El sábado 29 de octubre está prevista una concentración ante el Congreso, para protestar por la investidura de Rajoy. Aunque finalmente la convocatoria recae sobre una coordinadora, lo cierto es que quien está detrás de la misma es el espacio político del podemismo. Al referirme a Podemos, incluyo lo que muchos llamamos iupodemismo, ese sector de IU-PCE liderado por Garzón que actúa como subalterno del partido de Pablo Iglesias y en función de los intereses de Podemos.
La convocatoria es un acto eminentemente oportunista, encaminado a servir de consuelo a unos votantes y militantes frustrados, después de que se les prometiese que tomarían el cielo por asalto. "Rodea el Congreso" tiene mucho de terapia de grupo y de estrategia para mantener la tensión de los parroquianos, pero muy poco de contenido real de crítica al sistema, pese a las apariencias de algunas consignas que se están moviendo. Funcionalmente la convocatoria acaso sirva para desgastar más políticamente la imagen del PSOE, en el contexto de la particular lucha que el PSOE y UP mantienen por la hegemonía en el espacio socialdemócrata/socioliberal. En mi opinión, a la izquierda anticapitalista no se le pierde nada mañana con esta movilización, salvo que se quiera actuar en calidad de tontos útiles del podemismo.
Al hilo de lo que ocurrirá este sábado, planteo una serie de puntos que merecen ser tenidos en consideración, comenzando con lo que ocurrió tras las elecciones del 20D.
1. Podemos, tras los resultados de las elecciones del 20D de 2015, convirtió en eslogan mántrico que lo más importante era "echar al PP del Gobierno". ¿Es realmente a lo que aspiraba Podemos?
Si atendemos a la prioridad de Podemos, la respuesta sería NO. Me explico. Por supuesto que Podemos aspiraba a desalojar al PP del Gobierno, pero no con cualquier fórmula, sino poniendo como condición no negociable la entrada de Podemos en un gobierno de coalición. En otras palabras, "echar al PP" estaba condicionado a que Podemos entraría en el reparto de la tarta de ministerios en el gobierno que se formase. Ésta era la prioridad real de Podemos. Aquel "lo importante es echar al PP" llevaba letra pequeña añadida, que convertía en relativo lo que los líderes de Podemos repetían a todas horas.
Si el objetivo podemita de desalojar al PP de La Moncloa hubiera sido sincero, entonces habría facilitado con su abstención un gobierno PSOE-Cs. Al negarse a ello, Podemos forzó unas segundas elecciones. En las redes sociales, los podemitas argumentan ahora que Cs solo pretendía alejar al PSOE de Podemos, un patético argumento que supone mezclar además churras con merinas.
Por muy duro que resulte de escuchar a los parroquianos podemitas, Podemos fue el principal responsable de que Rajoy siguiese en el Gobierno tras el 20D, al bloquear la posibilidad de un gobierno PSOE-Cs.
2. Pero Podemos argumenta que era posible un gobierno, con los resultados del 20D, al margen de Cs y sin el PP. ¿Es verdad?
No. Aunque para consumo interno de sus seguidores, los líderes de Podemos se escondieron en tal posibilidad para justificar también su bloqueo a un hipotético gobierno de coalición PSOE-Cs, lo cierto es que no dejaba de ser una posibilidad de ciencia ficción. La mayoría en el Congreso está en 176 diputados. Sumando los votos de PSOE y del bloque podemita, tenemos 161. Sin contar los votos de PP y Cs, quedaban 26 votos del resto de partidos, de los cuales una coalición Podemos-PSOE habría necesitado al menos 15 votos. En tales circunstancias, ese hipotético pacto PSOE-Ps habría necesitado el apoyo de los nacionalistas catalanes de ERC y DiLL (ex CiU), que lógicamente -de producirse- sería a un precio imposible de asumir por el PSOE de cara a su electorado (incluso difícilmente lo encajaría el electorado de Ps). También debemos tener en cuenta que la derecha nacionalista catalana y vasca ha dado su apoyo al PP en multitud de ocasiones. Por estos y otros motivos, las cuentas de Pablo Iglesias cuando hablaba de la alternativa Ps-PSOE, tenían mucho de cuentas de la lechera, aunque le funcionó como consumo interno
3. ¿Tan nefasto habría sido para Podemos estar en la oposición a un gobierno PSOE-Cs tras el 20D?
No. Al menos, para Podemos, no sería peor que tener que estar ahora en la oposición a un gobierno del PP. A efectos prácticos, ese hipotético gobierno de PSOE-Cs habría estado muy condicionado por Podemos. Dado el paquete de recortes y de medidas económicas que cualquier gobierno sistémico tendrá que implementar, el desgaste del PSOE habría sido además de tal calibre que habría fortalecido electoralmente a Podemos en una siguiente cita electoral.
4. Entonces, ¿cuál es la razón de fondo por la cual Podemos forzó unas nuevas elecciones?
Podemos incurrió en un descomunal error de cálculo: creyó que aumentaría considerablemente el nº de diputados.
Pese a que el partido de Pablo Iglesias tiró de triunfalismo, lo cierto es que los resultados del 20D no fueron los esperados para el clan podemita y tuvieron mucho de fracaso, en tanto quedaron muy lejos de las expectativas. Aspiraban a tomar el cielo por asalto y tan siquiera consiguieron dar el cacareado sorpasso al PSOE.
Tras haber rechazado por activa y por pasiva la convergencia electoral con IU ("nos quitaría votos", se cansaron de decir), Podemos pegó un giro de 180 grados y lo que antes era malo (convergencia con IU) se convirtió en bueno por arte de magia. Este giro se explica a partir de la caída de Podemos en las encuestas a la vez que IU subía en intención de voto. Nuevamente el oportunismo, que es la marca de la casa en Podemos. Y nuevamente también echaron otra vez la cuenta de la lechera y calcularon el plus de escaños que les daría la suma de los votos de Ps y de IU, conseguidos el 20D, en unas nuevas elecciones.
5. ¿Cuál fue el resultado de la estrategia de Podemos al forzar unas nuevas elecciones?
En una demostración de prepotencia, el podemismo y el garzonismo no tuvieron en cuenta la resistencia existente en la base electoral de IU, el antipodemismo existente en la izquierda sociológica más anticapitalista. Prueba de esta rebeldía fue que hubo muchos militantes y simpatizantes de IU-PCE que se negaron a votar a Unidos Podemos. Aunque el bloque podemita mantuvo el mismo número de escaños (71 escaños), en el 26J su marca "UP" perdió más de un millón de votos respecto a la suma de ambos partidos por separado en el 20D. El cálculo había sido una chapuza y el fracaso fue contundente, aunque las cúpulas de Podemos e IU trataron de ocultarlo negándose a realizar autocrítica.
La estrategia oportunista de Podemos, al boicotear un posible Gobierno de PSOE-Cs, permitió además al PP reforzar su posición. El PP pasó de un 28,72% de votos en el 20D, al 33% el 26J, y de 123 escaños a 137. La derecha de Rajoy se fortalecía ganando 5 puntos en pocos meses y aumentando su bancada parlamentaria en 14 escaños. Y el PSOE, aunque perdió 5 escaños, mantuvo su porcentaje de voto e incluso lo mejoró e 0,6 puntos. Tampoco en el 26J el podemismo consiguió dar el sorpasso al PSOE ni tomar el cielo por asalto.
En definitiva, si hubo un partido que sacó provecho de la repetición de las elecciones, la paradoja es que fue el PP de Rajoy. Fue el resultado de la prepotencia y ambición de aumentar poltronas por parte de Podemos, y también de sus chapuceros cálculos políticos.
6. Podemos vuelve a insistir ahora en que hay posibilidades de un gobierno "no de izquierdas", pero sí de "cambio" (Errejón dixit), manteniendo el anterior mantra de que lo importante es "echar al PP". ¿Tiene base este cálculo?
Si tras el 20D una hipotética coalición de gobierno PSOE-Ps habría necesitado 15 votos a mayores, lo mismo y tras la estrategia podemita de forzar nuevas elecciones, necesitaría ahora 20 votos más. Es decir, la situación para ese hipotético acuerdo, es todavía peor que hace unos meses. La posibilidad de conseguir esos 20 votos para el tipo de gobierno que plantean los podemitas, únicamente existe en sus mentes políticamente calenturientas. Si tras el 20D les bastaba alcanzar el casi imposible apoyo de los nacionalistas catalanes (salvo que se pagase un alto precio), Podemos necesitaría ahora también del apoyo de los vascos de PNV y Bildu. Demasiadas cuentas de la lechera. El discurso de que es posible un gobierno sin el PP, es comida política rápida para satisfacer la frustración de la parroquia podemita. Es humo. Un mero consuelo para seguidores dispuestos a tragar cualquier cosa que el líder les diga.
7. Suponiendo que ese gobierno de coalición de todos contra el PP y Cs, no fuese factible, ¿no sería mejor forzar unas nuevas elecciones?
La lógica política electoral de Podemos no ha cambiado después del 20D. Lejos de asumir su fracaso (expectativas no satisfechas), los líderes de Podemos dan por supuesto que mejorarían los resultados electorales en unas nuevas elecciones, en detrimento del PSOE. Es la única razón por la cual están indignados con el PSOE, ya que para forzar unas nuevas elecciones necesitarían que el partido de Ferraz no se abstuviese el día 29 en la segunda votación de investidura, y votase NO.
Todos los analistas políticos coinciden en que unas nuevas elecciones en Navidad reforzarían todavía más al PP, y que posiblemente repetirían un escenario de negociaciones en el Parlamento no muy diferente al actual, aunque con un PP todavía mucho más consolidado.
Así pues, a la pregunta '¿no sería mejor forzar unas nuevas elecciones?', la respuesta sería que únicamente beneficiaría a Podemos, en el sentido en que de forma hipotética podría conseguir algunos escañitos más, siempre en detrimento del PSOE (en estos momentos, a nivel electoral PSOE-Podemos forman un sistema de vasos comunicantes, y lo que pueda perder uno va para el otro, pero sin que haya un incremento en la suma). El escenario no cambiaría sustancialmente, y de haber unas nuevas elecciones estaríamos hablando a la vuelta de Navidad de unas cuartas elecciones; mientras, el PP seguiría de gobierno en funciones sin ningún tipo de control parlamentario, traspasando incluso las competencias legales que se otorgan a un gobierno en funciones (lleva casi un año haciéndolo).
8. Pero, si unas nuevas elecciones fortalecerían al PP sin cambiar sustancialmente el resto del escenario parlamentario, ¿no sería lógico suponer entonces que el PP estaría interesado también en forzarlas?
No deja de ser una pregunta viciada, ya que supone otorgar una independencia a las fuerzas políticas sistémicas respecto a los poderes económicos de la que en realidad carecen. Difícilmente los poderes económicos (tanto de aquí como de Bruselas) darían su visto bueno a una nueva aventura electoral aunque fuese beneficiosa para el PP, ya que les urge la puesta en marcha de los recortes y otras medidas. Cabe pensar que Rajoy únicamente iría a unas nuevas elecciones si su nuevo gobierno se viese sometido a demasiados obstáculos por parte de la oposición; de hecho, se trata de una amenaza que ya ha expresado.
9. ¿Tiene alternativa distinta a la abstención el PSOE, en la investidura de Rajoy?
Políticamente para el PSOE resultaría muy arriesgado ir a unas terceras elecciones y además sabe que con ello tampoco se evitaría un nuevo gobierno de Rajoy. En términos exclusivamente de juego electoral, al PSOE no le quedaba otra opción que abstenerse. El coste político que ello supone para el PSOE no es superior al que podría encontrarse con unas terceras elecciones. Pero sorprende la forma en que ha gestionado la decisión, ya que le hubiera bastado inducir a algunos diputados díscolos para que se abstuviesen después de haber decidido un NO como grupo parlamentario (lo inverso de lo que aparentemente ha sucedido). No obstante hasta que se celebre la segunda votación no conoceremos la estrategia de fondo del PSOE. Una "rebelión" amplia votando NO apuntaría a que hay más teatro de lo que parece. También habrá que ver lo que hará Pedro Sánchez: podremos comprobar si le ha echado teatro o no para regresar después por la puerta grande como un líder fortalecido.
10. ¿Por qué el PSOE está probando su propia medicina?
La demagogia con la que Podemos está creando y moviendo la percepción de la situación en su espacio electoral, no es diferente a la que ha caracterizado al PSOE desde hace mucho tiempo. En este sentido sí se podría decir que el PSOE está probando su propia medicina, de la misma forma que antes o después también Podemos acabará probándola. Entre los ejemplos que podríamos mencionar, seguramente a la mayoría nos venga a la cabeza el controvertido caso de Extremadura. Tras los resultados de las elecciones autonómicas extremeñas en 2011, el PSOE extremeño liderado por Fernández Vara pudo haber formado gobierno de haber contado con el apoyo de los tres diputados de IU. Izquierda Unida exigió negociar ese apoyo, sobre todo negociar un programa de gobierno, pero Fernández Vara se negó, exigiendo el apoyo sin contrapartida alguna, lo que motivó finalmente la abstención de IU y la investidura de Monago (PP) (la Wikipedia miente descaradamente al decir: "Para dicha investidura contó con el apoyo parlamentario de Izquierda Unida", ya que fue una abstención y no un apoyo). Durante cuatro años el PSOE utilizó el caso de la abstención de IU en Extremadura como arma arrojadiza contra Izquierda Unida, argumentando desde la demagogia que IU apoyaba al PP en Extremadura. De cara a los palmeros y parroquianos del PSOE, tal demagogia y engaño resultó eficaz y en efecto dañó políticamente a IU. Ahora el PSOE se ve obligado a probar su propia medicina, con un Podemos "ejerciendo de PSOE" acusando al partido de Ferraz de apoyar al PP en la investidura de Rajoy. Como dice el refrán, arrieros somos y en el camino nos encontraremos.
11. ¿Estamos ante una lucha entre opciones que aspiran a hegemonizar el espacio socialdemócrata/socioliberal?
Sí. De eso se trata todo. Unidos Podemos es una marca política anclada definitivamente en dicho espacio, que bascula entre la socialdemocracia y el socioliberalismo. Es el mismo espacio que ocupa el PSOE, de ahí que la confrontación entre Podemos y PSOE tenga mucho de lucha por conseguir el dominio electoral de tal espacio ideológico. Esta fragmentación del electorado que ansía soluciones de la mano de la socialdemocracia, fue inducida por ciertos medios sistémicos, favoreciendo así al PP a la vez que eliminaba a la izquierda más incómoda.
Evidentemente, Grecia es una patata caliente para el podemismo, ya que demuestra que el syrizismo no es más que una opción gatopardista. A menudo decimos que la socialdemocracia es la comadrona de los partos difíciles del capitalismo; con un PASOK debilitado, el sistema encontró en Syriza un sustituto perfecto. Las políticas de Syriza no se diferencian apenas de las que defendía el PASOK. España no es un caso diferente: con un PSOE debilitado, el sistema tiene en Podemos al sustituto perfecto si llegase a ser necesario.
¿Son una opción de cambio Podemos y la IU-PCE de Garzón? Tanto como la que puede suponer el PSOE. Es preciso recordar que diferentes líderes de Podemos han afirmado que no hay alternativa al capitalismo y que el único camino posible es la socialdemocracia. Unidos Podemos no defiende algo distinto de lo que ha defendido el PSOE durante años. Incluso, y así lo comenté en más de una ocasión, el PSOE del 82 estaba más a la izquierda de lo que pueda estar ahora Unidos Podemos. El podemismo no es un cambio, sino un recambio.
No os imagináis cuánto añoro a la APO...
ResponderEliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Oposici%C3%B3n_extraparlamentaria
Rudi Dutschke afirmó que el hombre nuevo del siglo XXI sería el resultado de una larga y dolorosa lucha.
La romería de hoy, bien acompañada de la atención especial a los líderes podemitas por parte de los medios de comunicación (qué fácil lo tienen: si es un éxito de gente, alabamos al señor Iglesias, si es un fracaso, exaltamos la clarividencia de PP+PSOE), no es más que un ejercicio de funambulismo en el que se podrán desahogar y autojustificar los seguidores más acérrimos creyéndose los más rojos luchadores consecuentes. De nuevo se pondrá en evidencia la separación entre la política-ficción desarrollada por los adalides del sistema democrático y la situación real en la que viven los trabajadores y las clases populares. Intentarán que sea un aval para los nuevos engendros de supuesta participación política tipo 'Vamos' y, de nuevo, la socialdemocracia que se apropia de lo que debería ser la izquierda real, cumplirá su papel en defensa del sistema, entorpeciendo durante más tiempo la aparición de un partido propio de la clase obrera.
ResponderEliminarDurante años y de manera irreversible nos vamos a comer una nueva oleada de agresiones hacia los trabajadores, eso sí, dirán que son exigencias de Bruselas y que los recortes no nos van a afectar tanto gracias al consenso de facto alcanzado por los partidos democráticos que nos defienden y cuidan. Bueno, más de lo mismo; paganos, los de siempre.
En el mismo sentido de esta interesante entrada del blog, quizás sea apropiado leer a Marat y hasta a Niño Becerra (no es que yo esté recomendando a este economista-astrólogo-comunicador-descubridordeloyaexistente):
http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2016/10/vuelve-el-fraude-del-dilema-reforma-o.html
http://diario16.com/nino-becerra-un-salario-normal-ya-no-va-a-garantizar-la-supervivencia/
Puntos 5 y 6:
ResponderEliminarCon la composición del Parlamento el 20 D y el 26 J y con la actitud interna de una parte del PSOE, era imposible un gobierno de lo que se llamaría no de PP-C's. Por otra parte Pedro Sánchez jugó la carta de ese gobierno sabiendo que era imposible, pero como la militancia del PSOE era partidaria, buscaba convocar un congreso y una primarias, arrollar, quitarse enemigos internos e ir a terceras elecciones como triunfador interno y mejorar los resultados electorales.
Punto 8:
Mal lo tiene C's, pero muy mal lo tiene el PSOE. Si las leyes más potente que presente el PP son boicoteadas por PSOE y C's, por ejemplo los PGE, el PP tiene un arma de destrucción masiva, según la normativa, un gobierno elegido puede convocar elecciónes una vez transcurrido un año desde que se convocaron las elecciones anteriores. Supongamos que se rechacen los PGE, Rajoy puede convocar elecciones para abril o mayo de 2017. Lo que ocurriría era un empequeñecimiento de C’s y una debacle del PSOE tal cómo lo han dejado internamente.
Punto 11:
Podemos es lo que las gentes de la podemancia e incluso las de la iupodemancia quieran imaginar. Podemos ha estado en casi todas las posturas políticas, ha sido no de izquierda sino queriendo asumir la centralidad, después ha llegado a amagado ser de extrema izquierda, posteriormente ha sido socialdemócrata, e incluso hajugado a ser un partido de ley y orden, lo que mosquea un poco. Por tanto lo que quiera imaginar la gente es. Incluso Saenz de Inestrillas y algunas veces la Falange les ha apoyado y alabado. He vivido y seguido en mi vida el desarrollo del Peronismo, pues calcadito lo está siguiendo Podemos. Y sabemos cómo ha actuado el Peronismo.
Sr. Garzón, insulta usted al PCE y a nuestra historia http://madrizalaizquierda.blogspot.pt/2016/10/sr-garzon-insulta-usted-al-pce-y.html
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