- Acceder a 1ª parte: 1. En qué consiste el fracaso. Fracaso... ¿por qué? ¿Cuáles son las dimensiones de ese fracaso?
- Acceder a 2ª parte: 2. ¿Desde cuándo el fracaso?
- Acceder a 3ª parte: 3. Causas. 4. Responsabilidades. 5. ¿Entonces qué?
2. ¿Desde cuándo el fracaso?
Es evidente que hay un punto de inflexión en 2014, en el que la posición de IU en las encuestas comienza debilitarse, sobre todo a partir de las elecciones europeas. Pero, dado muchos sentirán la tentación de situar el fracaso más atrás en el tiempo, conviene extendernos un poco y analizar la trayectoria electoral de IU y del PCE desde la Transición. Por otra parte, una reflexión comparativa sobre la serie histórica de resultados de IU-PCE, puede facilitarnos pistas para entender el presente, a partir de constantes que se han ido dando anteriormente (aunque esto último lo abordaremos en la tercera parte). Veamos primero un cuadro y una gráfica:
Hagamos un recorrido histórico...
El PCE salió de su clandestinidad, tras la dictadura, como la principal fuerza política de la izquierda española. La izquierda era el PCE y luego una amalgama de partidillos muy diversos cuyo protagonismo en la lucha contra la dictadura había sido más bien muy escaso (ver "¿Quiénes constituyeron la oposición a la dictadura franquista? Un análisis a través de las sentencias del TOP").
Con una marcada aspiración a desempeñar en España el papel que en Italia jugaba el PCI, el PCE pronto vio frustradas sus aspiraciones ante un PSOE que, surgido prácticamente de la nada, contó con un decisivo apoyo sistémico (hablamos del apoyo de ciertos medios poderosos, de la ayuda financiera de la Internacional Socialista e incluso del propio aparato del Estado, como se vio en la disputa mantenida por las siglas con el PSOE-histórico). El PSOE tuvo mucho de producto mercantil lanzado por la Internacional Socialista y ciertos poderes fácticos, con la intención de servir de muro de contención contra el Partido Comunista y evitar que se diese en España una incómoda situación para el status quo como la que se daba en Italia. A toro pasado, con el paso del tiempo es fácil adivinar que, tras el traspiés inicial, el PCE debía haber apostado por una reorientación ideológica y táctica, una vez constatado que el PSOE ocupaba el lugar que años antes se esperaba que iba a ocupar el "Partido" (insisto en llamar la atención sobre algo que pasamos por alto: quizás en aquellos momentos no eran tan fácil ver esto). A pesar de ello, el PCE de Carrillo marcó un máximo histórico en 1979, con un 10,77% de los votos. A día de hoy, ninguna izquierda ha superado ese registro.
Parte de la táctica política del PCE se basó en evitar una confrontación abierta con el PSOE, que era el partido con el que competía por el voto de los trabajadores. El enemigo era la derecha y, pese a las críticas que se pudiesen realizar al PSOE (que comparativamente fueron más y más contundentes que las que ahora se le han hecho a Podemos desde IU-UP), en el fondo planeaba la idea de una alianza de la "izquierda", sin que nadie cuestionase el carácter de izquierdas del PSOE (ahora abundan mucho los críticos del tiempo pretérito; por otra parte, lo cierto es que el PSOE estaba mucho más a la izquierda de lo que ahora está Podemos). El empeño en no marcar la distancia con la socialdemocracia, debilitó la línea de demarcación entre el PSOE y el PCE y vino a difuminar la identidad política comunista, apostándose más por el buen entendimiento (todo era "izquierda") que por la confrontación. Era la idea de un espacio político compartido y la apuesta ideológica y discursiva del PCE parecía contribuir a reforzar tal idea (por supuesto, insisto mucho, a toro pasado es muy fácil hablar y ver las cosas). Esto tuvo consecuencias nefastas: fue un factor que incentivó el trasvase de cuadros y militantes desde el PCE al PSOE: si las diferencias eran tan escasas, ¿qué razones había para no incorporarse al partido dominante de la izquierda? Tal debilitamiento orgánico del PCE contó con el humano factor de las ambiciones personales: aquellos que tenían aspiraciones de carrera política, tenían claro que el caballo ganador era el PSOE (fue una época de trepas y oportunistas, como lo es ahora).
Todo esto condujo al hundimiento del PCE (electoral y orgánico) en 1982, coincidiendo con el triunfo del PSOE. Entramos así en una fase de fuerte reajuste del capitalismo en España (que acompañó el comienzo de políticas neoliberales), que siempre se nos vendió bajo el eufemismo de la "modernización económica" (todo esto en el contexto del reajuste del capitalismo en Europa). Fue la verdadera transición, ya que lo vivido anteriormente, el cambio político -aunque fuese lo más visible- apenas era un conjunto de cambios necesarios en la superestructura (en términos marxistas). Solo después del 82, con los cambios introducidos por el PSOE en función de las exigencias y necesidades del capitalismo español, la clase dominante respiró tranquila.
El PCE pagó muy caro el rol subalterno del PSOE, cegado quizás por el cortoplacismo, convencido de que era un "momento histórico" que obligaba a centrar en la vía electoral todas las energías (¿te recuerda a tiempos actuales esto?). Una de las consecuencias de esta electorafilia fue el debilitamiento (hasta cierto punto, desmantelamiento) de todo el movimiento social que se había levantado (aunque es muy cierto que en todo esto intervinieron bastantes factores más).
La recomposición vino de la mano de IU y de Julio Anguita, quien enseguida tomó el relevo de Gerardo Iglesias como coordinador de Izquierda Unida. Un Anguita aquel bastante diferente, por cierto, al actual Anguita, convertido en una sombra de lo que fue. Con él se entró en una fase en la que la nueva IU marcó contundentemente la distancia con el PSOE (el PSOE era también el enemigo) y giró a la izquierda, sin que importase ir a contracorriente (oposición al Tratado de Maastricht, por ejemplo), asumiendo un discurso político que le permitió presentarse como la alternativa de izquierdas en España.
Los primeros y pobres resultados de IU en sus comienzos con Gerardo Iglesias en 1986 (tuvo la dignidad de irse y regresar a la mina, una lección que muchos debieran aprender), fueron duplicados a la primera de cambio por la IU de Anguita en 1989. Siguió creciendo y en 1996 alcanzaba su pico máximo con un 10,54% de los votos, igualando casi el resultado histórico del PCE obtenido en 1979. En circunstancias muy difíciles para la izquierda, IU se asentaba como la alternativa de la izquierda en España, con un discurso, programa y planteamiento de confrontación y marcando visceralmente la distancia con el PSOE: la derecha es el enemigo, pero la socialdemocracia también y políticamente es más peligrosa, era la idea. PP y PSOE son como el alfil negro y el alfil blanco, pero alfiles al fin y al cabo, decía Anguita. Por otra parte, otro factor vino a reforzar la posición ideológica de IU: lo importante era hablar de contenidos y propuestas, acentuándose constantemente la crítica a lo existente y planteando alternativas; en la memoria todavía tenemos la célebre soflama de Anguita: "Programa, programa, programa".
Parecía que IU caminaba por la senda adecuada, pero entonces vuelve a cometerse un error parecido de acercamiento al PSOE. Anguita se retira por enfermedad y toma el relevo Paco Frutos, que cambia radicalmente de rumbo, buscando un entendimiento electoral con el PSOE (ver en este blog "Hechos pasados para una reflexión presente. El Pacto PSOE-IU en las elecciones generales de 2000"). Esto se materializó en un error histórico: la firma de un pacto con Almunia, por entonces Secretario General del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno. Argumentos: lo importante era echar al PP, un gobierno de izquierdas, un gobierno de cambio... ¿Os suena esto a algo actual? El pacto supondría que IU apoyaría la investidura de Almunia una vez celebradas de las elecciones. Por parte de la dirección de IU se presentó como un éxito en la medida en que, se dijo, el acuerdo se basaba en contenidos de programa, lo cual era muy discutible: "si comparamos las proposiciones del acuerdo de gobierno con los respectivos programas electorales de PSOE e IU para las elecciones de marzo de 2000. Dicha comparación revela que sólo en 2 de los 59 puntos del acuerdo programático IU desplazó de forma sustancial la postura de partida del PSOE" (Ana Sánchez-Sierra: "El Pacto PSOE-IU en las elecciones generales de 2000: estrategia electoral, proceso negociador y efectos", Estudio/Working Paper 44/2005, Departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid). (1) IMPORTANTE. Véase nota al final, con una réplica de Paco Frutos, cuyo contenido entiendo que merece la pena tener en cuenta.
El caso es que el acuerdo con el PSOE provocó el derrumbe de IU en el año 2000, que pasó del 10,54% de votos a un raquítico 5,45%. La política pactista de aproximación al PSOE y la moderación de la línea política, le costó a IU la mitad de los votos (perdió el 47,8 % de los votos, es decir, se perdieron casi 1,4 millones de votos, para ser exactos 1.376.731) y la pérdida de 13 diputados. Sin embargo, Paco Frutos opina que "aquel acuerdo no hizo perder votos a IU, sino recuperar unos cuantos". ¿Tiene razón Frutos al considerar que el derrumbe es anterior? Merece la pena leer su opinión, ya que está muy argumentada y aporta datos: ver nota 1.
Tomó el relevo Llamazares. Llamazares profundizó en ese acercamiento al PSOE, debilitando una vez más la línea de demarcación con la socialdemocracia, difuminando la identidad política de IU como alternativa de izquierdas. Esto provocó de nuevo un lógico trasvase de votos al PSOE. En ocasiones hasta daba la impresión de que Llamazares era un diputado más del partido de Zapatero. Todo esto condujo al desastre de 2008, en el que el 3,77% con el que se tuvo que conformar IU marcó un mínimo histórico solo superado ahora por Garzón.
Con la llegada de Cayo Lara y el comienzo de la crisis sistémica, surge una IU que gira a la izquierda y que enarbola sin complejos la bandera del anticapitalismo. IU se refuerza y moderniza orgánicamente. La socialdemocracia vuelve a ser de nuevo el enemigo, junto con la derecha: ¡contra el PPSOE!, una consigna que cada vez empezó a calar con más fuerza en amplios sectores. El PSOE era parte del problema, un mandarín del capital, de la Troika, y un vasallo del imperialismo atlantista, igual que lo era el PP. No hubo contemplaciones con el partido de Ferraz. Esto iba de lucha de clases y el PSOE estaba en la trinchera del capital.
El giro protagonizado bajo la dirección de Cayo Lara, condujo a que en 2011 IU alcanzase casi el 7% de los votos, pasando de 2 diputados a 11. Entramos en una fase decisiva, con la llegada de Rajoy: caracterizada por una tensión social que se traduce en movilizaciones y en ocupar la calle (y mal que les pese a los iufóbicos, IU ha estado en todas ellas y muchísimas veces impulsándolas, cuando no liderándolas). La nueva IU con Cayo Lara, es una organización con una clara identidad de izquierdas, que día a día planta cara al PP, contribuyendo a desgastar la imagen del PSOE y a crear conciencia de clase después de mucho tiempo. Hablar de lucha de clases deja de ser tabú y al capitalismo se le llama por su nombre: capitalismo. Rumbo a la izquierda.
Fue un bienio en el que por primera vez aparecen brechas en el casco de la dominación ideológica. Aunque fuese tímidamente, empezaba a darse una crítica social al capitalismo que permitía albergar esperanzas de un cambio ideológico, condición necesaria para cualquier avance político.
Durante los dos primeros años de la legislatura de Rajoy (2012-2013), todas las encuestas iban señalando un crecimiento constante de IU paralelo además a las movilizaciones.
Un crecimiento que tenía lugar además contra viento marea, en contra de los medios, a pesar del boicot sistemático que los medios ejercían contra IU; a pesar de las intoxicaciones permanentes vertidas en los medios contra Izquierda Unida. A pesar de todo eso, IU llegaba a tener al PSOE a la vista en las encuestas. Como botón de muestra, valga el siguiente sondeo de Metroscopia de agosto 2013:
En apenas año y medio, la intención de voto a IU creía en más de un 100%. En los últimos meses de 2013, algunas encuestas mejoraban incluso estos datos de Metroscopia.
Estos datos resultan mucho más expresivos si tenemos en cuenta los referidos a una comunidad emblemática como es Madrid, en la que IU estaba a punto de sobrepasar al PSOE tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, lo que le habría dado el gobierno de ambos:
Esta doble tendencia (ascenso meteórico de IU en las encuestas y movilizaciones sociales), empieza a verse frenada con la llegada de Podemos a comienzos de 2014. Por un lado Podemos tuvo un efecto placebo para desmovilizar la calle. Por otro, no cabe duda, truncó estas expectativas electorales, a pesar de lo cual IU seguía manteniendo una intención de voto muy por encima de los resultados de 2011. Es después de las elecciones europeas, que fueron unos buenos resultados, cuando IU comienza a dar muestras de hundimiento progresivo, catalizado una vez que Alberto Garzón consigue ser candidato y comienza a ejercer como una especie de extraño coordinador "oficioso" de IU que ata y desata a su antojo, apoyado en ese sector que tantas veces he calificado de "iupoémico".
Hagamos un recorrido histórico...
El PCE salió de su clandestinidad, tras la dictadura, como la principal fuerza política de la izquierda española. La izquierda era el PCE y luego una amalgama de partidillos muy diversos cuyo protagonismo en la lucha contra la dictadura había sido más bien muy escaso (ver "¿Quiénes constituyeron la oposición a la dictadura franquista? Un análisis a través de las sentencias del TOP").
PSUC (federado con el PCE). Cartel electoral en 1977. |
Parte de la táctica política del PCE se basó en evitar una confrontación abierta con el PSOE, que era el partido con el que competía por el voto de los trabajadores. El enemigo era la derecha y, pese a las críticas que se pudiesen realizar al PSOE (que comparativamente fueron más y más contundentes que las que ahora se le han hecho a Podemos desde IU-UP), en el fondo planeaba la idea de una alianza de la "izquierda", sin que nadie cuestionase el carácter de izquierdas del PSOE (ahora abundan mucho los críticos del tiempo pretérito; por otra parte, lo cierto es que el PSOE estaba mucho más a la izquierda de lo que ahora está Podemos). El empeño en no marcar la distancia con la socialdemocracia, debilitó la línea de demarcación entre el PSOE y el PCE y vino a difuminar la identidad política comunista, apostándose más por el buen entendimiento (todo era "izquierda") que por la confrontación. Era la idea de un espacio político compartido y la apuesta ideológica y discursiva del PCE parecía contribuir a reforzar tal idea (por supuesto, insisto mucho, a toro pasado es muy fácil hablar y ver las cosas). Esto tuvo consecuencias nefastas: fue un factor que incentivó el trasvase de cuadros y militantes desde el PCE al PSOE: si las diferencias eran tan escasas, ¿qué razones había para no incorporarse al partido dominante de la izquierda? Tal debilitamiento orgánico del PCE contó con el humano factor de las ambiciones personales: aquellos que tenían aspiraciones de carrera política, tenían claro que el caballo ganador era el PSOE (fue una época de trepas y oportunistas, como lo es ahora).
Todo esto condujo al hundimiento del PCE (electoral y orgánico) en 1982, coincidiendo con el triunfo del PSOE. Entramos así en una fase de fuerte reajuste del capitalismo en España (que acompañó el comienzo de políticas neoliberales), que siempre se nos vendió bajo el eufemismo de la "modernización económica" (todo esto en el contexto del reajuste del capitalismo en Europa). Fue la verdadera transición, ya que lo vivido anteriormente, el cambio político -aunque fuese lo más visible- apenas era un conjunto de cambios necesarios en la superestructura (en términos marxistas). Solo después del 82, con los cambios introducidos por el PSOE en función de las exigencias y necesidades del capitalismo español, la clase dominante respiró tranquila.
El PCE pagó muy caro el rol subalterno del PSOE, cegado quizás por el cortoplacismo, convencido de que era un "momento histórico" que obligaba a centrar en la vía electoral todas las energías (¿te recuerda a tiempos actuales esto?). Una de las consecuencias de esta electorafilia fue el debilitamiento (hasta cierto punto, desmantelamiento) de todo el movimiento social que se había levantado (aunque es muy cierto que en todo esto intervinieron bastantes factores más).
La recomposición vino de la mano de IU y de Julio Anguita, quien enseguida tomó el relevo de Gerardo Iglesias como coordinador de Izquierda Unida. Un Anguita aquel bastante diferente, por cierto, al actual Anguita, convertido en una sombra de lo que fue. Con él se entró en una fase en la que la nueva IU marcó contundentemente la distancia con el PSOE (el PSOE era también el enemigo) y giró a la izquierda, sin que importase ir a contracorriente (oposición al Tratado de Maastricht, por ejemplo), asumiendo un discurso político que le permitió presentarse como la alternativa de izquierdas en España.
Los primeros y pobres resultados de IU en sus comienzos con Gerardo Iglesias en 1986 (tuvo la dignidad de irse y regresar a la mina, una lección que muchos debieran aprender), fueron duplicados a la primera de cambio por la IU de Anguita en 1989. Siguió creciendo y en 1996 alcanzaba su pico máximo con un 10,54% de los votos, igualando casi el resultado histórico del PCE obtenido en 1979. En circunstancias muy difíciles para la izquierda, IU se asentaba como la alternativa de la izquierda en España, con un discurso, programa y planteamiento de confrontación y marcando visceralmente la distancia con el PSOE: la derecha es el enemigo, pero la socialdemocracia también y políticamente es más peligrosa, era la idea. PP y PSOE son como el alfil negro y el alfil blanco, pero alfiles al fin y al cabo, decía Anguita. Por otra parte, otro factor vino a reforzar la posición ideológica de IU: lo importante era hablar de contenidos y propuestas, acentuándose constantemente la crítica a lo existente y planteando alternativas; en la memoria todavía tenemos la célebre soflama de Anguita: "Programa, programa, programa".
Parecía que IU caminaba por la senda adecuada, pero entonces vuelve a cometerse un error parecido de acercamiento al PSOE. Anguita se retira por enfermedad y toma el relevo Paco Frutos, que cambia radicalmente de rumbo, buscando un entendimiento electoral con el PSOE (ver en este blog "Hechos pasados para una reflexión presente. El Pacto PSOE-IU en las elecciones generales de 2000"). Esto se materializó en un error histórico: la firma de un pacto con Almunia, por entonces Secretario General del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno. Argumentos: lo importante era echar al PP, un gobierno de izquierdas, un gobierno de cambio... ¿Os suena esto a algo actual? El pacto supondría que IU apoyaría la investidura de Almunia una vez celebradas de las elecciones. Por parte de la dirección de IU se presentó como un éxito en la medida en que, se dijo, el acuerdo se basaba en contenidos de programa, lo cual era muy discutible: "si comparamos las proposiciones del acuerdo de gobierno con los respectivos programas electorales de PSOE e IU para las elecciones de marzo de 2000. Dicha comparación revela que sólo en 2 de los 59 puntos del acuerdo programático IU desplazó de forma sustancial la postura de partida del PSOE" (Ana Sánchez-Sierra: "El Pacto PSOE-IU en las elecciones generales de 2000: estrategia electoral, proceso negociador y efectos", Estudio/Working Paper 44/2005, Departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid). (1) IMPORTANTE. Véase nota al final, con una réplica de Paco Frutos, cuyo contenido entiendo que merece la pena tener en cuenta.
El caso es que el acuerdo con el PSOE provocó el derrumbe de IU en el año 2000, que pasó del 10,54% de votos a un raquítico 5,45%. La política pactista de aproximación al PSOE y la moderación de la línea política, le costó a IU la mitad de los votos (perdió el 47,8 % de los votos, es decir, se perdieron casi 1,4 millones de votos, para ser exactos 1.376.731) y la pérdida de 13 diputados. Sin embargo, Paco Frutos opina que "aquel acuerdo no hizo perder votos a IU, sino recuperar unos cuantos". ¿Tiene razón Frutos al considerar que el derrumbe es anterior? Merece la pena leer su opinión, ya que está muy argumentada y aporta datos: ver nota 1.
Tomó el relevo Llamazares. Llamazares profundizó en ese acercamiento al PSOE, debilitando una vez más la línea de demarcación con la socialdemocracia, difuminando la identidad política de IU como alternativa de izquierdas. Esto provocó de nuevo un lógico trasvase de votos al PSOE. En ocasiones hasta daba la impresión de que Llamazares era un diputado más del partido de Zapatero. Todo esto condujo al desastre de 2008, en el que el 3,77% con el que se tuvo que conformar IU marcó un mínimo histórico solo superado ahora por Garzón.
Con la llegada de Cayo Lara y el comienzo de la crisis sistémica, surge una IU que gira a la izquierda y que enarbola sin complejos la bandera del anticapitalismo. IU se refuerza y moderniza orgánicamente. La socialdemocracia vuelve a ser de nuevo el enemigo, junto con la derecha: ¡contra el PPSOE!, una consigna que cada vez empezó a calar con más fuerza en amplios sectores. El PSOE era parte del problema, un mandarín del capital, de la Troika, y un vasallo del imperialismo atlantista, igual que lo era el PP. No hubo contemplaciones con el partido de Ferraz. Esto iba de lucha de clases y el PSOE estaba en la trinchera del capital.
Cartel electoral 2011 |
Fue un bienio en el que por primera vez aparecen brechas en el casco de la dominación ideológica. Aunque fuese tímidamente, empezaba a darse una crítica social al capitalismo que permitía albergar esperanzas de un cambio ideológico, condición necesaria para cualquier avance político.
Durante los dos primeros años de la legislatura de Rajoy (2012-2013), todas las encuestas iban señalando un crecimiento constante de IU paralelo además a las movilizaciones.
Un crecimiento que tenía lugar además contra viento marea, en contra de los medios, a pesar del boicot sistemático que los medios ejercían contra IU; a pesar de las intoxicaciones permanentes vertidas en los medios contra Izquierda Unida. A pesar de todo eso, IU llegaba a tener al PSOE a la vista en las encuestas. Como botón de muestra, valga el siguiente sondeo de Metroscopia de agosto 2013:
En apenas año y medio, la intención de voto a IU creía en más de un 100%. En los últimos meses de 2013, algunas encuestas mejoraban incluso estos datos de Metroscopia.
Estos datos resultan mucho más expresivos si tenemos en cuenta los referidos a una comunidad emblemática como es Madrid, en la que IU estaba a punto de sobrepasar al PSOE tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, lo que le habría dado el gobierno de ambos:
Esta doble tendencia (ascenso meteórico de IU en las encuestas y movilizaciones sociales), empieza a verse frenada con la llegada de Podemos a comienzos de 2014. Por un lado Podemos tuvo un efecto placebo para desmovilizar la calle. Por otro, no cabe duda, truncó estas expectativas electorales, a pesar de lo cual IU seguía manteniendo una intención de voto muy por encima de los resultados de 2011. Es después de las elecciones europeas, que fueron unos buenos resultados, cuando IU comienza a dar muestras de hundimiento progresivo, catalizado una vez que Alberto Garzón consigue ser candidato y comienza a ejercer como una especie de extraño coordinador "oficioso" de IU que ata y desata a su antojo, apoyado en ese sector que tantas veces he calificado de "iupoémico".
Así pues, la pregunta "cuándo comienza a gestarse el fracaso", si nos atenemos a hechos probados tiene una única respuesta: después de las elecciones europeas.
En la tercera parte trataremos de analizar las causas y de nuevo haremos alusión a la serie histórica que hemos trazado, ya que, como se verá, podríamos hablar de una constante que se repite.
- Acceder a 1ª parte: 1. En qué consiste el fracaso. Fracaso... ¿por qué? ¿Cuáles son las dimensiones de ese fracaso?
- Acceder a 2ª parte: 2. ¿Desde cuándo el fracaso?
- Acceder a 3ª parte: 3. Causas. 4. Responsabilidades. 5. ¿Entonces qué?
Notas
(1) Considero oportuno reproducir el comentario que amablemente nos ha enviado Paco Frutos, al que agradecemos sus puntualizaciones que deben ser tenidas muy en cuenta, en relación con las referencias que hicimos arriba:
Cuando se escribe un artículo tan serio, riguroso y completo como el actual, en sus tres partes, se deben poner todos los datos que expliquen la situación. IU perdió ya los casi un millón 400 mi votos en las elecciones municipales, autonómicas y europeas de junio de 1999, siendo Coordinador General de IU, Julio Anguita y de Andalucía J Carlos Rejón. En diciembre de 1999, cuando J. Anguita tuvo un nuevo infarto y yo asumí, sin haberlo pretendido, sustituirlo, todos los sondeos, según me dijeron más tarde, no llegaban al 4% de votos para el Congreso. Casi igual que el % del 20 D. Finalmente fue el 5,45%, 8 diputados/as y Grupo parlamentario, sin ICV, la única vez que no se fue con esta organización por profundos desacuerdos políticos. Con ICV hubiera sido algo más del 6% y 10 diputados/as. El problema de fondo debe empezar a analizarse en la errática y errónea política de alianzas, que hacen que después de dar el célebre "sorpasso" al PSOE en Málaga, en 1995, se entrega la alcaldía al PP, que todavía la tiene. Lo mismo en Córdoba, Alcalá, si no recuerdo mal, y otras, más la Presidencia de Asturias. En los años siguientes vino el definitivo enfrentamiento en IU, con la salida de Almeida, Garrido, Palero....El pacto con el PSOE y Almunia, después de reiterar IU y yo mismo,que si querían algo, sólo a través de un acuerdo de programa era posible. Cuando IU ya había cerrado una alternativa en este sentido, en la última negociación durante toda una noche entre las comisiones del PSOE, presidida por Rubalcaba, y de IU, compuesta por Victor Ríos, Juan Fco. Martín Seco y Alonso Puerta, se llegó al acuerdo de 11 puntos, que fue aprobado en los días siguientes por el Consejo Político Federal de IU. A pesar de no haber ninguna propuesta de gobierno ni de reparto de ministerios ni sillones, con decir IU que si el PSOE tenía suficientes votos, contando con los de IU, para gobernar, IU se los daría para derrotar al PP e intentar abrir una nueva etapa. No tenía que haberse producido ninguna firma solemne. A pesar de todo ello, visto lo visto a fondo aquel acuerdo no hizo perder votos a IU, sino recuperar unos cuantos. Otra cosa y otro análisis es ver porqué tanto IU como el PCE están en esta deriva actual. Hoy no me apetece profundizar algunas de las cosas que ya he dicho.
Me ha 'encantao' eso de que Anguita es una sombra de lo que fue, supongo que lo de sombra es en el sentido macabro de sus últimos análisis y frases rimbombantes acerca del 'nuevo Lenin' y que no se es ni de derechas ni de izquierdas. Debe ser que a la vejez viruelas y el antiguo laureado falangista vuelve a sus orígenes.
ResponderEliminarExcelente análisis. En realidad quien de verdad preocupaba al sistema era Cayo Lara en 2013, con el "peligroso"discurso antisistema y la necesaria lucha de clases. Ante tal panorama aparecen los artificieros Garzón & Iglesias para desactivar una bomba social a punto de estallar.
ResponderEliminarSí señor, esa es la conclusión del análisis del incumplimiento de las expectativas electorales de IU en lo más 'caliente' de lo que se conoc e en la calle como crisis. ¿Existe la posibilidad que gente poco respetuosa con el sistema logre apoyo popular? Ya me busco yo por ahí alguna coleta que lo solucione
EliminarEl problema actual es que la situación social es otra muy distinta, con una desmovilización creciente respecto de lo anterior, con una sensación de próximo cierre por fracaso definitivo de IU y sin PC de referencia para los más avanzados políticamente.
Excelente esta trilogía, aún inconclusa, sobre las causas del fracaso del PCE-IU de un tiempo a esta parte. Artículos extensos pero concisos y claramente explicativos, de fácil lectura y comprensión. Muy necesario todo este trabajo que haces, camarada. Espero leer pronto la conclusión de esta serie. ¡Saludos!
ResponderEliminarEs de agradecer que no sólo se haya centrado el análisis en cuestiones electorales, dada la "electoralitis" que está siempre presente en cualquier texto de crítica (positiva o negativa, que de todo hay) hacia IU y PCE.
ResponderEliminarDe todas las maneras yo me centraría en el PCE porque da toda la impresión que IU se considera "amortizada" como marca electoral y se están dando los pasos en el interno, es decir los "notables" de la coalición electoral y la dirección del PCE, para su sustitución por Unidad Popular.
Sería interesante conocer la opinión de militantes críticos acerca de las tesis del XX Congreso. Lo que he leído hasta ahora (tengo poco tiempo y es necesario darle varias vueltas a los textos propuestos si se quiere ser serio y riguroso) me ha desilusionado, mejor dicho, no me ha gustado (en ningún momento me ilusionaba a priori con las posibles propuestas hechas por la dirección del PCE), porque creo evidencian que el PCE no es un partido comunista ni intención de serlo. Por supuesto no pretende desde hace años (decisiones congresuales, eso sí) ser marxista-leninista, pero es decepcionante.
Además, el método de trabajo de cara al Congreso se considera novedoso, pero no sé si es una trampa saducea que impide la discusión de cualquier asunto distinto a lo prefijado por la dirección.
A disposición de todo el mundo están las tesis:
http://www.pce.es/descarga/20160409_xx_congreso_pce_propuesta_doc.pdf
Disculpas si no me he ajustado al 100% al tema en cuestión, pero me parece determinante para conocer razones del "fracaso" del PCE el saber por dónde van los tiros en su Congreso próximo. Es otro elemento más del total que configura el fracaso.
Gracias por el comentario. Sobre el congreso del PCE supongo que tendremos muchas oportunidades para abordar el tema. Yo soy escéptico y aunque he leído el documento prefiero no decir lo que pienso de momento, ya que me gustaría diseccionarlo muy en detalle; como bien dices hay que darle muchas vueltas y entrar en detalles. Únicamente adelanto algo de aquello que opino: no se aborda un tema que me parece crucial, y es que hoy por hoy tanto la vía reformista como la vía revolucionaria son vías muertas en la práctica, en la fase actual del capitalismo y en nuestra región del mundo (Europa). Eso último ni lo aborda el PCE ni lo aborda nadie (¡nadie!). Y si no sabemos cómo resolver este nudo gordiano, pues sospecho que seguiremos dando palos de ciego.
EliminarYo también creo que la cúpula del PCE da por amortizada IU y que de hecho están metiendo ya hasta en la sopa la marca"UP". Decía Garzón estos días que "no le daba miedo hablar del cambio de siglas", lo cual hace muy evidente lo que ya era evidente. Sin embargo, para mí el trasfondo importante no es un cambio o no de siglas, sino dos cosas: A) a dónde se quiere llegar, y soy de los que piensan que el punto al que quieren llegar es a una fusión con Podemos; B) las coordenadas ideológicas (y ojalá me equivoque, pero creo que se va a insistir en la deriva socialdemócrata con la intención de disputarle al PSOE su espacio).
Por otro lado, hay muchos sectores de IU que no son del PCE. ¿Qué pasará?
Soy de los que defienden que tiene que haber algo que agrupe no solo a los comunistas, sino a todos aquellos que compartan una posición raíz de anticapitalismo. Mal o bien, IU desempeñaba ese papel (insisto, mal o bien). Y por eso creo q IU debe existir, pero girando a la izquierda en lugar de mirarse en el espejo de la socialdemocracia.
Las últimas frases de tu respuesta creo que determinan lo que un partido comunista puede defender en Europa sin que sea 'sonrojante' desde un punto de vista ideológico, sin que implique claudicación política, ni abandono de la idea de revolución. Todos aquellos que no forman parte de la punta de lanza de la clase, que ni siquiera se consideran comunistas dadas las connotaciones que se arrastran, pero no comulgan con el sistema, son anticapitalistas y defienden un concepto de democracia basado en los valores reales de las libertades en su mayoría pequeñoburguesas, no tienen que quedarse en casa mirando a las musarañas, deben tener herramientas políticas en las que puedan militar, simpatizar, formarse, avanzar en la creación de conciencia, encontrar espacio para sus inquietudes, para desarrollar sus ideas... e incluso votar electoralmente, llegado el caso. IU debe desaparecer por todo lo que lleva 'acumulado' encima, pero un frente común, un espacio político abierto, una asociación de 'actuantes' en el día a día de pueblos y barrios, hace falta. Al igual que hace falta un PC en España dentro de los parámetros marxista-leninistas, y ese ya no puede ser el PCE, ni siquiera de nombre.
EliminarHe leído a Marat en su blog y me ha parecido interesante la idea de llamar a los Partidos comunistas actuales (considerados ya la mayoría de ellos como socialdemócratas sin más) social-liberales (lugar político en donde están ya los partidos socialistas, los antiguos y los 'nuevos'socialdemócratas) preocupados de adquirir una pátina de respetabilidad, fiabilidad y de demócratas sin mancha, que por otra parte es una de las debilidades de IU (desde su aparición) tal y como lo fuera del PCE carrillista.
EliminarHe copiado esta frase: Tesis II sobre Feuerbach afirma Marx “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico”. Cierto que el de Tréveris se refería a la disputa entre idealistas y materialistas pero cabe decir lo mismo en cuanto a coherencia ideológica o, como decían muchas madres, “obras son amores y no buenas razones”.
Pues algo así debería plantearse, para empezar, cualquier opción política sustituta de la IU actual.
El problema es que mientras la izquierda lucha por ganar escaños renunciando cada vez más a sus principios, la derecha siembra ideología, y como dijo aquel capitalista, esta es la lucha de clases y la estamos ganando de calle.
ResponderEliminarGracias, pepso, en tres líneas has resumido la situación actual de la clase obrera, de las capas populares de la sociedad actual. No creo que se pueda decir mejor.
ResponderEliminarCuando se escribe un artículo tan serio, riguroso y completo como el actual, en sus tres partes, se deben poner todos los datos que expliquen la situación. IU perdió ya los casi un millón 400 mi votos en las elecciones municipales, autonómicas y europeas de junio de 1999, siendo Coordinador General de IU, Julio Anguita y de Andalucía J Carlos Rejón. En diciembre de 1999, cuando J. Anguita tuvo un nuevo infarto y yo asumí, sin haberlo pretendido, sustituirlo, todos los sondeos, según me dijeron más tarde, no llegaban al 4% de votos para el Congreso. Casi igual que el % del 20 D. Finalmente fue el 5,45%, 8 diputados/as y Grupo parlamentario, sin ICV, la única vez que no se fue con esta organización por profundos desacuerdos políticos. Con ICV hubiera sido algo más del 6% y 10 diputados/as. El problema de fondo debe empezar a analizarse en la errática y errónea política de alianzas, que hacen que después de dar el célebre "sorpasso" al PSOE en Málaga, en 1995, se entrega la alcaldía al PP, que todavía la tiene. Lo mismo en Córdoba, Alcalá, si no recuerdo mal, y otras, más la Presidencia de Asturias. En los años siguientes vino el definitivo enfrentamiento en IU, con la salida de Almeida, Garrido, Palero....El pacto con el PSOE y Almunia, después de reiterar IU y yo mismo,que si querían algo, sólo a través de un acuerdo de programa era posible. Cuando IU ya había cerrado una alternativa en este sentido, en la última negociación durante toda una noche entre las comisiones del PSOE, presidida por Rubalcaba, y de IU, compuesta por Victor Ríos, Juan Fco. Martín Seco y Alonso Puerta, se llegó al acuerdo de 11 puntos, que fue aprobado en los días siguientes por el Consejo Político Federal de IU. A pesar de no haber ninguna propuesta de gobierno ni de reparto de ministerios ni sillones, con decir IU que si el PSOE tenía suficientes votos, contando con los de IU, para gobernar, IU se los daría para derrotar al PP e intentar abrir una nueva etapa. No tenía que haberse producido ninguna firma solemne. A pesar de todo ello, visto lo visto a fondo aquel acuerdo no hizo perder votos a IU, sino recuperar unos cuantos. Otra cosa y otro análisis es ver porqué tanto IU como el PCE están en esta deriva actual. Hoy no me apetece profundizar algunas de las cosas que ya he dicho.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el comentario tan detallado. Añadiré una nota arriba sugiriendo que sea lea, e incluso lo pondré como nota final.
EliminarEvidentemente en aquel momento no estaba en el Partido y es una época en la que además mi cabeza estaba en otras cosas, con lo cual creo que el comentario ayuda a entender el período y los hechos.
Gracias de nuevo, camarada. He incorporado el comentario y añadido un párrafo en el texto.
EliminarGracias a ti camarada Vigne. Reitero que el trabajo es muy sólido y riguroso.
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