportar otra legislatura gobernados por una asociación de maleantes y depositarios de las esencias del franquismo, no es muy prometedora. El PP ha protagonizado algunas de las peores agresiones sociales, a la vez que recortaba drásticamente las libertades y llenaba de presos políticos las cárceles del Reino.

Lo cual no quiere decir que la otra alternativa, protagonizada por las distintas facciones social-liberales y social-patriotas fuera a representar una mejora sustancial. Poca gente imagina a Sánchez o a Iglesias plantando cara a la Troika, revirtiendo recortes, nacionalizando sectores estratégicos o concediendo una amnistía a las víctimas de la oleada represiva del PP.

Cabe preguntarse cómo ha logrado Rajoy revalidar su mayoría, cuando en su primer año de gobierno rugía en las calles el grito de Mariano, no llegas al verano coreado por cientos de miles de gargantas. Un primer elemento puede radicar en ese factor: poco antes de alcanzar la presidencia Mariano Rajoy, el 15M había focalizado los problemas no en el sistema capitalista, sino en la existencia de coches oficiales y la dotación de Ipads a los parlamentarios. Tras sucederse dos huelgas generales en 2012, las principales centrales sindicales desaparecieron de la escena. Las Marchas de la Dignidad, en marzo de 2014, fueron el último gran coletazo de la movilización popular. Y, sorprendentemente, la legislatura finalizó en medio de una situación de paz social casi inédita desde la Transición. Si se deja de impugnar el sistema desde los centros de trabajo y los barrios, si se acepta que no hay alternativas al capitalismo y a los intereses del Estado, no cabe duda que el PP es más coherente con esos planteamientos. Son los que más ponen por que se incremente el beneficio empresarial, para que se creen nuevas oportunidades de negocio, para que el Estado sea inflexible...

Un segmento muy importante de electores sigue depositando un voto en clave bipartidista. Pueden repelerles la corrupción y las traiciones al programa, pero los sectores derechistas terminan movilizándose cuando se les llama a resistir a la amenaza bolivariana, al igual que, en tiempos de Felipe González, la base social del PSOE respondía a la amenaza de la derechona. Esta tendencia ha permitido al PP recuperar voto fugado a Ciudadanos, y al PSOE resistirse a su pasokización.

Mucho más curioso es lo que ha ocurrido en el terreno de las fuerzas emergentes, partidos atrapalotodo que han renunciado al voto ideológico y que aparecen como los grandes perdedores. Se especula qué consecuencias pudo tener la negociación para la formación de gobierno posterior a la convocatoria de diciembre de 2015. Puede que no tanta como se cree. El posibilismo de un proceso negociador acarrea que lo que se pierde por un sitio termina ganándose por otro. Las urnas penalizaron a Ciudadanos, que se esforzó por llegar a acuerdos con el PSOE (parte de sus electores castigaron su traición ideológica), y también a Unidos Podemos, que se caracterizaron por su prepotencia y por jugar al órdago. Estos partidos representan la progresiva americanización de la política, banalizando los contenidos, primando la representación y el espectáculo. En el caso de la coalición Unidos Podemos, al margen del resentimiento de una parte significativa del electorado de Izquierda Unida por la entrega incondicional de su referente a Iglesias (Garzón ha hecho con su organización algo muy parecido a lo que los liberales hacen con los servicios públicos: degradarlos, desprestigiarlos y regalárselos a sus amigos), ha pesado en extremo el transformismo de sus dirigentes, un día socialdemócratas, otro transversales, al siguiente radicales, al final flirteando con la extrema derecha… Lo que produce más dudas al electorado es no saber qué se está votando. Máxime cuando los Ayuntamientos del cambio están caracterizando su gestión por una total ausencia de línea política y un funcionamiento a base de ocurrencias y carmenadas.

En cualquier caso, cualquiera que sean los resultados -la opción de terceras eleccciones es la menos porbable por el grado deslegitimación que introduciría sobre el sistema de partidos actual- en cuanto a la formación que encabece finalmente el gobierno, a la clase trabajadora le espera más de lo mismo: más austeridad, más recortes, más represión,... toda vez que el capital europeo ys sus instituciones de la UE han marcado la continuidad de la senda antisocial. Sólo la auto-organización de nuestra clase al margen de cualquier opción reformista o de la derecha clásica, y la recuperación de la movilización pueden dar la respuesta necesaria frente a los ataques del capital y de sus representantes políticos tradicionales o emergentes.

Según el barómetro del CIS de julio de 2014, un 3,1 % de la población encuestada se definía a sí misma como comunista (1). Su discurso resulta potencialmente muy peligroso para el sistema, puesto que puede calar entre las clases explotadas, crecer exponencialmente y volver a poner en jaque al capitalismo. ¿Dónde se encuentran, actualmente, esos sectores? Es difícil precisarlo. Seguramente, un sector que se autodefine como comunista se ha tapado la nariz y ha terminado votando a Unidos Podemos. Curiosamente, son ahora señalados por los podemitas como los grandes responsables de su debacle electoral. Un segmento reducido ha votado al PCPE que, sin embargo, desciende sobre los resultados electorales del 20 de Diciembre de 2015 (con aumentos en Madrid y Asturias, contrapuestos a caídas en Cataluña, Valencia, Aragón y Galicia). Por último, hay un sector importante que se ha dirigido a la abstención.

Curiosamente, una vez computado todo el voto exterior y por correo, la abstención se ha reducido en casi dos décimas desde diciembre de 2015. El voto nulo apenas se incrementa en y el voto en blanco permanece en idénticos porcentajes (2). Ese voto de rechazo tiene componentes muy variopintos, desde el posicionamiento ideológico de sectores comunistas y ácratas hasta un escepticismo absoluto, la ausencia de alternativas o la desidia. Es aventurado considerar que esta bolsa de potenciales electores constituya, de forma unívoca, una amenaza contra el sistema. La democracia norteamericana ha convivido con tasas de abstención inéditas en el Viejo Mundo sin que eso supusiera expresión clara de descontento. Por otra parte, la amargura del que se vayan todos es susceptible de ser canalizada tanto por corrientes revolucionarias como por sectores reaccionarios o -como ya ha sucedido- por populismos interclasistas tipo 15M.

El resultado de todo ello es la ausencia casi absoluta de escaños ocupados por miembros de la clase obrera, en un Parlamento sin presencia de grupos que asuman a los trabajadores como sujeto de su representación y que se definan como anticapitalista. Es de prever que se acentúe el abismo entre los problemas de las clases populares y las instituciones que no les representan.

No obstante, creemos que ese sector comunista o claramente de izquierda, aunque no se defina con un término concreto, indica la existencia de una masa crítica, pequeña pero necesaria, que resiste a las distintas versiones del voto útil reformista y que necesita ser organizado para volver a recuperar el nervio de las luchas de la clase trabajadora.

EEC

Notas
(1) CIS, Barómetro julio 2014 (pulsar en el hipervínculo para acceder)
(2) Resultados oficiales elecciones 26 de junio (pulsar en el hipervínculo para acceder)

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Comentario, por Vigne

En lo esencial, coincido con el análisis realizado por el EEC, y lo suscribo más allá de algún matiz crítico que podría añadir y que no resta valor al conjunto de la declaración. Expongo algunos acentos.

Primer acento. Ni el PSOE ni Unidos Podemos representan una alternativa real.

Con frecuencia uno se encuentra con opiniones que, reconociendo las críticas que se hacen a Podemos desde la izquierda, plantean que el partido de Iglesias era/es un mal menor, o que lo importante era/es evitar que el PP gobernase, o simplemente plantean la pregunta '¿A quién votarías entonces?'

Si realmente lo importante fuese evitar a toda costa un gobierno del PP, Podemos se habría abstenido en la legislatura fallida que arrancó con el 20D, facilitando el gobierno del PSOE-Cs. Pero no deseo entrar en este tema ahora. Tales personas que señalo y que son abundantes, no se dan cuenta que el tópico de lo menos malo (el mal menor), o la cantinela de que lo importante es que el PP no gobierne, ha sido un argumento maestro utilizado por el PSOE toda la vida; ahora también por el podemismo. El capitalismo juega con nosotros al poli malo / poli bueno (si se prefiere, al poli muy malo y al poli menos malo), haciendo que al final caigamos en las garras del poli menos malo que, después de todo es un poli que busca el mismo objetivo que el poli más malo pero con métodos menos drásticos. Algo diferente es el tópico implícito en la pregunta '¿A quién votarías entonces?'; luego retomaré esta cuestión.

EL documento del EEC hace hincapié en desvelar la trampa ideológica que conlleva esta lógica tan repetida, antes por el PSOE y ahora por Podemos:
"Lo cual no quiere decir que la otra alternativa, protagonizada por las distintas facciones social-liberales y social-patriotas fuera a representar una mejora sustancial. Poca gente imagina a Sánchez o a Iglesias plantando cara a la Troika, revirtiendo recortes, nacionalizando sectores estratégicos o concediendo una amnistía a las víctimas de la oleada represiva del PP."
En efecto, hoy por hoy no existe una alternativa y aquello que se presenta como cambio y alternativa, en ningún caso supondría "una mejora sustancial" para la clase trabajadora. Más allá de algunas medidas balsámicas y efectistas, ni el PSOE ni Podemos plantean cara al poder de la oligarquía, sea aquí o en Bruselas. Nadie lo expresó mejor que Juan Rosell, el gran capo de la patronal capitalista, cuando afirmó antes de las elecciones del 20D: 
"lo importante es que veo que ningún partido, ni Podemos, destrozaría ya la política económica actual"
En efecto, y por otra parte y además, si el referente del podemismo ha sido Syriza, después de lo sucedido en Grecia con el gobierno de Tsipras -contra el cual se ha levantado con uñas y dientes la clase trabajadora griega-, esto debiera ser motivo suficiente para darnos cuenta de lo acertado que resulta el párrafo arriba reproducido del documento del EEC.

A menudo insisto, hasta resultar muy pesado, en el artículo del griego Antonis, "¿Qué es "la Izquierda"? Diez observaciones.", en el que plantea una crítica muy acertada a la izquierda. La socialdemocracia (la vieja y la nueva, en España el PSOE y Podemos respectivamente), se nos presenta centrada en una etérea reivindicación de "una distribución más justa de la riqueza". Como nos recuerda Antonis, "Ya en 1875, Karl Marx mostraba en su Crítica al Programa de Gotha, cuan contradictorio es el propio concepto de una 'justa distribución' de la riqueza dentro del capitalismo". Esta demanda de una "distribución más justa" choca con que en los períodos de crisis se reducen los márgenes para poder llevarla a cabo, lo que hace que los partidos socialdemócratas no planteen políticas económicas que sustancialmente sean muy diferentes a las de los partidos más conservadores, más allá de algunas medidas efectistas y balsámicas que serían factibles porque no afectan a los intereses de la oligarquía capitalista ni suponen un freno al proceso de acumulación capitalista.

Recomendaciones en este blog sobre esto:

Segundo acento. La oligarquía consiguió una paz social que ni imaginábamos en 2012, 2013...

Esto se menciona de forma muy acertada en el documento y debiera ser motivo de reflexión profunda para todos. El lanzamiento del podemismo, y la posterior deriva de IU siguiendo la misma senda, fue paralela a la desmovilización. De manera que al final, como menciona el documento:
"Y, sorprendentemente, la legislatura finalizó en medio de una situación de paz social casi inédita desde la Transición (...) Si se deja de impugnar el sistema desde los centros de trabajo y los barrios, si se acepta que no hay alternativas al capitalismo y a los intereses del Estado, no cabe duda que el PP es más coherente con esos planteamientos."
Me parece muy importante también la crítica mencionada al 15M:
"el 15M había focalizado los problemas no en el sistema capitalista, sino en la existencia de coches oficiales y la dotación de Ipads a los parlamentarios."
Personalmente creo que el 15M tuvo algunas virtudes que sus críticos (y me considero entre los críticos) se niegan a reconocer, pero es evidente que contemplando lo que fue en una perspectiva procesual y temporalmente más amplia, acabó suponiendo un obstáculo al avance en la guerra ideológica contra el capitalismo, al canalizar el descontento hacia discursos y planteamientos que no cuestionaban el sistema. Como dice el EEC:
"el 15M había focalizado los problemas no en el sistema capitalista, sino en la existencia de coches oficiales y la dotación de Ipads a los parlamentarios."
Si nos paramos a pensar, ideológicamente hemos retrocedido. El 15M no contribuyó a fortalecer una masa crítica contra el capitalismo, sino que desvió la atención hacia señuelos sistémicos, de ahí que tantos acabasen apoyando a Podemos o a líderes surgidos del 15M (por ejemplo Garzón, que es un producto de esto). Y no ha sido casual que algunos medios del capital se volcasen con el 15M (curiosamente los mismos que luego se volcaron con Podemos).

Tercer acento. La deriva hacia la política espectáculo.
"Mucho más curioso es lo que ha ocurrido en el terreno de las fuerzas emergentes, partidos atrápalotodo que han renunciado al voto ideológico y que aparecen como los grandes perdedores. (...) Estos partidos [Unidos Podemos y Cs] representan la progresiva americanización de la política, banalizando los contenidos, primando la representación y el espectáculo." 
Esta idea de partido atrápalotodo me parece fundamental y también a menudo insisto en ella hasta el extremo de ser pesado. Como todavía muchos no saben a qué nos referimos cuando hablamos de este formato, sugiero una vez más leer "Qué es un partido atrápalotodo" (únicamente lleva diez minutos la lectura de esa entrada del blog).

Al igual que el resto de los partidos de la Internacional Socialista, el PSOE desde la Transición adoptó el formato de atrápalotodo. Podemos nació con tal vocación desde el minuto 0, y, por desgracia, IU parece desear seguir la misma senda con el garzonismo.

Cuarto acento. La disolución funcional de IU en Podemos.
"(...) Izquierda Unida por la entrega incondicional de su referente a Iglesias (Garzón ha hecho con su organización algo muy parecido a lo que los liberales hacen con los servicios públicos: degradarlos, desprestigiarlos y regalárselos a sus amigos), ha pesado en extremo el transformismo de sus dirigentes, un día socialdemócratas, otro transversales (...)"
Me parece una buena comparación la que se establece en el documento. En "¿En serio esperabais que os votasen los comunistas?", y en las dos entradas anteriores de la serie "Crónica de un plantón anunciado", planteaba que de facto se ha producido una absorción de IU por Podemos, por mucho que los líderes de IU-PCE mantengan el paripé de que IU sigue existiendo (legal y orgánicamente sí, pero políticamente a efectos prácticos es ya un apéndice del podemismo). Aun es más, en diferentes entradas del blog he planteado lo mismo que se dice en el documento del EEC: Garzón ha actuado como cabeza de una quinta columna en beneficio de Podemos.

Quinto acento: lúgubre futuro.
"En cualquier caso, cualquiera que sean los resultados (...) a la clase trabajadora le espera más de lo mismo: más austeridad, más recortes, más represión,... toda vez que el capital europeo y sus instituciones de la UE han marcado la continuidad de la senda antisocial." 
Por desgracia así es. Personalmente, habría preferido que se formase un gobierno PSOE-Podemos, pero no porque confíe en que iba a ser una alternativa de cambio, sino por el convencimiento de que sería la forma en que se le cayese de una vez a Podemos su careta.

Sexto acento. Alternativas.

Antes mencionaba que muchos preguntan, cuando criticamos a la socialdemocracia, '¿A quién votarías entonces?' Esta pregunta evidencia algo muy común: la incapacidad para entender que hay vida política más allá de las urnas. La burguesía pretende que pensemos exclusivamente en claves electorales, de manera que al final únicamente damos la batalla en el terreno que la burguesía elige: las urnas.

Es obvio que hay que dar la batalla institucional, presentarse a elecciones y todas esas cosas. Pero la mayor parte de la energía de la izquierda anticapitalista no puede estar centrada en las urnas, no puede ser que sea la burguesía la que marque la agenda de la lucha, ni el lugar, ni la forma. Nuestras energía deben canalizarse sobre todo allí donde no nos quiere la clase dominante: el centro de trabajo, la calle, el barrio, los espacios de sociabilidad, etc. Es aquí donde debe estar básicamente la lucha de la clase trabajadora, buscando incrementar la masa crítica, la masa militante y la movilización. De ahí que el documento del EEC diga con acierto:
"Sólo la auto-organización de nuestra clase al margen de cualquier opción reformista o de la derecha clásica, y la recuperación de la movilización pueden dar la respuesta necesaria frente a los ataques del capital y de sus representantes políticos tradicionales o emergentes."
El día en que esto se entienda, dejaremos de hacer esa pregunta sin sentido, que es "a quién vas a votar". 

Plantearía un matiz crítico al texto, en relación con lo de "cualquier opción reformista". Aunque en más de una ocasión he declarado que la vía reformista está muerta, considero que el término reformismo tendemos a utilizarlo en ocasiones de manera un tanto acrítica o al menos como si resultase unívoco (a menudo a partir de discursos litúrgicos que apelan a textos políticos como fetiches dialécticos). Desde el momento en que nos presentamos a unas elecciones y obtenemos una cuota mínima de poder institucional (sea un concejal o un diputado), estamos ya haciendo "reformismo". Y asumir la idea de "auto-organización de nuestra clase" y aceptar que al capitalismo no lo derrotaremos en las urnas, no es incompatible con aceptar la realidad de que también hay que estar dando la batalla institucional. Ser concejal de un pueblo y tener que gestionar un servicio de alcantarillas o de aceras, podrá resultar muy prosaico y sin ningún glamour revolucionario, pero... ¡mucho ojo!, porque eso también hay que hacerlo y es necesario. Quiero decir que la oposición reformismo/ruptura tiene su cierta dosis de trampa teórica, al menos cuando no especificamos exactamente qué queremos dar a entender cuando utilizamos el término. El largo camino hacia el Socialismo implica la idea de "transición" (y utilizo el término en sentido marxista, de transición entre modos de producción), un proceso que siempre sería dilatadísimo en el tiempo y en el que se darían los inevitables momentos de ruptura. Evidentemente conozco a bastantes camaradas del EEC e intuyo qué quieren decir cuando critican el reformismo y en el fondo estoy de acuerdo; lo cual no evita que me venga a la cabeza esa idea de que a menudo utilizamos el término con demasiada alegría y como muletilla retórica (no quiero decir que éste sea el caso del EEC ni del documento, ojo).

Séptimo acento: PCPE.

Más que un acento es una reflexión que introduzco al hilo de la mención realizada en el documento.
"Un segmento reducido ha votado al PCPE que, sin embargo, desciende sobre los resultados electorales del 20 de Diciembre de 2015"
Cabría esperar que el PCPE se hubiese beneficiado del descontento del sector electoral comunista, pero no ha sido así. Siendo militante del PCE, he votado por el PCPE, tanto el 20D como ahora (en las autonómicas gallegas quizás vote por el BNG; ahora voté ya por el BNG al Senado). Pero no fue un voto entusiasta el mío e imagino que hay más gente como yo. Por las razones que sea, el PCPE no consigue conectar con los comunistas y debieran plantearse el porqué. No he visto autocrítica alguna en el PCE, pero tampoco en el PCPE. Tanto uno como otro partido, chirrían su cierta dosis de óxido. Viendo los documentos congresuales de ambos, desde luego me disgusta menos el del PCPE, pero tampoco me entusiasma por su exceso de retórica, de discurso litúrgico y de narcisismo político (igual que en mi partido, el PCE, también hay sobredosis de lo mismo, aunque cambie el tipo de retórica y de liturgia). Entiéndase que esto es una crítica amistosa y fraterna y que sinceramente me hubiese alegrado si el PCPE hubiese recibido un incremento sustancial de votos; mi voto, desde luego, lo tuvieron.

Octavo y último acento: un parlamento vacío de anticapitalismo.
"El resultado de todo ello es la ausencia casi absoluta de escaños ocupados por miembros de la clase obrera, en un Parlamento sin presencia de grupos que asuman a los trabajadores como sujeto de su representación y que se definan como anticapitalista. Es de prever que se acentúe el abismo entre los problemas de las clases populares y las instituciones que no les representan."
Más de uno apuntó alguna vez que la política española se está italianizando, en el sentido en que la izquierda anticapitalista tiende a desaparecer de las instituciones. En parte por la deriva hacia la socialdemocracia y por la adopción del formato de partido atrápalotodo.
@VigneVT



Otras entradas de interés
En el blog de Nicolás García Pedrajas, Agenda Roja:

10 comentarios:

  1. Buen texto de los camaradas del EEC y buenos apuntes los tuyos, Vigne, aunque en lo referente al reformismo, pese a coincidir plenamente contigo en lo esencial, tengo un punto de vista algo diferente, creo. Me explico: quizá me falte perspectiva y me equivoque, pero no creo que seamos los comunistas quienes empleemos el término de forma acrítica, sino los simpatizantes de dichas fuerzas reformistas. Me ha pasado más de una vez que, al criticar al reformismo, se me ha contestado con el típico argumento de que los comunistas estamos en contra de toda reforma. Para mí, en cambio, resulta obvio que los comunistas debemos luchar incluso por la más insignificante de las reformas, con la única condición (eso sí, indispensable) de que su consecución nos acerque a la revolución. Esto significa ni más ni menos que la lucha por las reformas debe supeditarse a la lucha de clases, y que cada reforma debe servir para reforzar a nuestra clase social, para dotarla de más fuerza, consciencia y cohesión. Y aquí es donde estriba, en mi opinión, la diferencia esencial entre nosotros los marxistas y los reformistas: para nosotros, las reformas son medios; para ellos, fines. Entendida la cuestión así, no creo que la dicotomía reforma vs ruptura no sea útil, ni que el uso de la etiqueta "reformismo" conduzca a error.

    Un saludo y gracias por vuestra labor.

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  2. Sobre la cuestión del reformismo, hay un reciente y extenso artículo de Marat en su blog: http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/05/esa-cosa-la-que-ustedes-se-niegan.html
    Hay bastantes cosas en las que estoy de acuerdo y otras no tanto o al menos creo que son discutibles, aun reconociendo que Marat sabe bastante más que yo. Pero es un buen texto como material de discusión, independientemente del grado de acuerdo o desacuerdo parcial q se pueda tener. Y bastantes cosas las suscribo tal cual, como la crítica al keynesianismo.
    Yo no soy partidario de hacer sangre con los errores que hayan podido tener los partidos comunistas en épocas pasadas. Entre otras razones porque ya tenemos bastantes enemigos acribillándonos con su anticomunismo. Pero es que además a toro pasado la crítica suele ser más fácil que en el momento en el que tienen lugar los hechos criticados. Nos encanta criticar a los partidos comunistas durante la guerra fría en Europa, pero yo quisiera que alguna gente me explicase qué alternativas había y con lo que entonces se sabía, no con lo que ahora sabemos. Como también desearía que al menos se combinasen tales críticas con reconocimientos, porque nos guste o no han sido esos partidos los que han mantenido una mínima conciencia de clase, más allá de torpezas y errores.
    Sinceramente, estoy convencido que lo que podríamos llamar la vía "reformista" está muerta (y me gusta poco el término porque me parece que se presta a confusión). Jamás la izquierda anticapitalista ha ganado unas elecciones en Europa (los casos del Frente Popular en España y Francia requieren de un tratamiento aparte) y la hegemonía de la clase dominante nunca ha sido tan fuerte como ahora. Difícilmente podríamos pensar que esa vía nos puede conducir a buen puerto. Pero es que la vía "revolucionaria" o "rupturista" por así llamarla, también está muerta hoy por hoy (y sí, ya me sé de memoria lo de que las revoluciones se organizan y tal...). Entonces nos encontramos con un nudo gordiano que nadie sabe cómo romper: esa es la realidad tal cual la veo. Quizás no he sabido expresar bien por qué no me convence (en el momento actual) la vieja dicotomía ruptura/reforma. Y quizás en un intento de aclarar/aclararme me he liado todavía más.

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  3. Bueno, tal y como están las cosas, la "política espectáculo", a conseguido vender todas las butacas y "al día de hoy", seguimos como hipnotizados los pases mágicos, volteretas ideológicas y venta a saldo de las convicciones y las supuestas lineas rojas...al parecer aun se espera por parte de los ilusionados de UP, que alguna suma cuadre para que sus lideres espirituales por fin puedan demostrar su verdadera vocación y capacidad revolucionaria, hasta ahora no han hecho nada, pero eso es culpa de la realidad real y no de los lideres, tampoco de las flores, los corazones y la alegría que ya viene... Es una lástima que no haya salido la suma PSOE-UP, la careta terminaría de caer y todos podrían ocuparse de otras cosas mas interesantes que los pedos filosofales de P. Iglesias y de la mascarada ridícula del PSOE, quien en primera fila jalea a Rajoy para que forme gobierno, mientras aparentemente mantiene incólume su virginidad política, ¿cual, como y donde se pregunta uno?...resultado, parálisis total y ausencia de verdadera lucha política... Como estrategia para adormecer al movimiento de masas, es espectacularmente eficaz, solo que a mi me queda la impresión que eso que dice ser izquierda que esta en el parlamento, que no en el poder, no esta ahí para representar ni luchar por las reivindicaciones de nadie, y su accionar consigue lo contrario de lo que dice aspirar... Todo muy muy curioso, eso si, hoy resultaría fácil ser acusado de revolucionario, bastaría con no contradecirse en un par de ideas básicas y plantear de vez en cuando una...aunque sea una idea política pequeñita, pero no es el caso de estos partidos politicos de hoy. Sin programa ni ideas, solo les quedan las ilusiones o la rabia, las ilusiones quedan para los perro flautas y la rabia para los partidarios de Trump y una cada vez mas basta cantidad de agrupaciones de derecha radicalizada, que se pasan la vida diciendo que la culpa de la miseria es de los extranjeros o los negros y no del sistema capitalista, pero claro, este pequeño "error" de análisis es para la derecha su razón de ser; para la izquierda, en cambio, pretender que el problema esta en los coches oficiales o en los Ipad y no en el capitalismo, es simplemente un suicidio...en resumen, creo que se necesitaría un partido rupturista en el congreso, pero no como UP, que se cree renovador por un catalogo de IKEA, ni menos como el PSOE con sus "de entrada no a..." Hablo de un partido que de alguna batalla real, pero eso primero hay que formarlo y para formarlo tiene que haber gente que quiera pagar el precio de un cambio y que sepa que el camino es duro y largo... Creo que lo que ocurre con lo que hay hoy en la política hace esta tarea ineludible.

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  4. Estoy bastante de acuerdo Miguel en lo que dices que los comunistas debemos estar a favor de las reformas siempre que nos acerque a la revolución. Las reformas son los medios, no los fines. Pero al tiempo debemos hacer una cosa que insiste mucho Vigne, formar a la gente y formarnos nosotros. Si no tenderemos a conformarnos con pequeñas reformas.

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  5. Continuo con lo de las reformas. Creo que quien mejor entendió el tema fue el PCI de Togliatti y Berlinguer. Este partido se fue sumando a reformas y propuso y consiguió muchas para el pueblo italiano, y con ello creó confianza para ir teniendo cada vez más poder, no sólo gobierno, en el estado, ese camino es el que vio más factible para la transformación de la sociedad capitalista italiana a una sociedad socialista.
    Por ello los poderes del capitalismo es por lo que hicieron la guerra más brutal en Italia. Allí Gladio se puso las botas con atentados sangrientos e indiscriminados, con la ejecuución de Moro para impedir el "Compromiso Histórico", que era otra reforma, entrarían de forma indirecta en el gobierno obligando a un programa de reformas progresistas. Y cuando podía haber llegado a ganar las elecciones, muere Berlinguer, y sus herederos derivan y venden el PCI en pública subasta, como ahora aquí. ¿Casualidad la muerte de Berlinguer? No creo en las casualidades en política.

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  6. Si queremos entender algo,tenemos que partir de la base del profundo anticomunismo que reina en las sociedades occidentales,producto del acoso de los medios del capital desde el mismo momento del triunfo de la Revolución Rusa,de las medidas que se vió obligada a tomar,del rápido crecimiento del nivel de vida en los paises occidentales tras la II Guerra Mundial,de la división del movimiento comunista entre partidarios de Stalin y Trotsky primero y, muy especialmente tras el revisionista XX Congreso del PCUS y la división del campo socialista con la aparición del maoismo.Como resultado de todo esto,las ideas del socialismo fueron perdiendo fuerza y atractivo a partir de los años sesenta, sobre todo en Europa;lo que llevó a la aparición del eurocomunismo-ese traje nuevo con el que algunos pensaban estar más "atractivos"-antesala de las Izquierdas Unidas, los 15M,los Unidos Podemos etc.

    ¿Qué hemos hecho los comunistas en los últimos 50 años? fraccionarnos hasta llegar a no tener ni fuerza ni credibilidad alguna.Pienso que no se trata de luchar o no por reformas,de estar o no en las instituciones, de estar o no en los movimientos sociales, se trata de extender la ideoligia del socialismo entre el pueblo,de que éste lo vea como la alternativa viable,lógica y posible al capitalismo;pero esto será posible si se dispone del Partido de clase con implantación en toda la geografia española y,con una militancia formada,que sepa explicar a la gente donde están las causas de las crisis,del paro,de la corrupción,estar al dia de la actualidad nacional e internacional,de como está organizado el capital a nivel internacional,cómo y por qué lleva la guerra y el saqueo por todo el planeta...es decir un partido de masas y de cuadros.

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    Respuestas
    1. ya, pero piensa q desde la Transición ha habido un par de docenas de partidos comunistas, con fracaso absoluto. Así que habrá q pensar q algo se hizo y hace mal. Evidentemente la meta deseable es la que apuntas al final y lo comparto, pero tbn debemos pensar qué es lo que se ha hecho mal siempre. Se critica el papel anterior del PCE por su eurocomunismo, ¿pero dónde están todos los partidos que estaban a su izquierda? ¿Dónde están todos los líderes comunistas que enarbolaban banderas puristas, de unos "ismos" y de otros? Pues la mayoría acabaron en el PSOE o en el PP.
      Siempre se critica al PCE, pero jamás a esas otras organizaciones comunistas. Y yo lo único que veo son las mismas propuestas para reeditarlas con parecidos formatos. Y a lo mejor hay q empezar a asumir los fallos del factor humano. Tenemos tendencia a meternos en torres de marfil, pero no nos gusta reconocerlo. ¿Qué tal si empezamos a hablar de una cultura socialista, que es MUCHO MÄS que tener unas ideas, ya que implica un sistema de valores, una ética, una forma de estar en el mundo y de relacionarse con los demás? ¡¡Claro!! Cuando planteo esto algunos se ríen de mi y otros piensan que digo chorradas. Pero las ideas no se materializan solas, sino que las materializan las personas, y si fallan las persnas todo se va a la mierda, y las personas fallan porque no existe esa cultura socialista o comunista (que insisto es mucho más que tener unas ideas). A nivel humano dejamos mucho que desear, pero eso no es algo que llame nuestra atención. Y mientras no cambiemos el chip nada hay que hacer.
      Conseguir una minoría concienciada, formada y organizada para lo que señalas, no es fácil pero se puede conseguir. Pero si esa minoría carece de una cultura socialista en el sentido en que señalo, no hay nada que hacer.

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  7. De acuerdo con tus matizaciones Vigne;el factor humano es algo con lo que debemos contar, ya que a veces es determinante.

    Cuando no existen las condiciones objetivas,la tentación de abandonar el bando de los "perdedores" y sumarse a los ganadores es algo natural para muchos.Aquí,la ausencia de una cultura socialista como bien dices tú, es determinante.¿Cómo se adquiere esa cultura? Aquí está el problema;en algunos casos, se da de forma natural en indivíduos que son la excepción; pero el objetivo debe ser que los valores y ética socialista lo asuma la mayoria de la sociedad, y esto no es posible conseguirlo sin una Organización que lleve esos valores a la misma.

    Efectivamente,ha habido decenas de partidos que lo han intentado y todos han fracasado;entre otras causas,porque eran tiempos de auge del capitalismo, de consumismo frenético, y en consecuencia de alienación. Además,el referente político para los comunistas y el pueblo en general,era el PCE,y esto, era una barrera que impedia cualquier nueva aventura.

    Yo no ataco al PCE del que fuí militante muchos años,sino a la dirección que el partido tuvo a partir de 1960,y porque me duele; aunque la brújula empezó a perderse en 1956.Si no lo hago con otros partidos comunistas es porque han sido irrelevantes y,porque como ya he dicho,el referente era el PCE.

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  8. Hola, Solimar. Me parece oportuno destacar algo que afirmas en tu comentario:

    "... la ausencia de una cultura socialista como bien dices tú, es determinante.¿Cómo se adquiere esa cultura? Aquí está el problema;en algunos casos, se da de forma natural en indivíduos que son la excepción; pero el objetivo debe ser que los valores y ética socialista lo asuma la mayoria de la sociedad, y esto no es posible conseguirlo sin una Organización que lleve esos valores a la misma."

    Y es que, a mi modesto entender, una de las vías utilizadas por el capitalismo para "legitimarse" es la de la identificación de convenciones sociales (cruda ideología) como leyes naturales. El llamado "Darwinismo social", por ejemplo, ha acabado imponiéndose, entre otras razones, en el imaginario colectivo como una consecuencia de la (supuesta) ineludible aplicación de (también) supuestas leyes naturales en las organizaciones sociales. Independientemente de cuál sea el tamaño de la comunidad humana a regular.

    Todavía recuerdo al difunto Manuel Fraga utilizando el término "mayoría natural" para referirse al hecho de que lo consustancial en la mayor parte de las gentes que habitamos España sea que prefiramos que nos gobiernen derechuzos cavernícolas como él.

    O los escritos de Rajoy por los ´80 en el Faro de Vigo sustentando que el determinismo biológico y la estirpe condicionan ineludiblemente el futuro de las personas (supongo que los supervivientes de entre los nazis que invadieron la URSS con la intención de aniquilar o esclavizar a los "untermeschen" eslavos no opinarán lo mismo hoy día).

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