Páginas

domingo, 27 de octubre de 2013

Del Gran Hermano que nos vigila, entre la hipocresía política y la indiferencia social.




Leemos en los medios cosas como las que siguen:
"Alemania y Brasil llevan el espionaje de EEUU a la ONU". "Der Spiegel revela que Estados Unidos contaba en 2010 con 80 equipos de espionaje de la CIA y la NSA, en todo el mundo; casi una veintena estaban en ciudades europeas incluida Madrid". "El número de teléfono de Angela Merkel ya aparece como objetivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense en documentos de 2002, tres años antes de que se convirtiera en canciller". "Rajoy da instrucciones para convocar al embajador de EE UU por el espionaje". “Las actividades de espionaje no son propias de las relaciones entre socios como España y EEUU, dice Rajoy"... 

Titulares de noticias como las anteriores, inundan desde hace un tiempo los medios de comunicación y acaparan la atención de ciertos sectores sociales. Me asombra que alguna gente se asombre. Trataré de poner sobre la mesa algunas cuestiones que todos debieran de comenzar a plantearse. Porque llevamos, desde que tenemos uso de razón, viendo al rey en pelotas, y ahora parece que acabamos de descubrir que va desnudo.

Creo que la primera vez que me llamó la atención el tema del espionaje del Estado hacia los ciudadanos, todavía era muy joven. Fue leyendo un artículo - cuyo título, autor y medio no recuerdo - en el que se hablaba del espionaje ejercido por la policía alemana de la RFA sobre ciudadanos comunistas o sospechosos de serlo, y la elaboración de listas negras con sus nombres. Es curioso que todo el mundo tenga en mente a la famosa Stasi de la RDA, y que casi nadie se haya planteado el oscuro papel de los servicios secretos en la RFA. 

Los comunistas, o simplemente ciudadanos progresistas, siempre han sido sometidos al control de las fontanerías policiales en las llamadas democracias del mundo libre. Sistemáticamente se ha violado su intimidad y privacidad, vulnerándose con impunidad las leyes vigentes. Esto no es una afirmación hecha desde planteamientos conspiranoicos, sino que es algo real. En ocasiones dicho control se ha llevado a cabo con descaro. Mi pareja quedó en estado de schock el día en que asistió a una conferencia de Chomsky en Houston, en la que un grupo de amables agentes del FBI fotografiaban con total desfachatez a las personas que estaban en la cola para entrar en la sala.

Pero no sólo el ciudadano identificado políticamente en la izquierda, es objeto de la mirada del Gran Hermano. En realidad todos los ciudadanos lo son, en mayor o menor medida. En muchas de las facultades universitarias españolas, hay profesores que son informadores del CNI. En algún caso, incluso, catedráticos de izquierdas. A veces se trata del que menos uno podría llegar a sospechar. Se paga en favores. Una simple auxiliar administrativa puede estar pasando información personal; es el caso de una administrativa de la Xunta, tentada para que periódicamente filtrara la agenda de su jefe, un alto cargo.

Todo esto no es nuevo. Forma parte del control que ejerce el Estado sobre los ciudadanos. Control que sistemáticamente se extralimita y va más allá del marco legal. Es algo que siempre ha estado ahí, aunque las nuevas tecnologías lo que han permitido es un salto cualitativo y sobre todo cuantitativo en dicho control.

Por otro lado, una de las paradojas culturales de la sociedad de nuestro tiempo en relación con esto, es que amplios sectores de la ciudadanía desnudan sus vidas ante el Gran Hermano, facilitándole el trabajo. Pensemos en Facebook o en Google, por ejemplo. No hace falta que nos espíen: nosotros ya les pasamos la información. ¿Cómo es posible quejarnos de que nuestra privacidad es invadida, cuando nos encanta exhibirla? Quizás estemos ante un nuevo concepto cultural de lo privado o, simplemente, lo privado esté desapareciendo  como esfera vital de las personas.

Pero centrémonos en el coro de aves de corral que tanto alboroto está causando ahora en el gallinero mediático: Merkel, Rajoy, Hollande... nuestros gobernantes.

¿Será que los servicios secretos europeos, no conocían con anterioridad los hechos por los que ahora se rasgan las vestiduras nuestros políticos? Suena a hipocresía. Claro que lo sabían. Otro tema es que de esas cosas no se habla en la alta política, no se mencionan. Forma parte de unas reglas no escritas de un juego en el que todos participan. Desde siempre. Pero de repente apareció Edward Snowden y algún otro y entonces ya ninguno pudo seguir haciéndose el sueco. ¿Por qué los Snowden, Assange y compañía, pusieron tan nerviosos a los gobiernos europeos y también de otras partes del mundo? Sencillamente, porque hicieron visible el juego y obligó a los gobernantes a una patética representación teatral, en la que desempeñan el personaje ofendido y ultrajado que se rasgaba las vestiduras al descubrir lo que aparentaba ignorar. Es el cornudo que lo sabe, pero que vive feliz mirando para otro sitio, hasta que los conocidos lo incomodan y le dicen públicamente lo que no quiere oír. Snowden, Assange... gritaron "el rey está desnudo" y ya no fue posible seguir con el juego de lo sé pero de esto no se habla.

¿Será que los servicios secretos, de esos países cuyos gobiernos se rasgan las vestiduras como plañideras políticas, no han colaborado siempre con la CIA y la NSA? ¿Será que no son cómplices de la violación de derechos de los ciudadanos que derivan de las actividades de tales agencias y de la colaboración entre las mismas?

¿Será que aquello de lo que se quejan nuestros gobernantes, en relación con la NSA y la CIA, no es lo mismo que lo que hacen nuestros servicios de inteligencia con nosotros los ciudadanos, en cada uno de nuestros países? 

¿Será que el británico Government Communications Headquarters (GCHQ), el alemán Bundesnachrichtendienst (BND) o nuestro CNI, son mejores que la NSA y la CIA? ¿Será que respetan más nuestros derechos y libertades? Me temo que no.

Sinceramente, me preocupa el orwelliano papel desempeñado por la inteligencia nortamericana. Pero más nos vale que nos preocupemos mucho más y en primer término, por lo que están haciendo con nosotros las inteligencias de los estados europeos. RU y Alemania, no se quedan atrás y compiten con EE.UU. por actuar de Gran Hermano. ¿Por qué nos exaltamos tanto con lo que hace la NSA y la CIA, y en cambio apenas mostramos atención por lo que también hacen las fontanerías secretas de la UE? Quitaros la venda de los ojos: no sólo no son mejores, sino que además colaboran estrechamente con el Imperio.

Una pregunta que debemos formularnos es hasta qué punto este problema preocupa a los ciudadanos. ¿Será que no es importante?

En mi opinión, su importancia está fuera de dudas. Todo el caso Snowden es trascendente no porque diga cosas que no sospechásemos, sino porque 1º) aporta pruebas, 2º) nos hace ver la verdadera magnitud del problema. Como decíamos antes, las actuales tecnologías han supuesto un salto cuantitativo en el control que el Estado ejerce sobre el ciudadano, de ahí que el problema sea mucho mayor de lo que se pudiese pensar. Nunca hemos estado tan cerca del Estado-Gran Hermano como estamos ahora. 

Por consiguiente, cabría esperar que el problema ocupase la atención de los ciudadanos, pero la triste realidad apunta en otra dirección. Realmente a la mayoría de la gente le trae sin cuidado. Vayamos al caso alemán. Como nos cuenta Daniel Leisegang en su excelente artículo "Un mundo felizmente vigilado" (traducido para este blog por nuestra compañera Gabi), en julio entró en vigor en Alemania la nueva ley de telecomunicaciones impulsada por el gobierno de Merkel. Permite espiar a cualquier ciudadano o empresa prácticamente sin control judicial. Es una prueba de por qué debemos de preocuparnos de lo que hacen nuestros gobiernos y no sólo de lo que hacen los EE.UU. El caso es que se esperaba que, dado que se suponía que los alemanes son sensibles a estas cuestiones de derechos y libertades, la polémica ley le pasara factura electoral a Merkel. Lo cual no ha ocurrido. Desde mi punto de vista es un caso paradigmático de cómo la ciudadanía europea es bastante indiferente a un problema tan grave.

Estoy convencido de que poco a poco se está construyendo una nueva forma de fascismo, del que forma parte este Gran Hermano al que aludimos. Es un proceso progresivo que quizás pasa desapercibido porque el nuevo fascismo que está germinando es distinto al del siglo XX, a aquel otro que todos tenemos en mente y que asociamos a una estética y a un tipo de estado determinados.  El nuevo fascismo que se construye es compatible aparentemente con el formato de democracia parlamentaria. No pocos autores están aludiendo a esta realidad (ejemplo, Boaventura de Sousa Santos) y en este mismo blog hace poco reproducíamos un fragmento de un artículo de Arturo Escobar sobre el tema (pasó bastante desapercibido entre los lectores del blog, pero os recomendamos leerlo porque no tiene desperdicio: "¿Después del Tercer Mundo? Los fracasos de la modernidad y el advenimiento de la globalidad imperial"). Y sin duda, en este nuevo fascismo que va madurando poco a poco, juega un papel fundamental el hiper control que el Estado ejerce sobre los ciudadanos, a través de la invasión de su privacidad e intimidad por parte de las fontanerías de la inteligencia estatal. 

Es preocupante el escaso interés que la mayor parte de la gente muestra hacia este tema. El Gran Hermano cada vez es más Gran Hermano, sin que la gente muestre preocupación. Por ello, como decía Daniel Leisegang, nos dirigimos hacia "un mundo felizmente vigilado". Y en ese mundo "feliz", cualquier rebeldía o resistencia contra el sistema está llamada a fracasar, precisamente por ese hiper control que se ejerce sobre nuestras vidas y actividades. No olvidemos nunca lo que Marx decía del Estado, en tanto que superestrcutura al servicio de la clase dominante. Si no frenamos el poder de los mecanismos de control del Estado, la resistencia contra el capitalismo nunca tendrá una oportunidad de vencer.






                           

Entradas del blog relacionadas:

    8 comentarios:

    1. Lo que resulta curioso como bien apuntas es la cantidad de páginas que dedican los periódicos a informarnos sobre lo ya sabido: los servicios secretos espían.
      No obstante, creo que en la información proporcionada por Snowden hay algo particularmente insidioso sobre lo que no se insiste demasiado. Presentó pruebas de que no sólo se espiaba a políticos, gobernantes o "presuntos sospechosos" sino que se espía aleatoriamente a cualquier ciuadadano: se controlan todas nuestras comunicaciones sin siquiera una "causa probable" o algún tipo de autorización judicial. Y ante eso no reaccionamos.
      Y lo que es peor casi todos los ciudadanos siguen entregando su vida entera a Google, Facebook y demás aún sabiendo su implicación. Decidiamente sólo queremos circo virtual y aborregamiento general.

      ResponderEliminar
    2. En estos momentos estoy preparando una nueva traducción que me parece muy relacionada con esta entrada. Se trata de un diálogo entre Zygmunt Bauman y David Lyon. Aquí una breve anticipo:

      El fin del anonimato
      - Lo que drones y Facebook tienen en común-
      David Lyon (dirigido a Zygmunt Bauman): En la edad moderna, que usted describe como “fugaz”, nos encontramos con la vigilancia bajo formas diversas y significantemente nuevas. Según usted, cabe referir a modo de ejemplo los drones y los medios sociales. Ambos generan datos personales (relativos a personas) para su procesamiento digitalizado, si bien lo hacen de diferente manera. ¿Es posible que ambos medios se vengan complementando en el sentido de que nos estemos acostumbrando mediante el uso despreocupado del uno, los medios sociales; y a la recogida de datos personales, mediante drones miniaturizados, la que en gran medida está pasando desapercibida? ¿Y cuáles serán las consecuencias de esa evolución sobre nuestro anonimato y nuestra relativa invisibilidad en la vida cotidiana?

      ResponderEliminar
    3. Ciertamente un análisis muy pragmático de la realidad, y es que el espionaje es universal en tiempo y espacios (Se considera que la historia de Sinuhé el Egipxio, tiene calro indicos de espionaje para e Faraon).
      Parte de la necesidad de saber con que interlocutores se está negociando y que intenciones poseen, pero, como toda herramienta, también implica dar el poder para eprseguir la disidencia política.
      Lamenablemente, considero, tu enfoque omite (¿deliberadamente?) otros organismos de inteligencia como la KGB, la checa, el SMS chino,etc. que fueron y son elementos utilizados por los estados "comunistas" para la persecución política.
      Hubiera sido realmente un golazo poder leer un artículo despolitizado.
      En fin "casi", pero no "completo".

      ResponderEliminar
      Respuestas
      1. Gracias por el comentario y la crítica.
        El componente "político" e "ideológico" es consustancial a la vida social y está presente en todo lo que hacemos. Siempre me han parecido muy "político" el empleo de términos como "despolitización", "apolítico" y otros semejantes. Desde la mañana a la noche todos hacemos "política" y todos nuestros actos rebosan de significado político e ideológico. Es obvio que implícitamente estoy usando la acepción más antigua del término, más originaria, es decir, "político" en sentido aristotélico.
        Creo que estamos de acuerdo en que el espionaje es universal en tiempo y espacio como dices. Pero creo que nunca anteriormente en la historia humana se ha llegado a alcanzar el nivel de control como el que existe hoy en día. Es una mera cuestión de que actualmente existen tecnologías que antaño no existían.
        La omisión que mencionas es verdad y, en efecto, ha sido deliberada por mi parte. No lo oculto. Sólo desde un sectarismo, que pretendo evitar, se podría negar el papel del KGB o de los servicios secretos chinos en la represión política y la Historia es testigo de hechos al respecto que avergüenzan a los que somos comunistas. Pero cuando escribí este texto estaba pensando en el momento actual. Mi lectura de los hechos es sobre todo sincrónica, no diacrónica. Y hoy en día no existe el KGB, ni la Stasi ni otras fontanerías secretas de aquellos países que antaño fueron socialistas. Mi preocupación es por el presente y el futuro. Nuestro problema hoy en día no es el KGB, de ahí el enfoque de mi texto.
        Gracias por la crítica. Un saludo :-)

        Eliminar

      2. Buenas noches Vigne.

        Soy Pigadeta.

        Ha este paso nos vemos TODOS... metidos entre rejas, unos antes que otros. O viviendo de nuevo en cuevas de las montañas, no usar moviles, ni pc. Por mi parte seria una tranquilidad, pero quiero tener cerca por vecin@s a una tribu de bosquimanos. Buen articulo, como siempre. Salud y República

        Eliminar
      3. Gracias Pigadeta. Siempre es una alegría encontrar un comentario tuyo :-)
        Lo peor es el sentimiento de impotencia ante ese control que ejercen sobre nosotros. Soy más pesimista de lo que expresé. A nuestro alrededor la gente vive feliz (mejor dicho, se vive en la mentira de ser feliz), con el fútbol, los toros, la tele... sin importarles que nos estén convirtiendo en átomos biológicos controlados y vigilados por un poder cada vez mayor. Vivimos en una gran mentira y la mayoría prefiere seguir viviendo así :-( Saludos a los boskis. Un besiño.

        Eliminar
    4. Todo lo que hacen los gobiernos son un paripé. Todos los gobiernos actuales espían a sus ciudadanos y si pueden a los otros gobiernos, que lo saben y colaboran.
      Pero esto ha pasado por lo menos desde la Edad Moderna. No hay que olvidar la información que han tenido los papas del Vaticano sobre los gobiernos europeos y americanos.
      Tampoco podemos olvidar que en la Francia revolucionaria, las porteras eran las que espiaban a los ciudadanos a cuenta del gobierno.
      Eso ha sucedido desde hace...
      Pero esta entrada se refiere a lo que está sucediendo hoy día. Se espía aleatoriamente a los ciudadanos. Pero si los medios siguen avanzando, que seguirán, dentro de poco se espiará a TODOS los ciudadanos.
      Es curioso que parece Obama ordenó hace tres años espiar a Merkel por dos razones. Una por proceder de la RDA y otra por retirarse de Afganistán, que es lo que ha enfadado a Merkel.
      Pero eso sí, todos los gobernantes saben que son espiados y saben que los demás saben que los espían. Y colaboran unos con otros en espiar a los ciudadanos.
      A ZP parece que le espiaron, espero que también lo hayan hecho con Rajoy para que no coja complejo de ser un Don Nadie.

      ResponderEliminar
    5. El Roto de hoy
      http://elpais.com/elpais/2013/10/30/vinetas/1383149255_917665.html

      ResponderEliminar

    ROGAMOS QUE LOS COMENTARIOS SE AJUSTEN AL TEMA TRATADO. En la pág. FAQ (ver pestaña "FAQ" en el menú superior), en el punto 6 encontrarás las normas y criterios de aplicación para la publicación de comentarios. Subrayamos especialmente: no se aceptan comentarios que supongan una expresión de machismo, misoginia, sexismo, homofobia, racismo o xenofobia, y tampoco comentarios que supongan una apología, directa o indirecta, del fascismo en cualquiera de sus variantes.
    Para contactar con el blog por otras cuestiones, más abajo figura una dirección de e-mail en formato de imagen.