Querido
militante y sufrido poblador del espacio simpatizante de IU:
Son tiempos
revueltos. Aunque si nos paramos a pensar, ¿alguna vez no han sido tiempos
revueltos para la izquierda? Luchamos y resistimos a contracorriente, contra
viento y marea, sufriendo el silencio de los medios que nos convierten en
invisibles, y las veces que nos mencionan todavía es peor: difaman, tergiversan, manipulan... ¿Qué
otra cosa cabría esperar? Hacen su papel de instrumentos de dominación
ideológica y de control político. Para la izquierda, una brisa convulsa siempre
inunda el escenario que pisa. ¿Será que no lo sabías cuando subiste a él?
Pero quizás
últimamente vivamos un plus de convulsión. Cierto. Se mire por donde se mire e
independientemente de cual sea tu filia o tu fobia, estarás de acuerdo en que
la división, fractura, rencor, ruptura de la necesaria fraternidad básica...
alcanza una magnitud que amenaza con transformar el espacio de la izquierda en
un páramo yermo. Es importante no engañarse: en las luchas fratricidas no hay
vencedores, solo gana el Capital y su corte de explotadores y mayordomos
políticos.
Sé que la
tentación de plantear la cuestión "quiénes son los buenos y quiénes son
los malos" es irresistible. Tan irresistible como humana resulta. Pero te
invito por un momento a dejar en suspenso tal maniqueísmo. Dirijamos la atención a otras esquinas poco iluminadas de
este prisma que es la realidad política. Vamos a iluminar un poco esos otros ángulos que suelen permanecer en penumbra.
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"Unidad
popular" es la canción de moda. Qué mal me sabe dibujar una nota crítica
contra ello cuando siempre he creído en la idea de un frente popular como
alianza estratégica. Puede parecer contradictorio, pero algo me hace sospechar
que la liebre que nos tratan de vender quizás maúlle, y las liebres no maúllan,
¿verdad? Puede ser que los que se nos presenta como "unidad popular"
o aspiración a la "unidad popular", esté escondiendo otra cosa
distinta. O, sencillamente, que se esté planteando de manera incorrecta.
La cuestión de la "unidad" podría plantearse en el marco de la unidad de puertas afuera. No voy a entrar en ello en esta entrada. Únicamente pondré el acento en la unidad de puertas adentro y en algunos problemas y defectos que creo apreciar y que considero que la dificultan.
La cuestión de la "unidad" podría plantearse en el marco de la unidad de puertas afuera. No voy a entrar en ello en esta entrada. Únicamente pondré el acento en la unidad de puertas adentro y en algunos problemas y defectos que creo apreciar y que considero que la dificultan.
*
Difícilmente
se podrá conseguir una "unidad popular" si previamente no somos
capaces de mostrar unidad y cohesión internas. ¿Vamos a ser capaces de alcanzar
fuera de casa lo que no somos capaces de lograr en casa? Una Izquierda Unida y
un PCE divididos como están, malamente podrán ser impulsores de estrategias
políticas más ambiciosas que busquen aunar esfuerzos.
Me llama la
atención que en aras de la unidad popular, una de las primeras iniciativas sea
expulsar de IU a 5.000 militantes, a toda la militancia de la Comunidad de
Madrid. Alguno me ha dicho: "muchos militantes de IUCM están de acuerdo
con eso". No dudo que así sea (tampoco hay manera de saber sin son
"muchos" o "menos muchos"; quienes toman la medida se cuidan y abstienen de comprobarlo y ellos sabrán el porqué); pero, por lo mismo, tampoco dudo
que muchos otros están en desacuerdo, con lo cual la medida profundiza en la división
todavía más. Incluso se busca aplicar la decisión con saña política y humillando
a esa militancia con una única intención: que no vuelvan los que disienten de cierta línea política. ¡Curiosa manera de
trabajar por la unidad popular! Si eres de los que están de acuerdo, te sugiero
que por un momento pienses en los compañeros que están en desacuerdo, y que la
inmensa mayoría de ellos -aunque tengan un planteamiento diferente al tuyo- son
militantes modélicos; muchos de ellos son personas que han luchado durante toda
su vida en condiciones muy difíciles. Lamento decirlo, pero todo esto me
recuerda a las purgas carrillistas. Estoy convencido que se hubiera podido
solucionar el problema de Madrid de forma no traumática para todos. Otra cosa
distinta es que interesase acabar con el problema, porque cada vez empiezo a
tener más claro que le ha venido muy bien a cierto sector ajeno a IUCM para
consolidar su posición de poder. El río, desde luego, estaba revuelto, pero los
pescadores lo revolvieron todavía más por aquello de a río revuelto, ganancia
de pescadores.
Toda
solución al conflicto de Madrid que profundice en la división, es una chapuza
política que pisotea el sentido del término "unidad popular". Existen/existían soluciones no traumáticas que tan siquiera se han intentado y me pregunto el
porqué: ¡¿POR QUÉ?! Cuando veamos quiénes sacan tajada política de todo esto, posiblemente acabemos viendo con mucha nitidez todo el juego de intereses ocultos que se han disfrazado con disculpas. Texto, pretexto y contexto son dimensiones distintas, pero necesitamos de las tres para entender el trasfondo de esta realidad.
*
Ahora bien, IU es mucho más que IUCM: ¡ya está bien de centrar todo el problema en lo que pasa o deja de pasar en Madrid! Y es que la división interna se extiende por las demás comunidades, aunque haya líderes y representantes que quieran ocultarlo. Que uno de
los cabezas de IU y firme defensor de la "unidad popular", haya
mantenido que en IU sobran los que no entiendan ni respalden el cambio que él lidera, es la antítesis de la unidad. Pero además nos viene a mostrar que no
se trata solo de Madrid como acabo de señalar, sino que estamos ante un problema de IU en general.
El estado
actual de IU (y del PCE) está caracterizado por el enfrentamiento interno y división; hay
fracturas cuyos efectos se mantendrán durante años. Las luchas de poder han impulsado a
muchos dirigentes a enfrentar a unas bases de militantes y simpatizantes contra
otras, tratando de aumentar su capacidad de influencia en la organización (en
este sentido les ha guiado una motivación bastarda). La mínima cohesión necesaria
ha saltado por los aires.
Podríamos
ponernos a discutir quién tiene razón en las disputas; en ese caso me temo que
dentro de diez años seguiríamos discutiendo lo mismo y mareando la perdiz. O bien
podríamos tratar de identificar algunas prácticas nefastas de sectores
dirigentes cuyo efecto sobre la masa militante y simpatizante es el de romper
la necesaria unidad y cohesión. Por ejemplo...
1.- Algo que Javier Parra ha criticado con atino en alguna ocasión: el
oportunismo que supone, por parte de ciertos responsables, intentar marcar
posición política en redes sociales y medios de comunicación, fuera de lo que
son los órganos y procedimientos establecidos por la organización. Y os insisto
mucho: esto no va de tener o no tener razón en lo que se dice; de si a éste
le acompaña la razón y aquél está errado. No. No va de esto. Esto de lo que va
es de los procedimientos paralelos seguidos por algunos, buscando obtener
ventaja política aunque acaben dañando el conjunto de la organización.
2.- Otra
práctica nefasta que daña la unidad y cohesión: la falta de respeto por
los estatutos y las normas. Para que haya unidad debe haber cohesión, y lo
primero para que exista cohesión es que todos/as nos comprometamos a respetar y
a cumplir y hacer cumplir las normas, empezando por la norma más importante:
los estatutos. O imponemos la disciplina normativa o IU cada vez se parecerá
más al coño de la Bernarda.
"Esto es una
violación de los estatutos", le decía un camarada a un dirigente del
Partido, a lo que éste le respondía: "la realidad no se cambia con
burocracias". ¡Los estatutos equiparados peyorativamente a la condición de
un obstáculo "burocrático"! ¡No está mal, ¿verdad?! ¡Y se trata de un dirigente político! Perdonadme que no mencione los nombres, ni tan siquiera el de la federación. El caso es que esto está sucediendo
cada vez más. Si los propios dirigentes no muestran celo en que se cumplan los
estatutos, sino que consideran que se pueden transgredir como les de la gana y
cuando les de la gana, ¿puede haber cohesión interna? Por supuesto que no. Y
por tanto tampoco habrá unidad interna, porque será la ley de la selva.
3.- Este comportamiento
tan antidemocrático que muestran ciertos sectores dirigentes, va calando poco a
poco hacia las bases. En mi reciente visita a Tenerife tuve conocimiento de
cómo hay agrupaciones locales en los pueblos que sencillamente han enterrado
los estatutos y demás normas, haciendo y deshaciendo a voluntad del grupito que
maneja el chiringuito en el pueblo. En mi tierra, Galicia, veo cosas parecidas.
Y sospecho que pasa en todas partes. Es un cáncer
iniciado desde arriba y que se va extendiendo hacia las bases y entornos
locales. ¿Cómo vamos a tener unidad interna con tales cosas?
4.- El
debilitamiento de la democracia interna. Nuestros dirigentes cada vez nos pastorean más. Observo la tendencia a privar de
voz y voto a los militantes en las cosas importantes. Sobre todo en las
decisiones políticas que son de calado, se priva de protagonismo a la
militancia. O sencillamente se controlan de tal forma las asambleas, que acaban
siendo una pantomima de la democracia interna.
En lugar de generar
un debate de abajo/arriba, desde arriba se cocinan las cosas y luego se
imponen. Lo estamos viendo con todo el lío que se está montando en relación con
la cuestión de la "unidad popular". Lo normal sería que se discutiese
y debatiese a fondo en las asambleas locales, algo que no está sucediendo. Esto
a la larga acaba matando a una organización, porque corremos el riesgo de una
fuga de militantes por puro cansancio, y que los únicos que se queden sean,
además de los cuatro dignísimos incombustibles, los palmeros, lameculos y oportunistas que
buscan hacer carrera política exclusivamente. Y no queremos que esto ocurra,
¿verdad?
5.- Unidad,
diversidad y uniformidad. ¡Cambiemos el chip! Lo que nos une como
izquierda son unos mínimos que forman parte de nuestra identidad política:
básicamente la conciencia de clase, el rechazo del interclasismo y la
reivindicación de la lucha de clases como motor de toda acción política. Todo
esto, lógicamente, sintetizado en un anticapitalismo raíz que nos diferencia de
quienes apenas aspiran a maquillar la barbarie capitalista. Desde este anticapitalismo no negociable, toda la izquierda aspira a alcanzar algún día algún tipo de sociedad esencialmente socialista.
Rechazamos que
exista un capitalismo feliz. Hoy @_ru_b_en_ lo expresaba muy bien en un
tuit sarcástico que me gustó: "Hay que ir hacia una economía social que
mantenga a los pobres en unos niveles de subsistencia suficientes como para
prevenir la sublevación". Es decir, lo que tenemos en común en la
izquierda es que rechazamos precisamente ese gran engaño sistémico.
Pero a partir de
esos mínimos, la izquierda es diversa. Nos guste o nos disguste, salvo que
uno se considere en posesión de la verdad absoluta, tendremos que admitir que
la izquierda está compuesta por sensibilidades políticas y planteamientos
diversos.
Tendemos a
identificar la diversidad de planteamientos como algo negativo, en lugar de ver
las ventajas y riqueza que supone. Mostramos una enfermiza e insana pasión por
la uniformidad, por el pensamiento único. Que el abanico de propuestas,
fundamentos, perspectivas... de la izquierda sea muy plural, ¿es negativo? No,
por supuesto que no. Al contrario, pero para que sea ventajoso y podamos
aprovechar las ventajas que tal diversidad nos brinda, ha de darse:
- A) Discusión profunda en las bases, con todo el respeto pero sin miedo y sin tapujos
- B) Escrupulosa toma democrática de decisiones.
- C) Respeto absoluto por las decisiones tomadas democráticamente.
- D) Máxima transparencia por parte de nuestros representantes y órganos colegiados (observo cierto déficit muy preocupante en este apartado; diría incluso que es alarmante).
6.- La cultura
política del respeto por las decisiones de la mayoría. La cultura política
que debe caracterizar a la izquierda, tendría que asumir la diversidad mencionada
como algo positivo. Pero implica una cuestión nuclear que no tenemos clara y
que es el origen de cierta mezquindad que nos caracteriza: la aceptación
radical de lo que decidan las mayorías. ¿Qué supone esto? Supone que si el
planteamiento que yo defiendo no sale y en cambio sí sale el defendido
por fulano, cuando haya que defender tal postura yo lo haré con más fuerza
e interés que si fuese fulano (precisamente porque no es la mía, pero sí la voluntad de la mayoría). Esto es el abc de la democracia y queridos
militantes y simpatizantes, aunque nos cueste reconocerlo, esta asignatura la
suspendemos. Pero los primeros en suspenderla, son muchos de nuestros líderes y
representantes.
*
Todo cuanto
he defendido aquí está ya en los estatutos de IU y en teoría forma parte de lo
que IU defiende. De ahí la gravísima irresponsabilidad de aquellos líderes y
responsables que ningunean la norma estatutaria, de los que se dedican a
pastorear a las bases y simpatizantes en beneficio propio y privan de voz a la
militancia.
Nuestra
unidad está muy rota. Casi resulta una broma que hablemos de izquierda UNIDA.
Malamente podremos ser impulsores de "unidad popular" alguna, cuando
somos incapaces primero de conseguir nuestra propia unidad interna. Desde aquí
le digo a ciertos líderes y responsables políticos: si no sois capaces de
lograr dicha unidad interna, garantizarla, defenderla.., todo vuestro discurso
sobre la unidad popular es pura retórica en el mejor de los casos; en el peor,
un ejercicio de cinismo político.
Parece que andamos
cabeza abajo y nos están empujando a contribuir a dinamitar la unidad, los mínimos imprescindibles de unidad sin los cuales IU no es factible. Merece
la pena intentar poner a IU boca arriba. ¿Será posible?
@VigneVT
blogdelviejotopo
Nota
Por favor, no enviéis comentarios (no se publicarán) mareando más la perdiz con lo que pasó o dejó de pasar en Madrid, Sobre el caso de Madrid ya todo el mundo ha dicho, hasta el aburrimiento, lo que tenía que decir. Así que dejemos de hablar del caso particular y hablemos, el que quiera y desee, de los temas "raíces" planteados, que me parece que son de mucho calado y es de lo que hay que hablar. Bienvenidos los comentarios si llegan, pero que sean constructivos y no panfletos camuflados contra IU o contra alguna federación (insisto: no se publicarán).
Vigne, con artículos como este, todo vuelve a tener sentido.
ResponderEliminarEs duro eso de la democracia. Aceptar defender aquello de lo que disientes es heroico.Y necesario. Veremos después si es suficiente.
Pero requiere un nuevo modelo organizativo. Que ha de construirse desde la sociedad.
Desde las bases.
Las asambleas son la célula, el primer nodo de la red. Yo me asambleo con aquéllos en quienes confío, porque los conozco. Luego nos relacionamos con otras asambleas. Con plena independencia. Sin otra utilidad que preservar la libertad de cada uno de los integrantes y de cada asamblea.
Lo que bien hecho está, bien hecho queda para siempre. No busquemos la utilidad, sino la libertad; que incluye el derecho a equivocarse. Es así como se aprende. De los errores. Y se sale de ellos con responsabilidad.
Voluntad y perseverancia no nos faltan ...
Saludos y gracias por el optimismo que derramas.
Os pongo un ejemplo del punto 3:
ResponderEliminarEn mi pueblo hay unos 20-25.000 habitantes y siempre han estado repartiéndose los votos PP y PSOE, con IU como mucho con 1-2 escaños locales. Las pasadas elecciones me quise informar de cómo estaba el partido local (he estado viviendo fuera) y he visto que su ahora líder es un señor jubilado que primero estuvo en el PSOE, luego en el círculo local de Podemos y luego en IU, rebotando al ver que no llegaba rápido arriba. En IU empezó a hacer y deshacer como quería, como era de esperar. Consecuencia: la mayoría de militantes se ha ido y estas elecciones sólo han sacado 200 y pocos votos de 20.000.
Por el artículo, es evidente que lo que falta en la militancia es esa conciencia que intentáis transmitir desde aquí, y ojalá que se vaya propagando entre quienes permanezcamos.
Dentro de IU estoy en la antitesis en cuanto a algunos temas que tienes planteado, también en las personas que crees que tienen la culpa o de los ataques velados (es fácil saber quién dijo la declaración sobre los estatutos). Dicho esto, salvo dos puntualizaciones y el tema Madrid. Comparto plenamente el texto tal y como está escrito y planteado. Principalmente remarco que las asambleas de base no están funcionando bien, ni debatiendo de los temas importantes. Buen texto. Los dos matices son que A) Soy de Galicia y no conozco problema alguno de agrupaciones o divisones, al revés y B) La división no la veo en el PCE, si discrepaci,a, pero la línea está mucho más clara que en IU.
ResponderEliminarUn saludo
No pretendía hacer ningún ataque velado en relación con lo que dices porque no estamos hablando de casos aislados. La triste realidad es que los estatutos, tanto de IU como del PCE, se vulneran, a veces en cosas pequeñas y otras veces en cosas bastante gordas.porque (quizás, pienso yo, no lo sé) se ha ido desarrollando una mentalidad de que eso "se puede hacer" y no pasa nada. Pero me parece que esto debió de empezar desde muy arriba y que quizás no haya comenzado antes de ayer, por supuesto. Me gustaría saber qué opina mi compañero Manolo porque está en el PCE desde el 74 ó 75 y me gustaría que se animase a contar su visión diacrónica del problema, desde la época de Carrillo. Si lee el comentario seguro que se anima.
ResponderEliminar.
De aquello que toco, me parece muy importante que un responsable político no puede ni debe marcar posición política en las redes sociales y en los medios, o trasladar a estos determinados problemas. Es muy importante que líderes y responsables lo entiendan (unos y otros) y que se comprometan a no hacerlo. Recuerdo cuando fueron las europeas, por ejemplo, las barbaridades que un candidato llegó a lanzar en una red social porque el partido al que pertenece y que es miembro de IU, no estaba conforme con la elaboración de la lista. O que un secretario de una federación del PCE diga en Twitter que los q firmamos el manifiesto de apoyo a Cayo Lara (y mira que era un texto "diplomático" y muy suave, sin asperezas) éramos unos "traidores". Y podríamos seguir poniendo ejemplos hasta cansarnos.
En Galicia, a veces me pregunto por qué estamos tan "armarizados", como escondidos (me refiero al PCG). Los medios nos invisibilizan, por supuesto. Pero el Partido también se empeña en ser poco visible me parece a mí.
Y para dinamizarlo desde luego lo primero es que deben funcionar las asambleas de base. Necesitamos plantearnos, discutir, debatir, confrontar... muchísimas cosas. Por eso es necesario que hagamos vida militante, una de cuyas facetas es precisamente reunirse. Y es que además es también una forma de levantar la moral, porque el calor humano que te da el estar con camaradas desde luego anima y motiva: ese comensalismo, esa fraternidad... es energía.
En fin. :-)
Saludos
Es bastante complejo opinar sobre este tema en un periodo tan largo.
EliminarPor una parte está la época de mitad de los años 70. Estábamos con Franco recién muerto. Los partidos en la clandestinidad.
El único partido que de verdad existía era el PCE, pero que para funcionar debían acatar, dentro de un orden, lo que venía de la cúpula. Y eso se había integrado en el software del militante. Cuando se legalizó el Partido, ese software siguió actuando, pero cada vez fue más contestado porque unos cuantos del CC, especialmente Carrillo, siguió haciendo lo que les parecía. No consultaban, ellos decidían lo que pensaba la militancia.
De aquellos polvos salieron en gran parte los lodos que nos vinieron después. Por ahí vino lo de 1982.
Después tenemos que contar con la forma de actuar de una parte muy mayoritaria de los españoles. Para ellos las leyes y normas son las que son, pero si a una persona no le parecen bien, busca la manera de no cumplirla. Eso en otros países más civilizados sería inconcebible.
Hace una semana discutí con un compañero señalado de IU porque se quiso saltar toda la normativa de las primarias en IU, porque según él no se ajustaban a la realidad. Él me decía:
“Me encanta Ada Colau cuando dice que si una ley es injusta hay que desobedecerla. Me encantan los médicos que atienden a inmigrantes. Con esto me refiero a que si unos estatutos no se adaptan a la realidad hay que modificarlos y si quien puede modificarlos no lo hace es legítimo saltarlos. Pues la gente está por encima de los estatutos.”
Y yo le he contestado:
“Estoy de acuerdo conque las leyes injustas se desobedezcan. Te pongo un ejemplo. Yo soy español y no he elegido serlo. A mí el partido gobernante me impone unas leyes injustas porque sirve para que una determinada oligaquía parasite al resto de la sociedad. Son unas leyes injustas. Como en Sudáfrica eran las leyes del apartheid. Es ético desobedecerlas.
Pero una persona que está en una opción política, lo está voluntariamente. Si esa organización política se da, en …… .. .. …., hace menos de tres años unos estatutos, lo normal es aceptarlos. Si no estás de acuerdo los intentas cambiar o te vas de esa opción y formas la tuya o te quedas de independiente.
Si observas que alguien o algún órgano no cumple los estatutos lo que debes hacer es denunciarlo a los órganos competentes. Cuando ha sido necesario yo lo he hecho y te aseguro que es eficaz”
Así que si se dan las circunstancias sumadas de que se arrastra una “educación” de que el de la dirección de la organización se salte las normas como y cuando quiere, junto con la sociología española de que las normas están para desobedecerlas, sale el bodrio que tenemos.
Recordemos lo que decía Tierno Galván, que los programas electorales estaban hechos para no cumplirlos.
Yo no entiendo de como funciona un partido porque nunca he sido militante, por lo tanto, no puedo opinar de lo que no se. Lo que si puedo decir, es que desde que pude votar lo he hecho a IU ( salvo en contadas ocasiones en autonómicas). Creía y creo firmemente que tienen el derecho y la obligación de poder gobernar. Creo además que siempre ha sido una alternativa de gobierno. El tema es, que sus dirigentes no han estado a la altura de las circunstancias. Luchas internas por el poder lavando los trapos sucios siempre fuera de casa. Y en vez de remar todos en una dirección cada uno lo hacia para su casa. Visto desde fuera, patético y poco serio. Aun así he seguido votando IU, cada vez mas decepcionada, pero convencida de que había que acabar con el bipartidismo. Y al final, cuando me decido a militar en este partido, me encuentro que no se en que partido, asociación, grupo, estructura y demás nombres que últimamente salen para denominar a los partidos de siempre.
ResponderEliminarEn fin, que yo también era partidaria de una Unidad Popular, con sus diferencias, sensibilidades ideas de cada uno. Pero visto lo visto, mi gozo en un pozo.
En cuanto a IU, creo que no es que desaparecerá, pienso que ya ha desaparecido.
Creo que tu comentario recoge el sentir de una buena parte de la base de simpatizantes de IU.
EliminarEso es lo que hay.
SI todo sirve para "limpiar" la izquierda, para que ciertos dirigentes se marchen a sus casas y para que la izquierda sea claramente "izquierda" en sentido ideológico y programático en lugar de la deriva socialdemócrata que sigue... pues quizás acabe siendo lo positivo en medio de este panorama poco alentador.
Gracias por el comentario :-)
Creo que a IU se la ha programado una muerte, no se si asistida o no, pero muerte al fin y al cabo. Soy militante desde 1979 del PCE, lógiamente por mi edad desde la UJCE, y de IU desde su fundación en 1986. No se porqué extraña razón casi siempre me situé en las posiciones minoritarias, pero... yo si soy de los de la discusión en el local, pero de puertas para afuera a seguir la línea que se ha marcado entre todos como mayoritaria, eso se lo dije una vez en 2008 a Tania Sánchez Melero en una reunión en mi asamblea, ella dijo que por supuesto, el resto de su actuación ya lo hemos visto.
ResponderEliminarMe fajé con mis 18 años contra las posiciones carrillistas, no contra el eurocomunismo, sino contra las posiciones del ordeno y mando porque me sale de mis pelotas. Obivamente de esa fui expulsado entre otras por personas que hoy mantienen las posiciones de la defensa de esa supuesta "unidad popular". Ver para creer, en aquel entonces defendiendo los espacios de convergencia me expulsan, hoy defendiendo esos mismos espacios pero con mi identidad, de la que no reniego ni renegaré, vuelvo a ser expulsado por los mismos.
Hoy por hoy, sigo pensando y creyendo que hay espacios de acción política a la izquierda de la socialdemocracia, sin oportunismos, sin posibilismos, y que esos espacios cuanto más unitarios posibles mejor, pero nadie tiene que renegar ni de su historia, ni de sus banderas, ni de su filiación, nadie tiene que dejar ningún carnet si lo tiene enla puerta de ningún sitio.
Pero.... también hay que reconocer que hemos cometido errores de bulto, cuando algo no sale, no funciona el mirar atrás a los gloriosos tiempos, esas fórmulas se aplicaron en su momento, hay que buscar nuevas formas de relacionarnos con la sociedad porque vivimos en la sociedad. Nuestro discurso huele a rancio, es anodino y resulta aburrido, no sabemoscomunicar, y lo peor es que sabiéndolo no se reacciona y esperamos a ver qué dicen los de arriba, y en cuanto llegan cuatro lumbreras atrapalotodo nos quedamos maravillados. Ojo con los que no saben qué es luchar, qué es dejarse la piel, qué es fajarse en los pueblos, en la ciudad todo resulta mucho más light pero en los pueblos te estás fajando todos los días, ojo con los que no saben que es fichar, ni defender el sindicalismo de clase en la cadena de montaje, o en un despacho administrativo. Nos hemos tirado añosy años pidiendo formación y cuando ha llegado gente formada nos han hecho un descosido, que creo personalmente que nos lleva a una derrota más. Pero por lo menos por mi parte de cejaré ni descansaré de luchar.
Y sí, soy de IUCM, nunca tuve un cargo político derelevancia de nada y menos institucional, aquí sigoy aquí seguiré en la misma lucha.