y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
(Fragmento de Por qué cantamos, de Mario Benedetti)
América Latina es el continente de la ebullición permanente. Durante más de 100 años, el imperio del Norte ha necesitado constantemente enviar a sus bomberos (Marines, CIA, mercenarios de diversa índole, etc.) para sofocar revoluciones, revueltas, protestas..; para derrocar gobiernos surgidos bien de la legitimidad de la urnas, bien de la legitimidad revolucionaria o bien de ambas simultáneamente; para imponer tiranos y gobiernos títeres sumisos, siempre dispuestos a ejercer la represión y a masacrar a sus propios pueblos, en defensa de los intereses de la oligarquía. El escritor uruguayo Eduardo Galeano sintetizó magistralmente, hace ya más de 40 años, esta permanente intervención imperialista y neo-imperialista de los EEUU en América Latina, en una obra ya convertida en clásica de los clásicos: Las venas abiertas de América Latina (1971). Y es que, sin duda, América Latina es el continente de la ebullición permanente, de la búsqueda de la libertad y de la lucha contra la injusticia y las desigualdades. Lo es desde que se levantaron contra el dominio español. Desde Tierra de Fuego a Río Grande.
Demasiados fuegos para los bomberos del Norte. Demasiado hierro en la voluntad de los pueblos latinos, para ser doblegada por el acero mercenario.
Por otra parte, por mucho que la propaganda anti-comunista (anti-socialista en general) se empeñe en meter en el mismo saco todas las experiencias socialistas habidas en el siglo XX, para verter sobre ellas, por igual, la misma imagen de maldad y perversidad, lo cierto es que resultaron tremendamente variadas y distintas entre sí. Una diversidad negada enfáticamente por la ideología del poder, que busca inocular una percepción social simplista, reduccionista y falsa. El objetivo de esto ya sabemos cuál es: convencernos de que fuera del capitalismo no existe vida y de que debemos resignarnos a aceptar su existencia inevitable.
América Latina no fue ajena a esta diversidad de caminos en la búsqueda del socialismo. Desde la revolución cubana a la sandinista, pasando por la Unidad Popular de Allende y de otros procesos prematuramente abortados en distintos países, el continente latino demostró al mundo, en la segunda mitad del siglo XX, que el socialismo puede ser una meta común y compartida, pero que son variados los caminos para llegar, y que cada pueblo debe buscar su propia senda. Una lección que los pueblos latinoamericanos han dejado para la Historia, un magisterio que el poder de los señores del Norte no podrá arrebatar, transformado en enriquecedora experiencia y legado para la acción política de las generaciones futuras. Lección fructífera que además va unida a otra: la de haber mostrado que esa diversidad es compatible con la solidaridad internacionalista.
La diversidad de la que hablamos sigue siendo una constante en la actualidad, tal como revelan aquellos procesos políticos que, de una u otra forma, están tratando de crear algo distinto al capitalismo que conocemos. Es una lucha, la suya, desde la adversidad, con el sabotaje y boicot permanentes del enemigo en casa. Pero también a pesar del enemigo externo, normalmente oculto tras la máscara de medios de comunicación que están al servicio del capital multinacional con intereses en esos países (ejemplo PRISA y El País en España). Este ataque mediático desde el exterior, se ve reforzado por la acción política de partidos con camuflaje progresista e izquierdista y que no desperdician la oportunidad para atacar a gobiernos como el cubano, venezolano, boliviano, etc. La politica exterior del PSOE cuando gobierna (de toda la Internacional Socialista en general), ha sido un ejemplo de ello, aunque luego acaben apoyando a genocidas como Obiang (Guinea Ecuatorial).
Ecuador, Bolivia y Venezuela, son tres casos de países que parecen estar intentando crear un modelo diferente al capitalismo que ha caracterizado al continente latinoamericano, siguiendo caminos que, a pesar de tener aspectos en común, también ofrecen diferencias.
La llamada revolución bolivariana, liderada por el presidente Hugo Chávez y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), atrae al máximo el interés de la izquierda española. Resulta muy difícil hablar del proceso venezolano con frialdad analítica, sin un apasionamiento cegador de la razón. Hemos de tener en cuenta que el PSOE ha mantenido oficialmente una postura hostil al proceso bolivariano, postura que en el fondo es seguidista de la que marca el grupo PRISA (El País, cadena SER...), baluarte de propaganda del PSOE y que en su antichavismo lo que está es defendiendo intereses económicos del propio grupo, pero también de alguna que otra multinacional supuestamente española (digo supuestamente porque la única patria de una multinacional son los paraísos fiscales).
Por el contrario, el proceso bolivariano genera una tendencia inversa a la anterior en el espacio político situado a la izquierda del PSOE, la que muchos denominamos izquierda real; un flujo de simpatía, apoyo y defensa. En esta confrontación de opinión y valoración política sobre el proceso bolivariano, no parece haber lugar para el matiz y la argumentación compleja. Es blanco o negro. Héroe o villano. Libertador o dictador.
Si alguna vez tratásemos el tema en el blogdelviejotopo, a mí al menos me gustaría que fuese con rigor, con profundidad, sin apasionamiento excesivo y al margen de posturas de panfleto, sean en un sentido o en otro. Me parece que es indudable que las clases populares venezolanas están mejor ahora, pero una evaluación política de conjunto requiere espacio, tiempo y densidad de análisis.
Sí tocaremos a corto plazo dos aspectos muy concretos en relación con el proceso bolivariano: la cuestión de las mujeres y la cuestión indígena. El primero lo abordaremos de manera inmediata en los próximos días, a través de una entrevista que realizaremos a la socióloga venezolana afrodescediente, Esther Pineda. La segunda, la cuestión indígena, será abordada de aquí a un tiempo con dos antropólogos expertos en el tema.
Ayer estuve leyendo con interés diferentes artículos del blog de Esther Pineda. Un blog muy interesante y que hemos añadido a nuestra lista en la página de "Enlaces". Después de leer a Esther Pineda, me quedé reflexionando sobre una cuestión que me parece capital y cuya ignorancia debiera avergonzarnos a los hombres. Hablamos mucho de Chávez, de la revolución bolivariana, de Venezuela... Hablamos en un sentido o en otro, normalmente con mucha pasión. Pero al menos a quienes somos hombres, no se nos pasa por la cabeza preguntarnos y reflexionar en torno a preguntas como: ¿qué pasa con las mujeres en todo ese proceso? ¿Cómo les afecta? ¿Es motor de cambio positivo también para las mujeres la revolución bolivariana? ¿Cómo se posiciona el feminismo venezolano en relación con el proceso? ¿Hay avances en relación con la superación del machismo?.. Preguntas que posiblemente las mujeres sí se hagan, pero que rara vez los hombres nos hacemos, porque una buena parte de nuestra reflexión sobre la realidad sigue repleta de androcentrismo. A los hombres nos cuesta superar la mirada androcéntrica de la realidad, por muy buenas intenciones que tengamos.
Por este motivo, la próxima semana publicaremos una entrevista a Esther Pineda, realizada por Alga Roja, Mafalda en la Selva y por mí. Nos gustaría que fuese una disculpa para un amplio debate, no sólo en relación con el proceso bolivariano y las mujeres venezolanas, sino también, en general, con el papel y situación de las mujeres hoy en día en América Latina. Hacemos el anuncio con antelación para invitar a quien desee participar en dicho debate.
Artículos sobre feminismo en su blog: AQUÍ
Buen tema... con el tiempo y una caña, la sociedad ira dandose cuenta del papel que la mujer a desempeñado en la vida, muchas pasaremos por la vida sin pena ni gloria, pero habiendo aportado desde la base que son los hijos que hemos parido, nuestro granito de arena revolucionario y no solamente con las armas, sino, rompiendo moldes establecidos por una sociedad casposa bajo el mando de la religión.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias por tu trabajo
Un abrazo... Pilar con nick Pigadeta
S
Es un conjunto de temas muy interesante.
ResponderEliminarEn efecto me gustaría saber cómo está socialmente considerada la mujer en Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Estaría bien saber si están mejor o peor consideradas, si tienen o no poder de decisión en la cosa pública.
Con respecto a la cuestión indígena. Tenemos que tener en cuenta que en estos países creo que las revoluciones independentistas fueron en una gran mayoría fruto de los criollos, no de los indígenas. Ahora es cuando empiezan a levantar la cabeza los descendientes de los primitivos pobladores.
Creo que en parte es lo que ha sucedido en Venezuela y totalmente en Bolivia. En este país la mayoría indígena se ha impuesto a la minoría criolla que predomina en las zonas más ricas. Tanto ha sido así que estas zonas mineras más ricas han realizado intentos de secesión. Hasta ese punto llega la ambición del capitalismo y su desprecio por la mano de obra indígena. Y no olvidemos el Movimiento Zapatista de México. Sería conveniente averiguar más cosas sobre él. Parece que está aletargado.
que cómo hay que hacer para participar en el debate con Esther Pineda...chicos del blog...lo he preguntado también en el boske...TopoRojo....puedes ir allí a explicárnoslo para todos y si hicieses el favor por si se nos pasa, de avisar también allí cuando llegue el dia del debate?...obrigado...muaaaakis
ResponderEliminarEsperamos que el debate se produzca a través de comentarios. Le pediremos a Esther que interaccione durante unos días con preguntas que se le puedan hacer desde aquí. Pero esperamos que también haya discusión entre comentaristas.
EliminarManuel antes mencionaba el Movimiento Zapatista de México. Al hilo de lo que dice, mi idea es invitar a una colega feminista que hizo su tesis doctoral sobre ellos y que vivió allí un tiempo. Supongo que se sumará al debate con agrado. Entre un@s y otr@s, puede ser un debate muy interesante porque a través de lo concreto (Venezuela) podemos discutir de algo más general: la situación en AMérica Latina.
avisarás en el bosque de cuando llegue el momento de "interactuar con Esther?..Topo?..por favor..por si nos despistamos...
ResponderEliminarAvisaremos. Vigne
EliminarEl otro día te dije que me parecía extraordinario tu bolg, hoy me reafirmo. Enhorabuena.
ResponderEliminarPara hacer honor a la verdad, hay que decir que nosotras, las mujeres tampoco nos hemos interesado mucho por el tema de las mujeres tras estos procesos. Hubo un tiempo en que se nos dijo que en los procesos revolucionarios lo prioritario es la revolución. Que tras ella y gracias a ella, todos esos problemas se solucionarían.