Cayo Lara, Coordinador General de Izquierda Unida |
El nuevo manifiesto
El pasado 29 de mayo fue lanzado el segundo manifiesto de apoyo al coordinador de IU, Cayo Lara, por parte del mismo colectivo de militantes de base y simpatizantes que había lanzado el primero. Los rumores de dimisión de Cayo Lara y el escenario creado tras las elecciones municipales y autonómicas, ha animado esta nueva iniciativa. Conozco a algunas de los personas que han promovido el manifiesto. Me parecen militantes ejemplares que, desde la humildad de su condición de base y desde la honestidad, solo desean lo mejor para IU.
El manifiesto comienza haciendo repaso de los resultados electorales. En el documento se hace una crítica a dos aspectos claves:
- "La estrategia fallida de hacer convergencias de forma heterogénea, confluyendo en unos lugares con un nombre y en otros con otro nombre y con unos grupos y partidos en un sitio y con otros en otros". Esto ha provocado que "el votante de Izquierda Unida se ha visto confundido no sabiendo a quién votar en muchos lugares puesto que no identificaba a IU ni a sus papeletas".
- Que tales convergencias en muchos lugares se llevasen a cabo "fuera de las pautas marcadas por el Consejo Político Federal (CPF)" de IU.
En este sentido, en el manifiesto no se niega la necesidad de buscar convergencias, sino que se pone en entredicho algunas de las formulas empleadas. Se defiende el modelo de coalición electoral frente a las fórmulas de los partidos instrumentales y de las agrupaciones de electores que, en líneas generales, perjudican claramente a IU y que además eran y son contrarias a las directrices acordadas.
Me parece muy importante el acento que los autores del manifiesto ponen en que los firmantes no se oponen a la búsqueda de la unidad de la izquierda a través de procesos de convergencia. Al contrario. Nos dicen:
"parece que se nos trata de hacer creer que hay una división en el seno de Izquierda Unida en dos partes: una que quiere converger y otra que no. Esto es rotundamente falso. Izquierda Unida aspira SIEMPRE a la unión de toda la izquierda para lograr esa mayoría que nos permita hacer la transformación social necesaria"
Los procesos de convergencia, nos dicen, deben hacerse desde el respeto a las identidades de las diferentes organizaciones que tratar de converger. Me parece un planteamiento de lo más lúcido. La convergencia política busca una necesaria unidad de respuesta política en torno a programas compartidos (que en mi opinión deben ser condición previa en tales procesos). Pero tal unidad es y debe ser compatible con el mantenimiento de las organizaciones, movimientos y colectivos, cuya existencia viene a expresar la riqueza y diversidad de planteamientos dentro de la izquierda. Diversidad que opino que es tremendamente positiva, frente a la organización y al pensamiento únicos que algunos promueven. Es posible alcanzar la unidad en la diversidad, lo cual solo puede enriquecer a la izquierda. Un punto de vista que es recogido por los autores del manifiesto, cuando dicen que se trata de:
"fortalecer las organizaciones y no por destruirlas o debilitarlas y pasa por continuar en las calles, centros de trabajo, en las mareas y movimientos sociales, esa lucha político-social pasa por fortalecer las bases ideológicas."
Todo esto no deja de ser el planteamiento vigente de Izquierda Unida. De ahí que en el manifiesto se pida respeto por "los acuerdos emanados de la X Asamblea Federal en la que se toman las decisiones expresadas por los militantes democráticamente". Muy oportuno esto último en un momento en el que existen sectores que se dedican a atar y a desatar en la sombra, entre bastidores, de espaldas a las bases, saltándose a veces los acuerdos tomados por los órganos de la organización e incluso los propios estatutos. Está en juego que IU siga siendo una organización de ejemplar funcionamiento democrático o, por el contrario, acabe convirtiéndose en el cortijo de algunos líderes que ningunean a las bases, y que únicamente persiguen consolidar sus minifundios de poder.
El manifiesto termina mostrando el apoyo al Coordinador Federal de IU, Cayo Lara. Puedes leerlo en:
"2º Manifiesto 'La militancia con Cayo': #LaMilitanciaConCayo".
Si quieres adherirte al mismo, puedes firmar pulsando en este enlace:
"Firmar el Manifiesto".
Cayo Lara y el rol de coordinador de IU
Personalmente os animo a firmarlo entre otras cosas por lo que tiene de apoyo a Cayo Lara. IU es una organización muy diversa y sometida desde siempre a fuertes presiones y conflictos internos (cualquier organización que busque los mismos objetivos y procure juntar esfuerzos, estaría sometida a problemas similares; no es algo exclusivo de IU).
En un marco organizativo así, la figura del "coordinador" carece desde luego del poder que tienen los secretarios generales de los partidos clásicos (lo cual tiene sus ventajas y sus inconvenientes). Muchos tienden a olvidar esta especificidad de IU, como si le atribuyesen al coordinador un poder potencial del que carece. Pero tiene una función muy clara y de vital importancia: promover la cohesión interna, rebajar el nivel de los conflictos, facilitar el diálogo y entendimiento entre partes (lo cual a veces es muy difícil), etc. Son funciones que requieren del perfil político que posee Cayo Lara y que es muy difícil de encontrar, ya que exige de una paciencia política, honestidad personal, experiencia, saber escuchar y habilidad negociadora para acercar posturas y resolver conflictos, que poca gente tiene.
La mejor noticia para IU es que Cayo Lara siga, a pesar de las presiones (incluso amenazas) que recibe para que dimita. En estos momentos, la dimisión de Cayo Lara podría conducir a IU a una división definitiva, al irse alguien que es capaz de actuar como mediador desde la honestidad política y personal. Quizás haya quien busque promover la guerra civil abierta en IU. Que Cayo Lara siga es la mejor garantía de que no se saldrán con la suya.
Recordando una entrevista a Cayo Lara, al hilo de los procesos de convergencia y de ciertos movimientos políticos contra IU
No está de más recordar una entrevista realizada a Cayo Lara y publicada el 30 de noviembre de 2014 en Mundo Obrero. Viene muy a cuento de lo que se defiende en este manifiesto, acerca de la identidad de la izquierda y de los procesos de convergencia. Lo que sigue es el fragmento que seleccioné sobre estos temas:
M.O.: ¿Cómo entiendes la convergencia en la situación actual?
C.L.: Izquierda Unida, como lo tuvo en su día el Partido Comunista de España, y no hay que olvidarlo, tiene en su ADN la convergencia y la confluencia para generar alternativas a las políticas del capitalismo y avanzar hacia la sociedad socialista. Y avanzar en los tiempos que toque y con los actores que toque. Yo me acuerdo que Marcelino Camacho contaba aquella historia que decía que él quería ir con el tren hasta Cádiz. Y seguramente hay gente que se baja en Alcázar de San Juan, y gente que se baja en la estación siguiente. A lo mejor todos esos aliados que quiero tener en el camino no quieren llegar a Cádiz y se bajan a mitad de recorrido, pero somos aliados en un trozo del trayecto. Simplificando mucho.
Izquierda Unida tiene vocación y voluntad de converger. ¿Y la confluencia y las alianzas cómo las tenemos que hacer? En mi opinión se tienen que hacer con coaliciones electorales, con partidos políticos y con tejido social, con movimiento sindical y con la gente que quiera participar en construir una alternativa. Que todo el mundo tenga su identidad, las identidades colectivas y las individuales de la gente que quiere converger y quiere estar en la alianza aunque no pertenezca a ningún partido ni colectivo determinado. En esa conjugación de cosas tenemos que buscar la alianza. Nosotros tenemos que respetar la identidad de los demás y los demás respetar nuestras identidades. Cada uno podemos tener un proyecto político distinto pero nos entendemos con todos en la concreción, en el conocido programa, programa y programa. Y ahí es donde tenemos que situar el punto de encuentro con los diferentes. Y en ese programa programa es donde tenemos que situarnos en los gobiernos y en la alternativa a este sistema. Lo demás es música celestial. No tiene sentido.
Y, además, creo que tenemos que frenar a los que intentan diluir una fuerza política como la nuestra. Las agrupaciones de electores no tienen más objetivo que disolver y diluir esta fuerza política. Creo en las convergencias, en los procesos unitarios que se están dando, en sentarnos entre iguales a discutir, compartir programas, proyectos, y entonces tiramos hacia adelante de cara a procesos electorales.
Y luego hay un día después, que no hay que olvidar. En ese día después seguirá habiendo gobiernos, tejido social y plataformas, asociaciones y sindicatos. Y no estarán todos en un totum revolutum, en bloque, porque habrá un gobierno que gobierne, y unos sindicatos defendiendo los derechos de los trabajadores, y unas plataformas de la sanidad, de la educación pública que continuarán su trabajo. Y el gobierno gobernará. Y si es un gobierno nuestro, donde tengamos poder e influencia, y es un gobierno de la izquierda alternativa, pues defenderemos la sanidad pública, la educación pública, los derechos de los trabajadores, lo que hoy está en el artículo 129 de la Constitución del acceso de los trabajadores a las empresas. Estamos defendiendo un modelo de sociedad diferente.
A esta fuerza política nadie nos va a ganar ni en las alianzas ni en las convergencias. Pero tampoco nadie nos va a disolver. Y si un día decidiéramos hacer una Unidad Popular en la que disolviéramos no se cuántas siglas para hacer una organización unitaria y única, eso lo tendrán que decidir las asambleas ordinarias de las organizaciones, es decir los máximo órganos de las organizaciones que son todos los afiliados y afiliadas de nuestra organización.
Y reitero que hay que tener mucho cuidado con todos aquellos que quieren dinamitar la unidad de la izquierda.
M.O.: Insiste mucho en alertar sobre una OPA hostil contra IU. ¿Puede concretar un poco más?
C.L.: Hay una ofensiva del poder para destruir Izquierda Unida y el Partido. Y en ese juego están jugando muchos actores, no sólo los económicos. Este juego es viejo, no viene de ahora. Tenemos una OPA hostil. Tenemos un llamar descarado a cuadros de esta organización política. Y tenemos una idea que es también la de soltar que Izquierda Unida es un lastre para otros. Todo eso está escrito. Vas leyendo y vas viendo. Si a eso le sumamos las organizaciones de electores, el puzzle está completo.
M.O.: ¿Crees que se está primando la forma sobre el fondo?
C.L.: Creo que se está primando la forma para cargarse el fondo. El fondo es el baluarte del movimiento obrero, de una fuerza política de la izquierda, de una Izquierda Unida, de un Partido Comunista y de una fuerza política que saben que va a caminar hacia una sociedad determinada. No ocultamos que estamos hablando de derecha y de izquierda, de lucha de clases. Y estamos hablando de lucha democrática, no de tomar el poder por otra vía.
Hoy estoy más convencido que nunca de que se quiere acabar con Izquierda Unida.
Creo que nosotros tenemos que ir a un buen resultado en las municipales, en las autonómicas y en las generales. Siempre con la oferta de hablar de unidad, de convergencia, de confluencia y sobre la base de los programas. Y de ahí no hay que movernos. El que quiera romper las reglas del juego de trabajar en la convergencia que lo haga, pero serán otros. Nosotros no. Pero que nadie nos pida disolvernos.
Y el caldo de cultivo de la indignación que tiene el país es real, está ahí. Estamos en una nueva transición, estamos en un proceso deconstituyente, porque han roto el pacto social del 78, porque se han cargado los derechos de la constitución. Vamos a caminar hacia un proceso constituyente, pero mientras tanto vamos a seguir trabajando en la construcción de alternativa locales, municipales, autonómicas y generales.
El bipartidismo no está quebrado totalmente, pero está infinitamente tocado. Y de cara al futuro el poder económico tiene resortes para intentar mantener una gran coalición también en España. Si ve peligrar sus intereses, ¿por qué no? Lo mismo que digo que configurar una alternativa de izquierda es complejo en un país muy atomizado, con una izquierda muy atomizada y una complejidad territorial. Va a ser un año de muchísimas incertidumbres.
(...)
Le entrevista entera se puede leer en Mundo Obrero. Fue realizada meses antes de las elecciones. Las palabras de Cayo Lara expresan con claridad la posición de IU a la vez que vienen a denunciar maniobras contra la organización desde ciertas trastiendas políticas y mediáticas. Lo más importante es esa idea concreta de convergencia que forma parte de la naturaleza de IU, como nos recuerdan Cayo Lara y las personas que promueven ahora ese segundo manifiesto.
@VigneVT
No está de más recordar una entrevista realizada a Cayo Lara y publicada el 30 de noviembre de 2014 en Mundo Obrero. Viene muy a cuento de lo que se defiende en este manifiesto, acerca de la identidad de la izquierda y de los procesos de convergencia. Lo que sigue es el fragmento que seleccioné sobre estos temas:
M.O.: ¿Cómo entiendes la convergencia en la situación actual?
C.L.: Izquierda Unida, como lo tuvo en su día el Partido Comunista de España, y no hay que olvidarlo, tiene en su ADN la convergencia y la confluencia para generar alternativas a las políticas del capitalismo y avanzar hacia la sociedad socialista. Y avanzar en los tiempos que toque y con los actores que toque. Yo me acuerdo que Marcelino Camacho contaba aquella historia que decía que él quería ir con el tren hasta Cádiz. Y seguramente hay gente que se baja en Alcázar de San Juan, y gente que se baja en la estación siguiente. A lo mejor todos esos aliados que quiero tener en el camino no quieren llegar a Cádiz y se bajan a mitad de recorrido, pero somos aliados en un trozo del trayecto. Simplificando mucho.
Izquierda Unida tiene vocación y voluntad de converger. ¿Y la confluencia y las alianzas cómo las tenemos que hacer? En mi opinión se tienen que hacer con coaliciones electorales, con partidos políticos y con tejido social, con movimiento sindical y con la gente que quiera participar en construir una alternativa. Que todo el mundo tenga su identidad, las identidades colectivas y las individuales de la gente que quiere converger y quiere estar en la alianza aunque no pertenezca a ningún partido ni colectivo determinado. En esa conjugación de cosas tenemos que buscar la alianza. Nosotros tenemos que respetar la identidad de los demás y los demás respetar nuestras identidades. Cada uno podemos tener un proyecto político distinto pero nos entendemos con todos en la concreción, en el conocido programa, programa y programa. Y ahí es donde tenemos que situar el punto de encuentro con los diferentes. Y en ese programa programa es donde tenemos que situarnos en los gobiernos y en la alternativa a este sistema. Lo demás es música celestial. No tiene sentido.
Y, además, creo que tenemos que frenar a los que intentan diluir una fuerza política como la nuestra. Las agrupaciones de electores no tienen más objetivo que disolver y diluir esta fuerza política. Creo en las convergencias, en los procesos unitarios que se están dando, en sentarnos entre iguales a discutir, compartir programas, proyectos, y entonces tiramos hacia adelante de cara a procesos electorales.
Y luego hay un día después, que no hay que olvidar. En ese día después seguirá habiendo gobiernos, tejido social y plataformas, asociaciones y sindicatos. Y no estarán todos en un totum revolutum, en bloque, porque habrá un gobierno que gobierne, y unos sindicatos defendiendo los derechos de los trabajadores, y unas plataformas de la sanidad, de la educación pública que continuarán su trabajo. Y el gobierno gobernará. Y si es un gobierno nuestro, donde tengamos poder e influencia, y es un gobierno de la izquierda alternativa, pues defenderemos la sanidad pública, la educación pública, los derechos de los trabajadores, lo que hoy está en el artículo 129 de la Constitución del acceso de los trabajadores a las empresas. Estamos defendiendo un modelo de sociedad diferente.
A esta fuerza política nadie nos va a ganar ni en las alianzas ni en las convergencias. Pero tampoco nadie nos va a disolver. Y si un día decidiéramos hacer una Unidad Popular en la que disolviéramos no se cuántas siglas para hacer una organización unitaria y única, eso lo tendrán que decidir las asambleas ordinarias de las organizaciones, es decir los máximo órganos de las organizaciones que son todos los afiliados y afiliadas de nuestra organización.
Y reitero que hay que tener mucho cuidado con todos aquellos que quieren dinamitar la unidad de la izquierda.
M.O.: Insiste mucho en alertar sobre una OPA hostil contra IU. ¿Puede concretar un poco más?
C.L.: Hay una ofensiva del poder para destruir Izquierda Unida y el Partido. Y en ese juego están jugando muchos actores, no sólo los económicos. Este juego es viejo, no viene de ahora. Tenemos una OPA hostil. Tenemos un llamar descarado a cuadros de esta organización política. Y tenemos una idea que es también la de soltar que Izquierda Unida es un lastre para otros. Todo eso está escrito. Vas leyendo y vas viendo. Si a eso le sumamos las organizaciones de electores, el puzzle está completo.
M.O.: ¿Crees que se está primando la forma sobre el fondo?
C.L.: Creo que se está primando la forma para cargarse el fondo. El fondo es el baluarte del movimiento obrero, de una fuerza política de la izquierda, de una Izquierda Unida, de un Partido Comunista y de una fuerza política que saben que va a caminar hacia una sociedad determinada. No ocultamos que estamos hablando de derecha y de izquierda, de lucha de clases. Y estamos hablando de lucha democrática, no de tomar el poder por otra vía.
Hoy estoy más convencido que nunca de que se quiere acabar con Izquierda Unida.
Creo que nosotros tenemos que ir a un buen resultado en las municipales, en las autonómicas y en las generales. Siempre con la oferta de hablar de unidad, de convergencia, de confluencia y sobre la base de los programas. Y de ahí no hay que movernos. El que quiera romper las reglas del juego de trabajar en la convergencia que lo haga, pero serán otros. Nosotros no. Pero que nadie nos pida disolvernos.
Y el caldo de cultivo de la indignación que tiene el país es real, está ahí. Estamos en una nueva transición, estamos en un proceso deconstituyente, porque han roto el pacto social del 78, porque se han cargado los derechos de la constitución. Vamos a caminar hacia un proceso constituyente, pero mientras tanto vamos a seguir trabajando en la construcción de alternativa locales, municipales, autonómicas y generales.
El bipartidismo no está quebrado totalmente, pero está infinitamente tocado. Y de cara al futuro el poder económico tiene resortes para intentar mantener una gran coalición también en España. Si ve peligrar sus intereses, ¿por qué no? Lo mismo que digo que configurar una alternativa de izquierda es complejo en un país muy atomizado, con una izquierda muy atomizada y una complejidad territorial. Va a ser un año de muchísimas incertidumbres.
(...)
Le entrevista entera se puede leer en Mundo Obrero. Fue realizada meses antes de las elecciones. Las palabras de Cayo Lara expresan con claridad la posición de IU a la vez que vienen a denunciar maniobras contra la organización desde ciertas trastiendas políticas y mediáticas. Lo más importante es esa idea concreta de convergencia que forma parte de la naturaleza de IU, como nos recuerdan Cayo Lara y las personas que promueven ahora ese segundo manifiesto.
@VigneVT
Ya lo firmé, y lo distribuí a los camaradas que todaví conservo. Salud y República.
ResponderEliminarYo firmo poque estoy de acuerdo con el manifiesto de Cayo Lara
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