L. Sakamoto |
Ofrecemos la traducción al castellano de un interesante artículo de Leonardo Sakamoto, publicado el 13/05/2013 en su blog blogdosakamoto.blogosfera.uol.com.br, con el título "Lei Áurea, 125 anos: a “reinvenção” do trabalho escravo no Brasil", en el 125º aniversario de la entrada en vigor en Brasil (13 de mayo de 1888) de la ley por la cual el Estado dejó de reconocer el derecho de propiedad de una persona sobre otra: es decir, el fin de la existencia de la esclavitud en términos legales. Como el autor del artículo nos cuenta, a pesar de esto el trabajo esclavo ha seguido existiendo en Brasil hasta nuestros días, aunque de forma puntual y de forma muy minoritaria en relación con las cifras de población activa.
Leonardo Sakamoto es periodista y doctor en Ciencias Políticas. Tuvo la oportunidad de cubrir conflictos armados y de violación de derechos humanos en Timor Oriental, Angola y Pakistán. Es profesor de Periodismo de la PUC-SP, coordinador de la ONG Repórter Brasil y su representante en la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo.
Ley Áurea, 125 anos: la “reinvención” del trabajo esclavo en Brasil.
Autor: Leonardo Sakamoto
URL del texto original en portugués: pulsar aquí.
Cada año, miles de trabajadores pobres son reclutados para trabajar en las haciendas, en las carboneras, en las obras de construcción y en los talleres de costura y, posteriormente, son sometidos a condiciones degradantes de trabajo y se les impide romper la relación con el empleador. No resulta extraño que permanezcan sin poder desvincularse del empleador hasta que terminan la tarea para la que fueron reclutados, bajo amenazas que van desde torturas psicológicas hasta palizas y asesinatos. En Brasil, a esta forma de explotación se la llama trabajo análogo al del esclavo, esclavitud actual o nueva esclavitud, contemplada como crimen en el Código Penal (artículo 149) castigado con pena de dos a ocho años de reclusión.
Su naturaleza económica difiere de la esclavitud de la Antigüedad clásica y de aquella que existente en Brasil durante la Colonia y el Imperio, pero el tratamiento inhumano, la restricción de la libertad y el proceso de "cosificación", son similares. El número de trabajadores afectados es relativamente pequeño en comparación con la población económicamente activa, pero no por ello es una cifra despreciable: desde 1995 (cuando el gobierno federal creó el sistema de lucha contra el trabajo esclavo actual) hasta hoy, más de 44.000 personas han sido rescatadas de esta situación, según datos del Ministerio de Trabajo y Empleo.
La producción capitalista necesita espacios no capitalistas para desarrollarse. Debido a su naturaleza, no admite limitaciones en la adquisición de materias primas y en la creación de mercados. Merece la pena recordar que, durante siglos, los países y las corporaciones mercantiles han ido a la guerra por este motivo. En un corto espacio de tiempo, de acuerdo con un señal de demanda del Extremo Oriente, las empresas agrícolas del interior de la Amazonía fueron capaces de expandirse en áreas la mayoría de las veces ocupadas por poblaciones que viven bajo otro modo de producción. En cuestión de años, surgieron grandes haciendas de ganado, grandes explotaciones de soja, algodón y caña de azúcar, además de carboneras, que producían materias primas y diferentes géneros alimenticios donde antes vivían poblaciones indígenas, campesinos, comunidades quilombolas [ver nota 1 de traducción] o ribereñas.
En esta expansión, pueden coexistir la tecnología punta y formas de trabajo ilegal. Lo que parece contradictorio en realidad expresa un proceso fundamental para el desarrollo de estos proyectos, que acelera su capitalización y asegura su capacidad de competencia.
Liberado de la esclavitud, perdió un dedo en su trabajo. Esa era a el agua que era obligado a beber (Foto Leonardo Sakamoto). Imagen tomada del artículo original en portugués, de Leonardo Sakamoto, en blogdosakamoto.blogosfera.uol.com.br |
La utilización actual del trabajo esclavo no es un resquicio de modos de producción arcaicos que hayan sobrevivido provisionalmente a la introducción del capitalismo, sino más bien una herramienta utilizada por el propio capital para facilitar su acumulación en su proceso de expansión. La hiper explotación de los trabajadores, de la cual la esclavitud es su forma más cruel, es deliberadamente utilizada en determinadas regiones y circunstancias como parte integrante e instrumento del capital. Sin ella, las empresas más atrasadas en áreas de expansión, no tendrían la misma capacidad de competir en la economía globalizada.
Hay condiciones sociales que facilitan la disponibilidad de mano de obra para este pillaje constante de la fuerza de trabajo. De hecho, es una consecuencia de la existencia del viejo y buen ejército de reserva de mano de obra, que es el resultado de la progresiva reducción de la participación relativa del trabajo en la composición del capital, pero también del proceso de apropiación de tierras y de la expulsión de sus poseedores y de otras poblaciones tradicionales en la región de frontera agrícola amazónica - frecuente durante el régimen militar en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, aunque se mantiene todavía hoy en día -, lo cual sirve tanto para incrementar el contingente de mano de obra para el campo y las ciudades, como para ampliar los territorios de los empresarios.
Esto, estructuralmente, genera un excedente desprovisto de medios de producción y de empleo, lo que disminuye su valor de mercado en la retribución de sus servicios. Los trabajadores están obligados a aceptar la oferta del servicio del "gato", incluso sin ninguna garantía de que se cumplirán las promesas hechas en el momento de la contratación. Debido a este contexto de fragilidad social, el empresario puede utilizar la mano de obra pagando la cantidad que desee. Esta cantidad puede llegar a ser prácticamente nada en el caso de la llamada mano de obra esclava o trabajo análogo al del esclavo.
Las propiedades rurales más atrasadas desde el punto de vista tecnológico, tienden a compensar esa diferencia a través de una reducción constante de la participación de la valoración del "trabajo" en su costo total. Simulan, de esta forma, una composición orgánica del capital de una empresa más moderna, en la que la disminución de la proporción de los costes laborales se produce a través del desarrollo tecnológico. Traduciendo al castellano (en lenguaje coloquial): hay propietarios de haciendas que arrancan la piel a los trabajadores para poder competir en el mercado [ver nota 2 de traducción]. Otros se aprovechan de estas circunstancias no para generar competitividad, sino para capitalizarse durante un período de tiempo y después cambiar los trabajadores por cosechadoras, o simplemente para incrementar su margen de beneficio.
Bosque transformado en pastizal con mano de obra esclava en el Pará (Foto Leonardo Sakamoto). Imagen tomada del artículo original en portugués, de Leonardo Sakamoto, en blogdosakamoto.blogosfera.uol.com.br |
Este proceso de acumulación basado en formas antiguas de producción, opera en el momento de la expansión del sistema, en que éste consume formas externas para crecer. Después, esas formas son introducidas en el propio modo de producción, que continúa su avance. Esta inserción no es automática sino más bien un proceso que varía en el tiempo y en su intensidad, de acuerdo con el tipo de empresa y su grado de modernización. Tal proceso se produce en tres situaciones:
a) Hay actividades que, por razones técnicas - ya sea porque su mecanización no es posible, ya sea porque la utilización de mano de obra demanda menor inversión inicial, son excesivamente dependientes del trabajo manual.
Uno de los casos registrados de esclavitud actual está en la deforestación o desbrozado y limpieza de las antiguas zonas abandonadas para la implantación de empresas agrícolas o extractivas. La fuerza de trabajo se utiliza para desbrozar el bosque nativo, para la construcción de cercas, la siembra de pastos, la producción de carbón vegetal y la limpieza de raíces para permitir el cultivo de soja y algodón. Por lo tanto, estas empresas son capaces de generar recursos ya en el momento del comienzo de su actividad.
Un ejemplo son los ganaderos propietarios de tierras en la región de influencia del polo siderúrgico de Carajás, en el Pará, que producían carbón vegetal a partir de la deforestación (en la mayoría de los casos, ilegal) realizada para la implementación o ampliación de los pastizales. El carbón era vendido a las siderúrgicas del Maranhão y del Pará, para la producción de arrabio, materia prima del acero, exportado principalmente a Estados Unidos. De esta forma, además, la zona quedaba limpia para plantar pastos. Las ganancias obtenidas por la venta del carbón eran empleadas para construir infraestructura o comprar ganado. En estas dos etapas - de producción de carbón y de introducción de ganadería - no fue extraña la utilización de trabajo análogo al del esclavo [mano de obra esclava]. Sólo afrontaban el gasto mínimo de la manutención de la mano de obra, híper explotada, mientras que el ahorro generado permitía viabilizar la competencia al aumentar el capital constante. En este caso, los bienes de producción eran transferidos a determinadas fábricas que lo aceptaban a pesar de las irregularidades.
b) Otra situación de esclavitud actual se encuentra en proyectos empresariales ya implantados, pero que están expandiendo su área, como pueden ser las propiedades rurales en explotación que crecen en superficie cultivable a partir de la tala del bosque nativo, de la limpieza de las antiguas zonas abandonadas, de cambios en la rama de actividad económica, entre otros contextos. En este caso, el trabajo esclavo actual funciona como motor de expansión en empresas consolidadas.
Los empleadores utilizan tecnología punta en un área de producción, mientras que desprecian el coste de la mano de obra en otra. El grupo móvil de fiscalización del gobierno federal, responsable de la liberación de las personas [sometidas a trabajo esclavo: nota de la traductora], encontró 54 trabajadores en condiciones análogas a la esclavitud en la hacienda Peruano en Eldorado dos Carajás, sudeste del Pará, en diciembre de 2001. Trabajaban en las actividades de ampliación de las infraestructuras y de los pastizales en dicha hacienda, que producía ganado y estaba considerada un modelo en el desarrollo de matrices reproductoras, inseminación artificial y comercialización de embriones. El propietario era uno de los más grandes criadores de la raza nelore de todo el estado [ver nota 3 de traducción]. Éste no fue el único caso: hay diversos ejemplos de plantaciones de algodón y soja que utilizan la última tecnología en la producción de granos y fibra, mientras que la preparación de los suelos y la ampliación de la superficie productiva son hechas de forma arcaica, con un bajo nivel de inversión.
En una inspección del Sinop, en el Mato Grosso, fueron liberados 22 trabajadores que estaban en una situación de esclavitud en la producción de arroz y soja. La acción fue motivada por las denuncias de malos tratos y de restricción de la libertad. Algunas personas no recibían remuneración desde hacía meses y se les suministraban sólo comida y alojamiento - pequeñas barracas de lona en las que se apiñaban en redes familias enteras-. El agua utilizada no resultaba apta para el consumo, ya que servía al mismo tiempo para beber, bañarse y lavar la ropa. Inicialmente, 40 personas habían sido contratadas por la empresa, pero como no soportaban las duras condiciones impuestas, muchos habían huido ya antes de la llegada de la inspección gubernamental.
El propietario trató de convencer a los peones para que regresasen a Entre Ríos durante la operación de fiscalización, diciendo que necesitaba de esa mano de obra para el servicio. Sin embargo, a pesar de las alternativas de contratación ofrecidas por él, los trabajadores se negaron a regresar - tenían miedo del comportamiento violento y de las constantes amenazas de palizas por parte del gerente de la hacienda -. Según los auditores del Ministerio de Trabajo y Empleo, los empleados también eran constantemente amenazados por los dos "gatos" de la hacienda que, al igual que el gerente, iban armados. Según Valderez Monte, auditora fiscal y coordinadora de la operación, los trabajadores siempre escucharon el gerente decir "Los de Maranhão tiene que recolectar aún a punta de machete".
Dos modos de producción actúan de forma complementaria y simultánea. El modo arcaico sirve al moderno para garantizar una expansión de tierras y mejoras, sin que sea necesario capitalizar grandes cantidades de plusvalía procedentes de la parte moderna, asegurando que ésta mantiene su competitividad en el mercado a medida que crece.
c) Lo mismo se aplica a las empresas cuyo proceso de modernización es demasiado lento o está estancado. Se puede incluir la siembra y cosecha de cultivos como el café, la caña de azúcar, pimienta negra del reino, frutas, arroz, tomate o actividades de extracción vegetal.
En esta forma, encontramos trabajo esclavo actual no sólo en actividades en áreas de expansión agropecuaria, sino también en empresas cuya modernización fue incompleta, en comparación con el resto del sector. En otras palabras, el desarrollo capitalista de una propiedad rural puede haber quedado estancado y, sin aumento de la productividad del trabajo, deprecia el capital variable para continuar operando de manera viable.
Taller de costura con mano de obra esclava en São Paulo (Foto Bianca Pyl). Imagen tomada del artículo original en portugués, de Leonardo Sakamoto, en blogdosakamoto.blogosfera.uol.com.br |
En las regiones de frontera agrícola se encuentra la más alta incidencia de trabajo esclavo, pero este tipo de explotación no se limita a la Amazonia o al Cerrado. No resulta extraño que proyectos con una modernización incompleta, utilicen mano de obra análoga a la de la esclavitud, como ocurre con los cultivos de caña de azúcar en los campos Goitacazes, Estado de Río de Janeiro, o en talleres de costura y obras de construcción en el estado São Paulo.
Estos dos momentos, lo moderno y lo arcaico, chocan o se complementan entre sí, debido a su proximidad física. Durante un operativo de inspección en una hacienda del Mato Grosso, los inspectores del trabajo fueron testigos de cómo operaban aviones de fumigación en el campo con pesticidas tóxicos, en tanto los cortadores de raíces todavía estaban en el lugar, por lo que eran cubiertos de veneno.
En empresas ganaderas, los vaqueros obtienen del propietario de la hacienda y del gerente un trato mejor que el que reciben los peones, a menudo con contratos de trabajo. Esto se debe al hecho de que los vaqueros son profesionales especializados y reciben la confianza por parte del propietario. En varias ocasiones, el grupo móvil de inspección encontró vaqueros trabajando en la vigilancia de los trabajadores contratados para la extensión de pastos, con la misión de evitar que huyesen antes de que finalizasen el trabajo.
El recurso a formas extremas de explotación de la fuerza de trabajo, en las que los costos de manutención de la mano de obra son insuficientes para la reproducción biológica y social del individuo, se limita a una pequeña parte de la población económicamente activa. La incidencia del trabajo esclavo ha sido pequeña en comparación con el universo de los trabajadores rurales. Por ello, el trabajo esclavo no es capaz, directamente, de reducir el precio de los productos a nivel nacional e internacional, pero sí los costos individuales de los capitalistas, en la venta de productos con calidad y precio comunes.
Por ello, al ser una herramienta de reducción individual de costes, contribuye a permitir la viabilidad de la implantación de nuevas empresas y, por lo tanto, facilita la expansión agropecuaria en áreas no incluidas en el modo de producción. Un mayor número de áreas de producción significa un aumento de la oferta de productos.
La acumulación primitiva, adoptada como instrumento de capitalización, fue utilizada a gran escala en la Amazonía para la implementación de haciendas durante el período de la dictadura militar. Y no fue debido a una supuesta ausencia de la acción del Estado por la que esta forma de explotación encontró condiciones para desarrollarse; sino que al contrario, lo que permitió e incentivó ese laissez-faire, fue la acción directa de sectores cómplices o conniventes del Estado. Históricamente, estas empresas y proyectos han conseguido fondos a través de los gobiernos federal, estatal y municipal, lo que les garantizó un nivel de capital constante que permitió su actuación en el mercado. Las placas que muestran la financiación de la Superintendência do Desenvolvimento da Amazônia (Sudam), del Banco do Nordeste do Brasil BNB) y del Banco da Amazônia (BASA), expuestas en las puertas de las haciendas, demuestran que el Estado estuvo presente en la frontera agrícola para el capital, a través de incentivos fiscales, exenciones de impuestos y de tasas, y de infraestructura para los productores rurales, y que existió una política pública de apoyo a esas prácticas. Hoy en día, existe una política federal para no conceder préstamos a quienes fueron sorprendidos utilizando trabajo esclavo, pero todavía no es suficiente dado que son ofrecidos a quiénes han traído el "progreso" a la región.
Esclavos actuales y trabajadores asalariados, elementos antiguos y nuevos, coexisten dentro del capitalismo de manera complementaria y en beneficio del sistema.
La distribución de tierra no es la panacea para el problema de la explotación del trabajo en el país, pero representa, por ejemplo, un cambio importante en la estructura y en el modelo de expansión en el campo brasileño. La reforma agraria, es decir, la socialización, al menos parcial, de los medios de producción en el campo significaría un duro golpe para un capital que, directa o indirectamente, se aprovecha del ejército de reserva de mano de obra disponible para ser superexplotada.
Erradicar el trabajo esclavo actual requiere de un cambio estructural. Dada la falta de perspectivas de cambio en el panorama visible, es necesario adoptar un enfoque pragmático. Existe la posibilidad de aliviar el problema, disminuyendo la incidencia del trabajo esclavo e incluso de formas no contractuales de trabajo, a través de cambios en el modo de producción y en su forma de expansión. No se trata aquí de hacer una revolución, sino de garantizar que algunos de nuestros empresarios a los que no les gustan las reglas, sean obligados a seguirlas como así se hace en otros lugares del mundo. Es decir, para tener éxito, este tipo de políticas para combatir el trabajo esclavo deben llegar de manera inequívoca a la base económica de esa estructura.
El 13 de mayo de 1888, con la Ley Áurea, el Estado dejó de reconocer el derecho de propiedad de una persona sobre otra. Sin embargo, esto no significó que todas las relaciones pasaran a regirse por las reglas de compra y venta de la fuerza de trabajo a través de los salarios, con una remuneración suficiente para la manutención del trabajador y de su familia. El fin de la esclavitud no representó una mejora en la calidad de vida de muchos trabajadores, rurales y urbanos, ya que el desarrollo de un número considerable de empresas continuó alimentándose de formas de explotación semejantes al período de la esclavitud a fin de garantizar un margen de lucro mayor para el empresario, otorgarle competitividad para concurrir en el mercado y facilitarle mano de obra en cantidad suficiente.
Que entonemos, entonces, repetidas veces el mismo mantra: "donde hay lucro a través de la explotación de la dignidad, que se impongan severos castigos". Para evitar que, en fechas señaladas como la de hoy, miremos hacia atrás con una falsa sensación de misión cumplida.
Que entonemos, entonces, repetidas veces el mismo mantra: "donde hay lucro a través de la explotación de la dignidad, que se impongan severos castigos". Para evitar que, en fechas señaladas como la de hoy, miremos hacia atrás con una falsa sensación de misión cumplida.
Leonardo Sakamoto, 13/05/2013
Traducción al castellano para blogdelviejotopo: Alga Roja.
Otros trabajos del autor sobre el tema
- Nueva esclavitud, en http://reporterbrasil.org.br/ (en portugués)
- En busca de la libertad al sur del Pará, en http://reporterbrasil.org.br (en portugués)
De interés como complemento al artículo: la multinacional española Inditex (Zara) y la utilización de mano de obra esclava en su producción.
- Brasil investiga a Zara por un caso de trabajo esclavo (El País, 28 agosto 2011)
- Zara queda fuera de un pacto contra el trabajo esclavo en Brasil (diagonalperiodico.net, 28-8-2012)
- ¿Te gusta la ropa Zara? ¿Sabías que usa mano de obra esclava? (en www.sinembargo.mx/, 24-4-2013)
- Zara recurre al trabajo esclavo en Argentina (en publico.es 8-4-2013)
Nota para no enterados. Amancio Ortega, principal propietario de Inditex (grupo al que pertenece la firma Zara), en 2012 y según la Lista Forbes, era la 3ª mayor fortuna del mundo, calculada en 57.000 millones de dólares, sólo superada por el magnate mexicano Carlos Slim (primer puesto) y por Bill Gates (segundo puesto e la lista). Inditex se caracteriza por la deslocalización de toda su industria a otros países fuera de España y de Europa, principalmente a países en los que resulta posible llevar a cabo una hiper explotación de los trabajadores, recurriendo incluso a mano de obra esclava en la producción.
Notas de traducción.
(1) "Comunidades quilombolas". La palabra "quilombolas" es un genérico brasileño para referirse a los antiguos esclavos que huían y se refugiaban en "quilombos". Este último término deriva de la palabra kimbundu, una de las lenguas bantúes más extendidas en Angola en la época de la trata de esclavos. Pasaron a llamarse "quilombos" los lugares en los que se concentraban los esclavos huidos. El término se siguió aplicando a los descendientes de los esclavos africanos y a sus comunidades. Se calcula que hay más de 2.000 comunidades quilombolas. Mantienen desde siempre una tenaz lucha por el derecho y reconocimiento de la propiedad de la tierra. Según la Associação Brasileira de Antropologia (ABA), el término quilombo "no se refiere a los residuos o resquicios arqueológicos de la ocupación temporal o de una evidencia biológica. Tampoco se trata de grupos aislados o de una población estrictamente homogénea. Del mismo modo no siempre fueron constituidos a partir de los movimientos de insurrectos o de rebeldes, sino que consisten principalmente en grupos que han desarrollado prácticas de resistencia en el mantenimiento y la reproducción de sus modos de vida característicos en un determinado lugar" (fuente ABA, 1994).
(2) Texto original:"há fazendeiros que retiram o couro do trabalhador para poder concorrer no mercado". La expresión "retirar o couro" (quitar la piel o cuero) se aplica al caso de los animales (ej.: quitar la piel o cuero de una vaca). La metáfora aquí significa que estos propietarios someten a los trabajadores a un esfuerzo tal que llega a ser como arrancarles la piel.
(3) "Raza nelore". Es una raza bovina originaria de la India que en su momento se exportó a gran escala a países como Brasil, México y Bolivia. Especialmente adaptada a climas tropicales, se trata de una raza caracterizada por su aptitud para el trabajo pesado, pero también como animal para la producción de carne y leche.
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