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martes, 11 de agosto de 2015

La información en la dictadura de Franco



Fraga y el embajador americano Angier Biddle Duke, bañándose en Palomares (Almería). El 17 de enero de 1966 dos aviones EE.UU. colisionaron en vuelo, cayendo al mar cuatro proyectiles dotados de carga nuclear. Para convencer a la opinión pública que no había riesgo de contaminación radioactiva, Fraga se dio un rápido baño en la zona del accidente con la prensa como testigo.




La información en la dictadura de Franco
Manuel García


Como ocurre en todas las dictaduras, los medios de comunicación en el franquismo se consideraron de la máxima importancia. El medio más inmediato de llegar a la gente era la radio.

Radio Pública

Radio Nacional de España (RNE) fue un producto del franquismo en plena guerra civil, como arma de propaganda de los fascistas. Nos dice la Wikipedia
"Radio Nacional de España fue fundada por José Millán-Astray y Terreros en Salamanca el 19 de enero de 1937, en plena Guerra Civil Española, adoptando el adjetivo "nacional" del bando golpista y dependiendo de la recién creada Delegación del Estado para Prensa y Propaganda. Sus estudios estaban en el Palacio de Anaya de la capital salmantina, sede de la Oficina de Prensa y Propaganda, cuyos primeros directores lo fueron asimismo de Radio Nacional de España.”
Una vez terminada la Guerra Civil española, Franco dictó una orden el 6 de octubre de 1939 por la que sometía a censura previa de Falange Española y de las JONS la programación de las emisoras privadas de radio y además otorgaba a RNE la exclusiva de los servicios informativos. O sea, obligaba a todas las emisoras a conectarse dos veces al día con RNE, a las 14:30 y a las 22:00 para lo que se llamaba el “Diario Hablado”. Como este noticiario se había desarrollado durante la guerra y allí se daba el “Parte de Guerra” diario, al “Diario Hablado” mucha gente lo conocía como “El Parte”. Incluso hoy, la gente muy mayor sigue llamándolo así. Recuerdo que se oía al final un toque de cornetín, los gritos de “Caídos por Dios y por España”, “Presentes”, “Viva Franco”, “Arriba España” y después se oía un trozo del Oriamendi, un trozo de Cara al Sol y el himno nacional.


Las emisoras privadas

Las emisoras privadas tenían prohibido emitir noticias. Para las noticias, como he dicho, tenían que conectar con RNE dos veces al día. En su programación se limitaban a concursos, guías comerciales, emisión de música dedicada de unos oyentes a otros y los seriales, que eran lo que hoy se llamarían culebrones.

Durante un rato, sobre todo por la tarde, las calles se quedaban desiertas y la gente se recogía para escuchar el serial. En la casa donde no tenían radio, pasaban a la casa del vecino que la tuviera.

Los principales escritores de seriales eran Guillermo Sautier Casaseca y Luisa Alberca Lorente. Tuvieron grandes éxitos. El primero fue “Lo que nunca muere” en 1953.

Contaré una anécdota que recuerdo de este serial. El argumento era que dos hermanos se habían separado por cuestiones familiares y cuando se declaró la Guerra Civil se encontraron en bandos opuestos. Uno de los personajes era una rusa, que demostraba ser una buena persona. Por ello uno le inquirió:
- “Pero usted será rusa blanca” 
Y ella contestó:
“No, yo soy rusa soviética”

¡La que se armó! Al día siguiente era la comidilla. La gente no entendía dos cosas. Una es que cómo una rusa soviética podía ser una buena persona. Otra es que no se entendía cómo la censura había permitido que se emitiera eso. Naturalmente los periódicos no comentaron nada al respecto.

También fue éxito “La segunda esposa” en 1956 y “Ama Rosa” en 1959. Hubo infinidad de seriales. Del último que recuerdo haber oído creo que se llamaba “Lucecita”, creo que era de origen venezolano y fue a principio de los años 70. Era lo más barato que servía de entretenimiento a la gente. Lo que sí ocurría era que los seriales duraban años, eran larguísimos.

Un fragmento de un episodio de “Ama Rosa” (sobre esta radionovela véase El amor maternal tras una máscara: Ama rosa, de Julia María Labrador en la revista Escritoras y Escrituras).




La prohibición de la emisión de noticias, solo en el caso de las deportivas, se empezó a levantar con el programa deportivo de Radio Madrid Hora 25 que llevaba  José María García.

Escribe Jon Murelaga Ibarra:
"La radio [en el franquismo, entre 1940 y 1959], lejos de convertirse en una vía de escape para una sociedad consagrada al hambre no hizo sino anestesiarla –'radio anestésica'– y se convirtió en un medio perfecto para enmascarar problemas de toda índole que azotaban el país. El fútbol, los seriales y los concursos sustituyeron el hambre, la venganza y la autarquía en un clima de represión y de cerrazón política y cultural."
Para quien quiera profundizar en lo que fue la radio en esas dos primeras décadas de franquismo, se pueden consultar los trabajos de Jon Murelaga Ibarra, que facilitan una interesante y extensa primera toma de contacto: Historia contextualizada de la radio española del franquismo (1940-1959), y La radio española y el final del Régimen Franquista, ambos en euskonews.com


Periódicos

De los periódicos casi no vale la pena hablar. Primero porque no tenían gran difusión, costaban dinero y la gente tenía que dedicarlo a necesidades más perentorias.

En 1951 se creó el Ministerio de Información y Turismo. La censura y las consignas a los periódicos pasaron de la Secretaría General del Movimiento a este Ministerio. Desde 1951 hasta 1962 lo ocupó Gabriel Arias Salgado, un católico integrista, cuyo único fin en la vida era que toda su acción política contribuyera a la salvación de las almas de cuantos más españoles mejor. Ya nos hemos referidoa él en otra entrada, que refleja su personalidad (ver "La cueva en la que Stalin recibía instrucciones del Diablo. Recordando una anécdota del franquismo.").

Por cierto éste era padre de los Arias Salgado, que estuvieron en UCD y ahora andan por negocios politizados.

Había periódicos 'regionales' y nacionales. Eso sí, los lunes no podía editarse más que “La hoja del Lunes”, con la excepción de "Marca". A nivel nacional, que yo recuerde, estaban el Ya, el ABC y Pueblo que era el órgano del Sindicato Vertical, era vespertino y en su época de esplendor lo dirigió Emilio Romero, quien le dio un tono de agresividad que gustaba a la gente. También estaba el diario deportivo Marca, que era el más popular de todos, y que por cierto se podía editar los lunes (la excepción, por lo del fútbol).

Emilio Romero, director del diario “Pueblo”,
vinculado a los sindicatos franquistas.


Una anécdota que ocurrió con la censura. Blas Piñar era un prohombre del Régimen, concretamente en 1962 era director del Instituto de Cultura Hispánica (ICH). Después de un viaje por Hispanoamérica y Filipinas escribió el 19 de enero de 1962, en la tercera de ABC, un artículo titulado “Hipócritas”, donde ponía a los norteamericanos de chupa de dómine. Los censores, ante la firma del artículo, no se atrevieron a quitarlo y salió publicado. El día 24 de ese enero, fue respondido por Emilio Romero desde Pueblo, con el título “¿Por qué?”, en la sección “Sin Rodeos”. Romero atacó a Blas Piñar, acusándole de torpedear las relaciones con EEUU. Blas Piñar fue destituido del ICH, aunque siguió siendo un franquista acérrimo.


El búnker más fascista del régimen. Blas Piñar (foto)
 fue el líder de Fuerza Nueva, organización fascista que
 estuvo involucrada en el terrorismo de extrema-derecha.

También existían periódicos 'regionales'. Los que más me sonaban eran La Vanguardia de Cataluña, y la Voz de Galicia. Evidentemente había bastantes más.

Lo que sí tenía muy claro el régimen es la cuestión sexual y la anatomía femenina. Desde el principio estaba todo prohibido. Desde que en 1962 Fraga llegó al Ministerio de Información y Turismo se suavizó esta parte de la censura, tanto en la prensa escrita como en los clubs y salas de fiesta. Creo que entonces hubo una sala de fiesta en Madrid, llamada Nueva Romana, donde se permitía el desnudo del torso femenino. Al menos eso se decía, de ahí la frase: "Con Fraga hasta la braga".

En relación con lo anterior, una anécdota a recordar es la censura del escote de Sara Montiel, fotografiada en el Festival de Venecia de 1958. Los censores obligaron a retocar la foto tapando el pronunciado escote de la popular artista española:


Sara Montiel, fotografiada en el Festival de Venecia de 1958. A la izquierda la fotografía publicada en el extranjero, y a la derecha la que salió en los medios españoles.


Desde 1962

Es verdad que cuando Fraga pasó a ser titular del Ministerio de Información y Turismo hizo una cierta apertura. En vez de pasar los periódicos la censura previa, lo que hizo es que se responsabilizaran de las noticias y comentarios, de forma que si a posteriori no gustaban al gobierno se podrían poner suspensiones y multas, incluso muy cuantiosas. O sea se instaló la autocensura por miedo a las sanciones.



El "adiós" del diario Madrid


No hay que olvidar la actuación de Fraga cuando la captura, juicio y asesinato de Julián Grimau, que está descrita en la entrada de este blog "La muerte de Julián Grimau".

Quizás el Ministerio tuvo una cierta condescendencia en la etapa de Fraga. Pero cuando fue sustituido por Sánchez Bella en 1969, y con los siguientes, se utilizó el palo y tentetieso. Por ejemplo un artículo de Rafael Calvo Serer en 1968 en el diario Madrid titulado Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle, en el que de manera indirecta y mediante una sutil comparación con Charles De Gaulle demandaba la retirada del poder de Franco, dio lugar a la suspensión del diario durante dos meses (el artículo se puede leer pulsando en el enlace del título).

Posteriormente al diario Madrid, en 1971, se llegó a quitarle la licencia y se llegó incluso a volarlo en 1973. La venganza fue completa. Un extracto de la Wikipedia:
Posteriormente, el 25 de noviembre de 1971, con la excusa de supuestas irregularidades en la financiación de la empresa editora, el Gobierno procede a la cancelación del periódico y prohíbe su publicación. Pese a las batallas judiciales que se sucedieron, el diario se vio obligado a vender su patrimonio para hacer frente a las deudas contraídas. El inmueble de la sede, en la esquina de las calles General Pardiñas y Maldonado, es adquirido por la inmobiliaria SAGAR, que planea construir en el solar un edificio de apartamentos. Finalmente, el 24 de abril de 1973 se procedió a volar la sede del rotativo (un edificio de tan sólo 25 años de antigüedad), en un acto simbólico que suponía dar por zanjada una de las primeras incursiones en el terreno de los principios democráticos durante los años de la dictadura.
La información en los periódicos se fue cerrando cada vez más y desde allí, pese al esfuerzo de Pío Cabanillas Gallas, cuando fue ministro, llegó a límites de la inmediata posguerra.


Otros medios para informarse

Había otros medios para informarse. Evidentemente no eran oficiales. Estaban:
  • Los rumores, a veces simples bulos
  • Las pintadas
  • Los panfletos u octavillas
  • Las emisoras extranjeras en sus emisiones en español
  • Radio España Independiente, Estación Pirenaica

Rumores había muchos. El problema es que no se podía saber los que eran verdad o los que eran para provocar y poder detener a opositores; había muchísimos. Recuerdo el caso Jarabo, que tuvo lugar en mi barrio; fue célebre en la crónica social de su época. José María Jarabo (cuyo nombre completo era José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, y que pertenecía a una familia rica de Madrid), fue un criminal que asesinó a dos hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada. Podéis leer la historia del caso en "José María Jarabo", en la WikipediaEn el barrio se llegaron a elaborar más de diez historias sobre el desarrollo de los acontecimientos, lo que ilustra la importancia de la rumorología en la época.

Las pintadas te informaban, a veces bien a veces mal. Si lo que decían era cierto obligaba a que el gobierno autorizara a informar, mal, sobre el hecho. Recuerdo haber visto una pintada en la calle Méndez Álvaro en 1970, que hablaba de tres obreros de la construcción asesinados en Granada. A los dos días el Ministerio de la Gobernación sacó una nota explicando lo de siempre, que en una huelga de la construcción en Granada, los obreros habían atacado a los policías, que habían tenido que disparar al aire (esto último no se si lo decían en este u otro caso similar) y habían resultado tres muertos leer sobre el caso en publico.es).

Respecto a las octavillas. A veces, no muchas, había una rociada de ellas en una calle. De organizaciones de la izquierda, en los 50 y 60 en Madrid, no recuerdo ver octavillas que no fuesen del PCE. Luego, más tarde, finales de los 60 y 70,  eran ya de diversos orígenes, de distintos partidos. Es mi recuerdo.

El férreo control ejercido por el franquismo sobre las imprentas, obligó a recurrir a un sistema artesanal de impresión: las célebres "vietnamitas". La "vietnamita" era una multicopista manual que estaba prohibida porque precisamente su uso escapaba del control establecido por el régimen. Estar en posesión de una "vietnamita" era motivo de detención y procesamiento judicial. Pero era de fabricación casera y por tanto se podía recurrir a esta tecnología doméstica para imprimir materiales sencillos como octavillas:
"era un  instrumento de reproducción de copias, una a una, compuesto por una base y un  bastidor de madera al que se le adhería una tela de seda para el filtrado y tamizado de la tinta de imprenta que se extendía por medio de un rodillo. Por la cara interior de la seda se sujetaba el cliché y, bajo este, un folio en blanco para recibir la impresión. Instrumento económico y de emergencia ante la ausencia de multicopistas." (fuente: servicios.educarm.es)
Sobre todo se llegaron a utilizar en el tardofranquismo, en las décadas 60 y 70. Pensemos que no existían las fotocopiadoras, de ahí que las octavillas fuesen impresas clandestinamente a través de esta rudimentaria tecnología.


Vietnamita de una fecha ya tardía, 1975, año en que muere el dictador. Su posesión era ilegal.



Rumor y prensa. Hubo algún hecho que salió en los periódicos y también había mucha información en los rumores. Fue el caso de las bombas atómicas de Palomares. En 1953 el régimen firmó los acuerdos militares con EEUU, donde se entregaba lo que quisieran los norteamericanos. Según el tratado los norteamericanos tenían que comunicar el movimiento de armas atómicas en territorio español, pero a ellos les importó poco lo pactado.

El 17 de enero de 1966 chocaron un B-52 que llevaba 4 bombas de 1,5 megatones con un avión de reaprovisionamiento y las cuatro bombas de plutonio y americio cayeron a tierra, a dos de ellas les estalló el detonador y resultaron destrozadas. El material nuclear resultó esparcido en una área extensa, pero en tierra. Otra cayó intacta en tierra y la última en el mar. Esta última fue recuperada 80 días después.

Del libro La CIA en España de Alfredo Grimaldos:
Los cuatro miembros de la tripulación del KC135 mueren en el acto, lo mismo que tres de los siete tripulantes del B-52. Los otros cuatro consiguen salvarse saltando en paracaídas. Dos de las bombas chocan directamente contra el suelo, y su carga convencional explosiona liberando su contenido radiactivo, compuesto principalmente por plutonio y americio. Crean una nube radiactiva que se esparce sobre unas 226 hectáreas de terreno, debido al viento reinante. Esta área incluye la población de Palomares, una tranquila pedanía del término municipal de Cuevas del Almanzora (Almería). A finales de los sesenta, Palomares ni siquiera aparece en los mapas militares de la época, pero allí se va a producir el accidente nuclear más importante ocurrido en España, cuyas consecuencias sobre el medio ambiente de este rincón del sudeste peninsular están aún por determinar cuatro décadas después. Las otras dos bombas caen con el paracaídas abierto y no explotan. Una es encontrada, presuntamente intacta, en el lecho de un río seco, y la otra se sumerge en el mar.  
En su línea de actuación habitual, el ministro de Información y Turismo español, Manuel Fraga Iribarne, suministra a la prensa un escueto comunicado en el que se señala que un avión de Estados Unidos ha sufrido un accidente que no ha provocado víctimas civiles. El texto no hace la menor mención a las armas nucleares que llevaba el aparato siniestrado. Pero los habitantes de la zona empiezan a sospechar que algo grave ha ocurrido cuando los militares norteamericanos ponen en acción un operativo al que denominan «Broken Arrow» (Flecha Rota), cuyo principal objetivo es localizar los proyectiles perdidos y, después, descontaminar la zona. Un grupo de búsqueda marina, integrado por 20 barcos, 2.000 marinos y 125 hombres rana se concentra frente a las costas de Palomares, pero su trabajo resulta infructuoso.  
Se tardan casi sesenta días en localizar la bomba caída, que aparece a cinco millas de la costa. Finalmente, es el pescador de Águilas, Francisco Simó Orts, quien la encuentra, el 15 de marzo. Desde entonces, sus paisanos le conocerán como Paco «el de la Bomba».  
La imagen del incidente que ha quedado para la historia es la de Fraga y el embajador estadounidense en España, Angier Biddle Duke, bañándose en las aguas mediterráneas de Palomares el 7 de marzo de 1966. El chapuzón tiene como objetivo demostrar que la zona no está contaminada. Y según el embajador norteamericano, alguna cosa más: «El viaje, en realidad, ha servido para llamar la atención a los turistas de lo que ofrece la costa almeriense en su calidad de lugar de veraneo», declara Biddle Duke, tan campante, al diario Ya.
El problema es que la costa mediterránea había empezado a ser explotada turísticamente y este incidente podía ser silenciado para los españoles. Pero para los países extranjeros no. Los turistas alarmados no vendrían y los que vinieran contarían lo ocurrido. Por lo tanto no se pudo ocultar mucho, aunque sí algo. Por lo tanto se tuvo que levantar algo la censura y Fraga junto con el embajador USA, parece que obligado por Fraga, se dieron el baño en Palomares. Fotografía inolvidable que reproducimos como cabecera de la entrada, además de la que sigue:

Palomares (Almería). Baño de Fraga con el embajador americano y otras autoridades.

Del mismo libro La CIA en España, de Alfredo Grimaldos:
Casi cuarenta años después, en los datos aportados al Congreso de los Diputados por el Consejo de Seguridad Nacional, el 17 de octubre de 1995, se afirma que la retirada de material contaminado se restringió sólo a las zonas que presentaron una radiación intensa, lo que correspondería sólo al 0,97 por ciento del área afectada (226 hectáreas). Cinco mil quinientos barriles cargados con material radiactivo fueron trasladados a Estados Unidos. El resto del terreno fue labrado, regado y sepultado bajo medio metro de tierra descontaminada. También, según el informe n.° 021.275, se enterraron cantidades indeterminadas con un índice de radiación medio en un pozo construido al efecto.Inicialmente, el control de la zona correspondió a la antigua Junta de Energía Nuclear (JEN), que realizó controles de contaminación atmosférica, de suelos, plantas silvestres, cultivos y animales, desde que se produjo el accidente hasta 1980. En cuanto al seguimiento biológico, los datos de tan «concienzudo» análisis se limitaron al esparto —que ofreció los índices más elevados de acumulación de plutonio—, dos caracoles y una cabra, en los que también se hallaron trazas de este elemento radiactivo. El doctor Pedro Antonio Martínez Pinilla, el científico que ha realizado los únicos trabajos epidemiológicos desarrollados de forma continuada y con rigor, durante décadas, sobre mortalidad y morbilidad en Palomares, señala que «38 años después del accidento, sus consecuencias no sólo no se han disipado, sino que siguen y seguirán afectando a las comunidades biológicas de la zona durante los miles de años que estos elementos transuránicos, en especial el plutonio, tarden en degradarse».

Emisoras extranjeras. Varios países tenían en su programación emisiones en español. Todas estas emisoras se escuchaban en Onda Corta (OC) y eran nocturnas. En Europa eran tres especialmente. Francia (Radio France Inter, RFI), RU (BBC) y Alemania (Deutsche Welle, DW Onda Alemana). Mi clasificación política era la siguiente, DW más a la derecha, BBC más en el centro y Radio France Inter más a la izquierda. La audición era generalmente defectuosa. La OC se puede escuchar lejos del punto de emisión por la reflexión en la ionosfera pero se escucha de modo sucio, con muchas interferencias. Además el gobierno procuraba aumentar las interferencias, sobre todo en los casos que hubiera algún acontecimiento peligroso para el franquismo, como huelgas, manifestaciones, etc. En esas emisiones había noticias, entrevistas, editoriales, lectura, con traducción, de artículos de la prensa internacional referidos a España y en general una prensa y radio más libre que aquí. Además tenían una cosa el horario. Iban seguidas, primero la alemana, luego la BBC y por último la francesa. Creo recordar que duraban una media hora más o menos cada emisión.

Cuando en el verano de 1975 detuvieron a varios de los militares de la UMD, hubo uno el capitán del ejercito del aire, piloto de reactores, llamado José Ignacio Domínguez, que se encontraba de viaje de trabajo en París,. Esa noche le entrevistaron en RFI. Posteriormente fue designado portavoz de la organización en el exterior. Hoy es teniente coronel en la reserva, después de años de estar separado del servicio.

También había emisiones en español de Radio Moscú (1) y Radio Pekín. El problema es que, en general se escuchaban muy mal. Y hubo una época de emisiones en español de Radio Tirana (Albania).

De todas formas en esas emisiones en español se podían informar perfectamente el que quisiera, tuviera un aparato con OC y paciencia para aguantar las interferencias.


Radio España Independiente (REI)

Fue una emisora patrocinada por el PCE. Empezó a emitir el 22 de julio de 1941 desde Moscú aunque ante el avance alemán se trasladó a Ufa volviendo a Moscú a los pocos meses. Allí estuvo hasta enero de 1955 en que se trasladó a Bucarest. La idea fue de Dolores Ibárruri, Pasionaria, quien solicitó a las autoridades soviéticas todo el apoyo necesario para crear organizar la emisora.

Estudio de REI en Bucarest
Se la denominaba “Estación Pirenaica” o “La Pirenaica” para crear la ficción de que emitía desde un lugar indeterminado de los Pirineos. La razón era animar por la cercanía. El locutor principal que yo oía era Pedro Aldámiz, seudónimo de Ramón Mendezona, que lo fue durante los últimos 25 años.

Pedro Aldámiz

La emisora cambiaba frecuentemente de frecuencia por evitar las interferencias franquistas. El régimen estuvo desde el principio muy molesto con esta emisora y utilizó aparatos emisores para interferirla. Cuando firmó los acuerdos con EEUU uno de los equipos que obtuvo fueron interceptores muy potentes con los que interferir, aunque no lo lograron. Los oyentes teníamos que tener la paciencia de buscarla en una nueva frecuencia cuando ya no estaba en la del día anterior.

En las ciudades los oyentes no tenían tantos problemas con las denuncias. Pero en las pequeñas localidades se tenían que tomar muchas precauciones para escucharla. Se ponía a muy poco volumen y muchas veces se estaba debajo de una manta. Una denuncia por oír La Pirenaica podía conducir a la cárcel por mucho tiempo o, dependiendo de la época, a cosas peores.

En La Pirenaica se daban noticias del interior de España, huelgas, represión, manifestaciones. Evidentemente dentro había muchos “corresponsales” que hacían, con las consiguientes precauciones, que llegaran noticias a REI. También había noticias internacionales, entrevistas a comunistas españoles y extranjeros, entrevistas a personalidades progresistas como Joan Manuel Serrat o desde Angela Davis a Mikis Theodorakis, editoriales, etc.

Además había una sección entrañable, la lectura de cartas dirigidas desde el interior, contando las penalidades que sufrían personas individuales por la represión franquista. Recientemente se ha editado un libro recogiendo bastantes de las 15.500 que se conservan. Los autores son Rosario Fontova y Armand Balsebre y la editorial es Cátedra.




Recomiendo la página www.lapirenaicadigital.es/SITIO/PIRENAICA.htmlEs muy buena. Hay algún enlace que puede no funcionar. También puede ser interesante la página www.pirenaica.s47.net/archivo.htm

Cuentan que también se emitían mensajes en clave, pero eso lo sabrían los que estaban en el secreto. Los oyentes normales no nos enterábamos, aunque es cierto que algunas de las cosas que decían no las entendíamos: posiblemente esos fueran los mensajes en clave.

El 20 de noviembre de 1975 sobre las 5 de la madrugada, en La Pirenaica, oí la noticia de la muerte del dictador. Fue una de las satisfacciones que me dio esta emisora.

Su última emisión fue el 14 de julio de 1977, desde el Congreso de Diputados con la formación de las Cortes después de las elecciones del 15 de junio. 

En total fueron más de 108.000 emisiones.

Fotomontaje realizado por José Renau para 
Radio España Independiente, a partir de un dibujo de Picasso.

Se recomienda la visita a una joya de blog especializado en emisoras de radio: El blog de Mon. En este blog además de prestar atención a estas emisoras en castellano desde el extranjero, está dedicado a cadenas históricas de un sinfín de países. Un blog en castellano imprescindible para los interesados en el tema radiofónico. Sobre La Pirenaica, podéis leer en este blog: "El Lado Oculto de la Radio, un reportaje sobre un auténtico mito: Radio España Independiente".


Y por supuesto... ¡el NO-DO!

De los nacidos antes de los 60 (o poco después), ¿quién no recuerda el NO-DO? ¿Quién no recuerda, por ejemplo, a Franco inaugurando pantanos, antes de comenzar la película en el cine? 
"El NO-DO (Noticiarios y Documentales), se creó el día 29 de septiembre de 1942 por la dictadura de Franco como un servicio de difusión de noticiarios y reportajes de obligatoria exhibición en los cines de España, posesiones y colonias (...). Su primera proyección tuvo lugar el 4 de enero de 1943 y así se mantuvo hasta que, en 1975, dejó de ser obligatorio. La producción cesó en 1981." (www.rtve.es/filmoteca/no-do/historia)
El NO-DO fue parte fundamental del aparato de propaganda del régimen. Todos los cines estaban obligados a proyectarlo. Y en una época en la que no existía TV, las únicas informaciones audiovisuales eran las del NO-DO, de ahí su impacto en la socialización política. Además era una propaganda que, en la medida en que se difundía como parte del divertimento que suponía el cine, entraba con facilidad en la mente de los españoles. 

Sobre el NO-DO se ha escrito mucho y encontraréis abundante material en la Red. Una recomendación de lectura interesante que tiene en cuenta además la perspectiva de género: de María Antonia Paz y Carlota Coronado, "Mujer y formación profesional durante el franquismo. NO-DO, 1943-1975".


Aconsejable también la web de la Filmoteca de RTVE: rtve.es/filmoteca/no-do/

El primer NO-DO, emitido en 1943. No tienen desperdicio:




Franco y... sus pantanitos. En este NO-DO, el pantano de Cenajo (Murcia): la propaganda desarrollista en la época de los llamados "tecnócratas" del régimen, muy vinculados al Opus Dei:




Y para acabar, otro NO-DO histórico, de cuando el franquismo comenzaba a agonizar: el atentado contra Carrero Blanco (NO-DO del 24 de diciembre de 1973):




Manuel García
Blog del viejo topo









Notas
(1) "Durante muchos años, en la URSS, además de la conocida y potentísima Radio Moscú, existía otra estación de Onda Corta que transmitía para el mundo en diferentes idiomas. Su nombre era Radioemisora Paz y Progreso.": del Blog de Mon. Si pinchas en el enlace podrás escuchar algunos audios de la estación Paz y Progreso.


Fuentes, referencias, recomendaciones...


También puede interesarte (descarga en pdf pulsando en los enlaces):

2 comentarios:

  1. Una anécdota dela que me he acordado ahora de la radio de los años 50.
    En aquel tiempo estaba prohibido celebrar el Carnaval. Pero se organizaban bailes privados de Carnaval en algunas casas grandes.
    En RNE los domingos se daban unas "charlas radiofónicas de orientación religiosa" por el padre Venancio Marcos. Era muy integrista, regañaba mucho en sus charlas, sobre todo a las mujeres en general. Le dirigían cartas y él las respondía, podéis imaginar sus respuestas. Pero el caso es que se oían en bastantes familias.
    El caso es que el dramaturgo Edgar Neville daba un baile privado en Carnaval, e invitaba a sus conocidos.
    Se enteró Venancio Marcos, y en una de sus charlas se dirigió a Neville poniéndole como un pingajo como vicioso, que arrastraba a la condenación a sus invitados, etc. A la semana siguiente repitió sus maldiciones. Esto lo he oído yo.
    Edgar Neville se cansó y puede leerse en: http://www.grancanariaweb.com/cine/edgar/josearceo.htm y posiblemente en más sitios lo siguiente:
    "Durante muchos años fueron muy celebradas las charlas religiosas del Padre Venancio Marcos. En uno de sus programas mas critica con dureza extrema una fiesta de Carnaval, que Neville había celebrado en su casa. Neville le replicó privadamente refiriéndose a ciertas cartas comprometedoras del clérigo destinadas a una conocida actriz del momento."
    Desde ese momento se acabaron las críticas de Venancio Marcos a Edgard Neville.

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