El nudo gordiano de la izquierda
La izquierda, no ya en su sentido orgánico -partidos- sino como idea y proyecto transformador, tiene un grave problema con el PSOE: éste desempeña un eficaz papel de muro de contención contra ese proyecto transformador. Aunque no se encuentre en su mejor momento, el PSOE sigue y seguirá movilizando -al menos durante tiempo- varios millones de votos de los trabajadores. Sin esa masa de votantes, la izquierda seguirá encontrando el camino cortado en su avance.
El modelo de política económica que defiende el PSOE, igual que el del resto de la Internacional Socialista europea, no va más allá de ser una versión del neoliberalismo, menos radical que la de los conservadores, aderezado con ciertos componentes sociales o socioliberales, pero compartiendo con la derecha las grandes líneas maestras de la política económica. Después de todo, la Europa que conocemos se ha levantado con una arquitectura neoliberal, cuyos arquitectos han sido precisamente tanto los conservadores como los socialdemócratas europeos.
El empecinamiento de esos millones de electores que dan su apoyo al PSOE, igual que las bases militantes del partido, la incapacidad de la izquierda para hacerles entender que el PSOE ni es socialista ni es de izquierdas en estos momentos, debido -sobre todo y entre otras cosas- al modelo económico que defiende el partido de Ferraz..., constituye un maldito nudo gordiano, que bloquea la posibilidad de tomar el poder político institucional por parte de la izquierda. Es la barrera para avanzar en un gran proyecto transformador.
Sin duda, el papel desempeñado por los medios de comunicación es clave en este problema. Pero es una dificultad estructural permanente, de ayer, hoy y mañana, que obliga a asumir que el avance será lento a pesar de lo que está cayendo. En la medida en que la izquierda profundice en el proceso de aglutinación de esfuerzos, cuya máxima expresión ha sido y es Izquierda Unida, es posible que las grietas en ese muro de contención que supone la fuerza electoral del PSOE, vayan a más. La convergencia y alianzas genera un efecto demostración a nivel social, que parcialmente permite neutralizar el poder mediático. Esto se ha vivido en Galicia con AGE (Alternativa Galega de Esquerda, formada por Esquerda Unida, Anova, EQUO Galicia y Espazo Ecosocialista Galego).
Militante, votante del PSOE: ¿cuánto estás dispuesto a tragar?
Me gustaría preguntarle a aquellos trabajadores y parados, militantes y votantes del PSOE, hasta dónde están dispuestos a llevar la irracional postura que supone seguir depositando su confianza en un partido que es también culpable de la situación en la que estamos. En la confianza electoral, existe un límite más allá del cual se abandona la racionalidad política para caer en eso que se llama 'voto zombie'. Hasta cuándo van a seguir tragando el discurso de renovación que cada equis tiempo la nomenclatura del PSOE pone en marcha, como operación de maquillaje. Hasta cuándo van a seguir actuando como barrera humana contra el proceso transformador de la izquierda.
No vale ni llega seguir apelando a medidas sociales tomadas, con las que la mayoría quizás estaríamos de acuerdo o bastante de acuerdo. Es necesario ir a lo esencial: la economía. Estos militantes y votantes deben considerar que la política económica condiciona todo lo demás, incluyendo las medidas sociales que se pueden implementar. En este sentido, la reflexión que deben hacer es si la política económica que su partido defiende, igual que la del resto de la Internacional Socialista europea, es de izquierdas y progresista.
Interrogarse sobre la anterior resulta un imperativo ético. No pueden llamarse a engaño cuando escuchan hablar de "PPSOE", porque existen más que fundadas razones. Y no porque sean lo mismo, sino porque tanto PP como PSOE están "en la misma orilla", como decía hace tiempo Julio Anguita: en la orilla del capital, no en la de los trabajadores.
Anteriormente en este blog lanzamos a esos militantes y votantes una pregunta, que volvemos a plantear ahora. En el siguiente cuadro figuran aquellos que han tenido la política económica española en sus manos, es decir, los ministros de economía que hubo en este país en las últimas tres décadas; de izquierda a derecha y de superior a inferior: Boyer, Solbes, Solchaga, Rato, Elena Salgado y Guindos.
Militante, votante del PSOE, cuéntanos: ¿hay alguno de izquierdas en ese cuadro? ¿Encuentras uno sólo que no defienda ideas y planteamientos neoliberales? ¿Ves alguno que no haya estado pagado por la banca y/o las grandes compañías? ¿Crees, realmente, que el futuro ministro de economía que figuraría en un hipotético nuevo gobierno del PSOE, sería distinto a esos seis? ¿Te has planteado alguna vez, quién maneja los hilos del pensamiento económico dentro del PSOE? ¿Te has parado a reflexionar sobre lo que representa PRISA, el gran grupo mediático de apoyo al PSOE? (lee en este blog, Perro come perro. El capital financiero remata la toma del diario El País).
Izquierda Unida en 1993. No sería porque IU no advirtió de los que nos iba a venir encima. A propósito de la deriva neoliberal de Felipe González y de Solchaga.
Hace 21 años, Izquierda Unida se presentaba a las elecciones de 1993 con un programa que los medios trituraron sin piedad, calificándolo de desfasado y utópico y de estar basado en previsiones catastrofistas. Eran los años en los que todavía estábamos seducidos, como marineros por sirenas, por el canto que llegaba desde más allá de los Pirineos. Más que nadie, Felipe González representaba aquel europeísmo eufórico, ya entonces neoliberal. En el programa que dirigía Hermida en Antena 3, doce periodistas interpelaban a Julio Anguita. He seleccionado un breve fragmento de 5 minutos (el programa entero dura 1h20' y está disponible pulsando sobre este enlace). En este fragmento, el portavoz de Izquierda Unida, Julio Anguita, advierte de la deriva neoliberal del PSOE con Felipe González y Solchaga, y sobre las consecuencias de aquel peligroso sendero que el PSOE se empeñaba en seguir. El fragmento no tiene desperdicio y merece la pena escucharlo:
En este fragmento, llamo la atención sobre un hecho: ya de aquellas, un periodista como Cándido, refiriéndose a las privatizaciones que tenían lugar en Francia, decía: "esto no implica un cambio de gestión, sino un cambio de sistema, que arrastrará otros cambios como los gastos generales, el sector público, sanidad, pensiones, etc., etc." (¡y tanto que representaba un cambio de "sistema"!, como decía Cándido). Y a continuación, lo que viene a insinuar el periodista asturiano -fallecido en 2006- es que en España no sucederá eso, preguntándole a Julio Anguita: ¿realmente usted cree que el programa del PSOE tiene algo que ver con eso? La contestación del coordinador de Izquierda Unida, escuchándola veinte años después, es para enmarcar:
No han cambiado mucho las cosas desde entonces. Recientemente, en diciembre, Felipe González hacía unas declaraciones en la SER, defendiendo los mismos criterios que la CEOE sobre las pensiones y el empleo. Son las cosas que el militante/votante del PSOE no quiere recordar, pero es preciso que insistentemente se las recordemos. Como también hay que recordarles que, al comienzo de la legislatura de Rajoy, tanto Solchaga como Almunia, manifestaron estar conformes con los recortes que el PP comenzaba ya de aquellas a plantear.
Querido militante/votante del PSOE, compañero: seguir apoyando al PSOE con todo esto, bloquea la posibilidad de llevar a cabo la transformación social que la sociedad necesita, tarea que sólo puede llevarse a cabo desde una posición nítidamente de izquierdas.
Solbes, ilustre neoliberal del establishment.
En noviembre pasado, Vicenç Navarro publicaba un artículo titulado "Las memorias de Greenspan y de Pedro Solbes. El neoliberalismo en España, incluyendo Catalunya". En dicho artículo se establecía un parangón entre el pesoista Pedro Solbes y el ultraliberal estadounidense Alan Greenspan:
Europa, Europa... y la Internacional Socialista.
Acostumbran militantes y votantes del PSOE a recurrir a sus primos de Zumosol europeos, en una búsqueda desesperada por encontrar una esperanza. Y no hablamos del PASOK griego, que genera tal vergüenza que simpatizantes y militantes del PSOE prefieren obviar su existencia (el apoyo del PASOK a Nueva Democracia, una derecha tan dura como la del PP, para que formase gobierno, es un hito tan canallesco que conviene no olvidar nunca, teniendo en cuenta que ND fue la principal responsable de la situación griega). Prefieren apelar a los primos fuertes franceses y alemanes.
Se les llenó la boca hablando de Hollande. Simpatizantes y militantes del PSOE estaban tan entusiasmados, que parecían haber sido ellos quienes hubiesen ganado las elecciones. "Hollande es la gran esperanza del socialismo europeo", llegué a escuchar. Pero resultó lo de siempre: el globo enseguida se deshinchó. Cuando los socialdemócratas quieren legitimar decisiones anti-sociales en beneficio del gran capital, les guste recurrir a un término fetiche: "responsabilidad". Lo hacen en Alemania, Francia, España, Portugal, Grecia... en todas partes. Y en aras de esa "responsabilidad", Hollande acaba de pactar con la gran patronal una rebaja de 30.000 millones de euros anuales en las cargas laborales a las empresas, comprometiéndose también a reducir en 50.000 millones de euros el gasto público a lo largo de los próximos tres años ("Hollande se quita la máscara"). Afirmó Salmon (El País):
A los pesoístas siempre les quedará el consuelo del primo de Zumosol alemán, el todopoderoso SPD. Ignoran o se empeñan en ignorar, que fue precisamente el SDP el que más ha hecho por impulsar la deriva neoliberal de la Internacional socialista.
El declive del SPD comenzó con la progresiva inclinación socialdemócrata hacia posiciones neoliberales. Un hito decisivo fue la llamada Agenda 2010, presentada en 2003 por la coalición socialdemócrata-verde de Gerhard Schröder. También se la conoce como la reforma Hartz (Peter Hartz era el presidente de la comisión de expertos que elaboró el plan). Los resultados fueron nefastos (ver, por ejemplo, Mito y realidad de la Agenda 2010, en La Vanguardia):
Otro ejemplo de esa sinergia socialdemócrata-conservadora en materia de política económica, la tenemos en Steinbrück. Peer Steinbrück, fue el candidato del SPD en las elecciones de 2013. Anteriormente había sido ministro de Finanzas en el gobierno de coalición CDU-SPD liderado por Merkel, en lo que fue la primera legislatura de la dama de hierro alemana (comenzada en 2005). Como responsable de Finanzas, Steinbrück fue el artífice del agresivo plan de privatizaciones que implicaba la despatrimonialización del estado alemán (se pusieron en venta activos por valor de más de 50.000 millones de euros). Una de las privatizaciones más sonadas fue la del Deutsche Bahn (DB), la empresa federal alemana de ferrocarriles. Steinbrück seguía, así, el camino emprendido por Schröder bajo la bendición y entusiasmo de la conservadora Angela Merkel.
Tampoco aquí nada ha cambiado, después de que recientemente el SPD y CDU alcanzasen un nuevo acuerdo para gobernar otra vez en coalición, lamentablemente aprobado por la inmensa mayoría de las bases del partido socialdemócrata. Por cierto, la cartera de Economía la vuelve a llevar un socialdemócrata del SPD: Sigmar Gabriel.
Escribía Albrecht von Lucke hace unos meses (ver en este blog "15 años de 150: La miseria del Partido socialdemócrata alemán SPD", traducido del alemán por nuestra compañera Gabi):
A propósito de la felicitación de Martin Schulz a Rajoy
Si todas estas cosas que repetimos hasta el cansancio, no hacen reflexionar a los militantes y votantes del PSOE, serán responsables si en un futuro el desencanto e indignación social acaba fertilizando una nueva forma de fascismo, que podría ser continuación del fascismo social que ya estamos viviendo (ver en este blog "¿Después del Tercer Mundo? Los fracasos de la modernidad y el advenimiento de la globalidad imperial", de Arturo Escobar). Y digo que serán responsables en tanto constituyen ese muro de contención contra el proyecto transformador de la izquierda, del que hablaba al comienzo; proyecto que es lo único que puede vacunarnos contra la amenaza del fascismo y a la vez permitirse superar el neoliberalismo.
La última perla cultivada que nos ha dejado la Internacional Socialista europea, ha sido proporcionada por Martin Schulz. Para quien no sepa quién es:
Pues bien. Militante, votante del PSOE... Esa persona que con tu voto estarás apoyando para que sea el próximo presidente de la Comisión Europea, esto es lo que piensa de la política del gobierno de Rajoy contra la cual tú te rebelas, te indignas y te movilizas:
Sin duda, el papel desempeñado por los medios de comunicación es clave en este problema. Pero es una dificultad estructural permanente, de ayer, hoy y mañana, que obliga a asumir que el avance será lento a pesar de lo que está cayendo. En la medida en que la izquierda profundice en el proceso de aglutinación de esfuerzos, cuya máxima expresión ha sido y es Izquierda Unida, es posible que las grietas en ese muro de contención que supone la fuerza electoral del PSOE, vayan a más. La convergencia y alianzas genera un efecto demostración a nivel social, que parcialmente permite neutralizar el poder mediático. Esto se ha vivido en Galicia con AGE (Alternativa Galega de Esquerda, formada por Esquerda Unida, Anova, EQUO Galicia y Espazo Ecosocialista Galego).
Militante, votante del PSOE: ¿cuánto estás dispuesto a tragar?
Me gustaría preguntarle a aquellos trabajadores y parados, militantes y votantes del PSOE, hasta dónde están dispuestos a llevar la irracional postura que supone seguir depositando su confianza en un partido que es también culpable de la situación en la que estamos. En la confianza electoral, existe un límite más allá del cual se abandona la racionalidad política para caer en eso que se llama 'voto zombie'. Hasta cuándo van a seguir tragando el discurso de renovación que cada equis tiempo la nomenclatura del PSOE pone en marcha, como operación de maquillaje. Hasta cuándo van a seguir actuando como barrera humana contra el proceso transformador de la izquierda.
No vale ni llega seguir apelando a medidas sociales tomadas, con las que la mayoría quizás estaríamos de acuerdo o bastante de acuerdo. Es necesario ir a lo esencial: la economía. Estos militantes y votantes deben considerar que la política económica condiciona todo lo demás, incluyendo las medidas sociales que se pueden implementar. En este sentido, la reflexión que deben hacer es si la política económica que su partido defiende, igual que la del resto de la Internacional Socialista europea, es de izquierdas y progresista.
Interrogarse sobre la anterior resulta un imperativo ético. No pueden llamarse a engaño cuando escuchan hablar de "PPSOE", porque existen más que fundadas razones. Y no porque sean lo mismo, sino porque tanto PP como PSOE están "en la misma orilla", como decía hace tiempo Julio Anguita: en la orilla del capital, no en la de los trabajadores.
Los ministros de Economía de las últimas 3 décadas |
Militante, votante del PSOE, cuéntanos: ¿hay alguno de izquierdas en ese cuadro? ¿Encuentras uno sólo que no defienda ideas y planteamientos neoliberales? ¿Ves alguno que no haya estado pagado por la banca y/o las grandes compañías? ¿Crees, realmente, que el futuro ministro de economía que figuraría en un hipotético nuevo gobierno del PSOE, sería distinto a esos seis? ¿Te has planteado alguna vez, quién maneja los hilos del pensamiento económico dentro del PSOE? ¿Te has parado a reflexionar sobre lo que representa PRISA, el gran grupo mediático de apoyo al PSOE? (lee en este blog, Perro come perro. El capital financiero remata la toma del diario El País).
Izquierda Unida en 1993. No sería porque IU no advirtió de los que nos iba a venir encima. A propósito de la deriva neoliberal de Felipe González y de Solchaga.
Hace 21 años, Izquierda Unida se presentaba a las elecciones de 1993 con un programa que los medios trituraron sin piedad, calificándolo de desfasado y utópico y de estar basado en previsiones catastrofistas. Eran los años en los que todavía estábamos seducidos, como marineros por sirenas, por el canto que llegaba desde más allá de los Pirineos. Más que nadie, Felipe González representaba aquel europeísmo eufórico, ya entonces neoliberal. En el programa que dirigía Hermida en Antena 3, doce periodistas interpelaban a Julio Anguita. He seleccionado un breve fragmento de 5 minutos (el programa entero dura 1h20' y está disponible pulsando sobre este enlace). En este fragmento, el portavoz de Izquierda Unida, Julio Anguita, advierte de la deriva neoliberal del PSOE con Felipe González y Solchaga, y sobre las consecuencias de aquel peligroso sendero que el PSOE se empeñaba en seguir. El fragmento no tiene desperdicio y merece la pena escucharlo:
Yo hablo de la práctica, de las declaraciones y de la política del PSOE. Yo he afirmado que están en la misma orilla del río, pero no son lo mismo (...). Me acabo de enterar de que han salido ya a la venta acciones de Endesa, una empresa del estado productora de electricidad, que ha tenido beneficios de 47.000 millones de pesetas. El otro día privatizaron Aldeasa (...) [consorcio de tiendas de los aeropuertos] que tuvo beneficios de 3.847 millones de pesetas. La corporación Argentaria (...) es un banco del estado, se está privatizando. Y en la cola aparecen Repsol, Transmediterránea, Tabacalera, Telefónica. Se están privatizando poco, pero ya ha empezado el proceso, precisamente con las empresas que producen beneficio, no las que tienen pérdidas (y además es lógico: qué capital privado va a comprar una empresa del estado que tenga pérdidas). Luego... el PSOE se ha apuntado al proceso. El hombre responsable máximo es don Felipe González, pero el cerebro es don Carlos Solchaga".A continuación Anguita recuerda unas declaraciones que año y medio antes había realizado Carlos Solchaga, sobre las que todo votante y/o militante del PSOE debiera de reflexionar:
el estado del futuro será un estado que tenga 3 competencias en exclusiva: la política exterior [es decir, la diplomacia y el ejército], el orden público [o si quieren ustedes la seguridad del estado, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado] y los tribunales. El resto irá en un creciente proceso de ir desapareciendo. El PP es mucho más exigente, pero las políticas que estamos viendo en el PSOE es que han iniciado ya ese camino, sin llegar quizás -¡todavía!, todavía...- a la brutalidad de lo que están viendo en Francia.Muy significativa resulta también la mención a Felipe González:
Felipe González en una entrevista [en El Periódico de Catalunya]: hay que cambiar aspectos e la negociación colectiva. Y automáticamente me vino a la cabeza unas declaraciones de don José María Cuevas [presidente de la patronal CEOE en aquella época] cuando planteaba que había que acabar con los convenios colectivos.Termina Anguita comentando algo que luego se repetiría en las últimas elecciones generales que hemos vivido: "trabajadores que se declaran de la izquierda, por esa frustración decir que votarían al PP".
No han cambiado mucho las cosas desde entonces. Recientemente, en diciembre, Felipe González hacía unas declaraciones en la SER, defendiendo los mismos criterios que la CEOE sobre las pensiones y el empleo. Son las cosas que el militante/votante del PSOE no quiere recordar, pero es preciso que insistentemente se las recordemos. Como también hay que recordarles que, al comienzo de la legislatura de Rajoy, tanto Solchaga como Almunia, manifestaron estar conformes con los recortes que el PP comenzaba ya de aquellas a plantear.
Querido militante/votante del PSOE, compañero: seguir apoyando al PSOE con todo esto, bloquea la posibilidad de llevar a cabo la transformación social que la sociedad necesita, tarea que sólo puede llevarse a cabo desde una posición nítidamente de izquierdas.
Foto reciente de Martin Schulz con Felipe González. |
Solbes, ilustre neoliberal del establishment.
En noviembre pasado, Vicenç Navarro publicaba un artículo titulado "Las memorias de Greenspan y de Pedro Solbes. El neoliberalismo en España, incluyendo Catalunya". En dicho artículo se establecía un parangón entre el pesoista Pedro Solbes y el ultraliberal estadounidense Alan Greenspan:
Greenspan (...) fue el guardián de la ortodoxia neoliberal en aquel país (...) fue un activo promotor de las políticas públicas de claro corte ultraliberal que incluían desde la desregulación de la banca (que benefició enormemente a la banca y a sus actividades especulativas) hasta las reformas del laboral, orientadas a reducir los salarios y la protección social. (...) Pues bien, esas políticas públicas promovidas por Greenspan crearon uno de los desastres financieros y económicos más grandes conocidos a los dos lados del Atlántico Norte (...). Una situación idéntica ocurre en España con Pedro Solbes, el cual fue el guardián de la ortodoxia ultraliberal cuando fue Comisario de Asuntos Económicos en la Unión Europea, uno de los cargos más influyentes en el establishment financiero y económico europeo. Durante su mandato promovió cada una de las políticas que, al otro lado del Atlántico, promovió Greenspan.(...) En realidad, España se convirtió en el “modelo” que otros países tenían que seguir. (...) En realidad, favorecía la rebaja de impuestos, incluyendo el de sociedades, y también la reducción de las cotizaciones sociales como medida para liberar las energías del mundo empresarial, siendo también favorable a las reformas laborales orientadas a disminuir los salarios. Era, pues, lógico que fuera enormemente apreciado y respetado por los establishments financieros y económicos del país, los cuales lo presentaban como el parangón de respetabilidad y sabiduría (como lo había sido antes Carlos Solchaga, o más tarde Miguel Sebastián). Esta buena fama explica que Zapatero, el Presidente del Gobierno del PSOE, le invitara a que dirigiera la política económica y fiscal de su gobierno, llevando a cabo las políticas que había promovido como comisario europeo, dando un tinte neoliberal al gobierno Zapatero. (...) Esta ortodoxia neoliberal no sirvió de nada para proteger a España frente a la crisis. En realidad, facilitó la aparición de la crisis. (...) En realidad, las políticas de Pedro Solbes, y más tarde de Elena Salgado, establecieron las bases para el pleno desarrollo de las políticas ultraliberales llevadas a cabo por el gobierno Rajoy. Así lo reconoce y lo aplaude Solbes en su entrevista a El País de este pasado domingo (17.11.13) cuando apoya las políticas públicas del gobierno Rajoy.
Europa, Europa... y la Internacional Socialista.
Acostumbran militantes y votantes del PSOE a recurrir a sus primos de Zumosol europeos, en una búsqueda desesperada por encontrar una esperanza. Y no hablamos del PASOK griego, que genera tal vergüenza que simpatizantes y militantes del PSOE prefieren obviar su existencia (el apoyo del PASOK a Nueva Democracia, una derecha tan dura como la del PP, para que formase gobierno, es un hito tan canallesco que conviene no olvidar nunca, teniendo en cuenta que ND fue la principal responsable de la situación griega). Prefieren apelar a los primos fuertes franceses y alemanes.
Se les llenó la boca hablando de Hollande. Simpatizantes y militantes del PSOE estaban tan entusiasmados, que parecían haber sido ellos quienes hubiesen ganado las elecciones. "Hollande es la gran esperanza del socialismo europeo", llegué a escuchar. Pero resultó lo de siempre: el globo enseguida se deshinchó. Cuando los socialdemócratas quieren legitimar decisiones anti-sociales en beneficio del gran capital, les guste recurrir a un término fetiche: "responsabilidad". Lo hacen en Alemania, Francia, España, Portugal, Grecia... en todas partes. Y en aras de esa "responsabilidad", Hollande acaba de pactar con la gran patronal una rebaja de 30.000 millones de euros anuales en las cargas laborales a las empresas, comprometiéndose también a reducir en 50.000 millones de euros el gasto público a lo largo de los próximos tres años ("Hollande se quita la máscara"). Afirmó Salmon (El País):
“el presidente ha cometido un atraco electoral al adoptar el plan que le presentó la patronal y poner todo el acento en la competitividad, el ahorro del gasto público y las reformas estructurales. Eso no es socialismo patriota, sino noeliberalismo. Y además una rendición ante Alemania”.Poco duró la esperanza francesa, con un Hollande al que calificar de "socialista" resulta un acto verbal grotesco. Nada más llegar al poder, depositó su confianza en asesores significativamente neoliberales, como Jean-Pierre Jouyet y Emmanuel Macron.
A los pesoístas siempre les quedará el consuelo del primo de Zumosol alemán, el todopoderoso SPD. Ignoran o se empeñan en ignorar, que fue precisamente el SDP el que más ha hecho por impulsar la deriva neoliberal de la Internacional socialista.
El declive del SPD comenzó con la progresiva inclinación socialdemócrata hacia posiciones neoliberales. Un hito decisivo fue la llamada Agenda 2010, presentada en 2003 por la coalición socialdemócrata-verde de Gerhard Schröder. También se la conoce como la reforma Hartz (Peter Hartz era el presidente de la comisión de expertos que elaboró el plan). Los resultados fueron nefastos (ver, por ejemplo, Mito y realidad de la Agenda 2010, en La Vanguardia):
Las cuatro leyes Hartz "para la modernización de la ocupación de servicios en el mercado laboral" fueron presentadas al público como la vacuna definitiva contra los males de la economía alemana. La primera de ellas (Hartz I) facilitó la creación de agencias de servicios personales en las oficinas de empleo, orientadas a la gestión de empleos temporales subvencionados para desempleados. La segunda (Hartz II) fomentó el autoempleo de parados en empresas unipersonales o Ich-AGs, así como los ya famosos minijobs o miniempleos, con salarios inferiores a 450 euros al mes y carentes de contribuciones sociales. Además, las oficinas de empleo se vieron transformadas en jobcenters para una supuestamente más ágil atención de sus clientes, tal como eufemísticamente pasaron a ser denominados los parados en el léxico de los técnicos de empleo (Hartz III). Por último, el sistema de prestaciones por desempleo sufrió una importante reestructuración, reduciéndose los beneficios contributivos y fusionándose el sistema de subsidios para desempleados de larga duración con otras ayudas sociales no contributivas para personas sin ingresos (Hartz IV). Así, un desempleado pierde su derecho al subsidio después de un año en paro y sólo puede seguir cobrando ayuda social en caso de vivir en un hogar sin patrimonio, ni ahorro ni ingresos. Los desempleados alemanes se encuentran así sin derechos, obligados a trabajar por 1 euro la hora y humillados por un control burocrático personal. (...) Adicionalmente, las leyes de la Agenda 2010 recortaron las prestaciones de los servicios públicos de sanidad y aumentaron el copago de medicamentos. Las leyes Hartz han abierto una honda brecha entre las formas de empleo típicas y un amplio sector de miniempleos y empleos subcontratados, que incluye ya a más de ocho millones de trabajadores (un veinticinco por cierto de los asalariados alemanes), con muchas dificultades de inserción en el mercado laboral regular. Desde el 2000, Alemania destruyó más de dos millones de empleos estables y creó más de cuatro millones de empleos precarios de baja calidad.La Agenda 2010 resultó la gota que colmó el vaso para Oskar Lafontaine, y la causa inmediata de que abandonase el SPD. El empecinamiento de Schröder, a pesar de la oposición de los sindicatos, condujo a que el SPD perdiese las elecciones dos años después. La paradoja es que su sucesora, Angela Merkel, se encontró con que la vía de política económica defendida por la CDU, había sido ya iniciada por el SPD; la derrota del SPD iba acompañada de la permanencia de las reformas neoliberales: más recortes en los gastos sociales y en el conjunto de derechos sociales como respuesta a la crisis. Y es que el binomio sinérgico PP-PSOE también tiene su parangón en Alemania, con el SPD-CDU.
Otro ejemplo de esa sinergia socialdemócrata-conservadora en materia de política económica, la tenemos en Steinbrück. Peer Steinbrück, fue el candidato del SPD en las elecciones de 2013. Anteriormente había sido ministro de Finanzas en el gobierno de coalición CDU-SPD liderado por Merkel, en lo que fue la primera legislatura de la dama de hierro alemana (comenzada en 2005). Como responsable de Finanzas, Steinbrück fue el artífice del agresivo plan de privatizaciones que implicaba la despatrimonialización del estado alemán (se pusieron en venta activos por valor de más de 50.000 millones de euros). Una de las privatizaciones más sonadas fue la del Deutsche Bahn (DB), la empresa federal alemana de ferrocarriles. Steinbrück seguía, así, el camino emprendido por Schröder bajo la bendición y entusiasmo de la conservadora Angela Merkel.
Tampoco aquí nada ha cambiado, después de que recientemente el SPD y CDU alcanzasen un nuevo acuerdo para gobernar otra vez en coalición, lamentablemente aprobado por la inmensa mayoría de las bases del partido socialdemócrata. Por cierto, la cartera de Economía la vuelve a llevar un socialdemócrata del SPD: Sigmar Gabriel.
Escribía Albrecht von Lucke hace unos meses (ver en este blog "15 años de 150: La miseria del Partido socialdemócrata alemán SPD", traducido del alemán por nuestra compañera Gabi):
En su historia, la socialdemocracia ha tenido éxito siempre y cuando disponía de grandes ideas o mantenía un vínculo directo con los ciudadanos. Durante el mandato de Schröder, ha perdido las dos cosas (...). Nada más evidente que el caso de la Agenda 2010: (...) la agenda ha logrado todo lo contrario: la humillación de cientos de miles de personas quienes, como miniasalariados, ya no pueden sustentarse mediante sus respectivos empleos, o que resultan estigmatizados por cobrar el sustento estatal "Hartz IV". En todas esas actividades, el SPD se sentía inspirado por un impulso neoliberal cuya victima acabó siendo él mismo.Querido militante/votante del PSOE: como ves, antes de recurrir a los ejemplos de los primos de Zumosol de Francia y Alemania, sería mejor que te lo pensaras dos veces.
A propósito de la felicitación de Martin Schulz a Rajoy
Martin Schulz |
La última perla cultivada que nos ha dejado la Internacional Socialista europea, ha sido proporcionada por Martin Schulz. Para quien no sepa quién es:
- Ha sido el líder de los socialistas en la Eurocámara, presidiendo la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), que es el grupo del Parlamento Europeo compuesto por los eurodiputados de los partidos socialdemócratas. Entre otros, está integrado por el PSOE, PASOK, SPD, PS de Francia, etc.
- Es el Presidente del Parlamento Europeo desde el 1 de enero de 2012.
- Ha sido elegido por el SPD como cabeza de lista para las elecciones europeas (con el respaldo del 97,3 % de los votos).
- Será además el candidato de toda la socialdemocracia europea a la presidencia de la Comisión Europea.
Martin Schulz, durante un encuentro con el PSOE en Madrid. |
Pues bien. Militante, votante del PSOE... Esa persona que con tu voto estarás apoyando para que sea el próximo presidente de la Comisión Europea, esto es lo que piensa de la política del gobierno de Rajoy contra la cual tú te rebelas, te indignas y te movilizas:
Después de esto, es fácil entender qué significa que el PSOE afirme: "Rubalcaba y Martin Schulz coinciden en la necesidad de seguir impulsando medidas que refuercen una política económica común en la UE".
Militante, votante del PSOE: ¿cuánto estás dispuesto a tragar? Por favor, no te rasgues las vestiduras más cuando escuches hablar del PPSOE. No te escondas detrás de la retórica: 'sí, se han cometido errores', como se os escucha decir a veces. No han sido errores: es el software del partido al que apoyas.
El PSOE tiene mucha historia de incumplimientos.
ResponderEliminarSe presentó en 1977 con un programa muy radical. La madrugada del 15 al 16 de junio estaban asustados, me lo dijo un dirigente esa madrugada, porque en los primeros resultados, los de las ciudades, ganaban y no sabían cómo aplicar su programa. Después se tranquilizaron cuando ganó UCD. Por tanto bajó el listón programático para las elecciones de 1979. Tampoco las ganó.
Entonces en mayo de 1979, en el congreso XXVIII Felipe propuso abandonar el marxismo como filosofía y método de análisis. Salió derrotado. En vista de ello sometió a un chantaje al partido, dijo que se iba, que el marxismo o él. Se puso una gestora, cuyo nombramiento manejó Alfonso Guerra, que se dedicó a hacer una purga en todo el partido, destituyendo a dirigentes provinciales y echando a militantes. En septiembre de ese año se montó un congreso extraordinario, donde una vez limpio el partido, se abandonó el marxismo y Felipe volvió a ser elegido secretario general, yo creo que más bien “general secretario”, porque a partir de entonces el partido era él.
En 1981 y 1982 UCD planteó entrar en la OTAN. El PSOE dijo aquello de “En la OTAN, de entrada no”. En la campaña electoral de octubre de 1982 atacó esta entrada, dando a entender que saldría si ganaba. Ganó. A partir de entonces todo fue un eludir el tema, atrasar su discusión y pactar con la OTAN. Propuso un referéndum, evidentemente para dar largas. Al final cuando toda la sociedad lo exigía se convocó el referéndum en 1986. La campaña del PSOE fue de votar permanecer en la organización, poniendo una pregunta tramposa, y en ella decía que se irían las bases americanas. Al final ganó la permanencia, eso sí las bases americanas permanecieron en España.
También en la campaña de 1982 dijo aquello de crear 800.000 puestos de trabajo, naturalmente no se crearon. Eso sí se liberalizó todo lo público que era productivo como dice Vigne y antes Anguita.
Fue tanto el cabreo de la sociedad que en diciembre de 1988 tuvo la mayor huelga general registrada en la historia española. Eso le obligó a hacer más lenta la liberalización y privatizaciones.
Sigamos. La corrupción se extendió en todos los ámbitos del poder (Roldán, FILESA). Apareció el GAL. Todo aparecía como un escándalo en la gestión del gobierno. Eso le obligó a Felipe a intentar cortarlo, no por otra razón, sino porque perdió la mayoría absoluta en 1993, aunque pudo formar gobierno.
En 1986 entramos en la CEE. Pero a costa de desmantelar la industria pesada y gran parte de la industria mediana. Se perjudicó gravemente a la agricultura, y se dejó a España como un país de servicios, o como mucho como un país constructor de viviendas que no servían para nada. Se entregó la economía a Europa con el tratado de Maastricht, pudiéndose mover libremente los capitales, de forma que se potenció el capitalismo especulativo.
En 2004 ganó Zapatero. Muy buenas intenciones, pero no tuvo la decisión de ir desinflando la burbuja inmobiliaria, que siguió. Eso hizo que al llegar, primero una ralentización y después la crisis, en España tuviera mayor impacto. La solución del PSOE en mayo de 2010 fue cortar las conquistas sociales. O sea traicionar una vez más al pueblo.
¿Cómo puede ser que después de todo esto, millones de ciudadanos voten al PSOE? O en alternativa, ¿cómo puede ser que votantes de siempre del PSOE, para castigarle, se abstuvieran o votaran al PP?
En lo que a Alemania se refiere, debo confirmar lo expuesto al cien por cien. Y digo 'debo' porque, como comprenderéis, no me agrada en absoluto y explica la rabia que siento con los falsimedia que siguen empeñados en vendernos el cuento del milagro laboral alemán.
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