Los medios del capital. Un cuarto poder de rodillas ante el Banco Santander (revista Mongolia).

No nos cansamos de repetirlo en este blog. La batalla ideológica que libra la izquierda, clave para que pueda existir masa crítica, tiene lugar frente a una poderosa industria mediática que monitoriza con guante de hierro la vida política en favor de los intereses de la clase dominante. Detrás de los grandes medios de comunicación, eso que algunos llaman el cuarto poder, está el capital. 

En su número de febrero, la revista Mongolia nos brinda un artículo en el que de manera breve nos cuenta el sometimiento de la prensa española al poder financiero. Sobre todo está centrado en el control que ejerce el gigante financiero español, el Banco Santander.

El Banco Santander recientemente ha sido alabado por uno de los máximos dirigentes del partido Podemos, Jesús Montero, secretario municipal del partido en Madrid. En unas declaraciones recogidas por El País, el podemita Jesús Montero se deshacía en elogios hacia la familia Botín:

“Hay dos culturas empresariales. Una es casta, la otra quiere contribuir al bienestar social, como la familia Botín en el Banco Santander”

Las palabras del dirigente de Podemos fueron objeto de duras críticas en las redes sociales. Pero lo cierto es que vienen a mostrar los largos tentáculos del Banco Santander, que no solo tiene en su cofradía de palmeros a multitud de viejos y nuevos políticos, sino que también -lo que es más alarmante- ejerce cada vez un mayor control sobre los medios de comunicación.  Por el interés que tiene, hemos transcrito el artículo publicado en Mongolia en su último número.

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Un cuarto poder de rodillas ante el Banco Santander 
Publicado en revista Mongolia, nº30, febrero de 2015 (ed. en papel). Sitio web: www.revistamongolia.com
Negrita e imagen: añadido nuestro.

Todos los grandes diarios de España llegaron al quiosco envueltos en una publicidad del banco de Botín. No existe mejor metáfora del estado ruinoso de la prensa en España y su sometimiento al poder financiero.

El miércoles 28 de enero los quioscos se convirtieron en una metáfora del estado de libertad de información en España, y, por tanto, del estado mismo de la democracia: todos los grandes periódicos se exhibían en el quiosco dentro de unas tapas falsas con la cabecera de cada diario que eran en realidad una gran publicidad del Banco Santander.

El mensaje era nítido: en España, puedes elegir entre muchas cabeceras, pero todas se deben al Banco Santander, cuya exhibición de fuerza hizo enrojecer a no pocos periodistas que cada día tratan de realizar lo mejor que pueden su trabajo en condiciones imposibles.

Pese al enorme coste para la credibilidad de las cabeceras, todos los grandes se prestaron al experimento, lo cual acaba evidenciando la extrema vulnerabilidad de los grandes periódicos en España, cuyas cuentas están por lo general en estado calamitoso.  Y cuanto más arruinados están, mayor es la dependencia de la banca, que en los últimos años se ha ido incorporando al accionariado de casi todos los grandes grupos al reconvertir deuda imposible de devolver en acciones.

El Banco Santander ya es accionista importante del principal conglomerado mediático asociado al centroizquierda -el Grupo Prisa, editor de El País- y también del histórico del centroderecha -Vocento, editor del Abc-. 

Cuando la deuda de Prisa escapó al control y se encaramó a los 5.000 millones de euros, el pool de bancos que financió la opa de Sogecable aceptó convertir parte de la deuda en acciones, de forma que se incorporaron como accionistas el Banco Santander, Caixabank, HSBC y Morgan Stanley. Por su parte, la sangría económica de Abc es tan acentuada -entre 2007 y 2013 se dejó 93 millones en pérdidas acumuladas- que la continuada inyección financiera del Banco Santander llevó incluso a Rogrigo Echenique, consejero del Banco Santander, a la presidencia de Vocentro.

La evolución de los grandes diarios de Madrid desde 2007 es tan catastrófica que su dependencia de los grandes actores económicos -principales anunciantes- se ha acentuado muchísimo.

Las cifras son brutales: en apenas seis años el pastel de ingresos se ha reducido a más de la mitad en la mayoría de casos. La cifra neta de negocio de El País ha pasado de 410 millones de euros a 176 millones -¡una caída del 56%!-; la de El Mundo de 275 millones a 115 -el hundimiento equivale al 62%-; la de Abc cae de 114 millones a 70, mientras que la de La Razón desciende de 76 millones a 56. 

Uno de los mitos más persistentes de la crisis de la prensa consiste en centrarse exclusivamente en la caída de ventas, que realmente ha sido impresionante. Sin embargo el desplome publicitario es todavía muy superior.

El caso de El País es ilustrativo: el diario de Prisa ha pasado de unas ventas media de 435.000 en 2007 a 292.000 en 2013, una caída del 32,8%, con lo que los ingresos por venta de ejemplares pasó de 125 millones en 2007 a 79 en 2013 (-36%). Pero la pérdida de ingresos procedentes de la publicidad en el mismo período es muy superior: pasó de 218 millones a 78, con lo que la caída es nada menos que del 64% en apenas seis años.

El caso de El Mundo es todavía más salvaje -de 114 millones a 34, un desplome el 70% en ingresos publicitarios-, lo que ayuda a explicar lo vulnerable que era Pedro J. Ramírez ante la retirada coordinada de la publicidad institucional tras la publicación de los sms de Rajoy a Bárcenas, mientras que la caída de ingresos publicitarios de Abc y La Razón fue del 58% y del 25% respectivamente.

El cuarto poder en España es el Banco Santander.

Fuente imagen revista Mongolia

Publicado en revista Mongolia, nº30, febrero de 2015
Transcripción: blog del viejo topo

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