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ACLARACIÓN. El blogdelviejotopo no está relacionado con la revista El Viejo Topo. Pese a utilizar también la metáfora "viejo topo" en el nombre, el blog es completamente ajeno a la revista, cuya dirección es www.­elviejotopo.­com / Sobre el significado del término "viejo topo" en la tradición marxista, consúltese http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2013/06/el-termino-viejo-topo-en-la-tradicion.html

martes, 19 de agosto de 2014

Rincón del libro: La oligarquía tardoburguesa (Capitalismo monopolista de Estado)







Rincón del libro:


Staatsmonopolistischer Kapitalismus
(Capitalismo monopolista de Estado)


Autores: Gretchen Binus, Beate Landsfeld y Andreas Wehr.
PapyRossa Verlag, agosto 2014.
Idioma: alemán.
Traducción del capítulo III escrito por Beate Landsfeld.






Ficha técnica de la traducción:
Original en alemán:  publicado en el JungeWelt, 11 de agosto de 2014.
URL del original en alemán: www.jungewelt.de/2014/08-11/011.php
Traducción al español: Tucholskyfan Gabi.
Fuente de esta traducción: Blog del viejo topo (blogdelviejotopo.blogspot.com.es)
Las imágenes intercaladas en el texto pertenecen al original en alemán, lo mismo que los pies de foto.
Uso de esta traducción: licencia CC BY-SA. Reproducir esta ficha técnica, conservando los enlaces (hipervínculos) que figuran (tanto a este blog como a la fuente en alemán).
Enlace a la presentación del libro en PapyRossa Verlag

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La oligarquía tardoburguesa.
Estudios sobre el capitalismo monopolista de Estado. ¿Qué es y quién representa la burguesía monopolista en la actualidad?
En su colección “Conocimiento básico”, la editorial alemana PapyRossa publica estos días un libro titulado Staatsmonopolistischer Kapitalismus (Capitalismo monopolista de Estado), cuyos autores son Gretchen Binus, Beate Landsfeld y Andreas Wehr.
El periódico JungeWelt anticipó el pasado día 11 de agosto el capítulo III de este libro, ligeramente recortado, cuya autora es Beate Landsfeld, coautora del libro.

Enredos Estado/capital (1): el que fuera ministro presidente del 'land' Hesse, Roland Koch (CDU), desde julio de 2011 también presidente del CV de la constructora Bilfinger, fracasó quedando destituido a continuación. Foto: Uwe Anspach / DPA.

La economía global de hoy, la sustentan en su esencia los mayores monopolios transnacionales y las economías nacionales, en diferentes fases de desarrollo, pero entrelazados unos con otras, un conjunto de unos pocos súper poderes capitalistas y países recientemente industrializados o NIC [del inglés Newly Industrialized Country] en vías emergentes. El grupo que conforman los veinte países industrializados más importantes incluidos los emergentes, el G20, alcanzan el 90% del PIB mundial. Según informa la UNCTAD, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, un total de 85.000 grupos transnacionales y bancos proceden de un contado número de centros de gravedad. Dos terceras partes de los 500 más grandes tan sólo en 2012 provenían del grupo de los G7, los siete países industrializados más importantes. De ellos, 132 tienen su origen en EEUU, 68 en Japón, 32 en Alemania, 32 en Francia, 26 en el Reino Unido, 23 en China. El rango que ocupa cada país en la lista internacional de estos 500 se mide por la cuota con la que participa en los llamados TNK [los grupos transnacionales] (1).

Como no puede ser de otra manera, los multimillonarios del mundo se acumulan también en los países económicamente más potentes. Indicio del referido entrelazamiento o interdependencia, y de su continuidad, entre los monopolios, los estados más grandes y sus clases dominantes es el hecho de que en 2012 en 100 de los 500 grupos empresariales más grandes en Europa (el 20%) eran los respectivos estados los accionistas de referencia; 22 de los 100 mayores contaban con un solo accionista estatal. Los nombres de los grupos y bancos más grandes del mundo nos remiten a domicilios y sedes que ya hace 100 años eran monopolios o procedían de éstos. Su auge se veía y se ve favorecido por sus respectivos estados de origen cuyo sello (idiosincrasia) suelen imponer a la Economía [...] 


La propiedad y la función.

El desarrollo del capitalismo se produce conforme a los cambios estructurales de la clase capitalista. Es el resultado del proceso competitivo y la actuación clasista de la burguesía a la hora de elaborar las contradicciones inherentes al sistema capitalista. Recordemos unas de las etapas que eran la separación de la propiedad y su función mediante la creación de las sociedades anónimas; la diferenciación del capital en su conjunto según era de carácter monopolista o no; el capitalismo de monopolio estatal o capitalismo monopolista de Estado que a partir de 1945 pasara primero por una fase de regulación keynesiana y luego por una neoliberal.

La distinción entre propiedad y función bajo la forma de la sociedad anónima, venía a contratar y colocar el personal directivo, gestores, gerentes [en adelante manager] para dirigir la empresa al lado del propietario capitalista. Estos manager, en términos formales, son "empleados", pero en realidad sus intereses ya se han fundido con los del propietario, dado su rango en la cadena productiva, sus altas remuneraciones y las opciones sobre acciones de las que suelen gozar. Pero aun así quedan diferencias; a saber, los manager son supervisados por los propietarios que los pueden contratar y despedir en todo momento [hire & fire], la mayoría de las veces con altísimas indemnizaciones.  Los propietarios del capital pueden dejar en herencia tanto sus riquezas como su poder, constituyendo de este modo lo que llamamos "dinastías empresariales". 

Los sociólogos marxistas Heinz Jung y Josef Schleifstein consideraban que los manager, tanto los privados como los estatales,  eran "partes co-optadas y agregadas a la burguesía monopolista que no alcanzan un rango fijo (léase hereditario) en ella hasta que no estén en condiciones de constituirse en propietarios capitalistas y en virtud de ese título logren disponer de la plusvalía". (2) 

El moderno capital financiero se basa en la concentración del proceso productivo, en los subsiguientes monopolios y en la fusión del capital bancario con el industrial. Este proceso no es un entrelazamiento de rigor, se trata más bien de la dependencia mutua entre los grupos empresariales y la banca y su compenetración mediante las relaciones de propiedad o el régimen de tenencia, que resulta de la necesidades financieras de la gran producción monopolista. Ello se evidencia a la hora de las grandes fusiones y adquisiciones en el ámbito de la competencia entre los monopolios mundiales.

El moderno capital financiero, no obstante su desvinculación de las funciones productivas, sigue vinculado a la monopolización en función del proceso acumulativo. Jung y Schleifstein lo expresan de este modo: [El moderno capital financiero] "anida a nivel del capital líquido y del capital ficticio avalado por títulos de propiedad. Viene a representar pues el derecho a reivindicar, en virtud de un título, su parte correspondiente en el valor añadido. Se entrelaza con las relaciones de participación y propiedad del capital operante, estableciendo sus puntos de control en los nodos del proceso económico" (3).


Los grupos de la burguesía.

En la R. F. Alemana observamos una nítida diferenciación estructural del capital en su conjunto: de un total superior a los 3 millones de empresas con obligación tributaria, el 99,7% son pequeñas y medianas empresas, que aportan un 38% al volumen total de ventas. Tan sólo el 0,3% son grandes empresas, que aportan sin embargo el 62% de las ventas. Este 0,3% cabe considerarlo como grupos o consorcios que ya llegan a ser monopolios o que la escasa competencia ha venido acercando bastante al monopolio. Hablamos de un total de 9.000 empresas (4)

El proceso de centralización/concentración del capital aumenta constantemente. De los 100 grupos mayores en comercio e industria de la R.F.A. en 2008 un tercio (32) eran filiales de grupos nacionales que, a su vez, contaban entre los 100 mayores. 14 eran filiales de empresas matrices de nacionalidad extranjera. En 1985, figuraban en esta élite 17 filiales nacionales y 18 filiales de grupos extranjeros. Y en 1958 había 8 filiales nacionales y 17 filiales internacionales entre las primeras 100. 

Las interdependencias entre los grupos industriales y financieros son muy estrechas. Los grandes grupos transnacionales aumentan sus beneficios, entre otras fórmulas, aprovechando las fluctuaciones entre los tipos de cambio monetario; los diferentes sistemas fiscales e impositivos y salariales entre los países donde actúan;  mediante transferencias de beneficios y facturaciones internas entre filiales y, no por último, mediante especulaciones en los mercados de divisas y materias primas. Los fabricantes de automóviles ofrecen créditos, seguros y otros productos financieros. Cada grupo empresarial necesita además su propia superestructura financiera que debe cooperar simultáneamente con la gran banca internacional. El BDI, la Federación de la Industria Alemana, ya argumentaba en 2012 en contra de un rígido control de la banca alegando que la industria alemana no sólo necesitaba "institutos y cajas a la vuelta de la esquina, sino también institutos fuertes y capaces de servir al negocio internacional de las empresas" (5)

La burguesía monopolista de la R.F.A. desde 1945 se compone de tres grandes grupos:
  • Clanes capitalistas ("dinastías empresariales").
  • Altos directivos ("top manager") en el ámbito privado.
  • Altos directivos en el sector público. 
Las relaciones de propiedad y control dentro de las empresas pueden variar. La socióloga Helge Pross, en un estudio de 1965, ya definía el control como el "poder que faculta para nombrar o destituir la dirección, el 'management', de una empresa" (6).

Este poder, en los grandes grupos, lo suelen ejercer los accionistas mayoritarios, si acaso en coordinación con los bancos acreedores y/u otros titulares del derecho de voto. A la falta de accionistas mayoritarios, que es el caso de las empresas de participación muy repartida entre numerosos inversores privados, entra a aplicarse el control del órgano directivo, función que se suelen repartir y ejercer entre sí las empresas, los representantes de aseguradoras y fondos de inversión, los socios comerciales y los encargados de los bancos acreedores.


La concentración del control.

Enredos Estado/capital (2): Ferdinand Piëch es accionista mayoritario de la Porsche Holding SE y desde 2002 presidente del CV de la Volkswagen AG. Por medio del 'land' Baja Sajonia, la R.F. Alemana participaba con un 20% en el grupo Volkswagen. Foto: Fabian Bimmer / Reuters

Sobre cómo se integran los grupos directivos de las empresas controladas por "manager", escribe un asiduo asistente a las juntas de los accionistas: "En cada junta general uno se encuentra con las mismas personas, de las que se sabe cómo se ayudan mutuamente para alcanzar y conservar sus cargos y facultades" (7)La propiedad dispersa (entre muchos accionistas) no equivale a "democracia del accionariado", más bien conlleva o conduce a la oligarquización del control del grupo. Este proceso lo viene a facilitar la pasividad de los pequeños accionistas y su falta de coordinación, dejando las dirección de la empresa en manos de unos "expertos". De este modo, los bancos y otros centros de similar concentración pueden ir acaparando los derechos de voto. (...)

Conforme al grado de fragmentación de las participaciones,  la propiedad y el control se van distanciando más y más la una del otro, lo cual origina los más diversos tipos de control que, con frecuencia, coexisten bajo formas mezcladas. De ahí que Pross distinga entre el "control directivo" y el "control directivo condicionado"; este último sería el caso cuando un accionista minoritario dispusiera de un derecho de veto capaz de obligar al management de consultarle ante la toma de decisiones importantes. Otra forma mezclada sería el control "por varias minorías", entre las que Pross cuenta los grandes sindicatos. 

En su estudio sobre los 100 mayores grupos empresariales en 1958, Pross llega a la conclusión: "Ni el predominio ni tampoco la autocracia de los propietarios privados, de los directivos privados o de los encargados en la administración pública son el fenómeno representativo de las actuales relaciones de control, sino la simultaneidad de los tres referidos titulares juntos" (8).

De una "articulación o división interna de la burguesía" en "propietarios capitalistas operantes, manager/directivos contratados y capitalistas en el aparato del Estado" ya partió en los años '70 el análisis de clases realizado por el IMSF [el Instituto para Estudios e Investigaciones Marxistas], que resalta que "la división o el reparto interno de la burguesía [...] es consustancial al capitalismo monopolista y su distinción entre burguesía monopolista[...] y burguesía no monopolista" (9)La relación entre ambas nos la describe Jung así:  "Del mismo modo que el capital es la base de capital monopolista y financiero, la burguesía es la base de reclutamiento social del estrato de los capitalistas monopolistas y del grupo dominante que viene a ser la oligarquía financiera. Al igual que el capital monopolista se arroga el dominio sobre el capital en su conjunto, imponiendo sus intereses y asignándoles a los demás capitales no monopolistas su función y grado de influencia, el estrato que conforma la burguesía monopolista o el grupo de la oligarquía financiera alcanzan a dominar la burguesía en su conjunto" (10).

La centralización del capital en beneficio de los mayores grupos empresariales ha venido aumentando desde 1945. Al mismo tiempo, se viene produciendo un considerable movimiento de desplazamiento entre los tres grupos de la burguesía. Este desplazamiento nos permite hablar de dos fases que se corresponden a las fases regulativas del capitalismo monopolista de Estado [CME]:

En su primera fase entre 1945 y 1975, en la época de la competencia sistémica o del llamado "fordismo",  el rol del Estado venía creciendo a la hora de regular los procesos económicos. El CME iba ganando terreno en muchos sectores. La cuota del Estado alcanzaba un múltiplo de su valor a comienzos del siglo XX. De este modo, venía aumentando hasta los años '80 en la estructura del accionariado, entre los propietarios y los capitalistas activos la influencia de los manager o directivos, estatales o públicos, mientras parecían ir extinguiéndose las viejas dinastías empresariales, sobre todo en la industria pesada y con ella. Resultaba obvio el desplazamiento de "más Estado y menos sector privado".


El desplazamiento neoliberal.

En la segunda fase, los 30 años del neoliberalismo, observamos en cambio un desplazamiento hacia "más privacidad y menos Estado". Las cifras de venta alcanzadas por empresas controladas por clanes de entre los mayores 100 grupos en el comercio y la industria en 2007, era el doble sobre 1985, habiendo subido del 17 al 36% (resultando incluso notablemente superior al del 1958, que era el 22%). La cuota del Estado, en cambio, disminuía al nivel de 1958, el 14% frente al 23% de 1985. La cuota de ventas realizadas en grupos de propiedad dispersa y controlados por manager, tan sólo experimentaba fluctuaciones menores entre entre los 27% (en 1958) y los 22% en el año 2007. 

La cuota de empresas controladas por capital extranjero en las ventas de los 100 mayores, se mantenía constante durante ambas fases, por debajo del 20%. Las 14 filiales de empresas matrices extranjeras, que en 2007 realizaban un 18% del volumen total de ventas, provenían de EEUU, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Suecia y Suiza. La alemana Comisión de Monopolio cifra la cuota de las extranjeras en las ventas totales (inclusive el sector financiero) en 19% (11). De otro análisis de las participaciones en 947.603 empresas, casi total de todas las sociedades capitalistas, resultó en 2008 que 35.422 empresas controladas por capital extranjero alcanzaban una cuota alrededor del 20% en las ventas y  balances, y del 13% en empleados (12).

Con el refuerzo y la consolidación de los grandes propietarios privados en los grandes grupos, viene a correlacionar la explosión de la riqueza en la cabeza de la sociedad: al menos el 1% de los alemanes, es decir más de 800.000 personas, son millonarios. En 2008, se contaban 122 y en 2013 132 multi- millonarios. Sobre las fuentes de su fortuna, escribe el sociólogo Christian Rickens: "Tan sólo el 8% de ellos indicaban como fuente principal de su riqueza el trabajo remunerado. El manager contratado, el médico jefe o que banquero de inversión serían, por tanto, la excepción de la regla". Según Rickens, de las 100 personas alemanas más ricas, que nos viene a nombrar cada año el 'Manager Magazin', 34 se hicieron ricas mediante la constitución de su propia empresa. "Los restantes dos tercios son ricos básicamente por haber heredado una empresa familiar o participaciones en ella" (13).

Entre los herederos famosos cuentan Porsche/Piëch, Quandt o Henkel. Y entre los más conocidos ascendientes cabe nombrar a Götz Werner, los hermanos Aldi y los fundadores de SAP. Otros estudios realizados en 2008 dan por resultado que 82 de los 122 multimillonarios obtenían sus beneficios en el año de referencia como accionistas o propietarios mayoritarios en al menos uno de los grandes grupos de la R.F.A; otros 15 a partir de su participación en grupos de menor categoría; 8 a partir de su participación mayoritaria en grupos extranjeros; 7 en concepto de indemnización o participación en los resultados de venta de empresas con la subsiguiente inversión financiera. Los clanes de millonarios, simples o múltiples, mantienen sus paquetes de acciones en sociedades de participación, fundaciones y comunidades hereditarias.

Al existir grandes accionistas mayoritarios privados, como en el caso de Volkswagen, Beiersdorf o Merck, los manager comparten el poder con los representantes del clan multimillonario. Ante una participación mayoritariamente dispersa en manos de muchos accionistas, como es el caso de Daimler, Siemens, Deutsche Bank o Allianz, los manager se encuentran y arreglan entre sí. Resulta ser práctica habitual las uniones personales o funciones dobles en los Consejos de Vigilancia (en adelante CV), tanto en las empresas controladas por manager, como en los grupos controlados por clanes o las altas finanzas. El presidente del Consejo de Vigilancia del Deutsche Bank y ex consejero de la aseguradora Allianz, Paul Achleitner, junto a su esposa Ann-Kristin Achleitner, se sentaba en los CV de un total de siete de las 30 empresas cotizadas en el DAX. En el CV de BMW estaban en 2013, al lado de la familia propietaria Quandt Wolfgang Mayrhuber, el presidente del CV de la Lufthansa AG. Henning Kagermann, cofundador de SAP, miembro del CV de Deutsche Bank, Deutsche Post [correos], la reaseguradora MunichRe, Nokia, y otras. Franz M. Haniel (presidente del CV de Haniel & Cie. y miembro del CV de la Metro AG. Karl-Ludwig Kley (presidente del CV de la Merck KGaA, miembro del CV de la Bertelsmann AG, presidente de la Asociación de la Industria Química).

Entrelazamientos de este tipo, simples o múltiples, los encontramos en cualquier otro de los grandes grupos empresariales.

La mayoría de ellos son controlados por sus casas matrices a las que los vincula un contrato de control/dominio y cesión de beneficios. En los grupos controlados por manager suelen ser bienvenidos los fondos estatales de procedencia árabe o de la oligarquía rusa a modo de "accionistas de referencia", para prevenir OPAs hostiles, siempre que éstos  se dejen integrar en la oligarquía financiera alemana y no pretendan, ellos mismos, alcanzar el control. 

De hecho se multiplicaron en la R.F.A. los fondos públicos y especiales de la banca, las aseguradoras y sociedades de inversión que, sin embargo, no siempre son inversores estratégicos, sino suelen adquirir para volver a vender a corto plazo y con beneficio. Los paquetes de acciones de los fondos públicos suelen moverse por debajo de los umbrales del deber de comunicación. El mayor inversor  norteamericano en los grupos del DAX es Blackrock, cuyas participaciones alrededor del 5 % en diversos grupos, sí es de comunicación obligatoria. De ello se deriva una influencia, pero ningún poder de control. Blackrock, según sus propias declaraciones, no es ningún inversor estratégico. [...]

Ostentar un poder monopolista, si bien alcanza a dominar determinadas interdependencias reproductivas en la sociedad, de ningún modo llega a suprimir la espontaneidad y anarquía del mercado mundial. La dicotomía entre el planificar en una empresa singular y la anarquía del mercado en su conjunto sigue operativa y hasta creciendo conforme al volumen de los bienes que estén en juego. Esta dicotomía no cabe solucionarla en el sistema capitalista. Ni el grupo empresarial más rico o potente, ni ningún fondo serán capaces de dirigir el mercado mundial de un modo planificado. Lo cual entraña un gran potencial desestabilizador, por un lado, y debería desvirtuar, por otro, cualquier teoría conspirativa. 



Entrelazados o enredados con el Estado. 

Los manager colocados por el Estado, los encontramos hoy en los servicios de Ferrocarril y de Correos, en los bancos estatales como la 'Kreditanstalt für Wiederaufbau' (KfW), en el menguante sector de la banca regional así como en el sector de las cajas de ahorro (Sparkassen). En el sector energético, antaño estatal, que pasó a manos privadas durante las décadas de los '70 y '80, se produjeron recientemente algunos casos de recomunalización total o parcial. La crisis obligó a realizar algunas nacionalizaciones en el sector bancario y a crear los llamados "fondos de rescate" para ciertos bancos, empresas, el SoFFin [Fondo especial para la estabilización de los mercados financieros]; y a participar en el Mecanismo Europeo de Estabilidad MEE.

Esta regulación monopolista el Estado la viene a realizar básicamente mediante instrumentos políticos de redistribución, sus respectivos bancos centrales y organismos de vigilancia y de control de competencia; mediante programas de fomento y medidas de política fiscal y de subvenciones. Por consiguiente, debemos incluir en la fracción de la burguesía estatal, al lado de los manager encargados por el Estado para dirigir las empresas públicas, también a los dirigentes que el gobierno coloca a la cabeza de las instituciones reguladoras, tales como el Bundesbank [el Banco Central alemán], el Bafin  [autoridad federal para la supervisión de los servicios financieros], el ya mencionado SoFFin,la Oficina Federal de la Competencia, y las diversas entidades de regulación internacional, como son el BCE [Banco Central Europeo], la Comisión Europea [CE], el ya referido MEE, el FMI [Fondo Monetario Internacional], la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] y BPI [Banco de Pagos Internacionales].

Como nos señala el sociólogo Michael Hartmann, los puestos en estos gremios internacionales de regulación, se reclutan siguiendo los órdenes y rangos de los candidatos en sus respectivas carreras nacionales. Con frecuencia, proceden de los gobiernos o gremios reguladores nacionales. Lo cual contradice la tesis de que en estos gremios se fuera a cristalizar algo así como una "burguesía transnacional". Los que ascienden a estas categorías se sienten más bien obligados a las redes nacionales operantes en sus respectivos países de procedencia, a las que deben su ascenso (14)No muy distinta se presenta la situación de la supuesta "clase de manager transnacionales". Por un lado les vienen a beneficiar la tendencia a la internacionalización y las experiencias en el extranjero que pueden adquirir, pero, por otro, se valora como virtud lo que en alemán se llama "Stallgeruch", ese tufo o sabor de origen que a los grandes propietarios les puede inspirar confianza. 

El dominio económico y político que ejercen la burguesía monopolista y la oligarquía financiera se realiza mediante un complejo entramado de gremios, oficiales y extra-oficiales, de consultoría y decisión. Se trata de partidos, asociaciones empresariales, comités y gremios temáticos, fundaciones, institutos de investigación, patrocinios y cargos honoríficos en el mundo de la cultura y el deporte, uniones personales y "puertas giratorias". Todos/as ellos/as facilitan que con harta frecuencia se (re)encuentren los mismos grupos de personas. A la cabeza de las confederaciones de empresarios alemanes, el BDI y el BDA; del DIHT, confederación alemana de la cámaras de industria y comercio; y del BGA, la confederación para el comercio al por mayor, exterior y servicios,  encontramos los representantes del monopolio. En sus encuentros/jornadas anuales la canciller Merkel suele exponerles sus planes y proyectos políticos. 

A su lado existen muchos núcleos de consulta y cooperación, y hasta para ir preparando proyectos de ley que se integran por representantes del patronato. Un papel eminente viene desempeñando en este contexto y desde ya hace decenios el "Wirtschaftsrat" [el Consejo Económico] de los partidos CDU/CSU al que pertenecen más de 10.000 empresarios y cuyas jornadas de encuentro el periódico 'Handelsblatt' las considera la "junta general anual de la economía alemana". Redes centrales y/o "thinktanks", entendidos como foros de reflexión, como son la DGAP, la Sociedad alemana para la política exterior, o la SWP, la Fundación para ciencia y la política, vienen a inspirar la concreción de criterios y opiniones y el discurso estratégico de la burguesía. (...)

De lo que se trata es mantener y conservarles a los monopolios y sus partidos una base sólida en cada situación y circunstancia. Sirven de instrumentos la coacción y la presión conformista, pero no siendo suficientes éstas, se pretende alcanzar la hegemonía política, ideológica, cultural. Entre los medios cuenta el conceder ventajas materiales. Y de este modo, la avalada "cooperación social" viene a constituir una importante ventaja competitiva en el sistema capitalista y monopolista del Estado alemán. Si bien durante la primera fase entre 1945 hasta 1975 aún cabía percibir un compromiso entre las clases, apoyado en una relación de las fuerzas, que a la clase obrera le permitía alcanzar ciertos derechos sociales y de participación, en el curso de lo que llamamos la transformación neoliberal, esta supuesta cooperación ha venido a degenerar, ante todo en los sectores de exportación, en un corporativismo competitivo que subyugaba los intereses de los trabajadores a los criterios de competitividad de las "propias" empresas (15)

El referido desplazamiento de las fuerzas era consecuencia de los cambios estructurales, que venían a reducir el núcleo industrial de la clase trabajadora, diezmando su número en los antaño tan combativos sectores del acero y el minero. A esto hay que añadir la separación laboral entre plantillas fijas, precarias y, directamente, desempleados. Esta derrota quedó sancionada en términos políticos mediante el paso de los socialdemócratas del SPD y Los Verdes en dirección del neoliberalismo y la incapacidad de los sindicatos de impedir la institución de la "agenda 2010" a través de la movilización de sus socios. 

* * *

Notas

(1) Salvo indicación contraria, los datos y cifras son el resultado de estudios propios que se pueden consultar en belafix.worldspress.com/tabellen. 
(2) Jung, Heiz/Schleifstein, Josef: Die Theorie des staatsmonopolistischen Kapitalismus und ihre Kritiker in der Bundesrepublik Deutschland [La teoría del capitalismo monopolista y sus críticos en la R. F. Alemana], 1979, Francfort/Meno, p. 70.
(3) íbid, p. 142
(4) Cfr. Instituto de investigación de la clase media (IfM) Bonn 
www.ifm-bonn.org
(5) Handelsblatt online, 03.11.2012.
(6) Pross Helge: Manager und Aktionäre in Deutschland. Untersuchungen zum Verhältnis von Eigentum und Verfügungsmacht [Manager y accionistas en Alemania. Estudios sobre la relación entre propiedad y poder dispositivo], Francfort/Meno, 1965, p. 18.
(7) Kurt Fiebig citado según wikipedia, lema 'Deutsche Bank', consultado 25.05.2014.
(8) Pross, op. cit. p. 115.
(9) Leisewitz, André: Klassen in der Bundesrepublik Deutschland heute [Clases en la R. F. alemana de hoy, Francfort/Meno, 1977, pp. 139ss.
(10) Jung, Heinz et. al. Klassenstruktur und Klassentheorie - Theoretische Grundlagen und Diskussionen, in: Klassen-und Sozialstruktur der BRD 1950-1970 [Estructura y teoría de clases - Fundamentos teóricos y discusiones, en: Estructura de clases y estructura social en la R.F.A. 1950-1970], 1ª Parte (Ed. IMSF), Francfort/Meno 1973, p. 128.
(11) Comisión alemana de Monopolio: Menos Estado, más competitividad, 17º dictamen principal de la Comisión 2006/2007, Bonn, p. 97.
(12) Simmler, Martin/Rudelle, Bérengère: Deutsch-französische Unternehmensbesteuerung: keine überzeugenden Fortschritte, en DIW-Wochenbericht 8-2013.
[La imposición de empresas franco-alemanas: sin avances convincentes, en Informe semanal de DIW 8-2013, pp. 13ss.
(13) Rickens, Christian: Ganz oben. Wie Deutschlands Millionäre wirklich leben [Arriba de todo. La vida real de los millonarios alemanes], Colonia 2012, p. 56, 131.
(14) Hartmann, Michael: Eliten und Macht in Europa. Ein internationaler Vergleich [Elites y poder en Europa. Una comparación internacional], Francfort/Meno 2007, pp. 197ss.
(15) Deppe, Frank: Vom Klassenkampf zum Wettbewerbskorporatismus. Die große Transformation der Gewerkschaften, en Blätter für deutsche und internationale Politik 2-2013, p. 100.
[De la lucha de clases al corporativismo competitivo. La gran transformación de los sindicatos, en Hojas para la política alemana e internacional].



Publicado en alemán en el JungeWelt, 11 de agosto de 2014.
Traducción al español: Tucholskyfan Gabi. 
Fuente de esta traducción: Blog del viejo topo 
Uso de esta traducción: licencia CC BY-SA. Reproducir esta ficha técnica, conservando los enlaces (hipervínculos) que figuran (tanto a este blog como a la fuente en alemán).

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Otras traducciones del alemán de Tucholskyfan Gabi en el blog del viejo topo (por orden cronológico):
Traducciones de otros idiomas y de otros traductores publicadas en el blog:
Del inglés:
Petróleo, Política y el camino a Damasco. La banalidad del Imperio (un artículo de Jason Hirthler)  7-09-13
Por cada avance social, un precio económico pagado. Obama, Mandela, King y la paradoja del progreso (Jason Hirthler)  6-1-14
 Del portugués:
La Iglesia y su tablero de ajedrez (1): Francisco, el papa para adaptarse a una Iglesia en decadencia (Portal Vermelho) 26-07-13
El trabajo esclavo actual en Brasil. de Leonardo Sakamoto(16-5-2013)
Del francés:
Siria como la España republicana. Entrevista con Ammar Bagdash, secretario general del Partido Comunista Sirio.  28-08-13
¿Y si el rey Juan Carlos estuviera desnudo?, de Jean ORTIZ (20-2-13)

9 comentarios:

  1. Gracias Gabi por esta nueva y laboriosa traducción que, además, se trata de un texto muy reciente publicado en alemán.
    El tema desde luego da para pensar y rompe algunos tópicos. En otro momento meteré un comentario detallado. Únicamente ahora recordar al que lea la entrada, que anteriormente metimos en el blog el artículo de Robin Broad-John Cavanagh "Multimillonarios: la decadencia de Occidente y el auge del resto". La "geografía" de la distribución de los millonarios en este artículo, difiere un poco de la que expresa Beate Landsfeld, aunque quisiera volver a leer con más calma ambos textos sobre ese punto en concreto.
    Excelente traducción. Traducir del alemán al castellano siempre es complicado y contar contigo es un lujo para este blog, por los trabajos que nos brindas :-)

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    1. Me olvidé poner el enlace del artículo citado:
      Robin Broad-John Cavanagh "Multimillonarios: la decadencia de Occidente y el auge del resto". http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2013/11/la-distribucion-espacial-del-poder_8.html
      El artículo fue traducido y publicado en SinPermiso.

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    2. Gracias, Vigne.
      Entiendo que los estudios en los que se basa este librito de muy reciente publicación se centra a la R.F. Alemana y la evolución de su burguesía monopolista desde mediados del siglo XX, mientras que el artículo Broad/Cavanagh enfoca el panorama mundial. Gracias por enlazar y recordarlo.

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  2. Gabi, hay quien me pregunta en Twitter acerca del término "tardoburgués". ¿Cuál es el sentido en alemán?
    He visto que en otros idiomas también se usa para referirse a la burguesía actual y a sus reformas neoliberales. Por ejemplo, un politólogo brasileño lo usa en http://www.brasildefato.com.br/node/13272 para referirse al "proceso de restauración tardo-burguesa".

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    1. El término 'burguesía=Bürgertum'
      se suele aplicar un estrato social que en función de unos criterios estrictamente sociales se refiere a personas, en su mayoría residentes en núcleos urbanos, que reivindican para si un status y un prestigio social superiores y/o un poder económico o político mayor, alegando razones de posesión y/o cultura (Bildungsbürger). Limitaría por un lado, con la nobleza y el clero, y por otro, con los trabajadores, el proletariado.

      'Tardoburguesía=Spätbürgertum'
      se aplicaría a su fase tardía que, efectivamente, podríamos ubicar en la actualidad.

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    2. Gracias Gabi. Tiene el mismo sentido que en castellano.
      Después de mi comentario estuve mirando más y en efecto se utiliza el término tardo-burgués o tardo-burguesía más de lo que me parecía.
      En otros contextos, el prefijo se ha utilizado mucho. Por ejemplo, me viene a la cabeza el término "tardo Imperio Romano" para referirse al último período del Imperio Romano.

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  3. Un par de notas...
    (1) Propiedad y función.
    La distinción entre propiedad y función de la que habla Beate Landsfeld, en las sociedades anónimas, es un aspecto muy importante que a la mayoría de la gente se le pasa por alto. Marx habló de ello pero sobre todo fue Weber el que más incidió en la idea al desarrollar su teoría sobre la burocracia moderna. Para Weber, este tipo de corporaciones eran el mejor ejemplo de cómo tiene lugar la especialización de los administradores como una "clase" (en sentido weberiano) separada y diferenciada de la propiedad (en manos de los accionistas). De esta forma, la burocracia (siempre en sentido weberiano del término) acaba desarrollando una tendencia autónoma, independiente... al convertirse en un objetivo en sí misma.
    No obstante, el capitalismo del que hablaba Weber es distinto del actual capitalismo al que se refiere Beate Landsfeld. Nos dice Landsfeld que estos gestores de las sociedades anónimas, "sus intereses ya se han fundido con los del propietario" (accionistas). Para Weber, aunque por un lado hay una comunión de intereses compartidos, por otro lado los intereses del gestor se van alejando de los del propietario, pudiendo llegar incluso a entrar en colisión. En la lógica weberiana, el interés del propietario es que se reparta la mayor cantidad posible de beneficios, mientras que el interés del gestor es el crecimiento de la corporación en sí misma (consolidación e incremento de la "burocracia"), lo que exige de una capitalización contraria al reparto de beneficios.
    En las modernas corporaciones, la discordancia clásica de Weber queda en entredicho, en tanto –como se menciona en el artículo- los gestores reciben una parte de los beneficios en forma de bonos, etc.; el interés de estos, por tanto, pasa a coincidir plenamente con el del propietario, contrariamente de lo que decía Weber y tal como señala Beate Landsfeld.
    En cualquier caso, más allá de estos matices, la distinción entre PROPIEDAD y FUNCIÓN es clave para entender el capitalismo.

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  4. (2) Capitalismo monopolista de Estado.
    Sobre este concepto, para el que no esté muy puesto, aporto unas notas.
    En el desarrollo capitalista, se habla de "Capitalismo monopolista de Estado" a partir de la fase en la que el capital monopolista ejerce un control absoluto del Estado, incluyendo lógicamente el poder político: "los monopolios capitalistas no controlan sólo la actividad de los gobernantes, sino que deciden su composición" (I. Kouzmínov, 1948).
    Escribe Florián Yubero en su blog (http://lanaveva.wordpress.com/2011/07/09/capitalismo-monopolista-de-estado/):
    ----- Es una forma del capitalismo que se produce cuando los dueños del capital unen su fuerza al poder del Estado burgués con el fin de mantener y afianzar el régimen capitalista, logrando proporcionar a un puñado de magnates ganancias máximas, y reducir las reivindicaciones progresistas de ayuda social a los desfavorecidos. Lenin definió el imperialismo no sólo como la época de los gigantescos monopolios capitalistas, sino, además, como la “época de la transformación del capitalismo en capitalismo monopolista de Estado”. Con este sistema la concentración de capitales es inmenso en manos de los principales monopolios cuyo poderío se refuerza a niveles superiores porque la riqueza del capital aumenta.
    En el período inicial del desarrollo del capitalismo monopolista de Estado , la burguesía no intervenía directamente en la economía capitalista y la ampliación de sus riquezas se efectuaba esencialmente sin mediación ni participación directa del aparato del Estado. En la época actual los capitalistas utilizan en su propio interés la intervención del Estado en la vida económica del país y colocan a su propio servicio el aparato del poder estatal. En la crisis económica actual mundial, que afecta a España, el Estado es el recurso más importantes para salvar al régimen capitalista. La penetración de capitalistas en el gobierno, han convertido al Estado en un comité que administra los negocios de la burguesía monopolista, con ello el gran capital utiliza el aparato del Estado como instrumento para multiplicar sus ganancias y reforzar su dominio.
    Esta manipulación se produce cuando los representantes o los propias jerarcas capitalistas participan directamente en los gobiernos burgueses, o bien incorporan a altos funcionarios del Estado a los consejos de administración de las uniones monopolistas. La intervención del Estado burgués en la vida económica del país se lleva a cabo tanto convirtiendo en propiedad del Estado determinadas empresas y ramas de producción ó por medio de nuevas empresas a cuenta del presupuesto estatal, cuya producción se vende a precios inferiores al coste a intermediarios capitalistas.
    Con tales actuaciones la burguesía y aristocracia “dirige” e incluso “planifica” la economía de los países capitalistas de forma interesada y egoísta. Con lo que se produce anarquía de la producción, crisis económicas, la desocupación en masa y la encarnizada lucha de clases. El Estado se esfuerza sin conseguirlo en aplicar medidas contra la crisis, por regular las relaciones entre el trabajo y el capital, y acabar sin conseguirlo con los vicios y lacras del capitalismo contemporáneo. ---------------

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  5. Por cierto, el artículo clásico de Kouzmínov está traducido en:
    http://criticamarxista-leninista.blogspot.com.es/2012/12/el-capitalismo-monopolista-de-estado.html

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