Era la noche del 24 de enero de
1977. Yo estaba oyendo Hora25 en la SER. Anunciaron que había
noticias de un tiroteo en un despacho de abogados laboralistas y como
consecuencia se habían encontrado varios cadáveres.
Yo había estado en reuniones de
CCOO en varios despachos laboralistas. Me impactó y al seguir
escuchando dijeron que era en la calle Atocha 55 de Madrid. En efecto
allí habíamos estado hacía pocos meses reunidos. Se me puso un
nudo en la garganta. Personalmente creo que no conocía a ninguna de
las víctimas ni a ninguno de los heridos, pero es posible que
hubieran estado en la reunión o en los despachos.
Al día siguiente cuando llegué
al trabajo el ambiente era de dolor contenido.
Los enlaces sindicales
de CCOO hicieron las gestiones y decidimos ir a la despedida.
Sería como las cuatro de la
tarde cuando llegamos. Fuimos como la tercera parte de los
trabajadores de mi centro. Nos juntamos mucha gente cerca de la plaza
de Colón. Estaban los féretros en las dependencias del Tribunal
Supremo, que está cerca de lo que ahora es la Audiencia Nacional. La
prensa calculó al día siguiente que hubo más de 100.000 personas
allí reunidas.
El silencio era casi absoluto,
alguna persona lloraba. Si alguno intentaba decir algo fuera de
lugar, el resto le chistaba. Había tensión y dolor, mucho dolor.
Montones de puños derechos en alto.
Un helicóptero sobrevolaba la
escena, no era de la policía, decía la gente que era el del rey.
Parece que después él lo ha confirmado.
Lo que recuerdo y era llamativo
es que no se veía ningún policía ni vehículo de policial.
Cuando los féretros se pusieron
en los coches empezó a sonar La Internacional. Era la primera vez
que sonaba en público y sin que hubiera intervención de la fuerza
pública. Muchos de los asistentes no conocían toda la letra y
entonaron el estribillo, pero decenas de miles de voces la cantamos:
¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional. (Bis)
Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional. (Bis)
La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
"No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber".
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional. (Bis)
Al volver a casa se veían en muchas ventanas y balcones sábanas blancas con un paño negro.
Más de cien mil personas acompañaron a las víctimas. Fue la primera manifestación multitudinaria organizada por la izquierda tras la muerte del dictador Francisco Franco. Estas imágenes documentales formaron parte del final de la película 7 días de enero, dirigida por el cineasta comunista Juan Antonio Bardem. Son imágenes sobrecogedoras y cargadas de emotividad, que muestran la multitud que acompañó los féretros de los miembros de Comisiones Obreras y del Partido Comunista de España asesinados por los fascistas.
"Hice la película porque consideré -y considero- que era mi deber como ciudadano, como cineasta y como comunista" (José Antonio Bardem, en Mundo Obrero, enero 2002)
"Hice la película porque consideré -y considero- que era mi deber como ciudadano, como cineasta y como comunista" (José Antonio Bardem, en Mundo Obrero, enero 2002)
Foto portada Mundo Obrero, 27-1-77 |
"La Transición, un cuento de hadas con 591 muertos." en http://lamanchaobrera.es/la-transicion-un-cuento-de-hadas-con-591-muertos/
ResponderEliminarA María Dolores González Ruiz le ha perseguido siempre la tragedia provocada por la extrema derecha franquista o la policía.
ResponderEliminarAdemás de resultar gravemente herida en la matanza de Atocha 55, con una recuperación muy dolorosa y pesada, quedó viuda pues uno de los asesinados era Francisco Javier Sauquillo era su marido.
Pero en 1969 era novia de Enrique Ruano Casanova, estudiante de telecomunicaciones y miembro del Frente de Liberación Popular (FLP) también conocido como 'el felipe', uno de los grupos políticos que lucharon en España contra el franquismo, murió el 20 de enero de 1969, casi exactamente 8 años antes de lo de Atocha,a resultas de una caída desde la ventana de un edificio, al que había sido llevado por la Brigada Político Social, que le había detenido tres días antes. Hay testigos de que fue torturado. Y su padre fue amenazado por Manuel Fraga, Ministro de Información y Turismo de Franco, diciéndole que tuviera cuidado pues todavía tenía una hija.
Meda tanto asco la actuación de Fraga que prefiero que el que quiera consulte http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Ruano para saber las manipulaciones del Ministro.
Por cierto los tres policías que se ocuparon de Enrique Ruano recibieron la felicitación de sus superiores. En un juicio fueron declarados inocentes.
Conocí a Miguel Sarabia en su pequeño despacho de abogados sito en Marcelo Usera, y también en las exposiciones que IU realizaba en su antigua sede en este barrio. Me comentó que el PCE había aprovechado publicitariamente la matanza de Atocha, pero a quienes salieron vivos apenas les proporcionó ayuda. Me habló de Juan Antonio Bardem y su película "siete días de enero". Charlábamos en ocasiones de actualidad y d apolítica, Era un tipo excelente, a quien regalé un manuscrito de mi primer libro, y no me dio tiempo a obsequiarle la edición del mismo dedicada porque un día me enteré que había muerto en su barrio de Usera. Y sencillamente, sentí tristeza, por una persona tan bondadosa, educada e interesante. Guardo alguna foto de antaño en la que salgo a su lado. Javier-Julio García Miravete
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