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| Goya: "Saturno devorando a un hijo". Bien podríamos titularlo: "Canibalismo político en el PCE". Cierto sector dirigente se empeña en "devorar" a la militancia, sin importarle el daño que hacen al Partido con sus purgas y expulsiones arbitrarias, encaminadas a eliminar cualquier reducto que se muestre crítico con la podemización que sufre IU-PCE. |
Reproducimos, como colaboración externa, el siguiente artículo que nos han hecho llegar con la intención de que fuese difundido en nuestro blog. En alguna ocasión hemos abordado el tema en nuestro rincón de la blogosfera. A la actual cúpula dirigente del PCE no parece preocuparle la pérdida permanente de militantes, bien por expulsiones y depuraciones por motivos de discrepancia política, o bien por el hartazgo de muchos que deciden marcharse para casa.
La militancia es el corazón de un partido comunista. Los votos van y vienen en el manipulable circo de la democracia burguesa, pero el músculo militante es sobre el que construye su fuerza un partido comunista. La pérdida de militantes, provocada por una nefasta y sectaria labor dirigente, es un peligro que amenaza la existencia del mismo PCE.
Damos paso a esta colaboración que nos manda una militante de base del PCE.
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El PCE y las diferencias históricas y actuales
El PCE es un partido con historia. Un partido con una historia por la defensa de los trabajadores y trabajadoras, un partido sin el cual no existiría la democracia tal y como la entendemos hoy. Un partido sin el cual las mujeres no tendrían derechos. Un partido con una mochila cargada de referentes y figuras históricas como Dolores Ibárruri, José Díaz, Marcelino Camacho, Concha Carretero, Julian Grimau... y tantas y tantas otras figuras que siempre lucharon al lado del Partido, aunque no fuera fácil, porque como decía Roque Dalton, ser comunista no es fácil, ser comunista da muchos dolores de cabeza:
“Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.
Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
se supone histórico”
Y el PCE siempre ha sido histórico, así como las diferencias que han habido en él. Donde hay un grupo humano, siempre habrá diferencias y si es en política más. A lo largo de los más de 90 años del PCE, si echamos la vista atrás veremos que siempre hubo diferencias, y si miramos al futuro podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que siempre las habrá. Podemos poner mil ejemplos, puede que a muchos nos vengan a la cabeza los mismos casos de diferencias políticas en el PCE, o no; ha habido tantos, que a veces no podemos elegir uno sólo.
Pero si este partido se ha caracterizado por algo es por aprender de esas diferencias y por solucionarlas, por el modo de enfrentarse a ellas. Y la solución era bien fácil, solución basada en el debate político, en tener claro que el enemigo no está dentro del Partido por mucho que piense diferente; que el enemigo está fuera, que es el fascismo, que son las políticas que van contra la clase obrera, que son las políticas que nos recortan derechos, que son las políticas que atentan contra los derechos de la mujer... Y eso, siempre ha estado claro. Se podían tener mil diferencias con otros camaradas y compañeros: diferencias políticas, de táctica, de estrategia... diferencias del modo de hacer las cosas..; pero con pedagogía, debate y diálogo siempre se solucionaban y se salía fuera del Partido con todo el Partido unido a llevar la misma voz y a golpear con el mismo puño a aquellos que nos arrebataban nuestros derechos. Hoy, tenemos que seguir golpeando con una misma voz y un mismo puño, tenemos que colocar la situación de la clase trabajadora en el centro del debate político y organizar la defensa de los derechos sociales y laborales que nos están siendo arrebatados.
Pero ha ido pasando el tiempo y muchos camaradas de este partido han elegido otro camino para solucionar conflictos y diferencias políticas. Nos encontramos, en estos últimos meses con expulsiones de camaradas del PCE, con amenazas de expulsión, con aperturas de expediente de manera arbitraria... Muchos camaradas con una trayectoria de lucha histórica, camaradas muy reconocidos en los espacios en los que trabajan (ámbito de memoria histórica, asociaciones vecinales, espacios de defensa de los derechos de la mujer y otros tantos espacios de lucha) se están yendo a casa ante las amenazas y acciones de los diferentes aparatos del PCE y de la gestión de la diferencia interna que están haciendo. Los que no se están yendo a casa por su propio pie están siendo expulsados. Y ante estas expulsiones y los camaradas que se marchan, el PCE se está desprendiendo de importantes activos políticos y eso en el futuro va a repercutir negativamente en el Partido.
El resultado tras estas marchas y estas expulsiones, puede ser un partido más uniforme, pero mucho más alejado de la realidad y con mucha menos incidencia social. Por eso, hay que elegir otro camino, porque la vía de negar la posibilidad de intercambiar formas de pensar y opinar, el camino de no poder debatir sobre diferentes opciones para elegir juntos la que mejor beneficie a la clase trabajadora y al propio PCE... ese camino puede que no tenga vuelta atrás. Puede que ese camino no tenga bifurcaciones que elegir cuando alguien se de cuenta que esa no está siendo la manera correcta de solucionar las diferencias políticas. Las diferencias políticas hay que solucionarlas siendo conscientes de que es sano que haya diferentes posturas, porque eso engrandece el debate y nos permite mejorar y ver puntos de vista que antes no habíamos visto. En el momento en el que a los camaradas que piensan diferente se les aleja del PCE, se les abre expediente, se les sanciona, se les expulsa, se les intimida, se les insulta....no se les está expulsando a ellos y ellas, se está negando la posibilidad de engrandecer al PCE.
Muchos dirigentes actuales deberían tomar ejemplo de la manera en que los grandes dirigentes que ha tenido este PCE solucionaban las diferencias entre camaradas, y retomar esa manera de hacer. Porque sino, no pierden los camaradas que son expulsados mes a mes, día a día, sino que pierde el PCE y se está colaborando con la destrucción de una historia colectiva de más de 90 años.
Artículo de colaboración externa al blog
