Imagen: "Dardos", fotografía de Alexey Menschikov (Alexey Bednij) (1)
--Pincha aquí para leer la 1ª parte--
Y el ex-asesor político de Gaspar Llamazares se sube al carro del ninismo. Bienvenidos al show del We Can español.
Tras la caída del Muro de Berlín ya no existe la lógica de la derecha y la izquierda
(Pablo Iglesias, @ahorapodemos)
'Podemos' no quiere ser un partido, sino un método
(Pablo Iglesias, eldiario.es)
Todo lo que tiene que ver con los medios de comunicación, es una mercancía
(Juan Carlos Monedero, durante la presentación oficial
del Frente Cívico en A Coruña, 18-1-2014)
Monedero |
Juan Carlos Monedero fue asesor político de Gaspar Llamazares, cuando éste era coordinador de IU y condujo a la federación de izquierdas al borde del abismo, al empeñarse en representar un gris papel parlamentario de monaguillo majete del gobierno de Zapatero. Sus incondicionales suelen pasar por alto este detalle que en absoluto es anecdótico; por desgracia, casi nadie presta atención a la letra pequeña de los hechos políticos.
Monedero y el también tertuliano Pablo Iglesias Turrión, son los protagonistas del último invento político, aunque en política está todo inventado ya: se llama Podemos. Juntos han encarnado una especie de versión política (post)moderna del sesentero Dúo dinámico. Ambos son politólogos y sobre todo políticos, aunque han sabido transmitir una falsa imagen de no políticos o, al menos, de políticos virginales y virtuosos no contaminados por los vicios que atribuyen a todos los demás políticos y partidos: nadie mejor que un politólogo para manipular; conocen el oficio y las tripas del sistema.
Tania Sánchez. Enlaces en su blog |
Tania Sánchez, diputada autonómica de IU y pareja de Pablo Iglesias, en su blog los piropea con tanta generosidad como inocencia angelical (?). Sorprende que semejante valoración (ver imagen) sea realizada por alguien que aspira a liderar IU de Madrid (según dice cierta rumorología política).
El caso es que siguiendo la mística senda del ninismo que conduce al nirvana político, recientemente hizo su aparición Podemos, organizado en el más absoluto secreto por Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y los dirigentes del partido trotskista Izquierda Anticapitalista, a través de lo que ellos mismos denominaron, en un desbordante y exhausto ejercicio de imaginación, "operación coleta". Tan siquiera las bases del partido IA llegaron a enterarse, lo que generó cierto malestar inicial, hasta que fueron conscientes de que allí había pastel en abundancia. Una vez cocinada la iniciativa, fue cuando la hicieron pública en el mes de enero de este año.
Al igual que el Partido X, Podemos también afirma que no son un partido, sino un método. Coincidencias de la política postmoderna, cuyos caminos son tan inescrutables como los del Señor. Se dirigen a lo que llaman "la gente decente", término vacuo que salió de la cabeza de su principal ideólogo, Juan Carlos Monedero, el Mike Jagger de la Ciencia Política en opinión de Tania Sánchez. Como categoría sociológica, "gente decente" ha pasado ya a formar parte del 'Diccionario de buenismos para el muy antiguo y noble arte del decir diciendo nada'.
En su presentación pública, Podemos llegó a reconocer sin reparos la ausencia de programa:
Tienen razón Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias: ¿para qué se necesita programa? Podemos busca pescar, por un lado, en un cierto sector de la izquierda neurótica, de esa izquierda que está permanentemente en desacuerdo con cualquier cosa y con todo, hasta consigo misma cuando se mira en el espejo, con tendencia patológica a escindirse hasta de su propio yo y que no presta especial atención a los programas concretos. Pero, por otro lado, pretende captar la atención sobre todo de la indignación ni-ni, y sabido es que el ni-ni no se alimenta de programas e ideas, los cuales le provocan estrés cognitivo. Por otra parte, como decía la compañera de blog, Alga Roja: "cuanta más ambigüedad de contenido, mas mandan los que están en la sombra y además se presentan como 'pueblo'". Es suficiente con hacer una adaptación del caca-culo-pis a clave política, como decíamos en la primera parte: todos los políticos y partidos son malos, todos los partidos y políticos son iguales, ni izquierda ni derecha... Suficiente. ¿Contenido? ¿Programa? ¿Para qué? Desde que el pensamiento postmoderno aterrizó en la arena política, los contenidos son "hojas en blanco", como el programa con el que Podemos se ha presentado al público puntoes. Reduccionismo, mera cuestión de marketing, racionalidad en versión bonsái: "simplificar el mensaje hasta la estupidez y decir lo que el objetivo quiere oír" (@campo1977). Un compañero, Fernando de Sagarra (@delaCreu) ha sabido captar esta realidad de forma muy expresiva:
Podemos es el Partido Homeopático, todo excipiente y ninguna materia activa. Y una horda de fanáticos diciendo "a mi me funciona"Sin embargo, la hoja en blanco programática que es Podemos, según declaró una de sus integrantes -la profesora de Economía de la Complutense, Bibiana Medialdea-, el vacío de contenido es compensado con la poesía y la vaguedad de consignas que en ocasiones rayan la cursilería de una canción de Boy Scouts:
- "si somos mayoría somos alegría" (@MonederoJC)
- "somos una fábrica de amor" (@MonederoJC)
- Monedero: "Nuestra bandera son todas las personas dignas y decentes con derecho a sonreír" (@ahorapodemos)
- "Queremos ser la nota de una nueva canción que toquemos entre todos y entre todas" (@ahorapodemos, @Pablo_Iglesias_)
Ya lo decía María Ostiz, antaño insigne representante del catolicismo musical de salón parroquial, cuando cantaba "Un pueblo es": "un pueblo es abrir una ventana en la mañana y respirar la sonrisa del aire (...) y que llene tu negocio". Quien sabe. A lo mejor Podemos rescata su tema del olvido para convertirlo en pieza musical que acompañe sus actos públicos. Alguien llamado Constantino Bértolo (@ConstantinoBert), recurría en Twitter al recuerdo de otro tema musical del pasado ("Viva la gente") para ilustrar con sarcasmo la vacuidad programática de Podemos: "¿Programa electoral?: '¡Viva la gente! / la hay donde quiera que vas / ¡Viva la gente! / es lo que nos gusta más..!' "
El impacto inicial de Podemos, además del fuerte apoyo mediático por parte de Público.es y La Sexta TV, se basa en la misma fórmula puesta en marcha de forma exitosa por Rosa Díez y su UPyD. Por un lado, la crítica a todos los partidos y políticos al más puro estilo de la antipolítica (aunque Monedero, contradictoriamente, luego llame a la gente a "movilizarse políticamente"); es el discurso ni-ni de "todos los partidos y todos los políticos son iguales" (obviamente, ellos no), consigna ejemplificada en más de una ocasión en hechos que son narrados telegráficamente, descontextualizados e incluso tergiversados (especialmente por Monedero, para quien parece que en política todo vale). Por otro lado, sus líderes cada vez insisten más en el planteamiento ni de derecha ni de izquierda. Lo más sorprendente del discurso de Pablo Iglesias y de Monedero dirigido al ninismo, es que ambos sean politólogos, aunque bien es verdad que los enfoques postmodernos en la ciencia política han parido una buena camada de ilustres así.
Un ejemplo del ninguneo a toda la gente de izquierdas que se deja la piel en las movilizaciones sociales, acompañado de un guiño al ninismo con el imprescindible toque de antipolítica:
Precisamente una de las falacias de Podemos, mantenida también por muchos indignados acríticos, se basa en negar que las organizaciones políticas y sindicales hayan tenido papel alguno en las movilizaciones que tienen lugar, enfatizando así la idea de todos los partidos son iguales:
"los partidos políticos no tienen capacidad de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía por lo que los movimientos ciudadanos son los que están salvando lo que nos queda de estado democrático" (Monedero, en La Comarca).Mal que le pese a Monedero, movilizaciones como las que tuvieron lugar en la Educación y Sanidad, difícilmente habrían podido producirse (al menos con el éxito que tuvieron) sin el papel activo y decisivo que desempeñaron, en la organización de las mismas, partidos y sindicatos, junto con la participación masiva de sus afiliados y simpatizantes. En la mayoría de los centros sanitarios y educativos, la gente que más se movilizó para organizar las "mareas", al menos al comienzo, fueron personas claramente posicionadas en coordenadas políticas de izquierdas, la mayor parte además afiliadas a unos sindicatos o a otros. Lo mismo es aplicable a otros casos, como la huelga de los servicios de recogida de basura en Madrid, en la que los sindicatos fueron la clave de la misma. En todas las movilizaciones, los afiliados y simpatizantes de los partidos de izquierdas, tomaron parte masivamente. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver, caso de Pablo Iglesias y de Monedero. Aunque... ¿ceguera o ánimo de tergiversar la realidad?
"La izquierda debe hacerse pueblo", dijo en Gijón Pablo Iglesias. El uso retórico que hace Podemos del término "pueblo", recuerda bastante a los populismos más retrógados, en tanto va acompañado del ninismo. Decía Paco Arnau con su habitual estilo incisivo: "Esa tendencia de moda a hablar de y en nombre del "pueblo". Parecería que estamos en la Italia de los años 20 del siglo pasado". La izquierda es 'pueblo' porque defiende los intereses de los que sufren la dominación frente a la clase dominante, y porque es parte de los primeros. El empeño por negar que las gentes de izquierdas están volcadas en las movilizaciones, sencillamente raya en la demagogia y supone una obscena manipulación.
Así, por ejemplo, buscando el guiño a la lógica nini, para Pablo Iglesias y Monedero el triunfo de la Marea blanca madrileña contra la privatizaciones, no fue un triunfo ni de la derecha ni de la izquierda. En su intento de captar la atención del ninismo, dan un capa de barniz culto al discurso ni-ni, recurriendo a la tesis del teórico postmoderno y neoconservador Francis Fukuyama:
Lo anterior supone asumir el mito del fin de las ideologías que veíamos en la primera parte de la entrada y al que haremos mención nuevamente al final. Como alguien ha dicho, es la ideología del fin de las ideologías.
Pablo Iglesias, en andalucesdiario.es, trataba de arreglar el desaguisado anterior, pero se trata de alguien que para solucionar una metedura de pata acostumbra a meter la otra (como le sucedió con su explicación sobre el asunto de "eran lúmpenes, gentuza de clase más baja que la nuestra"):
Ya lo decía Marx (en esta ocasión Groucho, no Karl): "la parte contratante de la primera parte, será considerada como la parte contratante de la primera parte". Leyendo el intento de arreglo de Pablo Iglesias, creo que la mayoría de las personas que nos ubicamos en la izquierda, suscribiríamos las palabras de Paco Arnau (@ciudadfutura): "Uno viene a decir: 'no es cuestión ni de izquierdas ni derechas pero somos de izquierdas... y pretende debatir. Me declaro incapacitado".
Nadie puede extrañarse que Podemos haya recibido un apoyo activo del escritor Pérez-Reverte, que ha participado en un vídeo promocional del partido de Monedero y Pablo Iglesias (bueno... en realidad no es un partido pero tampoco lo contrario). Declaraba en una entrevista reciente Pérez-Reverte sobre su apoyo a Podemos: "Está claro que no soy de derechas... ni de izquierdas" (Público.es).
Comentaba un tuitero que responde al nick de @elarrones: "Exigir a los demás, procesos abiertos y democráticos cuando has sido elegido alrededor de una mesa camilla por cuatro amiguetes". En la misma línea, Quique Ruiz, en el blog de Fernando de Sagarra ("Rojo, ateo y cabrón"), escribía en la entrada "¿Podemos?":
Pablo Iglesias, en andalucesdiario.es, trataba de arreglar el desaguisado anterior, pero se trata de alguien que para solucionar una metedura de pata acostumbra a meter la otra (como le sucedió con su explicación sobre el asunto de "eran lúmpenes, gentuza de clase más baja que la nuestra"):
Yo nunca he dicho que seamos ni de izquierdas ni de derechas. Reto a encontrar una frase donde lo diga. Lo que yo digo es que lo que estamos diciendo no es de derechas ni de izquierdas, y eso es de sentido común. Que la clave de este momento no es un eje derecha-izquierda sino democracia respecto a dictadura. Nosotros es evidente que somos de izquierdas.
Pablo Iglesias y el sarcasmo en las redes sociales: "podamos" (verbo podar), en lugar del lema "podemos". |
Nadie puede extrañarse que Podemos haya recibido un apoyo activo del escritor Pérez-Reverte, que ha participado en un vídeo promocional del partido de Monedero y Pablo Iglesias (bueno... en realidad no es un partido pero tampoco lo contrario). Declaraba en una entrevista reciente Pérez-Reverte sobre su apoyo a Podemos: "Está claro que no soy de derechas... ni de izquierdas" (Público.es).
Comentaba un tuitero que responde al nick de @elarrones: "Exigir a los demás, procesos abiertos y democráticos cuando has sido elegido alrededor de una mesa camilla por cuatro amiguetes". En la misma línea, Quique Ruiz, en el blog de Fernando de Sagarra ("Rojo, ateo y cabrón"), escribía en la entrada "¿Podemos?":
El movimiento Podemos esta apoyado por varios intelectuales orgánicos pero no ha sido un proyecto que parta desde asambleas de base. Incluso algunas organizaciones políticas como Izquierda Anticapitalista han decidido unirse a través de sus órganos de dirección. Así que ha sido un movimiento creado desde las altas esferas.
Posiblemente ahí resida uno de los grandes engaños de la iniciativa del nuevo dúo dinámico en versión política. Pero aun así me cuesta entender que no hayan tenido escrúpulos para tomar la vía del ninismo político. En el mismo artículo anterior escribía el autor refiriéndose al partido IA: "Esto es una pregunta muy irónica ¿Porque siempre el trotskismo se empeña en imponer la fragmentación de la izquierda?". Suscribo la pregunta e ironía de Quique Ruiz, que viene a decir bastante más de lo que en apariencia pueda parecer.
Sostenía Paco Arnau en Twitter: "Decir a la gente lo que quiere escuchar no es hacer pedagogía, es hacer demagogia. Ojo con eso". En este acoplamiento del discurso a lo que la gente quiere oír, se llega a alcanzar el vacío intelectual y la tergiversación de los hechos sociales y políticos. Monedero, en la charla de presentación del Frente Cívico en A Coruña el pasado mes de enero (que en realidad fue un acto electoral de Podemos), se propuso explicarle al público lo que era el neoliberalismo, ya que según él poca gente sabía lo que significaba. La disertación de Monedero sobre la naturaleza del neoliberalismo, plagada de anécdotas y ejemplos que no venían a cuento, terminó en una doble conclusión: el neolioberalismo es el "individualismo" y el "espíritu competitivo" que el sistema nos transmite. Sin duda eso lo entendió el público; otra cosa es que tenga que ver con lo que conocemos como neoliberalismo. En realidad, toda su charla fue de contenido analítico cero patatero.
Esta simplificación del análisis social, hasta llegar a la miniatura, es justificada por Pablo Iglesias. En, la entrevista que realizó andalucesdiario.es, el periodista le pregunta: "En vuestro manifiesto o en vuestro acto de Málaga, al menos, no se escuchó en ningún momento palabras como capitalismo o neoliberalismo, y muy pocas veces la palabra izquierda. El no llamar a las cosas por su nombre, ¿no termina generando un pensamiento débil?". Respuesta y argumento de Pablo Iglesias: "Pero la clave es que la gente te entienda". ¿Pedagogía política? En absoluto. Pablo Iglesias, lo mismo que su colega, no tiene clara la distinción entre divulgación pedagógica y el anecdotario vacío dirigido a un público al que se toma por tonto. Marvin Harris fue un gran simplificador-divulgador en su campo, la Antropología. Marta Harnecker es una gran simplificadora-divulgadora del conocimiento sobre Marx. Anguita es un excelente simplificador-divulgador. Simplificar-divulgar son claves pedagógicas y muy necesarias. Pero lo que hacen Monedero e Iglesias nada tiene que ver con la necesaria labor pedagógica. Quizás, si ambos se tomasen más en serio la labor docente universitaria, acabarían dándose cuenta y aprendiendo. Nuevamente recurro al sarcasmo de Paco Arnau (@ciudadfutura), como réplica a esta justificación que daba Iglesias en la entrevista del periódico andaluz:
—Capital vs. trabajo.
—Huy, es muy complejo.
—Horizontalismo vertical transversal interseccional y dos huevxs durxs.
—Jrande, compi.
Escuchando a un espídico Monedero en A Coruña, confieso haber descubierto a una personaje que, si fracasa en política, tiene futuro como showman en el Club de la Comedia. De pie, micro en mano, sin dejar de gesticular todo el rato, Monedero fue regando los oídos del público, diciendo lo que la gente quería oír, cargando cada dos por tres contra todos los partidos y todos los políticos a base de tópicos, algunos de los cuales podrían ser suscritos perfectamente por cualquier tertuliano cavernario. En su disertación va insertando un amplio repertorio de chistes ensayados, que va repitiendo por toda la geografía del país. Durante la charla, casi mantuvo un ritmo de un chiste cada dos minutos (tiene mérito): los cuenta gesticulando, imitando voces distintas para cada uno de los personajes del chiste... Si, en efecto tiene porvenir en el Club de la Comedia. Provoca la risa fácil del público, que parece ser la estrategia que sigue para ganarse al auditorio. Los charlatanes de feria también lo hacen y también repiten insistentemente la muletilla que Monedero exclama a cada instante: ¡fíjense!, ¡fíjense ustedes!... Llega al extremo de incurrir en la hipocresía que supone provocar la risa facilona mediante el recurso al chiste machista: "Por qué las mujeres cuando ven una película porno se quedan a verla hasta el final?... Para saber si los protagonistas se casan". De nada vale que luego recurra a la moralina para justificar la gracia (un ejemplo de lo machistas que somos, dice), porque nada justifica semejante machismo gracioso y menos en público; lo que buscaba Monedero era provocar la risa empática, no transmitir un mensaje.
Después de haber asistido a su charla en la ciudad herculina, no puedo dejar de pensar que el modelo que ha elegido para torear en la arena política, es el del cómico italiano Beppe Grillo. Tienen bastantes cosas en común.
En su charla coruñesa, Monedero dijo dos grandes verdades. La primera, "tenemos que dejar de ser consumidores, incluso de este tipo de charlas"; yo enfatizaría: sobre todo, de ese tipo de charlas. La segunda, "todo lo que tiene que ver con los medios de comunicación, es una mercancía"; también aquí yo matizaría: incluyendo Podemos, que es una mercancía mediática.
Algunos comentaros críticos volcados en Twitter, me han gustado especialmente, porque han sabido colocar el dardo en el centro de la diana. Es el caso de los tuits del ya mencionado Paco Arnau, una persona que tiene una envidiable capacidad de síntesis:
- El debate político, filtrado y mediatizado por los medios privados. Jugar con una baraja con las cartas marcadas, ¿a quién beneficia?
- Overbooking en el espacio electoral ni-ni.
- Para líder primero hay que ser tertuliano, aunque empieces en cadenas fachas. XD
- Los mismos que muestran a nazis ucranianos como demócratas te venden tertulianos para salvar al "pueblo". Los medios.
- Izquierda/derecha, capitalismo/socialismo, explotados/explotadores, empresarios/trabajadores. Bienvenidos a las dicotomías anticuadas.
Podemos ha provocado no pocas parodias en redes sociales. Una de ellas es la de un tuitero llamado @ahorajodemos, que en clave sarcástica resumió muy bien el guiño a la anti-política ni-ni que realiza Podemos: "Menos el pueblo y yo TODOS los demás sois unos corruptos. Bueno y @MonederoJC también se salva".
González Quirós (VOX) y P. Iglesias, en el programa de Julia Otero |
Otras vaporosidades cósmicas en la política española actual.
Para completar el mapa de las iniciativas que surgen en España desde planteamientos similares, tendríamos que hacer mención a otras organizaciones. Unas breves notas sobre algunas.
Ciutadans (C's) es un partido que inicialmente surgió en Catalunya y que se va propagando a otras comunidades bajo la marca Movimiento Ciudadano. Liderado por Albert Rivera, en más de una ocasión ha llegado a mostrar fuertes convergencias con la derecha más reaccionaria. C's asume el desmarque ni-ni del dualismo derecha/izquierda. Este partido también insiste en su carácter de movimiento -aunque sea un partido en la praxis-, tópico necesario para justificar su ataque furibundo a los partidos políticos. Al igual que los demás, pretende "regenerar la política española" y luchar contra lo que denomina la "partitocracia".
Ciutadans (C's) es un partido que inicialmente surgió en Catalunya y que se va propagando a otras comunidades bajo la marca Movimiento Ciudadano. Liderado por Albert Rivera, en más de una ocasión ha llegado a mostrar fuertes convergencias con la derecha más reaccionaria. C's asume el desmarque ni-ni del dualismo derecha/izquierda. Este partido también insiste en su carácter de movimiento -aunque sea un partido en la praxis-, tópico necesario para justificar su ataque furibundo a los partidos políticos. Al igual que los demás, pretende "regenerar la política española" y luchar contra lo que denomina la "partitocracia".
En la presentación pública de C's en A Coruña, el pasado 8-2-14, tuvo lugar una curiosa anécdota. El acto de presentación recibió el apadrinamiento por parte de un eufórico Paco Vázquez (PSOE), quien posteriormente no escatimó elogios hacia Rivera. Desde el PSOE hubo voces destacadas pidiendo la expulsión de Vázquez del partido, lo que fue aprovechado por éste para hurgar más en la herida, con declaraciones explosivas en la prensa, tales como: "Fue más gente a ver a Rivera que al último mitin de Rubalcaba"; "un sector numeroso del PSOE ha hecho del partido una oficina de empleo y un medio de vida" (lo dice alguien que estuvo 34 años chupando de la teta política en cargos importantes, desde 1977 a 2011); las "críticas son propias de auténticos aprendices de comisarios políticos y demuestran el nivel de sectarismo que se ha instalado en mi partido". También acusó a los dirigentes del PSOE de estar alejándose de lo que debiera ser un "partido de izquierdas". Vivir para ver.
En la primera parte decíamos que Rosa Díez (UPyD) "no deja de ser un producto político que lleva impreso el sello de denominación de origen de la cultura política del PSOE". Esta cultura de partido ha girado en torno a la condición interclasista de partido atrápalo todo, en el que la ideología se vuelve ambigua, difuminándose la frontera con la derecha política (al menos en temas como la economía y la política exterior). Es la matriz de la que sale gente como Rosa Díez, José Bono, Paco Vázquez, etc., y el puente con el ninismo político.
Albert Rivera de C's (izda.) y Francisco Vázquez del PSOE (drcha.), en la presentación de C's en A Coruña, 8-2-14. febrero 2014. |
DRY (Democracia Real Ya) y Equo son dos formaciones que consideran que es factible un capitalismo bueno. Evitan entrar en este debate, pero basta examinar sus programas para ver que a lo que aspiran es a maquillar el modelo, no a superarlo. De ahí que sus coordenadas ideológicas resulten vagas, intencionadamente imprecisas y abstractas en el mejor de los casos. Tanto DRY como Equo rechazan la lucha de clases, apuestan por la armonía feliz del interclasismo y ninguna de los dos se define ni de izquierdas ni de derechas: son ni-ni por omisión.
DRY surge del 15M, en unas circunstancias que fueron acompañadas por la crítica de ciertos colectivos del 15M. Insiste en su carácter de movimiento, evitando hablar en términos de "partido". En algunos aspectos realizan una crítica al modelo (evitan hablar de capitalismo) y llegan a decir que es "obsoleto y antinatural", pero en momento alguno formulan propuestas que supongan la superación del mismo, refugiándose en la filosofía del buenismo y en una necesaria "revolución ética", la varita mágica que todo lo solucionará. Como todas estas vaporosidades, DRY se apunta a consignas etéreas que realmente podrían ser suscritas por cualquier persona de derechas, de izquierdas o del agujero ni-ni: "En pie de paz y de justicia social. Unidos, podemos".
En el comienzo de su manifiesto afirman de sí mismos:
DRY surge del 15M, en unas circunstancias que fueron acompañadas por la crítica de ciertos colectivos del 15M. Insiste en su carácter de movimiento, evitando hablar en términos de "partido". En algunos aspectos realizan una crítica al modelo (evitan hablar de capitalismo) y llegan a decir que es "obsoleto y antinatural", pero en momento alguno formulan propuestas que supongan la superación del mismo, refugiándose en la filosofía del buenismo y en una necesaria "revolución ética", la varita mágica que todo lo solucionará. Como todas estas vaporosidades, DRY se apunta a consignas etéreas que realmente podrían ser suscritas por cualquier persona de derechas, de izquierdas o del agujero ni-ni: "En pie de paz y de justicia social. Unidos, podemos".
En el comienzo de su manifiesto afirman de sí mismos:
Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político.
DRY mantiene un litigio con otro grupúsculo que también salió del 15M y que reivindica las mismas siglas y nombre. A priori parece ser una escisión de DRY. Para diferenciarse aparecen como ADRY (Asociación Democracia Real Ya). DRY acusa a ADRY (vaya lío, los amigos de mis amigas son mis amigos) de ser usurpadores y de estar relacionados con el falangismo y el franquismo en general, e incluso señalan que su líder, Pablo E. Jaén Garrido, es miembro del Opus Dei (ver conspiracionadry). El caso es que el subsodicho y supuesto opusino, Pablo E. Jaén Garrido, en alguna ocasión ha manifestado que el modelo que tratan de seguir es el del M5S del cómico italiano Beppe Grillo (ver cuartopoder.es), al que también han hecho guiños Podemos, el Partido X y la Plataforma Electoral Ciudadana Unitaria.
Equo es un partido "cuyas señas de identidad son la defensa de la sostenibilidad, la democracia participativa, la justicia social, la equidad y los Derechos Humanos", con un acento especial en el ecologismo y una crítica retórica a los "partidos tradicionales". Desde luego, en mi opinión, es la más solvente de todas opciones mencionadas. Categorizo a Equo como ni-ni, porque a pesar de que parece tener un pie en la izquierda política, Equo no deja de ser una respuesta política sistémica que evita tener que expresar una definición ideológica sin ambigüedad, y sin posicionarse en cuestiones claves como la lucha de clases y la superación del modelo capitalista.
Uno de las últimas iniciativas ni-ni de cuya existencia se hizo eco la prensa sistémica, ha sido la "Plataforma Electoral Ciudadana Unitaria", que se ha creado -¡como no!- para unir a todos los demás y regenerar la democracia "dejando de lado las ideologías y carnés". Esencia ni-ni. Su gurú de referencia es Beppe Grillo del M5S (¡faltaría más!), y ha intentado fichar como estrella de su tenderete al juez Elpidio José Silva (Público).
"Overbooking en el espacio electoral ni-ni", como decía Paco Arnau desde su cuenta @ciudadfutura. Seis palabras resumen todo esto. Eso sí: todos aspiran a unir a todos, cada cual se erige en unificador de los demás. En los manicomios, hay gente más cuerda.
Equo es un partido "cuyas señas de identidad son la defensa de la sostenibilidad, la democracia participativa, la justicia social, la equidad y los Derechos Humanos", con un acento especial en el ecologismo y una crítica retórica a los "partidos tradicionales". Desde luego, en mi opinión, es la más solvente de todas opciones mencionadas. Categorizo a Equo como ni-ni, porque a pesar de que parece tener un pie en la izquierda política, Equo no deja de ser una respuesta política sistémica que evita tener que expresar una definición ideológica sin ambigüedad, y sin posicionarse en cuestiones claves como la lucha de clases y la superación del modelo capitalista.
Uno de las últimas iniciativas ni-ni de cuya existencia se hizo eco la prensa sistémica, ha sido la "Plataforma Electoral Ciudadana Unitaria", que se ha creado -¡como no!- para unir a todos los demás y regenerar la democracia "dejando de lado las ideologías y carnés". Esencia ni-ni. Su gurú de referencia es Beppe Grillo del M5S (¡faltaría más!), y ha intentado fichar como estrella de su tenderete al juez Elpidio José Silva (Público).
"Overbooking en el espacio electoral ni-ni", como decía Paco Arnau desde su cuenta @ciudadfutura. Seis palabras resumen todo esto. Eso sí: todos aspiran a unir a todos, cada cual se erige en unificador de los demás. En los manicomios, hay gente más cuerda.
En todas partes cuecen habas: de Grillo al ninismo latinoamericano.
El histriónico Beppe Grillo |
El éxito del M5S se ha basado en el mismo mensaje cansino de todos los partidos y políticos son iguales. Es un fenómeno político consecuencia de la antipolítica. Durante la campaña electoral Grillo repitió hasta llegar a aburrir que eran "ni de derechas ni de izquierdas" y que "no existen ideas de izquierdas o de derechas, sino ideas inteligentes o estúpidas" (eldiario.es). Esto no fue impedimento para que el M5S le abriese las puertas a los representantes del movimiento neofascista Casapound. La tercera parte de los electores del M5S fueron antiguos votantes del partido de Berlusconi y de la xenófaba y derechista Lega Nord.
El fenómeno ni-ni responde a una tradición de amplio recorrido en el tiempo y en el espacio. En América Latina ha estado muy presente siempre de la mano del populismo. Lo afirmado por Nelly Prigorian sobre el populismo ("Sobre el populismo. Ni izquierda, ni derecha, sino todo lo contrario…"), cobra especial sentido en el cono sur americano:
La figura del líder carismático y su discurso - de lenguaje sencillo, directo y que se identifica con el común de la gente - son los rasgos no solo característicos del populismo, sino indispensables para el afianzamiento del régimen mismo, porque el discurso público es un recurso de control social y el "cordón umbilical" que lo une a "su" pueblo.
Graffiti urbano representando a Perón |
Una versión ninista latinoamericana más actual, es la del ex-militar y Presidente de Perú, Ollanta Humala.
Humala ha sido y es sin duda un tipo curioso digno de análisis. Su caso debiera ser un aviso a navegantes para la clase trabajadora de cualquier país. Es un paradigma de cómo el embrollo ninista puede mostrar múltiples rostros según convenga. Ni de izquierdas ni derechas, pero al mismo tiempo más bien de izquierdas, aunque tampoco de izquierdas... ¿Lo entiende el lector? Bueno, pues es fácil de entender: finalmente resultó ser un testaferro político del capital. Lo demás es música coral para la necesaria ambientación sonora.
Como militar pasó por esa oscura institución llamada Escuela de las Américas (SOA), la gris institución a la que Roy Bourgeois denomina "Escuela de Asesinos" por su papel en América Latina en los años 60 y posteriores, vinculado al intervencionismo estadounidense de la mano de la CIA (2). En relación con su pasado militar, a Humala se le ha relacionado en Perú con el caso "Madre Mía": ejecuciones de civiles y desaparición de campesinos durante la lucha de los militares contra Sendero Luminoso (3).
Es difícil encontrar un político en América Latina que no se proclame nacionalista. Como cliché político está tan desgastado, que ya es una palabra vacía. Humala, faltaría más, por encima de todo se considera nacionalista, posición que entiende implica la superación de la dicotomía derecha/izquierda, categorías éstas que el peruano considera que están desfasadas y que no se corresponden con la realidad nacional peruana, sino que son el reflejo "de una realidad de afuera, de lo que pasó a un lado del Muro de Berlín y al otro lado del Muro de Berlín" (ver vídeo). Y es que ya lo decía Pablo Iglesias, de Podemos: desde que cayó el Muro, derecha e izquierda ya no tienen sentido.
Humala, 2011, entrevista de fin de año en RPP Noticias.
¿Qué misterioso encanto político utilizó Humala para ganarse la simpatía de una buena parte de la izquierda peruana, a pesar de su ninismo y de su pasado? Sin duda, su nacionalismo y su crítica al neoliberalismo y a los partidos tradicionales. En su momento, estos items ideológicos le habían permitido ya obtener el apoyo de Hugo Chávez y de Evo Morales. Chávez acabaría dándole la espalda, pero Humala encontró entonces un filón de apoyo mayor, en la figura del brasileño Lula da Silva, tan venerado por cierto sector de la progresía española.
En 2010, el PNP de Humala (Partido Nacionalista Peruano), que por entonces hacía alarde de un extraño y falso izquierdismo, consiguió formar la Alianza electoral Gana Perú, después de un acuerdo político con organizaciones de la izquierda, tales como el Partido Comunista Peruano, el Partido Socialista, el Partido Socialista Revolucionario, el Movimiento Político Voz Socialista y el Movimiento Político Lima para Todos. Y en 2011 Humala alcanza por fin el poder, con el apoyo delirante de una buena parte de la izquierda y de los sindicatos.
También en Perú funcionó entonces un dilema artificialmente exagerado y convertido en hipérbole para movilizar el voto: se trata de elegir entre dictadura o democracia (hipérbole que Podemos está convirtiendo en España en eslogan central: "no se trata de derecha o izquierda, sino de dictadura o democracia", se dice desde el coleterismo). Recibió el apoyo entusiasta de numerosos intelectuales, entre ellos... ¡el de Vargas Llosa!, quien pidió insistentemente el voto para Humala. Sin duda la izquierda peruana que lo apoyó, no encontró nada extraño en el apoyo activo de Vargas Llosa: "Yo los exhorto a votar por Ollanta Humala para defender la democracia en el Perú y evitarnos el escarnio de una nueva dictadura", decía el famoso escritor, enemigo declarado del chavismo.
Tras el triunfo de Humala, Chávez consideró que suponía el inicio de una nueva era. En Nicaragua, Ortega estallaba de alegría. En Brasil, el lulismo se marcaba una samba para celebrarlo. En Bolivia, Morales anunciaba que "Sudamérica ya es roja"...
Bastaron unos meses en el poder para que Humala se quitase el incómodo y picoso traje del izquierdismo, para mostrar toda su esplendor ideológico en torno al ninismo. Descubrimos (?) entonces que Humala no era de izquierda ni de derecha, sino de "abajo" (canción que en España llevamos tiempo escuchando al sector acrítico y ni-ni de los indignados, reinterpretada últimamente por Podemos):
"El nacionalismo se construye en la fraternidad. Nadie ha ahondado en el concepto de la fraternidad. Yo no soy de izquierda ni de derecha, soy de abajo. Eso me da la capacidad de empatar con el sentimiento de la población. Que nosotros hayamos recogido banderas sociales, muy bien, pero no excluimos a nadie. Acá se trata de darle una nueva visión al país. Mi mandato implícito es de unir al Perú. Mi orientación es un modelo distinto al que ha venido dándose" (larepublica.pe)
Soy una oportunidad para aglutinar a los sectores de izquierda que nunca llegaron al gobierno y que programáticamente se pueden unir a sectores empresariales que ya trabajan como nosotros y otras fuerzas que han convergido en este proyecto. Internacionalmente me ven como hombre de izquierda, en el Perú me ven como nacionalista. Yo he dicho que no soy de izquierda ni de derecha, yo soy de abajo. (eltiempo.com)Bastaron unos meses para que el descontento popular inundase las calles de Perú. Al final, resultó que Humala apenas era otra cosa que un nuevo artificio de la dominación política, al más puro estilo gatopardista. Escribía Oscar Ugarteche en su artículo "Perú: Adiós Humala…", publicado en Sin Permiso:
(...) Tras la "masacre política" de diciembre del 2011, Ollanta Humala ha decidido convencer al mundo de que no solo es un militar sin palabra, sino un político con ideología neoconservadora.(...) No ha bastado "limpiar" a su gobierno de funcionarios progresistas, ahora es fundamental declarar la lucha de clases a la antigua, a balazo limpio. En distintas partes del Perú, y con el aplauso de la pintoresca y bravucona derecha nacional, Ollanta Humala y su gobierno se enfrentan y desafían al pueblo que ha votado por él. ¿Para qué?(...) De la concertación política (...) salió la baraja conservadora dentro del gabinete nombrado el 28 de julio del 2011. Sin embargo ni entonces ni después hubo concertación. La que hizo la derecha fue un asalto al poder. Lo que hay es una vuelta de la tortilla. Una revolución en su sentido cabal. Ganaron los que perdieron y perdieron los que ganaron como ya se dijo hasta la saciedad.
Los fascismos clásicos y los antecedentes del ninismo.
Como fenómeno político, el ninismo es muy antiguo. Florece especialmente en tiempos de crisis como ya dijimos, de anomia social, de fuerte desesperación colectiva... Como elemento ideológico, ha desempeñado un papel fundamental en la aparición de los fascismos en el siglo XX. El riesgo es que la historia se repita.
La anti-política y la negación de la dicotomía derecha-izquierda estuvieron presentes en el éxito del Partido Nacional-Socialista Obrero Alemán (NSDAP) de Hitler, como también el énfasis en la idea de "pueblo" (Volk) como concepto abstracto talismán que llega a identificarse y fundirse con la idea de "raza aria" (Volksgemeinschaft).
También el Partido Nacional Fascista de Mussolini convirtió en principio nuclear de su ideología el rechazo de la dicotomía derecha-izquierda, unido a una visceral crítica contra todos los partidos y políticos. Al igual que hacía Hitler, hablar del "Pueblo", ensalzar la idea de "pueblo", se convirtió en un tópico eficaz para conectar con las masas, estableciendo una fusión conceptual entre pueblo y Estado: el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.
España no fue una excepción. En el discurso fundacional de Falange Española (Teatro de la Comedia de Madrid, 29 de octubre de 1933), su fundador José Antonio Primo de Rivera establecía los principios que habrían de regir la praxis del nuevo partido fascista español. No pocas de las consignas que salieron de la boca del fundador de Falange aquel día, vienen a ser parecidas (y en ocasiones son iguales) a las que enuncian ciertas iniciativas ni-ni y ciertos sectores de la indignación acrítica. A modo de ejemplo:
Vacuidad programática. "(...) seríamos un partido más si viniéramos a enunciar un programa de soluciones concretas (...) cuando se tiene un sentido permanente ante la Historia y ante la vida, ese propio sentido nos da las soluciones ante lo concreto, como el amor nos dice en qué caso debemos reñir y en qué caso nos debemos abrazar".
No somos un partido, sino un movimiento y no somos ni de derechas ni de izquierdas. "El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas (...). Nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas".
Antipolítica / antipartidos. "Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?"
Grandes palabras convertidas en vapor. "Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre". "El Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica". "Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serio, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna".
Imagino, estoy seguro, que si enviásemos un tuit apócrifo de Monedero o de Pablo Iglesias diciendo "está alzada la bandera. Ahora vamos a defenderla alegremente" (José Antonio, en el discurso mencionado), ninguno de sus seguidores y críticos llegaría a sospechar que se trata de un fake, lo que debiera hacernos pensar. Por eso, jugar con el ninismo es tan peligroso como jugar con fuego.
La anti-política y la negación de la dicotomía derecha-izquierda estuvieron presentes en el éxito del Partido Nacional-Socialista Obrero Alemán (NSDAP) de Hitler, como también el énfasis en la idea de "pueblo" (Volk) como concepto abstracto talismán que llega a identificarse y fundirse con la idea de "raza aria" (Volksgemeinschaft).
También el Partido Nacional Fascista de Mussolini convirtió en principio nuclear de su ideología el rechazo de la dicotomía derecha-izquierda, unido a una visceral crítica contra todos los partidos y políticos. Al igual que hacía Hitler, hablar del "Pueblo", ensalzar la idea de "pueblo", se convirtió en un tópico eficaz para conectar con las masas, estableciendo una fusión conceptual entre pueblo y Estado: el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.
Versión española del fascismo: Falange Española. |
España no fue una excepción. En el discurso fundacional de Falange Española (Teatro de la Comedia de Madrid, 29 de octubre de 1933), su fundador José Antonio Primo de Rivera establecía los principios que habrían de regir la praxis del nuevo partido fascista español. No pocas de las consignas que salieron de la boca del fundador de Falange aquel día, vienen a ser parecidas (y en ocasiones son iguales) a las que enuncian ciertas iniciativas ni-ni y ciertos sectores de la indignación acrítica. A modo de ejemplo:
Vacuidad programática. "(...) seríamos un partido más si viniéramos a enunciar un programa de soluciones concretas (...) cuando se tiene un sentido permanente ante la Historia y ante la vida, ese propio sentido nos da las soluciones ante lo concreto, como el amor nos dice en qué caso debemos reñir y en qué caso nos debemos abrazar".
No somos un partido, sino un movimiento y no somos ni de derechas ni de izquierdas. "El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas (...). Nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas".
Antipolítica / antipartidos. "Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?"
Grandes palabras convertidas en vapor. "Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre". "El Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica". "Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serio, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna".
Imagino, estoy seguro, que si enviásemos un tuit apócrifo de Monedero o de Pablo Iglesias diciendo "está alzada la bandera. Ahora vamos a defenderla alegremente" (José Antonio, en el discurso mencionado), ninguno de sus seguidores y críticos llegaría a sospechar que se trata de un fake, lo que debiera hacernos pensar. Por eso, jugar con el ninismo es tan peligroso como jugar con fuego.
Grupos neofascistas en la España actual |
Un eslogan que ha calado entre la indignación crítica. También el peruano Humala era de abajo. |
A modo de cierre. La confrontación derecha-izquierda, está más activa que en momentos anteriores de la II Restauración borbónica.
Pese a la insistencia del ninismo, de los políticos postmodernos y de quienes anuncian el final de las ideologías desde la caída del Muro, la oposición derecha-izquierda está más activa que en las últimas tres décadas. Y quizás ahí tengamos la razón por la cual los medios sistémicos están volcados con el ninismo.
No podemos engañarnos. Esto no es una batalla contra el capitalismo neoliberal para recuperar un capitalismo benefactor. Nunca, jamás, existió un capitalismo benefactor, en ninguna parte. Lo que denominamos neoliberalismo, no es más que una fase en el desarrollo del modo de producción capitalista, como el imperialismo también resultó ser una fase superior del primitivo capitalismo. De manera que la guerra es contra el capitalismo y en dicha guerra la batalla decisiva es la batalla ideológica. Quienes siguen clamando el fin de las ideologías y de la oposición derecha e izquierda, son los mismos que niegan una realidad incuestionable: que hay explotadores y explotados, dominantes y dominados.
La izquierda ha sido severamente castigada en las últimas décadas. Es evidente que la desaparición del bloque socialista, produjo un tsunami anticomunista y anti-izquierda en general, que ha debilitado las ideologías y posiciones políticas de la izquierda. El impacto fue terrible. Simbólicamente está reflejado, por ejemplo, en la desaparición del partido comunista más poderoso e icónico de la Europa occidental, el PCI.
A la debilidad de la izquierda ha contribuido poderosamente una socialdemocracia que ha monopolizado el concepto de izquierda, apropiándose de él para vaciarlo de contenido en su progresivo deslizamiento hacia las posiciones socioliberales. Por ello, una de las grandes victorias ideológicas del sistema, ha sido hacer creer que los partidos de la Internacional Socialista, eran la izquierda (también nos han intentado convencer que Obama es la izquierda en EE.UU.).
La crisis sistémica ha puesto al desnudo la realidad del capitalismo. A la vez ha catalizado la lucha de clases, haciendo cada más difícil que ésta pueda ser negada y ocultada por la ideología dominante.
El mito del fin de las ideologías, supone una mutación en el discurso ideológico sistémico, en tanto se adopta el discurso de la supuesta eficiencia, de la técnica, de las decisiones supuestamente objetivas que son tomadas más allá de las ideologías, en base a una verdad apolítica, indiscutible, puramente técnica. Tal monumental falacia, deriva en dominación política, en tanto la gente se lo crea.
Josep Ferrer, en "Renace la confrontación izquierda/derecha", (en cronicapopular.es), considera que "sólo la izquierda radical tiene credibilidad como resistencia y como alternativa". No comparto la necesidad de añadirle ese adjetivo "radical" a la izquierda (ya que lo que el autor denomina como "radical" no es más que el conjunto de la izquierda en su diversidad, excluyendo el socioliberalismo). Pero plantea algunas cuestiones que si nos vamos a su contenido profundo, merece la pena tener en cuenta. Reproduzco una versión resumida:
Por cierto, ¿recuerdan a nuestra ni-ni más folclórica?
"Yo, lucha de clases". Los indignados franceses lo tienen claro. ¿Ninismo? No, gracias. |
Pese a la insistencia del ninismo, de los políticos postmodernos y de quienes anuncian el final de las ideologías desde la caída del Muro, la oposición derecha-izquierda está más activa que en las últimas tres décadas. Y quizás ahí tengamos la razón por la cual los medios sistémicos están volcados con el ninismo.
No podemos engañarnos. Esto no es una batalla contra el capitalismo neoliberal para recuperar un capitalismo benefactor. Nunca, jamás, existió un capitalismo benefactor, en ninguna parte. Lo que denominamos neoliberalismo, no es más que una fase en el desarrollo del modo de producción capitalista, como el imperialismo también resultó ser una fase superior del primitivo capitalismo. De manera que la guerra es contra el capitalismo y en dicha guerra la batalla decisiva es la batalla ideológica. Quienes siguen clamando el fin de las ideologías y de la oposición derecha e izquierda, son los mismos que niegan una realidad incuestionable: que hay explotadores y explotados, dominantes y dominados.
La izquierda ha sido severamente castigada en las últimas décadas. Es evidente que la desaparición del bloque socialista, produjo un tsunami anticomunista y anti-izquierda en general, que ha debilitado las ideologías y posiciones políticas de la izquierda. El impacto fue terrible. Simbólicamente está reflejado, por ejemplo, en la desaparición del partido comunista más poderoso e icónico de la Europa occidental, el PCI.
A la debilidad de la izquierda ha contribuido poderosamente una socialdemocracia que ha monopolizado el concepto de izquierda, apropiándose de él para vaciarlo de contenido en su progresivo deslizamiento hacia las posiciones socioliberales. Por ello, una de las grandes victorias ideológicas del sistema, ha sido hacer creer que los partidos de la Internacional Socialista, eran la izquierda (también nos han intentado convencer que Obama es la izquierda en EE.UU.).
La crisis sistémica ha puesto al desnudo la realidad del capitalismo. A la vez ha catalizado la lucha de clases, haciendo cada más difícil que ésta pueda ser negada y ocultada por la ideología dominante.
El mito del fin de las ideologías, supone una mutación en el discurso ideológico sistémico, en tanto se adopta el discurso de la supuesta eficiencia, de la técnica, de las decisiones supuestamente objetivas que son tomadas más allá de las ideologías, en base a una verdad apolítica, indiscutible, puramente técnica. Tal monumental falacia, deriva en dominación política, en tanto la gente se lo crea.
Josep Ferrer, en "Renace la confrontación izquierda/derecha", (en cronicapopular.es), considera que "sólo la izquierda radical tiene credibilidad como resistencia y como alternativa". No comparto la necesidad de añadirle ese adjetivo "radical" a la izquierda (ya que lo que el autor denomina como "radical" no es más que el conjunto de la izquierda en su diversidad, excluyendo el socioliberalismo). Pero plantea algunas cuestiones que si nos vamos a su contenido profundo, merece la pena tener en cuenta. Reproduzco una versión resumida:
Hace unos pocos años, era un tópico poner en duda la vigencia del enfrentamiento izquierda/ derecha. Quizá se trataba de la versión postmoderna del “final de las ideologías” proclamado por Fukuyama tras la caída del muro de Berlín. El capitalismo había derrotado definitivamente a su opositor, y por tanto aparecía como único sistema económico viable.
El abanico de alternativas quedaba limitado a la posible gestión del capitalismo: más una cuestión de eficacia que de ideología, más técnica que política. A lo más, quedaba un margen para un posible “rostro humano” que permitía diferenciar un centro-izquierda respecto a la derecha, la cual por cierto se autocalificaba de centro-derecha como indicativo de amplio predominio.
La pregunta “¿qué significa ser de izquierdas hoy en día?” presuponía que no había respuesta contundente en los términos tradicionales de lucha de clases. En todo caso debía buscarse en el eje ético moral: pacifismo, igualdad de género, aborto, respeto a opciones homosexuales,… Con estos ingredientes, se podía tejer ese centro-izquierda a la americana, pero no había espacio para una izquierda radical.
La crisis actual, tanto en su origen como en su presunta solución, es el mejor ejemplo de esta voracidad, al mismo tiempo que la excusa para justificar todos los excesos. Tan lejos han ido como para que algunos magnates reclamen pagar más impuestos, o para que gobernantes conservadores quieran implantar la tasa Tobbin unilateralmente. No se sabe si por compasión, o por precaución ante la posibilidad que finalmente la recesión, el paro, la pobreza, la caída de la demanda,…, terminen socavando el propio sistema.
¿Por qué este desenfreno depredador, que incluso alguna derecha quisiera limitar? Quizá es la simple borrachera de victoria, ciega a todas las alertas. Quizá es que la esencia del capitalismo es la explotación máxima, hasta donde sepas y te dejen. En todo caso, no parece que la derecha industriosa y prudente pueda frenar a la rampante.
Esta radicalización deja sin interlocutor al centro-izquierda pactista antes referido. Cada vez tiene menos credibilidad el discurso del capitalismo de rostro humano a la europea, o la posibilidad de gestionarlo mediante un nuevo pacto social entre una derecha refulgente y una izquierda desarbolada. No se ve el final de las sucesivas reformas laborales, ni de los sucesivos recortes. Y, sobre todo, no se ve posibilidad alguna de recuperar lo perdido cuando la tempestad amaine, suponiendo que lo haga. Nadie cree posible volver a la bonanza anterior a la crisis, y sobre todo nadie ve posible que nos devuelvan por las buenas las conquistas que nos han quitado.
Sólo queda en pie el discurso de la izquierda radical. De hecho, puede esgrimir el “teníamos razón” cuando Maastrich, las privatizaciones, etc., hasta la reforma constitucional del pasado mes de agosto. Esto no arregla la dramática situación de tanta gente, pero legitima y da audiencia a nuestras ideas, como herramienta política de trabajo: está de nuevo bien claro el enfrentamiento izquierda/derecha, y quién está a cada lado.
* * *
Por cierto, ¿recuerdan a nuestra ni-ni más folclórica?
"Yo no soy política, no soy de nadie, ni de derechas ni de izquierdas (...). Yo soy del partido que me dé de comer a mí y a mis hijos, soy del partido lolaflorista, que es el mío. La política es un rollo..." (Lola Flores, 1993. Declaraciones a la revista Telva, recogidas por Juán Ignacio García Garzón en su libro "Lola Flores, El volcán y la brisa")
Notas.
(1) Alexey Menschikov (o Alexey Bednij) es un artista fotógrafo ruso cuya obra gira en torno al arte de la calle (Street Artists) y al paisaje urbano. Elementos simples como una grieta en la pared o en el pavimento, son utilizados por Menschikov para realizar composiciones minimalistas muy expresivas. Conocido también por sus fotografías de sombras, tanto de personas como de animales, y por sus composiciones de personas en movimiento aparentemente mecánico, autómata, hacia ninguna parte..., que transmiten un cierto significado de alienación, soledad, individualismo, aislamiento...
(2) "La Escuela produjo tantos tiranos, dictadores, y semejantes, que en los círculos latinoamericanos se llegó a conocer como la Escuela de los Golpes" (Roy Bourgeois).
(2) "La Escuela produjo tantos tiranos, dictadores, y semejantes, que en los círculos latinoamericanos se llegó a conocer como la Escuela de los Golpes" (Roy Bourgeois).
(3) Humala salió airoso de la investigación, judicial, después de que Luis Pereyra Briceño, hombre de su confianza, hiciese desaparecer su expediente militar de aquellas años. Algunos testigos claves cambiaron la declaración y más tarde se supo que fueron sobornados por otro hombre de confianza de Humala, Amílcar Gómez.
--Pincha aquí para leer la 1ª parte--
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Una vez leídas las dos partes, me gustaría formular alguna pregunta:
ResponderEliminar1. ¿Quién es el/la autor/a? Creo que no queda claro.
2. ¿Por qué no se analiza el Frente Cívico? ¿No sería un caso más de “ni-ni”? (Conste que lo digo desde las simpatías hacia él, y en particular hacia Julio Anguita).
3. Nos guste o no, ¿acaso no es cierto que la gente percibe la realidad de una determinada manera? ¿No conviene, cuando menos, actualizar el lenguaje?
4. Además, en mi modesta opinión lo que está en juego es mucho más que la justicia social (y ya es decir...). Recordemos la experiencia de los años treinta frente al fascismo, y cómo reaccionaron la III Internacional, Dimitrov, etcétera.
Saludos cordiales.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHola, Cordura. Gracias por el comentario. Te respondo en dos partes.
ResponderEliminar1. El autor de las entradas es siempre el que aparece al final en el pequeño recuadro blanco donde está el lápiz de los comentarios y las etiquetas. Ahí verás que pone "Publicado por"... La responsabilidad de la entrada es de quien aparece ahí y su opinión necesariamente no tiene por qué ser compartida por el resto de las personas que integran el pequeño grupo de colaboradores del blog. Únicamente cuando aparece "Publicado por viejo topo" se interpreta que todos compartimos el contenido, al ser una identidad colectiva. En el resto de los casos, la responsabilidad es individual de quien firma una entrada. En este caso, el autor soy yo, que firmo como Vigne, que lógicamente es un seudónimo. .
2. Lo del Frente Cívico... Pues es una pregunta desde luego oportuna. Yo en teoría estoy apuntado al FC, sobre todo porque siempre he tenido simpatía por Anguita y la idea inicial me pareció buena. Pero Anguita sólo hay uno y actualmente tengo algunas dudas porque considero que el FC tiene que estar por encima de cualquier opción partidista y electoral (en teoría es así), para poder desempeñar una función de catalizador de acción-movilización ciudadana y simultáneamente favoreciendo el incremento de la masa crítica y de la reflexión y debate políticos sobre los problemas. En tanto queda fuera del juego electoral, las etiquetas explícitas no tienen importancia (hasta pueden ser contraproducentes), de la misma forma que cuando se convoca una manifestación por la sanidad o la educación, no se convoca a la gente de izquierdas, sino simplemente se convoca a todo el mundo (al que quiera ir). Pero también es verdad que, implícitamente hay una carga ideológica y política muy clara en una manifestación por la sanidad o la educación públicas (porque se defienden las cosas que defiende la izquierda política). Con el FC sucede lo mismo: implícitamente hay esa misma carga, tanto en las lecturas que se hacen de la realidad social como por el tipo de actividades realizadas. La estrategia inicial del FC me parecía buena porque era una forma de potenciar la masa crítica. Ahora tengo mis dudas porque no sé hasta qué punto Podemos está utilizando el FC en algunos sitios, lo cual corrompe la idea original (por mucho que digan PI y Monedero, desde el momento en que se plantean acudir a unas elecciones, pasan a ser un partido en sentido amplio, de ahí que me parezca manipular la utilización oportunista del FC; ojo, en algunos sitios, porque creo que no ocurre en todas partes ni mucho menos).
En efecto el FC en donde yo estoy no está manipulado por ningún partido. No digo que alguno no haya intentado manipularlo, pero otros le responden de forma adecuada. En mi zona hubo alguno que intentó promover el independentismo, pero se quedó con las ganas.
EliminarYo tbn pienso que no es general esa instrumentalización. Siempre hay tentaciones partidistas con ese tipo de iniciativas. Partidos y movimientos sociales deben ser complementarios y reforzarse mutuamente, pero no deben mezclarse: ni los partidos jugar a apropiarse de los movimientos sociales, ni estos jugar a ser partidos. Si a un movimiento social le sucede una cosa u otra cosa, pues creo que supondría cavar su tumba.
Eliminar(2 de 2)
ResponderEliminar3.- Por supuesto. Es indiscutible.
La percepción que tenemos de la realidad política en buena parte es producto de la socialización política, en la que los medios son quizás el agente de socialización política más importante. Imagino que en esto estaremos de acuerdo. Ahí está la batalla ideológica.
Sobre actualizar el lenguaje....
A) Simplificar y divulgar pedagógicamente siempre es bueno. Vaciar de contenido es otra cosa.
B) No sé en qué sentido dices lo de actualizar el lenguaje. Siempre hay que actualizar el lenguaje, desde luego, pero renunciar a determinadas categorías o conceptos (que son fáciles de explicarle a la gente) puede ser negativo. Porque el lenguaje, las palabras... tienen que ver con el Poder. Hace poco años, hasta hace dos días, cuando hablabas de capitalismo te decían: "actualízate, se llama economía de mercado, o economía social de mercado", como si el capitalismo ya no existiese, eufemismos que esconden manipulación. Y no, se llama capitalismo y enseñemos a la gente en qué consiste el capitalismo de manera didáctica que todo el mundo pueda entenderlo. Otro ejemplo: el concepto de "lucha de clases": es fácil de entender, y si la gente lo entiende y lo asume, cambia mucho la visión de la realidad. Hay categorías que es bueno mantener y otras que en efecto hay que actualizarlas.
4.- A grandes rasgos, estoy de acuerdo con que hay más cosas en juego que la justicia social, aunque tampoco sé si nos referimos a lo mismo..
Si lo dices por el dilema dictadura-democracia que plantea Podemos (en IU también hay gente que lo plantea), yo no creo que esté en juego la democracia burguesa, formal, actualmente. Como eslogan es muy chulo, queda muy bien, se vende bien y cala enseguida en la gente... pero de forma rigurosa no está en juego la democracia formal. Lo que hay q decirle a la gente es "mire, la democracia formal es esto, nos guste o no", y desde programas de izquierdas se pueden ir introduciendo cambios que nos faciliten el acercamiento a una democracia real que sólo podrá darse si superamos el capitalismo.
Es verdad que existe un riesgo de neofascismo y vendría bien recordar épocas anteriores como dices. Yo sólo conozco una vacuna: fomentar la masa crítica. Toda esa legión de indignados a la que ahora le salen tantos novios políticos para seducirlos con lenguaje de cama política, no nos engañemos: su amorfismo ideológico pasado mañana les pude llevar a ir detrás del primer líder neofascista y populista que se lo monte bien (y esté apoyado por el poder, lógicamente). Lo que dices de los años 30... un poco fue eso. ¿No?
Ahora bien, esa involución neofascista podría darse (y el riesgo es altísimo porque ya está ocurriendo) en el marco de la democracia formal (necesariamente no tiene que implicar una dictadura política), adoptando el formato de ese nuevo fascismo social del que hablan autores como Boaventura de Sousa y Arturo Escobar (hace tiempo metí en el blog una pequeña cuña muy divulgativa sobre ello, en http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2013/09/despues-del-tercer-mundo-los-fracasos.html ). Creo que hay más riesgo de eso, que de una dictadura "formal".
Un saludo y gracias.
Gracias por tus clarificadoras respuestas, Vigne.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en buena medida con tu visión, y sobre todo con el intento que percibo de introducir orden y racionalidad en todo esto.
Quizá sería en los puntos 3 y 4 donde cabrían más matices diferenciales. Creo que es fundamental acudir a la gente “donde está”, es decir, donde está su mente: sus percepciones de la realidad. Y más en una época que reclama sentido de urgencia, como la nuestra. El reto, por supuesto, es hacerlo sin sacrificar los principios. Pero me parece esencial ser conscientes (y creo que en esa línea apuntaba Anguita con su Frente Cívico) de que al Sistema le interesa la guerra social entre el pueblo. Y por eso alimenta la división “izquierda-derecha” (tan falaz, para colmo, en muchos casos), que en España resulta aún más eficaz dado el trasfondo guerracivilista (a mi juicio, también fomentado desde arriba). Creo que hay que llegar a la gente prescindiendo tanto como se pueda de esas etiquetas (cuyo origen, además, fue meramente espacial, en los albores de la Revolución Francesa).
En cuanto al capitalismo (feroz modelo económico) y la lucha de clases, para mí son realidades incuestionables. Pero considero un error blandir demasiado la segunda (peor aún me parece promover la “guerra de clases” o incluso el odio, como hacen algunos; por cierto, en directa contradicción, nada menos, con 'El manifiesto comunista' de Marx…). Eso genera inevitablemente rechazo en amplias capas de la población, incluso dentro de la masa crítica. En cuanto al capitalismo, me parece bien mencionarlo, siempre procurando ser pedagógicos, pero en la coyuntura actual yo usaría más –y uso– términos como 'Elite Global', 'Sistema' y 'Poder', todos los cuales van más allá de un enfoque economicista (desbordando, por ello, la visión marxista del mundo, dicho sea sin negar las virtudes de esta).
Ahí, quizá, es donde más divergimos. Estoy convencido de que España y el mundo caminan hacia una desaparición de lo que llamas “democracia formal” (para mí ni es formal siquiera, aunque es cierto que conserva cierta apariencia). El dimensión clave es la global (mundial). El multilateralismo, y lo estamos volviendo a ver en Ucrania, no es más que un canto de sirena que adormece a muchos críticos que confunden sus deseos con la realidad. El IV Reich será –es ya– aún peor que el III porque, a diferencia de este, sí tiene posibilidades de ser global. Cuando culminen su plan de dominación, entonces “cerrarán el mundo” y mostrarán su verdadera faz, que no será democrática ni en apariencia (salvo, claro, para los mentalmente abducidos).
En fin, sé que esto requeriría muchas más explicaciones, pero no quiero extenderme más. Prefiero dejarlo ahí pero abierto a cualquier observación o rectificación, y en todo caso a profundizar el debate aquí o donde sea. Un cordial saludo.
Una recomendación por si no lo conocierais aún (creo que son aportaciones, las de ambos, de bastante nivel):
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/politica/Debate-Iglesias-Garzon-unidad-izquierda-instrumentos_0_226077401.html