Estos días se celebra el aniversario de la fundación de la III Internacional o Internacional Comunista (Comintern). Su congreso fundacional tuvo lugar en Moscú, del 2 al 6 de marzo de 1919. La nueva Rusia socialista, soviética, surgida de la Revolución de Octubre de 1917, un año y varios meses después actuaba de nicho para la creación de la nueva Internacional, que suponía la recomposición de la solidaridad y fraternidad internacionalistas básicas entre la clase trabajadora de todo el mundo; una solidaridad que se había roto en la II Internacional debido al colaboracionismo belicista con el imperialismo por parte de los partidos socialistas y socialdemócatas europeos.
Pensando en lectores poco puestos en materia, ofrecemos un repaso muy sencillo y esquemático sobre el tema.
En la segunda mitad del siglo XIX, las organizaciones de trabajadores de los países capitalistas más desarrollados, comenzaron a entender que la lucha de la clase obrera por su emancipación exigía de la solidaridad y cooperación internacionalista. En 1864, se fundaba en Londres la I Internacional, con el propósito de organizar al proletariado de todo el mundo. En su creación participaron Marx y Engels, pero también anarquistas como Bakunin. Precisamente, la tensión y desacuerdos entre "marxistas" y "bakunistas" acabó provocando un cisma en esta I Internacional, también conocida como Asociación Internacional de Trabajadores (la AIT). A partir de aquí, el movimiento anarquista transcurrirá por un camino diferente al de las organizaciones marxistas.
La ruptura y distanciamiento entre marxistas y anarquistas, condujo a la creación de la II Internacional en 1889, el 14 de julio en París, formada por las organizaciones socialistas y socialdemócratas. La I Guerra Mundial vino a ocasionar la ruptura de esta II Internacional. ¿Por qué? De manera esquemática, el siguiente fragmento lo explica, tomado de la web de la Comisión para la Celebración del Centenario de la Revolución Socialista de Octubre:
Referencia:
Fuente: Comisión para la Celebración del Centenario de la Revolución Socialista de Octubre. Fragmento de la entrada "La historia del Octubre Rojo".
El 1 de agosto de 1914, Rusia entra oficialmente en guerra con Alemania. La primera de las guerras mundiales fue una guerra entre potencias imperialistas, por la apropiación de nuevos territorios y saqueo de las materias primas de las colonias y la conquista de nuevos mercados. El imperialismo era una consecuencia del capitalismo, y la guerra una consecuencia también inevitable del imperialismo.
En 1907 se había constituido la llamada Triple Entente, la alianza imperialista entre Inglaterra, Francia y Rusia. Enfrente estaba otra alianza de imperios rivales, formada por Alemania Austria-Hungría y también Italia, aunque esta última tras estallar la guerra abandonó este bando para adherirse a la Entente; La alianza germano-austrohúngara contó con el apoyo de Bulgaria y Turquía.
(...)
El Partido bolchevique fue el único que adoptó una postura contraria a la guerra, considerando que era una guerra entre capitalistas y que por encima de los intereses de éstos estaba la solidaridad y el internacionalismo proletarios. La lucha del Partido bolchevique era contra la guerra imperialista, contra los capitalistas y terratenientes en cuyo interés se hacía la guerra y contra el régimen autocrático de los zares. Entre tanto, los mencheviques y los partidos burgueses, cerraban filas con la burguesía rusa.
Ruptura de la II Internacional. El estallido de la guerra provocó la ruptura de la II Internacional. Sobre el papel, la Internacional había adoptado una postura contraria a las guerras que pudieran emprender los capitalistas. En el Congreso de Copenhague (1910) se acordó que los socialistas estarían obligados a votar en contra de los créditos de guerra en los parlamentos de sus respectivos países. Y en el siguiente congreso celebrado en Basilea en 1912, en plena guerra en los Balcanes, se asumió que la clase obrera de los distintos países capitalistas no debía luchar entre sí, ya que eso suponía defender los intereses de los capitalistas. Sin embargo todo esto fue papel mojado al estallar la guerra. Los principales líderes de la II Internacional se alinearon con la burguesía de sus países. Los socialdemócratas y socialistas de Alemania, Francia, Inglaterra, Bélgica y demás países implicados, votaron a favor de los créditos de guerra en sus parlamentos.
Tras la ruptura de la II Internacional, en el manifiesto contra la guerra que en noviembre de 1914 sacó el Comité Central del Partido bolchevique, se deja entrever ya la idea de organizar una nueva Internacional. La fundación de esta III Internacional, que será conocida como la Internacional Comunista (abreviadamente en ruso e inglés Komintern y Comintern respectivamente), se demoraría hasta marzo de 1919, después del triunfo de la revolución, siendo fundada en Petrogrado y agrupando a los diferentes partidos comunistas del mundo.
La estrategia de los bolcheviques contra la guerra imperialista. Los mencheviques y las organizaciones social-revolucionarias consideraban que la prioridad era ganar la guerra y mantener la cohesión con las fuerzas burguesas y el apoyo al régimen. Por el contrario, el Partido bolchevique consideraba que la paz estaba vinculada al triunfo de la revolución socialista. El derrocamiento del poder burgués mediante la revolución, permitiría alcanzar una paz justa. De esta forma, la estrategia del Partido bolchevique fue tratar de transformar la guerra imperialista en una guerra contra el poder de la burguesía mediante una guerra civil. Los obreros y los campesinos movilizados para la guerra, debían rebelarse y utilizar sus armas contra la burguesía. En este contexto, los bolcheviques boicotearon los Comités de la industria de guerra apoyados por los mencheviques, creados para apoyar el esfuerzo bélico e intensificar la producción de armamento.
(...)
1919, marzo: fundación de la III Internacional o Internacional Comunista:
“En marzo de 1919, en Moscú, en el primer Congreso de los Partidos Comunistas de varios países, a iniciativa de Lenin y de los bolcheviques, fue fundada la Internacional Comunista. Y aunque el bloqueo y las persecuciones de los imperialistas impidieron a muchos delegados llegar a Moscú, tomaron parte en este primer Congreso representantes de los más importantes países de Europa y América. El Congreso fue dirigido por Lenin” (Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, capítulo VIII).
Cartel de la III Internacional |
La desaparición del Monumento a la Tercera Internacional en la historiografía de la arquitectura moderna
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