Una nueva aportación al Rincón del Libro:
¡ACTUEMOS AHORA! Un manifiesto global para salvar la economía
Autores: Heiner Flassbeck, Paul Davidson, James K. Galbraith, Richard Koo, Jayati Ghosh
LAS COSAS TIENEN QUE CAMBIAR
¡AHORA MISMO!
Con toda la razón del mundo, podemos afirmar que la política económica internacional es una debacle. Sólo un verdadero cambio radical del enfoque nacional e internacional en materia de política económica será capaz de evitar el desastre global y el (re)surgimiento de partidos extremistas - UN LLAMAMIENTO DE ECONOMISTAS DE RANGO MUNDIAL.
El término crisis nos sugiere que las fracturas mundiales que nos encontramos desde hace algún tiempo se deben a un fenómeno natural sobrevenido, cuando se producen por culpa del fracaso de la clase política y de las llamados élites económicas, una miseria que ya viene sufriendo una gran parte de la población mundial y de la que desesperan cada vez más personas, porque la política de la industria financiera no le está poniendo freno. Y de este modo, la banca sigue redistribuyendo masivamente cada vez más riqueza en favor de los ricos.
Cinco de los más eminentes economistas exigen en este manifiesto una colaboración internacional de tal forma que quede garantizada la participación de tod@s l@s ciudadan@s en el progreso que se debe orientar estrictamente en el bienestar común. Se trata de ordenar y ponderar las nuevas prioridades de la política económica y de poner fin a la concentración unilateral en el comercio.
Un libro de auténtico alcance mundial para tod@s aquell@s que deseamos que las cosas cambien de una vez.
Sobre los autores:
HEINER FLASSBECK dirige desde marzo de 2013 la Flassbeck Economics. Antes era economista jefe de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD en sus siglas en inglés); dirigía los informes anuales Trade and Development Reports y era responsable de las aportaciones del secretariado de la UNCTAD a la labor del G 20.
PAUL DAVIDSON estudió en el Brooklyn College y en la University of Pennsylvania y se doctoró en ciencias económicas. Este macroeconomista norteamericano es considerado uno de los máximos representantes de la escuela postkeynsianas.
JAMES K. GALBRAITH cursó estudios en Harward y Yales. Ha sido director ejecutivo en el Congreso de los EEUU y en la actualidad es profesor en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs y en la University of Texas en Austin. Su especialidad: la economía monetaria moderna.
RICHARD KOO estudió en la University of California en Berkeley y es economista jefe en el Nomura Research Institute en Tokio. Es experto en análisis e investigación de los ciclos económicos y autor del bestseller mundial The Holy Grail.
JAYATI GHOSH es profesora de economía en el Centre for Economic Studies and Planning en la University Jawaharlal Nehru en Neuva Delhi. Entre sus especialidades cuentan la globalización, la macroeconomía, las finanzas internacionales, así como las cuestiones relativas al género (gender) y al desarrollo. Desde 2002 es secretaria general de la International Development Economics Associates (IDEAs), un grupo internacional de economistas críticos.
No soy experto en estos autores. He leído cosas de Davidson y Galbraith. Ambos son en efecto keynesianos o postkeynesianos. Y me da la impresión que los otros tres también.
ResponderEliminarNo es que yo sea keynesiano, pero creo que es mejor que el neoliberalismo que el neoliberalismo aplicado actualmente. Aunque creo que tanto un tipo de capitalismo como como otro deben ser superados.
Según tengo entendido por otras reseñas, los 5 autores vienen a coincidir en esto: La política económica en absoluto se encuentra rendida e impotente frente a los mercados, ni en particular, frente a los mercados financieros.
EliminarPaul Davidson analiza el sinsentido de un discurso económico que parte de una concepción determinista del mundo en la que el proceso económico quedaría práctica y legalmente predeterminado y fuera del alcance de toda política económica activa.
James Galbraith esboza el desarrollo del pensamiento económico dominante durante los últimos treinta años y muestra que la gran crisis financiera, incluida la crisis de la eurozona, y sus secuelas, han venido a derrumbar el edificio teórico ortodoxo en el que aún se basa la actual política económica en la mayoría de los países.
Heiner Flassbeck demuestra que la tan invocada flexibilización del mercado de trabajo y las bajada de los salarios han de resultar contraproducentes, considerando que no existe ningún mecanismo simple que fuera capaz de procurarnos la estabilidad laboral o la reducción del paro.
Richard Koo señala que la actual crisis de la economía mundial no es una recesión normal, sino que muchos países acusan una 'recesión de balance' (balance sheet recession), una situación en la que se ahorra demasiado y se invierte poco; y para superarla ya no alcanza el instrumentario monetario.
Jayati Ghosh, explica finalmente por qué un modelo, que se base exclusivamente en los mecanismo del mercado concediéndole al sector financiero amplias libertades, resultaría inadecuado hasta en los países en vías de desarrollo; y por qué el pensar que el desarrollo económico se logra únicamente mediante mayores esfuerzos en la exportación y la plena integración en el mercado mundial, nos llevaría a un callejón sin salida.
Los autores llaman a que nos opongamos a la dominación, totalmente injustificada en términos globales, por parte de los mercados financieros para restarles poder a éstos. Los mercados de trabajo en el mundo occidental no se deben flexibilizar más, sino se debe alcanzar una adecuada participación de tod@s en el bienestar del sistema entero. Y no sólo por motivos de justicia social, sino también por el hecho de que no pueda haber prosperidad alguna a largo plazo sin que suba la masa de los ingresos, y con ella, la demanda global, acompasados ambos al aumento de la productividad. La política financiera en el mundo industrializado debe contrarrestar una nueva recesión aplicando nuevas medidas financiadas mediante créditos. Lo cual supone abandonar el discurso individualista a la hora de determinar los presupuestos nacionales, además de destabuizar los endeudamientos nacionales. La política económica global, en todos los niveles y sin demora, debe sacar las debidas conclusiones del fracaso del neoliberalismo. De no lograrlo, no sólo estará en juego el crecimiento de los ingresos y el empleo, sino también el bienestar alcanzado durante los últimos decenios, y con él, el orden democrático de nuestros estados, como nos viene a aclarar este libro.