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martes, 27 de mayo de 2014

Izquierda Unida y Podemos. Preguntas que necesitan respuesta.


- Julio Anguita: programa, programa, programa.
- Versión 2.0: Programa de tv, programa de tv, programa de tv.


Llama la atención que ciertos medios sistémicos, vinculados al capital, se conviertan de la noche a la mañana en promotores de figuras políticas presentadas como paladines de la nueva izquierda. En su momento vivimos ya la promoción de Beatriz Talegónla revolucionaria prêt-à-porter, estrella fugaz de la rebeldía baja en calorías. ¿Recuerdan el despliego mediático? El intento más reciente, sin embargo, tuvo un carácter más organizado, incisivo, extensivo y sistemático: Podemos, de Pablo Iglesias Turrión.

Iglesias Turrión, posando para la campaña electoral de Podemos


El éxito de Iglesias Turrión se vive con euforia desmedida por parte de un sector de votantes de la izquierda. Aunque nos encanta hablar del hooliganismo político de la derecha, lo cierto es que tiene su parangón en un sector del electorado de izquierda, si bien es algo que no nos gusta recordar por aquello de que son de los nuestros. Lo menciono porque una parte de la simpatía que despierta Iglesias Turrión es más una cuestión de fe que un asunto del raciocinio, aunque algunos se empeñen en travestir lo primero. Iglesias Turrión es, por encima de todo, un fenómeno de imagen fabricado por ciertos medios, de ahí que podamos encontrar comentarios como el siguiente que reproduzco y que nos ha dejado una señora en una entrada anterior:
"Para mi no solo eres el mesías (hasta te pareces en tu cara). Dios quiera que tengas muchísima suerte en este país de Ali babas y nos saques adelante estoy contigo (...)"
Iglesias Turrión no está solo, por supuesto. Detrás hay gente como Monedero, ex-asesor político de Llamazares, cuando éste era coordinador de IU y casi la hunde actuando de monaguillo de Zapatero. Detrás está el partido trotskista Izquierda Anticapitalista. Y hay quienes consideran que detrás está también la colaboración de cierto sector de IU.

Lo último que sabemos es que, desde IU, voces destacadas hablan ya de convergencia. A priori no debe extrañarnos, puesto que dicha convergencia ya se intentó no hace mucho.

Como ya me he pronunciado ampliamente sobre Podemos en entradas anteriores, me limitaré a plantear una serie de dudas y preguntas, a modo de reflexión, fijando también algunas premisas que me parecen indiscutibles. Opino que son preguntas que todos debemos hacernos y que exigen una respuesta por nuestra parte, salvo que... sigamos identificando la opinión política con la fe religiosa.


1º. Podemos y los medios.

Damos por sentado que los medios de comunicación no dan puntada sin hilo. Su papel en la socialización política es clave, como también es fundamental su función de control de la opinión pública, de la conciencia social en general. Esto es una perogrullada, pero parece que hay gente en la izquierda que no lo tiene claro. Los medios dibujan la imagen de la realidad que tiene en la cabeza la mayor parte de la gente. Son los encargados de domesticar nuestra conciencia y son los grandes artífices de la viabilidad de los procesos políticos importantes (por ejemplo la Transición, la aceptación de la OTAN, la conversión de Felipe González en gran estadista y su caída posterior para facilitar el ciclo de gobierno del PP, la euforia social desencadenada por el Tratado de Maastricht, etc.). Los medios son los magos de la realidad, porque son capaces de actuar sobre un sujeto que es incapaz de situar Siria en un mapa, y transformarlo en 24 horas en un experto sobre la geopolítica de Oriente Medio, permitiendo que siente cátedra y que nos dé lecciones a todos. Fijan y diseñan el debate social, hasta tal extremo que buena parte de los debates que tienen lugar en las redes sociales, están inducidos por la industria mediática. Los medios tocan y nosotros bailamos.

Damos por sentado, también, que Iglesias Turrión es básicamente un producto mediático, de ciertos medios. Sin la constante promoción que ha recibido de La Sexta TV, Público, etc., ahora no estaríamos hablando ni de Podemos ni de Pablo Iglesias. Sus seguidores han desbordado adrenalina viendo sus combates con el facha Marhuenda, con la misma intensidad que los forofos de aquel boxeador que hacía vibrar a las gradas, tumbando una y otra vez sobre la lona al rival sonado que se le había elegido para que se luciese (véase Haz que parezca un debate. Pablo Iglesias vs Marhuenda).

Puesto que los medios están vinculados con el poder, con el capital, y son guardianes ideológicos del status quo, desempeñando la función antes mencionada, la pregunta del millón es:
A) ¿Qué interés tienen, en un momento dado, en promocionar la figura de Pablo Iglesias y Podemos? ¿Cuál es el interés oculto? ¿Cuál es la estrategia política de conjunto con la que guarda relación este apartado concreto del marketing político?
Estamos obligados a analizar profundamente y con rigor la realidad social, si queremos transformarla. Por ello, no podemos dejar de formular esta pregunta, la cual requiere de respuestas para saber por dónde van los tiros y cuál es el juego oculto del poder.

Preguntas secundarias y/o variaciones que planteo:

B) ¿Cómo es posible que los mismos medios que siempre han condenado al silencio a la izquierda real, de repente se conviertan en propagandistas de la misma? ¿Hay relación entre la promoción mediática de Podemos y el silenciamiento mediático del resto de la izquierda? 

Teniendo en cuenta que el PSOE actualmente vive una guerra civil, y que tales medios toman partido por determinados sectores de esa guerra:

C) ¿Cuál es la relación entre esto y lo anterior? ¿O no existe relación alguna? 


2º. Podemos e Izquierda Unida.

Podemos se constituyó sin programa y de un día para otro aparece con un programa que tiene mucho de calco del presentado por IU. La coincidencia programática está reconocida por ambas partes. A partir de aquí, la divergencia hay que buscarla en otros aspectos. Planteo preguntas que también requieren de respuesta:

D) ¿Por qué Pablo Iglesias y Monedero boicotearon el proceso de convergencia activado el año pasado por Izquierda Unida (el proceso "Suma"), cuando se trataba de una propuesta abierta? Lo que no resulta creíble es toda la historieta de las primarias y esas cosas. Está muy bien para contárselas al simpatizante de a pie, que se lo creerá al momento con los ojos cerrados. Pero tanto Pablo Iglesias como Monedero saben perfectamente que apenas es una disculpa y que los tiros no han ido por ahí. En este sentido, ni los dirigentes de IU ni los creadores de Podemos han querido tocar demasiado a fondo el tema, acogiéndose al asunto de las primarias y elección de candidatos como justificación. 

E) ¿Aspira Podemos a lanzar una opa hostil sobre IU, cuyo principal objetivo sería la neutralización política del PCE? Al respecto, ¿existe algún tipo de coordinación o acuerdo entre Podemos y los sectores socialdemócratas de IU, tradicionalmente hostiles al PCE?

F) ¿Existen sectores dentro de IU que han estado trabajando para Podemos y siguen haciéndolo? 

G) ¿Hasta qué punto la promoción mediática de Podemos no está dirigida a romper IU y a debilitarla, para hacerle un favor al PSOE? 


3º. La gran coalición que viene.

No hacía falta que lo dijese Felipe González. Se respira una futura gran coalición entre PP y PSOE. Un acuerdo, ¡ojo!, que necesariamente no tiene por qué ser un gobierno de concentración estilo SPD-CDU. Pudiera adoptar ese formato, pero existen otros formatos posibles, más sutiles y quizás con menos coste para los respectivos electorados (esto no es Alemania, donde SPD y CDU pactan un gobierno de coalición y las bases -eso sí, previamente consultadas- aplauden con las orejas). La fórmula concreta está por decidir y, en cualquier caso, el gran capital es lo que quiere. En esencia tiene que ver con la exigencia sistémica de una nueva Transición:

i) El desgaste del régimen actual exige de una gigantesca operación gatopardista, lo que a su vez implica el consenso pleno entre los dos grandes partidos. En esta operación entraría, por supuesto, la transición monárquica (sucesión de Juan Carlos).

ii) La fase socialmente más dramática en el desguace del estado del bienestar, está todavía por llegar y ninguno de los dos grandes partidos puede llevarla a cabo aisladamente, debido al alto coste social que tendrá. 

iii) El proceso soberanista catalán iniciado, induce a una reforma constitucional controlada como respuesta desesperada. Independientemente de que sirva o no para algo, tal respuesta exige también del consenso PP-PSOE.

Al capital le preocupa especialmente el segundo de los puntos. Pero para forzar tal acuerdo, se necesita que ambos partidos estén suficientemente debilitados como para que no les quede otra opción que el consenso. Y digo "suficientemente debilitados", que no diezmados, ya que esto último impediría también la operación. Se trata de la justa medida. En esta sentido, como hipótesis cabe plantear que se haya producido un debilitamiento inducido y controlado del bipartidismo, preparando así el terreno para la futura gran coalición.

Ahora bien. Pesa el ejemplo griego. Syriza es el fantasma para aquellos que deciden nuestro destino entre bastidores. El crecimiento en intención de voto de IU fue visto con especial preocupación por parte de nuestra élite económica. No hemos de olvidar que las encuestas de opinión daban hace unos meses a IU un porcentaje mucho más amplio que el obtenido, y que la diferencia en parte se explica por los votos de Podemos (una parte, subrayo). Sobre esto:

H) El lanzamiento mediático de Podemos, guarda relación con esto, en tanto debilita la unidad de la izquierda real?

Tampoco hemos de olvidar que las elecciones generales presentan una diferencia con las europeas. Mientras en éstas se funciona con una circunscripción única, en las generales rigen circunscripciones provinciales y la losa contra las opiciones no mayoritarias que supone la ley D'Hondt


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En definitiva, el debate y la polémica están servidos. Bien pudiera suceder que el enfrentamiento entre la izquierda real acabase por jugar a favor del PSOE y/o de la gran coalición PP-PSOE. 

De las 8 preguntas planteadas, sin duda la más importante es la primera, porque su respuesta es la que contiene las claves del juego diseñado por el Poder.

@VigneVT

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Respuestas de Manuel G.

Adjunto los comentarios realizados por nuestro compañero Manuel G., veterano militante desde la Transición.

A) ¿Qué interés tienen, en un momento dado, en promocionar la figura de Pablo Iglesias y Podemos? ¿Cuál es el interés oculto? ¿Cuál es la estrategia política de conjunto con la que guarda relación este apartado concreto del marketing político?
Es una pregunta que me gustaría saber la respuesta. No sé cuál es el juego de los medios.

B) ¿Cómo es posible que los mismos medios que siempre han condenado al silencio a la izquierda real, de repente se conviertan en propagandistas de la misma? ¿Hay relación entre la promoción mediática de Podemos y el silenciamiento mediático del resto de la izquierda?
Es posible que haya relación. Podemos (Pablo I.) en un año ha tenido más tiempo en TV que PCE e IU desde la transición.

D) ¿Por qué Pablo Iglesias y Monedero boicotearon el proceso de convergencia activado el año pasado por Izquierda Unida (el proceso "Suma"), cuando se trataba de una propuesta abierta?
Se me ocurren muchas razones, unas bienintencionadas y otras no. Por ejemplo lo había hablado estos días con gente, y desde anteayer lo leo, hay mucha gente que no votaría IU, unos porque están en el sistema y ellos son antisistema (esos proceden del 15-M) y otros porque IU es el PCE disfrazado y ellos jamás votarían comunista. Probablemente esa es la razón del no acuerdo. 

E) ¿Aspira Podemos a lanzar una opa hostil sobre IU, cuyo principal objetivo sería la neutralización política del PCE? Al respecto, ¿existe algún tipo de coordinación o acuerdo entre Podemos y los sectores socialdemócratas de IU, tradicionalmente hostiles al PCE?
No lo sé. Espero que no. El PCE no va a desaparecer, ha habido épocas peores. De todas formas IU debe cambiar, el 15-M significó algo. Y, por ejemplo A. Garzón procede de allí. Hay que pensar y aunque se han recogido muchas de sus cosas en nuestro programa, falta la cuestión de la desconfianza. Si Llamazares está en plan socialdemócrata no se puede hacer nada.

F) ¿Existen sectores dentro de IU que han estado trabajando para Podemos y siguen haciéndolo?
Seguramente.

G) ¿Hasta qué punto la promoción mediática de Podemos no está dirigida a romper IU y a debilitarla, para hacerle un favor al PSOE?
Puede ser, pero a mi modo de ver han votado más a Podemos desencantados del PSOE e incluso anarcos. Es posible que hayan jugado a Aprendiz de Brujo. También me da la impresión que, como les sea incómodo, le irán disminuyendo en sus apariciones.

H) El lanzamiento mediático de Podemos, guarda relación con esto, en tanto debilita la unidad de la izquierda real?
La gran coalición es una cosa que tienen decidida desde hace tiempo las fuerzas dominantes, no en Europa, sino en el mundo. De todas formas no veo a Podemos apoyando el punto ii.

Otras puntualizaciones de Manuel G.

iii) Me parece que para el iii) no es tan fácil como en el 135. Creo que se necesita el acuerdo de las Cortes (2/3), disolución y elecciones nuevas y nuevo acuerdo de las Cortes.

Con respecto a las encuestas, no hay que hacer mucho caso. Como se hacen por encargo, salen los resultados de los que las encargan. En enero convenía decir que IU estaba sobre el 14 %, en marzo convenía decir que estaba sobre el 11, pues porque convenía. También dijeron desde febrero que el bipartidismo se consolidaba ascendiendo y mira los resultados.




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Entradas relacionadas en el blog del viejo topo:


viernes, 23 de mayo de 2014

Cómo ser un imbécil integral y no morir en el intento


Lunes
Fulano. Buenos días.
Mengano. Hola Fulano. ¿Cómo ves lo de IU?
Fulano. Izquierda Unida es lo mismo que el PSOE.
Mengano. ¿Por qué?
Fulano. Porque está en el gobierno andaluz con el PSOE.
Mengano. IU pactó un extenso programa como condición, con muchas medidas que defiende.
Fulano. Es igual. Apoya al PSOE.
Mengano. ¿Da igual que IU consiga desarrollar muchos puntos de su programa al pactar?
Fulano. Lo importante es que IU permite que gobierne el PSOE.
Mengano. ¿Y qué debiera hacer entonces?
Fulano. No votar ni a PP ni a PSOE.
Mengano. Pos vale. Abur.


Martes
Fulano. Hola Mengano. ¿A quién vas a votar?
Mengano. A IU, por supuesto.
Fulano. Votar a Izquierda Unida es votar al PP.
Mengano. ¿Y eso por qué, Fulano?
Fulano. Porque IU está apoyando al PP en Extremadura.
Mengano. IU nunca votó a favor del PP en Extremadura. Simplemente se abstuvo.
Fulano. Pues es lo mismo. Al abstenerse permitió que gobernase al PP.
Mengano. El PSOE se negó a negociar un programa de gobierno, obligando a IU a abstenerse.
Fulano. Es lo mismo. El caso es que provocó que gobernase el PP. El PP gobierna por culpa de IU.
Mengano. Pos vale. Nos vemos.


Miércoles
Fulano. Hola Mengano. ¿Cómo te va?
Mengano. Aquí, leyendo el programa de IU.
Fulano. Votar a IU es votar PSOE.
Mengano. ¿Y eso?
Fulano. Mira lo de Asturias: votaron a favor de la investidura del tipo del PSOE.
Mengano. Pero no entraron en el gobierno. Ha sido un voto condicional al desarrollo de ciertos puntos del programa, pensando además en evitar que gobernase el PP.
Fulano. Es igual. El caso es que votó a favor del PSOE aunque no esté en el gobierno.
Mengano. Entonces... ¿qué debiera haber hecho IU?
Fulano. Abstenerse. No votar ni a PP ni a PSOE.
Mengano. Entonces hubiera entrado a gobernar el PP.
Fulano. PP y PSOE son lo mismo.
Mengano. Entonces estás de acuerdo en que IU en Extremadura hizo lo correcto.
Fulano. ¿Ya me estás cambiando de tema?
Mengano. Pos vale.

Jueves
Fulano. Hola Mengano. ¿Qué me dices hoy?
Mengano. Pues... ¿Qué te digo?... ¿Qué tal si te vas a la mierda? ¿Alguna vez te han dicho que eres un imbécil integral?

martes, 20 de mayo de 2014

La izquierda y Europa (2). ¿Por qué la cuestión de la deuda soberana es tan importante? Deuda ilegítima, deuda odiosa.





- 2011, Elena Salgado, vicepresidenta del Gobierno de Zapatero (PSOE): “La reestructuración del sector la pagará el sector y no los contribuyentes”
- 2012, Luis de Guindos, ministro de Economía del PP: "Los contribuyentes no pondrán ni un euro en la reestructuración”
- Noviembre 2013: los resultados del FROB ya dan por perdidos por el momento más de 36.000 millones de los cerca de 52.000 millones que recibió el sector hasta 2012, dinero que pagaremos los contribuyentes.


Introducción

¿Sabes que España paga en intereses a bancos casi cien millones al día? Es lo que cuesta construir un hospital de 500 camas.

Te invitamos a leer con calma y paciencia la siguiente entrada, ya que pocas cosas tienen tanta trascendencia e impacto en tu vida y en la vida de todos nosotros, como el tema que abordamos. Es un tema ladrillo, cuya comprensión requiere un poco de esfuerzo, pero es de vital importancia que lo tengamos claro y que asumamos la necesidad de explicárselo a la gente que nos rodea, en el trabajo, en el barrio, en nuestros espacios sociales..., intentando contrarrestar lo que los grandes medios de comunicación y partidos dominantes nos ocultan. 

El pasado 10 de abril, tuvo lugar en Bruselas una Conferencia internacional del Partido de la Izquierda Europea (EL), en el que está integrado Izquierda Unida (véase "Pierre Laurent asks for a European convention on debt and public investment"). El tema central de la Conferencia era fijar la postura común a adoptar sobre la deuda pública, de cara a las elecciones europeas de mayo, explorando las alternativas para resolver el problema y poner fin a las políticas de austeridad.

El hecho de que el tema de la deuda sea una de las preocupaciones importantes del conjunto de fuerzas integradas en el EL, responde a una lógica contundente. La deuda se utiliza como chantaje para mantener y profundizar en las políticas neoliberales de austeridad, liquidando -poco a poco pero sin pausa- los derechos sociales, los servicios públicos a base de privatizarlos... Todas aquellas cosas de las que nos quejamos en el día a día, una buena parte de las mismas guardan relación directa o indirecta con el tema de la deuda, de ahí su trascendencia.

Existe un punto inicial de realismo que conviene no olvidar: la deuda soberana de países como España, Grecia, etc., es impagable. Esto quien mejor lo sabe son los macarras financieros del FMI, los hombres de negro que nos mandan para que nos rompan las piernas si nos portamos mal. ¿Qué sentido tiene entonces si es impagable? Es muy sencillo. La deuda justifica las políticas de austeridad y éstas, a su vez, justifican los recortes y el progresivo desmantalemiento -vía privatización- de la sanidad pública y del sistema público de pensiones, los recortes en la educación pública, la privatización de todo cuanto queda en manos del sector público, la liquidación de todo tipo de derechos sociales... La deuda es la pistola que la oligarquía pone sobre nuestras sienes para seguir desarrollando las políticas neoliberales derivadas de la actual fase del capitalismo basado en la acumulación por desposesión.

En el artículo antes mencionado sobre la Conferencia del EL, se dice:
"(...) se utiliza la deuda para dominar a otros pueblos, para chantajearlos y provocar desequilibrios externos e internos (...) el objetivo que está detrás de esa política es transformar el sur de Europa en una zona de la mano de obra barata y desregulada y sin derechos (...) plantear el tema de la deuda supone cuestionar todo el sistema económico de los mercados financieros y las instituciones que la respaldan". 
La deuda soberana es sin duda uno de los mejores ejemplos de la acumulación por desposesión. Pensemos que una buena parte de la deuda tiene que ver con el rescate bancario llevado a cabo por los gobiernos de Zapatero (PSOE) y de Rajoy (PP). Para rescatar los bancos privados, aquí y en otros países, el Estado se endeuda con préstamos del Banco Central Europeo (BCE). Pero el BCE no presta directamente a los estados, sino que presta a los bancos privados a un 1% de interés, y estos a su vez prestan a los estados a un 5%. ¿Es de locos, verdad?

Sin embargo, pese a la importancia que tiene la cuestión de la deuda soberana para nuestro futuro y el de nuestros hijos, es un tema tabú en los grandes medios de comunicación sistémicos. También para los partidos dominantes. Unos y otros asumen él dictado de la Troika al respecto. En este sentido sorprende el discurso del PSOE: mientras por un lado, clama contra las políticas de austeridad, por otro:
  1. En 2011, el PSOE pactó con el PP la reforma constitucional del Artículo 135, imponiendo lo que se llamó “estabilidad presupuestaria” y la prioridad del pago de la deuda y sus intereses. Esto viene a blindar las políticas de austeridad que el PSOE dice criticar.
  2. La postura del PSOE respecto a la deuda soberana, no es pues distinta de la del PP. Es la misma postura que emana de la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea).
Las políticas legitimadas en función de la deuda soberana, no son diferentes a las que anteriormente fueron aplicadas en América Latina en los 80 y 90, y que provocaron una carnicería social previa a su fracaso. En España, Izquierda Unida ha liderado el debate, con la limitación que supone su silenciamiento por parte de los medios. Otros partidos más pequeños han empezado a asumir también el planteamiento de IU, lo cual es positivo.

La deuda soberana es impagable y a la larga no queda otra que su condonación parcial. Declaraba la candidata de Izquierda Unida, Marina Albiol (Mundo Obrero, 21-4-2014):
En primer lugar denunciamos que la deuda es ilegítima y por lo tanto no debería pagarse. El pago de esta deuda lastra cualquier posibilidad de hacer políticas sociales que beneficiarían a la gran mayoría. Es una deuda ilegítima porque proviene de esos mecanismos a los que antes hacía alusión, donde el BCE juega un papel fundamental, pues ejerce de prestamista a las entidades bancarias, pero no a los Estados, quienes luego han de recurrir a estas entidades bancarias privadas para financiarse obligándoles a pagar intereses mucho más altos que los que pide el BCE. Estamos pidiendo una moratoria de la deuda, una auditoría y una quita.
Os ofrecemos una miscelánea de aportaciones en relación con la deuda soberana, comenzando por la propuesta de IU en su programa electoral, que es lógicamente consecuente con la postura del Partido de la Izquierda Europea (EL).

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TEXTO 1. Izquierda Unida: "El problema de la deuda ilegítima" (del Programa electoral de IU).


En el 2000 la deuda pública española fue del 59,4% del PIB, a comienzos de 2014 es el 95% y en los Presupuestos 2014 se estima que llegará al 98,9%. En 2014 el Gobierno necesitará 243.800 millones para refinanciar la deuda y pagaremos 36.590 millones en intereses. Esta deuda tiene diferentes orígenes, como consecuencia de la crisis financiera y económica, y sin más datos es difícil dilucidar qué parte corresponde a las necesidades de financiación de la activación de los estabilizadores automáticos, de los planes de estímulo o de los rescates bancarios. Pero sí cabe reconocer que en comparación con las grandes entidades financieras el contexto de financiación del Estado ha sido enormemente injusto. Al menos en dos formas:
  1. Mientras el BCE pone a disposición de las entidades financieras una financiación muy barata y prácticamente ilimitada, los Estados tienen que recurrir a los mercados financieros de deuda pública en un contexto de recesión económica –con sus implicaciones en términos de rentabilidad y precio de los títulos de deuda-. Esta situación, derivada de las fallas de la construcción europea, lleva a la creación de espacios de arbitraje que los bancos han aprovechado. Las entidades financieras pueden acceder a financiación a un tipo de interés muy reducido y prestar esas cantidades al Estado a tipos de interés mucho más elevados.
  2. Gran parte de la financiación obtenida por el Estado ha sido para salvar el sistema financiero. El Estado se endeuda no para hacer frente a los gastos corrientes o de inversión en la economía real, sino para prestar el dinero en condiciones favorables a sujetos privados cuyos intereses no coinciden con los de los ciudadanos. Informes independientes dicen que el total de este endeudamiento “ilegítimo” asciende a 95.671 millones sólo entre 2008 y 2010.
Gran parte de las emisiones de deuda pública se han suscrito a través de estos mecanismos, produciéndose un ilegítimo rescate a las entidades financieras de toda Europa. Por esa razón IU considera que es posible calificar gran parte de los contratos de deuda pública con el concepto de “deuda odiosa” tal y como aparece recogido en la doctrina internacional.

Los casos de Argentina en 2001 y Ecuador en 2007 ilustran que es posible realizar estas medidas y que son instrumentos útiles para garantizar el desarrollo económico. En un contexto de recesión es previsible que la capacidad de ingreso del Estado siga mermándose hasta el hacer insostenible el crecimiento de la deuda pública. Hay datos que apuntan a esta dificultad creciente. Entre 2011 y 2010 el déficit primario descendió un 9’09% (hasta el 7% según Eurostat) como consecuencia de las políticas de austeridad, pero el déficit público final sólo descendió un 3’09% (hasta el 9’4% según Eurostat). Este diferente ritmo de crecimiento revela el lastre que supone el creciente peso del pago de los intereses de la deuda pública, los cuales ejercen una punción sobre los recursos públicos e impiden que éstos puedan dedicarse a políticas de reactivación económica. Se confirma así la creciente limitación de la democracia, asumiendo la Troika y los oligopolios el papel de decisores de los asuntos públicos.

La descrita aquí es una peligrosa senda que aúna socialización de las deudas privadas, crecimiento del endeudamiento público, recesión económica y creciente peso de la carga financiera. No es éste un problema que pueda resolverse con más austeridad, como ilustra el caso griego, sino que manifiesta la necesidad de liberar parte del lastre financiero que supone la deuda pública. La deuda ilegítima no se paga. Y la deuda contraída para ayudar al sector financiero debe cobrarse a este sector estableciendo planes concretos y medibles de cobro.

Hoy la suma de la deuda pública y privada supera en España los 4 billones de euros, más de cuatro veces el PIB. La situación de otros países europeos es similar. Las obligaciones que genera el pago de la deuda hacen disminuir la demanda interna y descender los precios. Esto explica que los intentos del BCE por aumentar la masa monetaria danto créditos a bajo interés a la banca no estén dando resultado en la economía real. Son necesarias otras medidas de saneamiento financiero: la reestructuración del sistema, la democratización y nacionalización de las entidades solventes y la reestructuración tanto de la deuda pública como privada.

Todo ello debe acompañarse de una política expansiva por parte del BCE y por un nuevo diseño de la UE y permitir el acceso de los estados a la financiación del BCE y hacer posible la mutualización de la deuda mediante emisión de euro bonos garantizados por el BCE.

Consideramos necesario poner en marcha una auditoría de la deuda pública que estudie todas las suscripciones de títulos para poder identificar qué contratos pueden considerarse “odiosos”. El objetivo de la auditoría, que da de ser trasparente y controlada por la ciudadanía, es identificar la deuda odiosa y rechazar su pago, de acuerdo con el derecho internacional.

Finalmente, consideramos un aspecto imprescindible de cualquier política la derogación del artículo 135 bis de la Constitución y de la Ley de estabilidad presupuestaria.




TEXTO 2. Javier Navascués: "El vaiven de la deuda".
Publicado en Mundo Obrero, 2-4-2014

Pasada la preocupación por la prima de riesgo, parecía que la deuda pública había dejado de existir a pesar de que los intereses que se pagan por la misma ascienden a la exorbitante cantidad de 40.000 millones de euros al año, más que el presupuesto para Educación de todas las comunidades autónomas juntas. Pero ahí sigue; casi un billón de euros en números redondos. Y no es sólo un problema español; la deuda pública de las economías capitalistas avanzadas asciende a la friolera de cuarenta billones. 

Que estas magnitudes son impagables es algo que no se le escapa a nadie, y así en los círculos pensantes del capitalismo globalizado le están dando vueltas a cómo salir del lío. El FMI, ya en noviembre, publicó algunas hipótesis para descartar una parte de la deuda, de manera que lo que quedara fuera digerible. Se sugieren varias vías: una quita controlada, posibilitar una inflación moderada que erosione el valor real de la cantidad adeudada o, y ésta es la novedad, un impuesto especial sobre la propiedad cuya recaudación se destine a cancelar una parte de los préstamos. Por esta vía, propuesta en la propia Alemania –que también tiene una deuda pública excesiva-, se podrían recaudar más de 230.000 millones de euros en el país germano; en el caso de España estaríamos hablando de la mitad. Se trata de un impuesto que se cobraría una sola vez, con un tipo del 10% sobre el patrimonio neto de las personas físicas a partir de un mínimo exento que allí se propone fijar en 250.000 euros. Un impuesto a los ricos, ¿curioso, no?

Otra de las vías que se propone, esta vez desde determinados centros “progresistas” europeos es una modalidad sofisticada de los eurobonos. En este caso se trata de que el BCE compre deuda pública a los países del euro en proporción al peso que cada uno tiene en la eurozona, sin exigir que se devuelva a su vencimiento. Para financiar la compra, el BCE emitiría unos bonos por los que debería pagar intereses y que le ocasionarían pérdidas. Como los accionistas del BCE son los países de la Eurozona, en último extremo acabarían pagando. Evidentemente, la contrapartida de este favor sería un aumento del control del BCE sobre los países agraciados; dicho de otro modo, la troika corregida y aumentada.

En el fondo tanto los dirigentes como los técnicos a su servicio se debaten en una contradicción: cómo salvar el valor del capital ficticio que representa la deuda cuando cada vez se ve más difícil que llegue a pagarse. La primera medida que he explicado, aparentemente, carga la mano sobre los más ricos; pero no es más que una redistribución pues la recaudación del impuesto se revierte a los accionistas de los bancos que tienen la deuda, o sea los propios ricos. La segunda medida cambia deuda mala, de los países, por deuda buena, del BCE. Pero sigue siendo deuda. Lo que está fuera de la cuestión es que deje de pagarse, probabilidad que les horroriza pero que sigue atormentándoles. Pero sin una devaluación radical de la deuda no hay salida a la crisis. Así de simple.


TEXTO 3. Pedro Vaquero: "Una deuda impagable".
Publicado en andalucesdiario.es30-3-2014

Rajoy no deja de embaucarnos con su frase preferida: hemos pasado la recesión económica, lo peor de la crisis ha pasado, hemos superado el Cabo de Hornos (no cuantifica los náufragos que han perecido en el intento). Nos queda algún detallillo, como los 6 millones de parados… pero eso se arregla con otra reforma laboral si es preciso, con los minijobs, la reducción de salarios, la congelación del salario mínimo, o -como quiere la CEOE- con un salario mínimo más mínimo para los jóvenes aprendices sin experiencia laboral.

¿Cuál es el misterio de este aparente remonte? El “milagro Rajoy” consiste en haber obtenido de la Comisión Europea una prórroga de dos años para la reducción del déficit. La UE no podía permitirse el lujo de dejar caer en el abismo del rescate al cuarto país de Europa. Lo mismo que a Italia, que es la tercera economía de la eurozona. Le hubiera resultado más caro a Alemania y otros países centrales. El euro corría un riesgo cierto de desaparición, o al menos de fragmentación y descrédito como moneda de referencia. Han preferido salvar a los bancos, eso sí, y prestigiar ante los mercados a ambas economías, la española y la italiana, para que bajase la prima de riesgo, esto es, para que los préstamos nos saliesen más baratos. Y ni siquiera el compromiso de reducción del déficit al 3% en 2016 se cumplirá, a Dios gracias. Pues el “milagro Rajoy” ha sido el incremento de la deuda. Pese a las políticas de ajuste, la situación no es explosiva por la ingente economía sumergida que tenemos y porque la deuda pública ha crecido lo suficiente como para mantener el tipo. Así, aún nos quedan vestigios de alguna que otra situación de lo que nos asemeja a una “economía avanzada”, aunque periférica, estancada y muy deteriorada.

La deuda pública llegó en enero a sumar 979.316 millones de euros, 18.677 más que a finales de 2013, y por tanto se ha quedado en el 95’7% del PIB. Teniendo en cuenta que al principio de la crisis la deuda pública era del 36% del PIB, esos 60 puntos de incremento de la deuda es el resultado de un proceso de políticas anticrisis en las que el Estado (Hacienda somos casi todos, decía la Sexta el otro día) ha tenido que poner mucho dinero prestado (ya que no recaudaba lo suficiente) para financiar todos los gastos públicos, o al menos casi todos, pues -como es bien sabido- recortes ha habido, ¡y de qué forma! E incluso subidas de impuestos, pese a las promesas electorales de Rajoy. Sobre todo del IVA, que es el más injusto de los impuestos, por regresivo, ya que grava por igual a los desiguales en renta.

La deuda pública ha subido desde los 737.405 millones de euros en que la cogió Rajoy cuando accedió al Gobierno de España, hasta la de hoy. Total, que el liberal Rajoy ha tenido que pedir prestados 252.000 millones de euros más para mediocapear la crisis financiera. Pero desde mayo del 2013 el ritmo de endeudamiento se ha acelerado, y en enero ha aumentado a un ritmo de 602 millones/día, lo que equivale a que la deuda de cada españolito es de 21.011 euros. Y como ni las previsiones más optimistas esperan una recuperación suficiente del crecimiento económico como para remontar la crisis recaudatoria del Estado (dicen que podríamos llegar a un 1’2%), todo apunta a que en 2015 la deuda pública pasará del 100%. Funcas calcula que 2014 acabará con una deuda del 99’7% y que en 2015 alcanzará el 104’3%. La Comisión Europea y el FMI dan cifras muy parecidas.

No hay que asustarse. Hay países que sobreviven con una deuda de más del 200% de su PIB. El verdadero problema es que España tiene más dificultades en pagar su deuda, pues el crecimiento sigue resistiéndose a visitarnos. Pese a las palabras optimistas del Gobierno, lo cierto es que estamos en una situación de estancamiento económico, y con una inflación muy baja, casi al borde de lo que los economistas llaman estanflación.

Lo peor es que la estrategia de recuperación económica implementada por el Gobierno tiene las patas muy cortas, pues consiste en incentivar la inversión extranjera aquí (vendiendo lo baratos que resultan nuestros trabajadores) y exportar más allí fuera. Pero si el factor de competitividad vía salarios y derechos baratos choca con la deriva de generalización del mismo factor en la Europa otrora Social, el otro factor, el de la internacionalización de nuestras empresas y productos choca con la presunción por parte de nuestros potenciales exportadores de que esa baja inflación va a perjudicarles, pues los precios de nuestros bienes y servicios pueden caer. ¿Consecuencias? Que la exportación se contiene o se retrasa, lo que conlleva el fracaso de la estrategia económica por estancamiento y, lo que es peor, el aumento del valor real de la deuda pública. Es de prever que el Estado no conseguirá reducir los intereses de la deuda a pagar. Más bien, todo lo contrario. Por ejemplo, de los 242.400 millones que la Hacienda española va a tener que pedir prestados este año, 65.000 van a ser endeudamiento neto y el resto amortizaciones.

Con estas cifras de deuda, la economía española no puede recuperarse. Y menos el empleo, los derechos sociales y la estabilidad democrática. Al revés. Esta crisis está creando un círculo vicioso que consiste en el incremento de las desigualdades, y en el callejón sin salida del fracaso de la estrategia de salida de la crisis. Javier Navascués lo explica muy bien en el periódico del PCE, Mundo Obrero, en su artículo El vaivén de la deuda (marzo 2014): el FMI está inquieto por la marcha de la economía mundial, y sobre todo por la crecida deuda de la UE. Y comienza a pensarse que es preciso hacer una quita a la deuda pública de las economías capitalistas, consciente de que es impagable. ¿Cómo piensa hacerlo? Baraja varias hipótesis: realizar una quita controlada, posibilitar una inflación moderada que le reste valor real al montante de la deuda, o incluso crear un impuesto especial sobre la propiedad, gravando el patrimonio de los ricos de más de una determinada cuantía; sugieren un 10% a partir de los 250.000 euros, destinando la recaudación a cancelar así una parte de los préstamos. Con esta hipótesis, en Alemania se podrían recaudar unos 230.000 millones de euros, por ejemplo; en España, la mitad.

¿De verdad quieren imponer un impuesto a los ricos? No, al final no lo pagarían los ricos, se trata más bien de una redistribución de rentas, pues serían los accionistas de los bancos deudores los que acabarían recibiendo el beneficio de la condonación encubierta de la deuda.

También se proponen una especie de eurobonos: el BCE compraría deuda pública a los países del euro en proporción al peso de cada uno en la eurozona, pero sin exigirles luego su devolución al final del vencimiento; el BCE emitiría bonos y se quedaría endeudado, pero serían los bancos de los respectivos países deudores los que pondrían el dinero, pues al fin y al cabo los accionistas del BCE son los propios países de la eurozona. En esta medida se produce una metamorfosis, se cambia deuda mala por deuda buena, del BCE, pero sigue habiendo deuda. Y es el que el capital ficticio que es la deuda no es como la mancha de la mora, que con otra mora se quita, sino que permanece por los siglos de los siglos, salvo que se produzca una devaluación radical de la deuda. Y a eso le tienen terror los capitalistas. Contradicción habemus. Capitalismo habemus, que es contradictorio en sí mismo, pues no se puede concebir el respeto a la ley de hierro del capitalismo -el incremento incesante de la tasa de beneficios- y el progreso económico global en condiciones de sostenibilidad.

La izquierda (el bloque en torno a IU en España) se presenta a las elecciones europeas con la propuesta de negarse a pagar la parte ilegítima de la deuda, esa parte que responde a unos exorbitantes e injustos intereses especulativos correspondientes a los préstamos usurarios de los poderes financieros. Y aunque aparentemente sea muy radical, la propuesta se abrirá camino, pues es lo más lógico del mundo: si la deuda es impagable, lo lógico es no pagarla. Y no sería la primera vez en la historia de las finanzas mundiales. Lo reconozcan o no, el próximo gobierno de Europa abrirá la mano en este sentido. A la UE no le queda más remedio que cambiar de estrategia, potenciar el desarrollo sostenible de los países con problemas, España entre ellos. Y para ello el pago estricto de la deuda es un obstáculo a soslayar.


Lo harán, por la cuenta que les tiene.


TEXTO 4. Xavier Caño Tamayo (ATTAC Madrid): "Una deuda que es impagable y un mecanismo de dominio".
Publicado en www.attac.es, 17-11-2013



España tiene una deuda desmesurada, según la Comisión Europea. Por eso revisará de nuevo su economía para verificar si las reformas laboral y de pensiones perpetradas son suficientes para disminuir el volumen de deuda pública. Entretanto, las élites económicas europeas, que controlan el tinglado político, insisten en imponer la austeridad fiscal que en román paladín son recortes presupuestarios sociales que violan sistemáticamente derechos humanos de la mayoría trabajadora ciudadana. Como es sabido, recortes en sanidad, educación, servicios sociales, pensiones… Y una persistente rebaja de salarios.

Recortar para ahorrar y reducir la deuda pública. Esa es la vía que nos marcan. Pero la deuda es impagable. Pública y privada. Carlos Sánchez Mato ha escrito que “la economía española sufre un sobre endeudamiento superior a los 2,2 billones”. Y Juan Torres señala que “la evidencia empírica muestra que la deuda pública no se ha disparado por gastos en educación, sanidad, cuidados o pensiones públicas”. Vicenç Navarro, por su parte, recuerda que en 2007 España tenía un superávit presupuestario del 2% del PIB, cuando el de Alemania era solo del 0,2%. Pero dos años después el déficit público español era ya el 11%. No por aumento del gasto público y aún menos, social.

¿Por qué? El pago de intereses de la propia deuda más las cuantiosas ayudas a bancos y cajas de ahorro son la causa del aumento del déficit público español. Y las ayudas a grandes empresas, más las continuas rebajas fiscales, hasta el año pasado, a banca, empresas, corporaciones y grandes fortunas. A finales de 2012, las ayudas públicas totales a banca y cajas sumaban 1,42 billones €; casi 88.000 millones en capital y el resto en avales y otras medidas, que se reflejan en los balances, para paliar la falta de liquidez.

Pero aún con el ilegítimo crecimiento de la deuda pública, en España ésta es el 22% de toda la deuda. Eduardo Garzón ha calculado que si el Banco Central Europeo hubiera prestado dinero al Estado al 1% de interés, (como presta a bancos privados), la deuda pública española de 1989 a 2011 sería un 14% del PIB y no el 90% actual. Ergo, tres cuartas partes de deuda pública española son beneficio de compradores y especuladores de deuda soberana. Probablemente deuda ilegítima.

Así y todo, el mayor problema es la deuda privada. En España, un 68% del total de deuda. Deuda de banca, medianas y grandes empresas y familias. La de las familias, solo quinta parte del total. Sin embargo, el casus belli, el pretexto para cargarse el estado de derechos sociales es el exceso de deuda pública. Una vieja historia.

En las tres últimas décadas del siglo XX, tras comprobar la clase capitalista que las dictaduras militares en América Latina no proporcionaban los beneficios esperados, encontró en la deuda pública un eficaz medio de dominio. Con la imprescindible y entusiasta colaboración del FMI y del Banco Mundial, convirtió las deudas públicas en rentables cadenas y grilletes que permitían explotar a placer las naciones latinoamericanas.

Ajustes estructurales, devaluación salarial, destrucción de lo público, absolutismo de lo privado, violación de derechos sociales, fiscalidad regresiva… En América Latina se aplicó el mismo guión que sufre Europa desde 2009 y es preciso afrontar el saqueo social que ahora sufren los pueblos europeos. Pero sin olvidar que la deuda es impagable. Antes o después habrá que condonarla, reestructurarla y reducirla; deudas internacionales, de empresas y hogares. No hay otra.

En realidad, se perdonan o reducen deudas desde hace siglos. Más cerca, en 1953, Alemania negoció en Londres su deuda con 22 países acreedores y les pidió su condonación. Esos países (entre ellos Grecia, por cierto) perdonaron la mitad de la deuda a los alemanes. Y la economía alemana pudo crecer con fuerza.

Mientras no se alcance esa inteligente lucidez, ATTAC propone que los bancos centrales europeos presten directamente a los Estados a bajo interés (como a los bancos) y se reduzca en la Unión Europea al 0% la prima del dinero prestado a los estados en los mercados. Además de empezar a reducir la parte ilegítima de la deuda. Para hacerlo solo se necesita voluntad política, pero como no la hay, la ciudadanía tendrá que presionar una y otra vez.


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ENTRADA PENDIENTE DE REVISIÓN

lunes, 19 de mayo de 2014

Contribuciones críticas sobre el 'Podemos' de Monedero y Pablo Iglesias (2). La traición por la imagen.


Imagen. En un episodio de Los Simpson, uno de los personajes veía a Dios en una patata frita.  Hay quien se ve a sí mismo en una tostada.


El pasado mes de febrero abrimos una serie del blog dedicada a presentar algunas contribuciones críticas sobre el partido Podemos, de autores ajenos a este blog. En aquella primera entrada reproducíamos dos artículos. Por un lado, el trabajo de la politóloga Ángeles Diez, titulado "Podemos, un fenómeno mediático que pretende ser político", un texto que fue publicado inicialmente en el blog cubano de Iroel Sánchez ("La pupila insomne"). Por otro lado, presentamos también el artículo de Fernando de Sagarra, titulado "El candidato", publicado en el blog "Rojo, ateo y cabrón".

En esta segunda entrada de la serie, presentamos un artículo de José Antonio Palao Errando, junto con un fragmento de un texto suyo anterior.

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Ficha técnica
Título: La traición por la imagen.
Autor: José Antonio Palao Errando
Fuente: Blog La suficiencia de lo obvio. Publicado 28 de abril de 2014.
Sobre el autor: José Antonio Palao Errando (Valencia, 1962) es Doctor en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia. Ejerce como profesor de Teoría de la Imagen, Teorías de la Información Audiovisual y Sociedad del Conocimiento y Narrativa Audiovisual en la Universitat Jaume I de Castelló.
Nota sobre negrita e imagen. Las imágenes son del artículo original. La negrita es añadido nuestro.


La traición por la imagen
José Antonio Palao Errando

Esto es justo a donde yo apuntaba hace 3 meses. Llevo muchos años analizando e investigando la imagen, la televisión y los medios de comunicación para saber que tal y como están estructurados son un factor esencial para preservar la ignorancia de los electores y reproducir y propagar el estado de cosas en que nos encontramos. Pablo Iglesias viene de esa estructura y está siendo utilizado por ella, gracias a su narcisismo. No está usando su imagen para ganar unas elecciones, está siendo utilizado como imagen por el sistema para perpetuarse. Era el gran riesgo de su operación. Y él parece felizmente en la inopia.  En absoluto veo entre los que le defienden y entre sus votantes potenciales una posición de desvelamiento de los mecanismos de poder y de las formaciones discursivas sobre las que se apuntalan el capitalismo, el bipartidismo, la corrupción, etc.,  sino el simple revanchismo visceral y tertuliano que fue el gran instrumento del PP para volver al poder

De ahí que este chascarrillo de la tostada me haya hecho gracia después de ver la botella de vino, la camiseta, etc.  Podremos hablar del vacío y de la verdad como camino emancipatorio contra la realidad impuesta. Pero para ello es perentorio que la imagen no se use como tapón para ese vacío

No entiendo cómo algunos psicoanalistas le han dado a esta opción su apoyo. Bueno sí, algunos de los líderes del Círculo Podemos Psicoanalistas son gente que nunca se ha interesado por las formaciones identitarias que se articulan en la política española, por sus peculiares leyes discursivas que se alejan tanto de la realidad latinoamericana como de la europea y que no se han parado ni por un momento a analizar las estructura discursiva del juego mediático y electoral en el ámbito español. Simplemente nunca han sentido el más mínimo interés por España más que como lugar circunstancial de residencia. Me duele decirlo pero me dolió más comprobarlo.

La idea de un movimiento socio-político nucleado en torno a un o a una líder carismático, que parece funcionar en Argentina y otros países de América Latina, en España simplemente repugna, hasta a la derecha, porque lo más parecido que hemos tenido a eso fue el franquismo. No nos gustan los caudillos ni los salvadores de la patria. Aunque digan que son de izquierdas y que el programa se ha elaborado desde la base. No, si luego prestan su efigie a un logo que es en el que se va a condensar todo su mensaje político, no nos llamemos a engaño. Cuando entras en ese juego electoralista sabes que te vas a dirigir a una audiencia mucho mayor que aquellos que han participado en el proceso con espíritu militante. Y el mensaje para unos y para otros es tremendamente distinto. No se puede ser tan vilmente ingenuo como para no darse cuenta de eso y de que el candidato tiene una muy relevante responsabilidad enunciativa sobre el discurso político de la formación por la que se presenta. Y por su imagen.

Como me enerva que gente al parecer muy puesta en eso que se llama "ciencia política" decida soslayar el análisis semiótico y comunicativo de los discursos mediáticos y se lance a ellos como si fueran una herramienta benigna y transparente, ignorando los juegos de lenguaje y sus reglas, la pregnancia de los semblantes y de su potencia imaginaria y simbólica. Si Laclau pudiera ver desde su muy reciente tumba lo que se está haciendo en su nombre en España, probablemente se retorcería en ella. Una cosa es darle armas de lucha democrática a un pueblo y otra cosa es darle una vuelta de tuerca más a los imaginarios que lo oprimen y lo utilizan. No es de recibo usar en el logo de una formación política que se pretende popularmente subversiva, la imagen de un lider que goza de ella por haber sido polemista en un talk show. A Pablo Iglesias, y nadie se lo niega, le haría falta tiempo para convertirse en otra cosa. Pero tiene mucha prisa por verse, por contemplarse, por figurar. Para ser un líder popular hace falta un proceso discursivo que toque lo real del antagonismo. No se fabrican hegemonías con una operación de márketing. Sólo candidaturas electorales. No acabo de captar por qué después de años hablando del Discurso del Capitalista lacaniano, hemos pasado a hablar de hegemonías y significantes vacíos sin habernos tomado el tiempo de pensar la articulación teórica entre lo uno y lo otro. Y puede ser pensada. Seguro. 

Ojalá me equivoque, pero la Ley de Murphy ya nos advertía de que la tostada cae siempre del mismo lado. Sobre todo si nos empeñamos en usar siempre el mismo molde para el pan. Una lástima.





Y aquí, un vídeo: Pablo Iglesias y el aplauso fácil


Post scriptum:

Esto es una brevísima respuesta a algunos comentarios que he leído a este post en Facebook principalmente. A algunos les parece que critico a Podemos y al liderazgo de Pablo Iglesias porque se sale de los moldes de la "izquierda tradicional (o clásica)" (pedazo de oxímoron, que tristemente se ha convertido en una expresión de lo más natural). ¿No se dan cuenta de que esa interpretación es estrictamente bipartidisa? Es decir, ¿que se acoge a un esquema que concibe la política como un asunto electoral y proyecta falacias tertulianas y de talk show televisivo sin ver más allá, ni ser capaz de imaginar otro tipo de planteamiento?

Mi diagnóstico sobre todos los males de la política actual está hecho hace mucho tiempo: La comunicación ha suplantado a la acción y al pensamiento, que debían ser las misiones de la política. Ya no hay política sino comunicación política. Eso es lo que ha llevado a la ciudadanía, al pueblo, a estar a expensas de los partidos y su burocracia y de los grandes grupos mediáticos y su control de la agenda, esto es, a constituirse en comunidades de goce (pp. 49-73) pasivas y ha permitido todos los triunfos del neoliberalismo que han sumido a las clases populares (la inmensa mayoría) en la más absoluta impotencia democrática.

Pues bien, el núcleo de todas mis críticas a Podemos es que presentándose como una alternativa a ese estado de cosas, esto es, pretendiendo subvertir el sistema en tanto que "desempodera" al pueblo está cayendo en todas las trampas mediáticas del planteamiento político comunicativo que sería lo primero que debería combatir. No se trata de coger un trozo de pastel de la agenda. Se trataría de dinamitar el propio planteamiento comunicativo y los principios que permiten que esta agenda nos diga de qué podemos hablar y por tanto cuáles son las vías para pensar la realidad. El polemismo fatuo está en el centro de ello. Como decía Chomsky, -cito de memoria- lo que hace el sistema es propiciar que se hable con auténtico enconamiento de temas intrascendentes (los que la agenda mediática impuesta por grupos de comunicación, agentes económicos capitalistas y partidos parlamentarios y sindicatos integrados en el sistema) para que no se hable jamás de los temas realmente cruciales.

El clientelismo de la imagen del líder -un líder que ha forjado su imagen pública en estos pseudodebates- es precisamente la mejor manera de volver al redil de la comunicación política y del sistema mediático. Ése es el núcleo de todas mis críticas.

Se dice que es que el sistema tiene grietas que se pueden aprovechar. Perfecto, pero me parece imposible que quien vaya a aprovechar esas grietas en un líder que como tal (nada que ver con la persona) debe toda su imagen pública, de la que depende cada vez más lastimosamente su formación política, a esos mismos procedimientos que son la base del desempoderamiento de las masas, del pueblo, de la ciudadanía. Por eso he llamado a este post La traición por la imagenViendo las reacciones de defensa de su amado líder que regurgitan algunos de los adeptos de Podemos, propias de los más ultramontanos comportamientos de los espectadores de Intereconomía, me doy cuenta de que con las estrategias comunicativas de Pablo Iglesias no han hecho nada por transformar a las masas, al electorado pasivo, en un sujeto multitudinario capaz de enfrentarse al neoliberalismo desde fuera de sus redes, primero, y de encarar la transformación radical del capitalismo, después. Los descerebrados actúan como descerebrados. Una formación popular no puede quedar indemne de mantenerlos en sus filas. Por supuesto, que hay otra mucha gente que apoya a PIT desde una posición ética y reflexiva porque lo ven una baza capaz de oponerse al bipartidismo neoliberal y sus abusos. Pero estos ya venían así de casa, el discurso de Podemos no ha hecho nada por ellos, en ese sentido.

José Antonio Palao Errando
Fuente: Blog La suficiencia de lo obvio
Cabecera del blog de José Antonio Palao Errando









El artículo que hemos reproducido, hace mención a un texto anterior del autor, publicado el 24 de enero con el título "¿Por qué desconfío de Pablo Iglesias?". Ofrecemos un fragmento:
(...) Sin demasiado empacho, Pablo Iglesias ha cimentado su meteórica carrera política en un campo mediático como el de la tertulia, con la excusa de poner sobre el tapete valores antagónicos a los que se estaban defendiendo en emisoras de extrema derecha como Intereconomía. Pero la tertulia política mediática tiene una serie de reglas discursivas inviolables: predominan el grito y la consigna que eterizan en un pretérito perfecto posiciones absolutamente inamovibles (la izquierda siempre ha/ la derecha siempre ha) y que sólo admite argumentaciones simples y sometidas al ruido. Es algo típico del discurso político contemporáneo: el olvido del pensamiento y su suplantación por planteamientos comunicativos. No se trata de concienciar a las masas  -y por lo tanto, desmasificarlas- para comprender y transformar la realidad, sino de que te voten en masa. Y, para eso, cuanto más masificadas, mejor.
A partir de aquí, Pablo Iglesias parece haber confundido conceptos como esfera pública y sociedad civil, con agenda informativa y relevancia mediática. De ahí, que haciendo gala de una cierta endeblez intelectual, pese a presentarse en todas partes como profesor de “ciencia política”, haya decidido proyectar su figura mesiánica en unas elecciones con algo que él dice que no es un partido, sin darse cuenta que en el laberinto de espejos en que se ha metido, toda estructura enfocada a una contienda electoral es para la opinión pública un partido. Como los demás. (...)
Leer resto artículo aquí.
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