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miércoles, 25 de marzo de 2015

Entre el síndrome del 'Amok' y la enfermedad de Alzheimer. Acerca de la psicología social en tiempos del capitalismo sin restricciones. Un nuevo libro de Götz Eisenberg.


Imagen, autoría no identificada.



Referencia documental del artículo
Fuente original en alemán:
Joke Frerichs: "Rezension zu Götz Eisenberg: Zwischen Amok und Alzheimer. Zur Sozialpsychologie des entfesselten Kapitalismus", publicado en nachdenkseiten.de el 13-2-2015 (URL: www.nachdenkseiten.de/?p=25005)

Traducción al español para blogdelviejotopo: Tucholskyfan Gabi.
Fuente de esta traducción: blogdelviejotopo.blogspot.com.es, 25-3-2015.
Uso de esta traducción: licencia CC BY-SA. Reproducir esta ficha documental, conservando los enlaces (hipervínculos) que figuran (tanto a este blog como a la fuente en alemán).
Cuadros de texto e imágenes: añadidos nuestros. Cursiva: es del texto original e indica párrafos textuales del libro de Götz Eisenberg.


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Entre el síndrome del ‘Amok’ [NT1] y la enfermedad de Alzheimer. Acerca de la psicología social en tiempos del capitalismo sin restricciones [NT2].

Un nuevo libro de Götz Eisenberg. Reseñado por Joke Frerichs en nachdenkseiten.de



Götz Eisenberg es un observador crítico de la vida cotidiana en el capitalismo contemporáneo. Ha resumido sus observaciones en un collage de fragmentos ensayísticos. Con gran sensibilidad, percibe fenómenos cotidianos que, tajantemente, se niega a aceptar. Se trata de fenómenos tan diversos como la desconsideración o falta de respeto en el tráfico; la evolución del sistema de salud hacia una industria sanitaria; la actual obsesión con los teléfonos móviles; el embrutecimiento de las agresiones físicas (con armas blancas, masacres, frenéticos ataques homicidas en serie [lo que en alemán se resume en el término ‘amok’], etc.); las prácticas del patrocinio social por una cadena de comida rápida; o el papel de la psiquiatría en nuestro sistema neoliberal, así como la destrucción de lugares de encuentro social, tales como los mercadillos semanales en su ciudad natal, fenómenos todos ellos que valora como síntomas del creciente peligro que corren nuestros logros democráticos. Una reseña de Joke Frerichs.

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Para el autor, el título de su libro no es un mero juego de palabras, sino más bien un intento de sugerir un continuo de posibles reacciones con las que las personas puedan responder a las imposiciones sociales del presente. En un extremo, la retirada hacia la niebla interior que es la demencia; en el otro, el furioso ataque frontal que se descarga en homicidios en serie [amok] y cuyo autor pretende hundir consigo a todo el mundo que lo rodea. A quien le extrañe leer  los términos amok y Alzheimer juntos, por considerar que pertenecen a esferas incompatibles – el amok, a la esfera sociológica, y el Alzheimer, a la biológica –,  ha de tener en cuenta que las enfermedades son también fenómenos sociales, que nos refieren algo sobre la sociedad, cuando se convierten en fenómenos masivos. La demencia no es sólo una enfermedad puntual en un entorno sano, sino tiende a propagarse en una sociedad cuya estructura de base esté programada para el olvido. (32s.) [NT3]

Así ya queda esbozado que el autor no se limita a describir los fenómenos; en todo momento trata de reflexionar sobre lo que percibe a diario elaborando las posibles causas sociológicas correspondientes a su entendimiento sobre  el desarrollo de teorías según la tradición de Peter Brückner [NT4], quien defendía que la teoría ya no debía desarrollarse exclusiva y principalmente en la mesa de trabajo, sino también en la calle, mediante la observación crítica de la vida cotidiana. La penetración intelectual de los fenómenos sociales no sólo requiere lectura y determinar los conceptos teóricos, sino la agudeza visual del etnólogo en la observación empírica.

Vamos a exponer algunos ejemplos para documentar la aproximación fenomenológica del autor. Su crítica se dirige, por ejemplo, contra lo que supone  la interconexión/redificación. El estar bien interconectado en la web ya se considera una característica positiva de la persona, incluso se ha convertido ya en indicador de su relevancia o importancia social y política. Al autor le asombra la pasión con que las personas participan y se descubren actualmente en las redes sociales… Ni en sus peores pesadillas, Orwell se hubiera podido imaginar semejante exposición y divulgación voluntaria de datos hasta los resquicios personales más íntimos de cada individuo. Y los grandes dictadores sólo pueden haber soñado con semejantes posibilidades de vigilancia, control y monitoreo (11). 

Para el autor esa redificación, entendida como inmersión en redes sociales, esa interconexión es el aspecto central de un dominio suave y flexible, puesto que el control y la vigilancia universal que establece vienen camuflados bajo un manto técnico y pragmático que se sustrae de toda crítica. Se pregunta qué consecuencias tiene eso sobre la convivencia social de las personas, sobre el modo de comunicarse y colaborar unos con otros. Todo está interconectado, pero las distancias entre las personas están aumentando, cita a Moritz Rinke [NT5]. Podríamos hablar de una alienación de segundo grado. Las personas ya no se percatan de esa alienación, hasta se sienten gustosamente acogidas por ella. Y de este modo, la alienación queda anulada de manera cínica y perversa (12). Esta evolución viene acompañada por una creciente normalización y el empobrecimiento de las expresiones, que se reflejan en las ya habituales fórmulas y consignas de neolengua, como ya dominan y forman parte del repertorio de los políticos y los medios. En este sentido, las redes sociales tienen un efecto homogenizante que iguala y estandariza toda comunicación.

A Eisenberg no se le escapa que los movimientos sociales en los últimos tiempos también se vienen sirviendo de estos medios que tanto han contribuido a sus respectivos éxitos. Pero considera que la cosa debería funcionar sin estos medios. No deberíamos recibir predeterminadas las formas de vivir nuestra sociabilidad de la mano de Facebook y Twitter. Las nuevas formas de socialización, como se vienen cristalizando en los actuales movimientos sociales, y en los que se viene perfilando algo cualitativamente nuevo, no deben consistir en socializar las redes digitales, sino basarse en relaciones de carne y hueso y presencia física. La fraternidad y la solidaridad nacen cara a cara , cuando me reconozco en el otro y, todos juntos, llegamos a experimentarnos como una única fuerza, de la que ayer aún no sabíamos que estaba a nuestra disposición, que existe, pero no en la soledad ante un teclado o una pantalla táctil. Lo único que crece de este modo serán nuevas formas de autismo, pero jamás unas formas de encuentro solidario (13s).

Eisenberg muestra como en nombre del neoliberalismo, la creciente desregulación,  en sus múltiples manifestaciones en el Estado del Bienestar (EB), la economía y la sociedad, van paralelas a la desregulación psicológica y moral de las personas. La lógica del mercado y del capital, no sólo desplaza todas las barreras y los controles externos que aún pudieran impedir su constante afán de expansión, sino también las internas de los individuos. El hombre flexible ha de abandonar todos sus vínculos e inhibiciones para llegar a quedar dispuesto a todo. De hecho ya lo está. Resulta obvio que no se pueden obtener ambas cosas a la mismo tiempo: el hombre altamente flexible, ágil, universalmente capacitado para conectarse y mantener consolidado y anclado en una sola persona un fondo de normas y valores que guíen su conducta. Quien crece  bajo la égida del mercado desenfrenado, aprende reducir la normativa exigible a ese mínimo justo que le protege de la persecución penal. Quien en su lucha por el éxito quiera observar las normas éticas y morales, debe asumir ciertas desventajas debidas a su insólito punto de vista y la rápida caída de la cotización de su ego (49).  Se está formando un carácter social que ya parece acostumbrado a aceptar como incuestionable y casi consustancial lo que el capitalismo flexible le viene exigiendo en cuanto a su conducta; un carácter abierto y dispuesto al constante cambio profesional y de lugar,  pero sobre todo, un consumidor adicto a todo lo que le viene a sugerir la publicidad.

De entre los capítulos que más me han impresionado está el empeño del autor en recuperar el término y concepto de ‘Heimat’  [que en español vendría a ser ‘patria’, ‘hogar’, ‘entorno’]. Si bien ese concepto no le parece libre de cierta carga y connotación ideológica, como sangre y suelo, patria, raza, alma, confortabilidad, etc., que aconsejarían usarlo de un modo prudente, para el autor ‘Heimat’ sigue siendo un lugar de incuestionable pertenencia y acogida, un ámbito social, familiar y cercano, que permite identificarnos en ese mundo de creciente anonimato, movilidad, vacío y bullicio, que nos reflejan las zonas comerciales del centro de nuestras urbes. Ese ámbito social, familiar y cercano, como categoría de nuestra emancipación, significa y supone reventar el gueto de unas viviendas infrahumanas, sobre todo para ancianos y niños; reavivar las relaciones entre vecinos; humanizar la arquitectura urbana […] transformar las ciudades, que bajo el yugo de la especulación del suelo [ …] quedaron completamente mercantilizadas, (re)convirtiéndolas en un espacio donde podamos desplegar nuestras vidas en toda su plenitud sensual y recuperar y expresar su dimensión pública y social (70).

Serían lugares donde la democracia pueda ser vivida y experimentada para establecer y mantener vínculos entre el individuo y su comunidad. Al desaparecer estos lugares, las personas se quedan socialmente aisladas y aumenta el peligro de que se tornen apáticas y políticamente desinteresadas; ambos extremos son factores de riesgo en una democracia que crece conforme al mercado. El autor nos refiere como ejemplo de lo que entiende por ‘Heimat’, el mercadillo semanal de su ciudad, que corre peligro de desaparecer. A modo de contraste de la sobria y ajetreada uniformidad de los supermercados, nos elogia las ventajas de su mercadillo: Es como entrar en otra zona horaria distinta. A los mercadillos acudimos para perder el tiempo, no para ganar o ahorrarlo. En los mercadillos aún se percibe la densa sensualidad del mundo, su jugosa plenitud y abundancia. También es un lugar de galanteo y coqueteo. Uno se pasea, mira, es mirado, cruzando miradas se vienen a crear relaciones, cuyo atractivo consiste en que las partes nunca pueden estar del todo seguras si su relación es real o sólo imaginaria. Además abunda la risa. El mercadillo genera un humor muy específico que sólo se puede desplegar en este nicho/rincón económico y su particular estructura temporal. Resumiendo: el mercadillo semanal es un enclave en diferido (de no simultaneidad), un colorido oasis en la vida urbana ya desertificada y completamente comercializada. Es parte del sistema inmunitario social, de un entramado de relaciones y contactos sociales, que la gente necesita tanto como el sistema inmunitario físico […] Una comunidad democrática necesita lugares donde se pueda materializar y desplegar esa democracia y la vida pública, necesita lugares donde se pueda manifestar nuestra libido entendida como pulsiones vitales.   Entre estos lugares cuentan el teatro, los parques públicos, las piscinas, los jardines botánicos, las bibliotecas y las plazas públicas (60). Quisiera añadir que el autor se refiere a todo esto que en el afán de austeridad reinante está corriendo el peligro de desaparecer.

Citas como ésta, son para mí lo más bello e impactante de este libro. Avalan la virtuosa expresividad del autor y nos descubren su metodología: casi siempre parte de lo que percibe en su ámbito cercano, su vecindario, para ir reflexionando sobre ello y consolidándolo con una variedad de fuentes teóricas y literarias que le inspiran y aumentan la vitalidad y el colorido de su relato. Götz Eisenberg nos entrega un libro importante y emocionante que nos ayuda aportando puntos de orientación y de perspectiva en un mundo desgarrado y lleno de ambivalencias y conflictos. Nos ayuda aumentando nuestra sensibilidad para los procesos cotidianos que tan a menudo ignoramos o pasamos por alto. Más no cabe esperar de ningún libro.


Joke Frerichs
Traducción de
 Tucholskyfan Gabi
Blog del viejo topo










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Notas de traducción
[NT1] En psiquiatría, el síndrome Amok es un síndrome cultural o síndrome ligado a la cultura y consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra alocadamente o armada y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los seres vivos que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto sea inmovilizado o se suicide. La definición fue dada a conocer por el psiquiatra estadounidense Joseph Westermeyer en 1972. Según los psiquiatras, el ataque homicida salvaje va precedido por lo general de un período de preocupación, pesadumbre y depresión moderada. Tras el ataque, la persona queda exhausta, a veces con una amnesia completa y eventualmente, acaba suicidándose.
[NT2] entfesselter Kapitalismus: capitalismo sin restricciones. La traducción más literal sería capitalismo "desatado", "desenfrenado". La idea es la de un capitalismo sin contención, restricción, límite, control... Eisenberg se está refiriendo a la fase actual del capitalismo, iniciada con el giro neoliberal.
[NT3] En cursiva figuran los párrafos textuales que el autor de la recensión reproduce del libro de Götz Eisenberg.
[NT4] Peter Brückner 1922-1982. Psicólogo social y docente.
[NT5] Moritz Rinke, nacido en 1967. Novelista y autor dramático centrado en temas sociales.


Sobre Götz Eisenberg:



Götz Eisenberg, nacido en 1951 en Arolsen/Hesse, es sociólogo y publicista. Trabaja como psicólogo en el centro penitenciario alemán de Butzbach. 

El Blog del Viejo Topo publicó en enero de 2015 un artículo suyo sobre PEGIDA y el extremismo del centro: 

4 comentarios:

  1. Gracias Gabi por esta nueva traducción :-)
    Como te comenté por e-mail, me parece un enfoque muy antropológico, lo cual lógicamente me satisface mucho. Incluso metodológicamente está muy próximo a lo que hacemos los antropólogos y el propio autor de la recensión se da cuenta al atribuir a Eisenberg (cito) "la agudeza visual del etnólogo en la observación empírica". Y el tipo de comparativa es también muy de la Antropología: solo un antropólogo o alguien con sensibilidad antropológica, llega a tener la audacia de poner en conexión realidades aparentemente dispares como el Alzheimer y ciertas "patologías" sociales, y todo esto a su vez con la fase actual del capitalismo. Y esto es un eco de lo mejor de la tradición humanística del pensamiento europeo, un humanismo que llega a desaparecer diluido en los fríos enfoques cuantitativos que reducen la dimensión humana a una retahíla de cifras sin alma.
    Me ha gustado el comentario que hace Joke Frerichs del libro de Götz Eisenberg. Nos permite tener una idea inicial del autor y de su obra. Disiento quizás en alguna cosilla, pero en líneas generales Eisenberg nos está poniendo encima de la mesa cuestiones de muchísimo calado sobre las que merece la pena reflexionar.
    Meto un comentario más concreto a continuación. Un saludo, compañera de trinchera bloguera :-)

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  2. - El aislamiento social, la soledad en compañía, me hizo pensar en los "no lugares" de Marc Augé (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Marc_Aug%C3%A9). Creo que cualquier colega de Antropología que lea esto estará de acuerdo en que el texto invita a pensar en algunas de las obras de Marc Augé.
    - Quizás yo no sería tan visceral como Eisenberg a la hora de enjuiciar tan negativamente las redes sociales, que son, como muy bien menciona, un nuevo agente de socialización fundamental. Apunto un par de razones:
    A) Mucho de lo que atribuye negativamente a las redes sociales, está igualmente presente en la vida "de carne y hueso". Es un tópico erróneo (en mi opinión) pensar que las redes sociales son una realidad de naturaleza distinta a la vida "física". Son parte de lo mismo, y comparten defectos y virtudes. La deshumanización de las redes no tiene por qué ser ni mayor ni menor que la que podamos encontrar en otros ámbitos (por ejemplo, en una discoteca un sábado por la noche). Quiero decir que exageramos al considerar la mal llamada "realidad virtual" como algo distinto. ¿Es menos virtual muchas de las dimensiones de la vida "de carne y hueso"? Podríamos poner muchos ejemplos. Yo dejaría de utilizar el término "virtual" porque creo que es incorrecto.
    B) La sociabilidad que Eisenberg defiende como ideal (y que comparto), ha mejorado gracias a esas redes sociales, porque la gente se "desvirtualiza" muchas veces y cada vez más. No solo eso, sino que ha puesto al alcance de colectivos condenados al aislamiento por razones muy diversas y variadas, un instrumento para socializar luego en "carne y hueso" como dice el autor.ES CIERTO QUE existe el riesgo mencionado por Götz Eisenberg, pero tal riesgo dudo de que sea mayor o menor que en la "vida física". Es una cuestión de personas y no de los instrumentos.
    - Sí creo que es verdad y acertado, lo señalado acerca de que "las redes sociales tienen un efecto homogenizante que iguala y estandariza toda comunicación" y esto favorece la alienación. Twitter o cualquier red, en el fondo es una aldea que uniformiza. Pero es preciso tener en cuenta que esto sucede no por las redes en sí mismas, sino por los medios, que son los que marcan la pauta social y comunicativa en las redes sociales (Twitter es una magnífico ejemplo de esto).
    .
    Desde luego, el texto da para discutir, reflexionar, polemizar, disentir o mostrar acuerdo... Por eso, precisamente, es un buen texto.
    Me interesa ese concepto alemán de 'Heimat’. Espero que me hables de ello cuando nos veamos :-)
    Un saludo (por la tarde o pro la noche quisiera mencionar alguna otra cosa más.

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    Respuestas
    1. Gracias, compañero, por tu ponderado comentario. El concepto de 'Heimat' vendría a ser por lo que leo sobre Marc Augé lo diametralmente opuesto de su 'no-lugar', entendido como lugar/es de transitoriedad que no tiene/n la suficiente importancia para ser considerados como 'lugares'... ¿Aeropuertos de nuestro itinerario vital?

      Aprovecho para insertar un poema de Joke Frerichs que encontré en su página web que recomiendo visitar http://www.joke-frerichs.de/

      Augen.Blicke

      Deine Augen haben Hände

      mit ihnen
      malst du mir Bilder
      in die Seele

      ich werde sie
      behutsam
      in meine Stille tragen.

      * * *

      Miradas/Momentos

      Tus ojos tienen manos.

      Con ellas
      me dibujas imágenes
      en mi alma.

      Con cuidado
      las iré trasladando
      a mi silencio.

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  3. Sí. Un aeropuerto sería un ejemplo de "no lugar"

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