Lo que sigue es un epígrafe de una extensa entrada publicada hace tiempo ("África, fútbol, tiranos y realismo político. A propósito del partido de la selección española"). Al hilo de las declaraciones de Felipe González sobre que “Pinochet respetaba mucho más los derechos humanos que Maduro", considero interesante volver a difundir este episodio que poca gente conoce, y que viene a mostrarnos el cinismo y la vocación canalla que siempre han caracterizado a Felipe González, personaje reverenciado por una buena parte de las bases del PSOE.
Es una historia real, que algunos de los profesores que tuvieron que ver con aquello no tienen reparos en confirmar y comentarla en privado, pero que ninguno se ha atrevido a dar la cara en público. Silencios que básicamente tienen que ver con el corporativismo universitario, dinámicas de favores académicos y las redes de clientelismo que dominan el mundo universitario español.
Hay un refrán aplicable a la política en general y que apunta al estado de corrupción político-económica que sufrimos (una corrupción en la que el capital, los empresarios corruptores, son los mayores responsables, conviene no olvidar):
"Al amigo se le da la mano, al enemigo se le da por culo y al indiferente se le aplica la legislación vigente".
Un refrán que es muy de aplicación a la universidad española; de hecho es donde más he llegado a escucharlo (en alguna ocasión incluso como amenaza). Viene a explicar porqué hay profesores que se prestan a ciertas cosas como puede ser la historia que sigue.
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Una historia olvidada: de cómo el gobierno de Felipe González le regaló a Obiang el título de licenciado en Derecho. Al menos... eso dicen las malas lenguas.
En Guinea Ecuatorial funciona desde hace muchos años, un centro asociado de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Es uno de los centros con los que cuenta la UNED en el extranjero.
En los 80, a medida que crecía la importancia estratégica de Guinea, debido a sus recursos, crecía también la influencia francesa y estadounidense en la ex colonia española, en detrimento de la influencia de España. El gobierno de Felipe González lanzó una ofensiva diplomática para intentar recobrar protagonismo perdido. En ese contexto, encontró en el ego del dictador una baza amable que jugar. Resulta que, en su afán de grandeza, el sátrapa ansiaba un título universitario que diese algo de esplendor a su triste currículo, una nota culta con la que disimilar su carestía intelectual. ¿Qué mejor que matricularse en Derecho en la UNED?
Eran tiempos de expansión y crecimiento de la universidad española. Con el gobierno del PSOE, se creaban universidades y facultades como churros, a veces por puro interés político e incluso personal, y se ofrecían cátedras con generosidad a los de la cuerda. Una expansión que fue fuertemente controlada por el PSOE, para tejer una elaborada red de clientelismo académico que todavía funciona a día de hoy. Ser afín al partido pero no tener carnet y, por tanto, aparecer como independiente, podía ser de más utilidad política para el partido que tener carnet. Se promocionaba a los amigos a la cátedra, se creaban departamentos o facultades con garantías de ser espacios académicos "controlados" por los afines; hasta se crearon universidades como regalo a ciertos pesos pesados de la órbita PSOE. La cofradía de estómagos agradecidos se hacía fuerte. Cierto que los conservadores dominaban ciertas áreas e incluso universidades y que el gobierno de Aznar intentó emular al de Felipe. Pero fue con el felipismo cuando el PSOE consolidó su hegemonía en la universidad española. El reparto de cargos, prebendas, plazas de profesorado, competencias, subvenciones... alimentaba la maquinaria política del PSOE en el mundo académico.
Entre tanto, Obiang se matriculaba en una facultad de Derecho, buscando un deseado título que iluminase su gris perfil. Estudiar Derecho en la UNED siempre tuvo un plus de dificultad. No es una carrera fácil, y menos en la UNED, donde el nivel de exigencia está por encima del que rige en las facultades presenciales. Pero el dictador guineano no parecía tener dificultad para ir superando los cursos. En los restringidos círculos de los estudios jurídicos, se decía que era "una razón de estado" y que era un asunto movido directamente desde Moncloa. En un contexto de hegemonía política del PSOE en la academia, ¿qué profesor podía negarse a aprobar a Obiang cuando se trataba de una razón de estado?
Pero he aquí que hubo un profesor díscolo y rebelde. Obiang, que aprobaba todo sin esfuerzo, se encontró con que el catedrático de Derecho Mercantil de la UNED se negaba a pasar por el aro y a darle el aprobado por meras razones de estado. El responsable de la cátedra se negaba "por prestigio" a hacer la vista gorda al examen del presidente, decía El País el 16 de enero de 1989.
La diplomacia española estaba en un aprieto. Obiang no entendía porqué el gobierno de Felipe González no era capaz de satisfacer su capricho de otorgarle un título universitario porque sí. Pero el catedrático de Derecho Mercantil de la UNED no daba el brazo a torcer. Fue entonces cuando desde el gobierno se hicieron gestiones para activar una solución: le enviarían a Obiang un profesor particular de Derecho Mercantil. Tal encomienda recayó sobre Aurelio González, abogado y profesor de Derecho por la UNED. Otros compañeros suyos habían rechazado la petición, pero Aurelio González decidió aceptar "la responsabilidad de una delicada misión de Estado: ayudar al presidente Teodoro Obiang Nguema a preparar el examen de junio de Derecho Mercantil, la única asignatura que aún le quedaba por aprobar para terminar la carrera jurídica que cursaba como alumno de la UNED" (El País 16 de enero de 1989).
Y por fin Obiang pudo obtener su título universitario y el gobierno español respiró tranquilo. De poco le sirvió.
Notas
Para ver la entrada original completa, pulsa en este enlace: "África, fútbol, tiranos y realismo político. A propósito del partido de la selección española").
Sugerencias:
Ver también recientemente: La sinvergüencería de Felipe González con Venezuela. Míster X y las miserias del PSOE.
No se si te acordarás de lo que dijo un presidente americano sobre el primer Somoza, el que en los años treinta derrotó a Sandino, creo recordar que dijo la frase que dijo algo asi como que este es nuestro hijo de puta, pues Obiang, como su antecesor Macias, son nuestros hijos de puta...
ResponderEliminarLO QUE DIJO EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS FUE: SE QUE ES UN HIJO DE PUTA PERO ES NUESTRO HIJO DE PUTA
EliminarESAS FUERON LAS PALABRAS EXACTAS AL COMENTARIO QUE LE HIZO SU CANCILLER
Es directamente increíble (y vomitivo) escuchar en boca de González que el régimen venezolano es peor que la cruel y sanguinaria dictadura chilena, la misma que encarceló y torturó a decenas de miles de personas y asesinó a 3.200 inocentes, entre ellos al propio presidente constitucional Salvador Allende. Pero claro que se puede esperar de un infame individuo que apoyó y financió al propio régimen asesino de Pinochet desde su cargo de presidente del gobierno español, de tal manera que hasta fue condecorado por los "servicios" prestados a esa misma genocida dictadura. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2015/09/felipe-gonzalez-ese-deleznable-sicario.html
ResponderEliminarSiempre ha sido franquista.La CIA le facilitó el cargo de secretario general del ahora partido sociolisto.
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