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sábado, 23 de febrero de 2013

Cuestionar el capitalismo como punto de partida. Entrevista a Alberto Garzón.

Uno de los muchos nocivos efectos de la política postmoderna, ha sido el vaciado intencionado de contenido del concepto de izquierda política. Los grandes artífices de esta desfiguración conceptual fueron los partidos socialdemócratas. En su deslizamiento hacia posturas socioliberales - que editaban una versión social del naciente neoliberalismo, atractiva y apta para consumo de los trabajadores en pleno orgasmo colectivo provocado por la sociedad de consumo -, la socialdemocracia necesitó un nuevo discurso que legitimase su desideologización (no tanto porque dejase de tener ideología, sino desideologización en el sentido de pérdida de los escasos referentes de izquierdas que todavía conservaba). La socialdemocracia retomaba así un postulado anterior originado en el pensamiento político conservador - ya postmoderno - que hablaba del fin de las ideologías, cuando no del carácter vaporoso y ambiguo de los términos (1), para darle un formato aparentemente distinto pero con un sentido funcional similar. Los conceptos derecha/izquierda pasaron a significar cosas distintas porque las ideologías del pasado ya no tenían sentido, nos decía la intelligenza socialdemócrata. Ser de izquierdas ya no era oponerse al capitalismo, sino simplemente ser progresista (término ambiguo que vale tanto para un roto como para un descosido). Dejó de tener sentido hablar de clases sociales, lo que venía muy bien para justificar el interclasismo socialdemócrata.

La desfiguración del concepto de izquierda permitió a la socialdemocracia por un lado condenar a la izquierda real al pozo del desprecio político del electorado potencialmente de izquierdas (los trabajadores). Por otro lado, le permitió monopolizar ese voto al presentarse como representante único y verdadero de la izquierda: la otra izquierda, la del anti-capitalismo, apenas eran unos locos políticamente marginales, anclados en el anacronismo, inadaptados a los tiempos (post) modernos; no había que hacerles caso. Es así como podemos llegar a entender cosas políticamente kafkianas. Por ejemplo, que en su delirio ideológico, haya militantes y simpatizantes socialdemócratas que hayan querido ver en la victoria de Obama el triunfo de la izquierda política norteamericana, lo que constituye una prueba de la aberración ideológica provocada por la desfiguración del concepto de izquierda.

El diario Público da a conocer hoy una interesante entrevista con el joven diputado de Izquierda Unida (27 años) y miembro de la Unión de Juventudes Comunistas de España, Alberto Garzón, a propósito de la publicación de su último libro 'La gran estafa'. Entrevista que nos ha servido de disculpa para crear este hipertexto, ya que fija una idea nuclear que nunca debemos perder de vista: cuestionar el capitalismo es lo que marca la frontera entre derecha e izquierda, algo que los votantes de izquierdas del PSOE debieran comenzar a tener claro. Por mucho que camuflemos el capitalismo con el eufemismo de economía social de mercado, tal como le gusta hacer al PSOE, sigue siendo el mismo monstruo depredador. No existe un capitalismo bueno, de color de rosa y feliz, como el PSOE se empeña en hacernos creer. Por eso, cuestionarse el capitalismo debe ser el punto de partida para la izquierda política; es el ADN de la variada y muy diversa cultura política de la izquierda. Podremos plantear la superación del capitalismo desde las rupturas o desde las transiciones progresivas, pero lo importante es tener muy claro que antes o después debe ser superado y que es posible la vida social fuera del capitalismo. Por ello es de agradecer que existan políticos de izquierdas, caso de Alberto Garzón, que planteen esto sin tapujos ni complejos.



La entrevista a Garzón que podemos leer en el diario digital Público, comienza explicando el diputado de IU a qué se refiere con el título de su último libro, qué quiere decir cuando habla de la gran estafa:
Hablamos de la gran estafa porque la ciudadanía es consciente de que está siendo robada, estafada y saqueada. Los ciudadanos notan que trabajan más por menos salario, que incluso pierden el trabajo y la vivienda. Sienten que viven peor que sus padres y que ya no pueden esperar que sus hijos vayan a vivir mejor que ellos. En el libro intento explicar cómo el funcionamiento del propio sistema capitalista va carcomiendo los espacios públicos como la sanidad y la educación. Esta crisis es una forma de empobrecer a la mayoría y enriquecer a una minoría.
Alberto Garzón
Durante la entrevista, Garzón se plantea la incongruencia de fondo existente entre capitalismo y democracia real, pero también plantea un tema fundamental que a menudo le damos menos importancia de la que tiene: la incapacidad del planeta para soportar en términos ecológicos lo que conlleva el sistema capitalista:
El capitalismo es incompatible con la democracia porque en este sistema económico los votos se determinan en función del dinero, de modo que aquellos que más tienen son los que más mandan. Si los recursos no están gestionados por la sociedad, si no son recursos públicos democráticamente gestionados, evidentemente el poder y la capacidad de decidir qué se produce y hacia dónde vamos estará en un espacio privado y alejado de la ciudadanía. Debemos tener claro que las grandes empresas y los grandes sectores estratégicos tienen que ser públicos para decidirlo todo democráticamente y que efectivamente exista una democracia.Pero sobre todo hay otro imperativo, que es el ecológico: nuestro planeta no aguanta un sistema competitivo como el actual modelo de producción y consumo que representa el capitalismo.
Alberto Garzón se manifiesta especialmente duro y crítico con la arquitectura con la que se ha construido la UE y con una institución, en concreto,  que está desempeñando un papel tan nefasto para la vida de los ciudadanos, como es el BCE:
Todo el diseño institucional de la UE es claramente responsable de lo que está sucediendo (...).El BCE tiene una responsabilidad política e incluso yo diría que penal. Jean-Claude Trichet [el anterior presidente del BCE] y Draghi deberían pasar por un juzgado, dado que sus decisiones han provocado recortes en sanidad, educación y en los servicios públicos básicos. Son responsables directos de todo el sufrimiento actual. 
En relación con el PSOE, Garzón se refiere a su pérdida de credibilidad. El diputado de IU hace mención también al papel del PSOE durante la intervención de Draghi en el Congreso de los Diputados, criticando que el partido encabezado por Rubalcaba adoptase un rol político que no lo diferencia especialmente de un partido conservador: 
El PSOE no tiene credibilidad. La credibilidad se gana en años y se pierde en poco tiempo, y el PSOE la ha perdido durante sus años de gobierno (...). Cuando vino Draghi al Congreso, el portavoz del PSOE fue absolutamente servil. No cuestionó en ningún momento su legitimidad a pesar de que Draghi no es una persona electa y nosotros, los diputados, sí lo somos. Se limitó a pedirle ayuda como hicieron el resto de grupos.
Nos recuerda Garzón una realidad sobre la que el electorado del PSOE debe empezar a reflexionar urgentemente, a riesgo de seguir tirando su voto. Los tiempos han cambiado y la crisis sistémica exige una respuesta desde la izquierda real: 
En un capitalismo tan flexibilizado, tan desregularizado y tan competitivo la socialdemocracia pierde los espacios. Claro que el PSOE ni siquiera es socialdemócrata a mi modo de ver. Podríamos decir, siendo generosos, que es socioliberal. En términos teóricos la socialdemocracia está agotada en un entorno institucional que te obliga a competir contra el resto del mundo. Así que, o se regulan los mercados y se vuelve a espacios de proteccionismo y a una industrialización interna, o la socialdemocracia tendrá que desaparecer como teoría.
Aconsejamos leer la entrevista entera en Público.

Otras referencias:
  • En relación con la publicación de "La gran estafa", los internautas preguntan a Alberto Garzón, en El País (18 de febrero de 2013).
  • Página web de Alberto Garzón: www.agarzon.net

Notas.-
(1) Norberto Bobbio es un buen ejemplo, como dejó plasmado en su obra Derecha e izquierda, publicada en 1994.

3 comentarios:

  1. Hay algunos comentaristas de medios que intentan comparar a Beatriz Talegón con Alberto Garzón. Es un absurdo, una es bla, bla, bla, sin propuestas, el otro propone, escribe libros, publica artículo, debate con Mario Draghi, y sobre todo ha sido elegido como diputado por Málaga, y eso que IU necesita mucho más caro tener un diputado que el PSOE. ¿En que elecciones ha sido elegida Beatriz Talegón?

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    1. No son comparables sin duda pero, tal y como Alberto dice en la entrevista, e independientemente de que la intervención de la Talegón haya sido una maniobra orquestada por el aparato de su partido o no, ha dicho algunas verdades.

      Me ha gustado lo que dice, habrá que seguir a este chaval de cerca.

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  2. Beatriz Talegón ha sido protagonista de una fugaz y premeditada intervención para salir en portadas de revistas y que se hable de una nueva generación en el PSOE. El chico este...el tiempo lo dirá. Es muy fácil defender posturas populistas desde el casi anonimato. A partir de ahora veremos cómo se desenvuelve

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