Tuit de Carlos A. Montaner, del 6 de abril de 2017, 17:56 horas. URL del tuit: https://twitter.com/CarlosAMontaner/status/849999186804264960 |
"Antropofagia en Venezuela. Esto es el colmo. Parece que en algunas morgues del país, ciertas personas desesperadas por hambre devoran cadáveres".
Este es el mensaje con el que Carlos A. Montaner contribuye a la campaña mediática para desprestigiar al gobierno de Maduro. Fue enviado a través de su cuenta de Twitter. Todo vale en el acoso e intento de derribo del gobierno de Maduro. La desinformación y las mentiras vertidas no son algo nuevo. Ya en vida de Chávez eran recurrentes. Se ha dicho de todo, pero el anticastrista Montaner esta vez se ha pasado de largo: los venezolanos se ven obligados a robar cadáveres de las morgues para comerlos, a causa de la hambruna provocada por Maduro, ha dicho en Twitter. Y se ha quedado tan pancho. ¡No se puede ser más sinvergüenza y canalla!
Ésta es una guerra de propaganda, librada por el Imperio y sus monaguillos de la Unión Europa contra Venezuela. Y en esta guerra, para ejemplificar la perversidad intrínsica del gobierno que se pretende derrocar por su insumisión a los césares de la nueva Roma, a menudo se recurre a estas intoxicaciones esperpénticas.
La antropofagia como calumnia en la guerra de propaganda. De los comunistas comebebés al canibalismo norcoreano.
La antropofagia es un imaginario cultivado en distintos momentos y regiones de la Historia por las clases y grupos dominantes, para provocar el odio y la ira contra el enemigo. El mensaje es claro: la pérdida absoluta de la condición humana más básica, lo que permite justificar cualquier acción que se tome contra ese enemigo. En la época contemporánea, dicho imaginario fue cultivado con éxito por el anticomunismo, que acusaba a los comunistas de comer bebés. Ha sido un tópico también recurrente en la guerra de propaganda contra Corea del Norte; ya hace años, en 1997, El País publicaba sobre Corea del Norte: "La gente se está volviendo loca a causa del hambre, incluso matan y se comen a sus propios hijos. Esto está ocurriendo en muchos lugares". Sin duda el país norcoreano ha batido récords padeciendo este tipo de mentiras, que nadie ha conseguido jamás probar; una muestra de titulares de fechas muy distintas:
La antropofagia como calumnia en la guerra de propaganda. De los comunistas comebebés al canibalismo norcoreano.
La antropofagia es un imaginario cultivado en distintos momentos y regiones de la Historia por las clases y grupos dominantes, para provocar el odio y la ira contra el enemigo. El mensaje es claro: la pérdida absoluta de la condición humana más básica, lo que permite justificar cualquier acción que se tome contra ese enemigo. En la época contemporánea, dicho imaginario fue cultivado con éxito por el anticomunismo, que acusaba a los comunistas de comer bebés. Ha sido un tópico también recurrente en la guerra de propaganda contra Corea del Norte; ya hace años, en 1997, El País publicaba sobre Corea del Norte: "La gente se está volviendo loca a causa del hambre, incluso matan y se comen a sus propios hijos. Esto está ocurriendo en muchos lugares". Sin duda el país norcoreano ha batido récords padeciendo este tipo de mentiras, que nadie ha conseguido jamás probar; una muestra de titulares de fechas muy distintas:
La Vanguardia, 28/01/2013 |
El Mundo, 24/6/2011 |
El País, 2/10/1997 |
Los medios más sensacionalistas incrementan todavía más su carga inventiva. Como botón de muestra, aquí tenemos una noticia de tucucu.com, del 2 de marzo de 2016, con fotografía incluida:
Fuente aquí |
Y si las acusaciones de antropofagia han resultado tan eficaces en la guerra de propaganda contra Corea del Norte, ¿por qué no aplicarlas a la Venezuela de Maduro? Eso fue lo que debió de pensar Carlos A. Montaner al difundir el bulo con el que abríamos esta entrada del blog.
Más allá del hecho en sí, conviene refrescar la memoria sobre quién es Montaner, ya que muchos no lo saben o no lo recuerdan.
¿Quién es Montaner?
Aznar con Montaner en la FAES. En 2008 la FAES del PP de pronunció sobre Montaner diciendo que era el candidato perfecto para presidir Cuba una vez eliminado el Socialismo. |
Carlos Alberto Montaner Suris es sin duda uno de los anticastristas más mimados por los medios del establishment occidental. Periodista y escritor, tiene doble nacionalidad: española y la estadounidense. Ha sabido sacar tajada de su labor de mercenario intelectual anticastrista, recibiendo favores y prebendas que le han permitido vivir muy bien. En 2008, la FAES de Aznar y el PP lo designó como "el candidato de su preferencia para una futura campaña presidencial en la Cuba post-Castro". El PP ha mimado especialmente a Montaner en España. Una organización a la que él está ligado, la Asociación Iberoamericana por la Libertad, recibió generosos fondos de la Comunidad de Madrid bajo la presidencia de Esperanza Aguirre. Algunos de sus padrinos en España han sido: Guillermo de Gortázar, Aznar, Inocencio Chencho Arias, Pilar del Castillo, Pío Cabanillas, Mayor Oreja, Francisco González (BBVA), Emilio Botín, Oriol y Urquijo, Florentino Pérez, Jesús Cardenal, Baltasar Garzón, Carlos Dávila, González Ferrari, Luis M. Ansón, Esperanza Aguirre, Leopoldo Bernaldo de Quirós, entre otros muchos más.
Hijo de un agente del dictador Fulgencio Batista, Montaner empezó a conspirar contra la Revolución Cubana muy pronto, con solo 17 años. A esa edad, en diciembre de 1960, fue condenado a 20 años por pertenecer a un grupo terrorista que había hecho estallar explosivos en lugares públicos de La Habana. Al respecto, véase el "Montaner, terrorista. Jefe Nacional de Acción y Sabotaje de un grupo mercenario de la CIA", de Jean-Guy Allard.
Sobre sus vinculaciones con la CIA, además del artículo anterior, puede leerse "Montaner, contrarrevolucionario, fascista, criminal y mitómano", de Antoni Marín i Segòvia.
El canibalismo lo perpetran las clases dirigentes de EEUU como manifestación ritual de su poder. Ver los casos del Bohemian Group, el Pizzaguete, el Spirit Cooking, etc. Tiene que ver con el tráfico de órganos (en un camión en México encontraron los cadáveres de 300 niños a los que faltaban los órganos), que no solo es un negocio. Es casi un ritual, en el que los miembros de las élites , sobre todo de EEUU, quieren manifestar su poder sobre los individuos del pueblo y la clase obrera (a los que consideran rebaño a depredar) y superar su principal miedo que es a la muerte. Tiene la idea de que puede llegar a superar la muerte con el trans-humanism, parte del cual es utilizar a los individuos del pueblo como un banco de carne a la que consumir y utilizar de piezas de repuesto.
ResponderEliminarNo había leído este comentario hasta hace un momento. Lo de Anunaki me echa un poco para atrás (¿tendrá que ver con los 'modernos' Anunnaki y las hipótesis de extraterrestres que nos dominan genéticamente y esclavizan a su antojo?), pero cierto es que rituales en los que la tortura y muerte de jóvenes —mayoritariamente mujeres— unidos a episodios de canibalismo, se dice que se realizan en muchas partes del mundo, llevados a cabo por miembros de la clase dirigente y sus acólitos, de manera tal que se reafirman como élite, individualmente y como grupo, y a su vez les sirve de hecho unificador y normalizador entre ellos, algo así como un fielato: si tu 'cantas' sobre esto yo también y la mierda nos salpica por igual porque todos hemos hecho lo mismo.
ResponderEliminarNo sé si es o no cierto (en España hay algún libro con problemas judiciales en el que se refleja algo similar relacionado con el confuso caso de las jóvenes de Alcasser), pero no me extrañaría. Los trabajadores, obreros, proletarios, gente, pobres, ciudadanos, guarros, sucios (tienen tantos adjetivos para los que somos integrantes de la clase popular como odio y desprecio nos manifiestan) somos otra cosa, vulgar masa que 'sólo' sirve para dar ganancias a la burguesía, y prescindibles, si no del todo (no son tontos, saben de dónde viene su dinero y los porqués mejor que los 'progres', se podría decir que son más marxianos que los 'marcianos' podemitas y similares), sí lo suficiente como para que funcionarios de importantes organismos internacionales del poder realicen declaraciones acerca de planes para 'eliminar' a millones de personas (no sé si lo de ser humano está en su vocabulario) o sobre la necesidad de que los viejos (pobres, por supuesto) vivan menos años.
El miedo a la muerte lo tenemos prácticamente todos, algunos lo manifiestan haciéndose devotos religiosos y otros lo combaten con los médicos más famosos, con videntes, rituales, conjuros, drogas de calidad y eficacia, y quien sabe si bebiendo sangre o comiendo carne que les 'dan' vida durante más tiempo. A mí mi miedo me llama a procurar cambiar el mundo, la sociedad, las relaciones de producción, pero igual es que soy un antiguo.