El avispero de Oriente Medio. II parte: desde la II GM hasta la independencia de Israel.

Empieza la II GM

Como se decía en la primera parte el Gran Muftí de Jerusalén Hajj Amin al-Husayni, se declaró a favor de Alemania.

Por parte judía se había creado una organización gubernamental judeo-sionista en 1923 con el objetivo de ejercer como representante de la comunidad judía durante el Mandato Británico de Palestina. Recibió reconocimiento oficial en 1929. A partir de los años 1930 se convirtió en el gobierno de facto de la población judía, cuyos líderes eran elegidos por todos los judíos del mandato. Fue la matriz del futuro gobierno israelí. Pues bien la Agencia Judía se declaró a favor de los aliados contra Alemania.

Durante la guerra los judíos de Alemania y de los territorios ocupado por Alemania (Austria, Hungría, Checoslovaquia, Francia, Bélgica, Paises Bajos, etc.) intentaron en grandes cantidades intentaron huir, muchos de ellos lo intentaron y muchas veces con éxito a Palestina, de forma legal e ilegal.

La propaganda que hizo el Gran Muftí a favor de Alemania hizo que fuera expulsado de Palestina y se exilió a Berlín.

No mucho, pero algo intervinieron la gente del OM, por ejemplo entre las fuerzas británicas se constituyó una brigada judía.

Lo que sí ocurrió es que toda la zona se militarizo.

Donde si hubo acciones militares, pero sin intervenir los nativos, fue en Libia y Egipto. Fueron las batallas entre el Afrika Korps de Rommel y sus aliados italianos y los británicos y sus aliados de Montgomery. En un principio fue favorable a los alemanes, pero en la Segunda Batalla de El Alamein entre octubre y noviembre de 1942 empezó el declive alemán y con bastante rapidez Montgomery recuperó Libia y Egipto.

Fin de la guerra

Y llegó el final de la guerra. Los británicos y franceses recuperaron sus protectorados y colonias en la zona. En el RU ganaron las elecciones los laboristas e intentaron deshacerse de un imperio que les pesaba demasiado teniendo en cuenta que habían quedado agotados por la guerra. En general se pudieron deshacer, con problemas de lo que estaba en el sudeste de Asia. Momentáneamente pudo dar una “independencia” a Transjordania, con Abd Allah I, y en Irak.

El problema con Irak es que el rey títere que tenían murió en 1933. Le sucedió su hijo Gazi I, que se les murió en un accidente automovilístico en 1939, y heredó su hijo Feisal II, pero era menor de edad, tenía cuatro años. Por lo tanto llevó la regencia Abd al-Illah, un hermano de Feisal I. Más adelante veremos como terminó esta dinastía.

En junio de 1941, fuerzas británicas y de franceses libres, tras una breve campaña, ocuparon Siria y anunciaron solemnemente la concesión de la independencia. Reconocida por la ONU la independencia de Siria como estado soberano, los franceses la evacuaron en 1946.

Líbano tuvo una situación similar a Siria. Fue proclamado república independiente al tiempo. Pero el problema del Líbano es que es un mosaico de religiones, están casi todas. Entonces la constitución reparte el poder por religiones: el cargo de Presidente de la República debe ser ocupado siempre por un cristiano maronita, el de Primer Ministro por un suní y el de Presidente del Senado por un chiita, el jefe del ejército maronita y así sucesivamente, con el fin de que ninguna minoría del país pueda quedar discriminada por el gobierno. Esto dio lugar a problemas posteriores. Era un polvorín.

El nacimiento de Israel

La Agencia Judía empezó a mover los hilos en todo el mundo para obtener un Hogar Judío en Palestina. Hubo incluso conversaciones cara a cara entre la judía Golda Meir y el rey de Transjordania Abd Allah I para poder obtener una autonomía. Las masas árabes se radicalizaron contra los judíos y empezó a crecer la tensión política.

Además aumentaron los atentados. Las organizaciones terroristas judías y árabes empezaron una escalada de atentados entre sí y contra los británicos. Todo ello, terrorismo y presión política, contribuyó a crear un dolor de cabeza a los británicos. Al final decidieron poner en manos de la ONU, recién creada, el tema de Palestina. Las autoridades militares de Palestina y el gobierno británico estaban hartos y deseando retirarse de la zona.

Unas partes de Palestina tenía una población mayoritariamente judía. Otras partes eran mayoritariamente árabes. Pero la mayoría de los sitios no tenían claras mayorías. Además estaba el problema de Jerusalén, Ciudad Santa para las tres “religiones del libro”.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la Palestina. El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato Británico en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. Como curiosidad ésta fue una de las pocas veces que votaron a favor tanto la URSS como EE.UU.

Ni los judíos ni los árabes estuvieron conformes. Los judíos, a los que se les había asignado tres áreas discontinuas entre sí, difíciles de defender. Los árabes que se quejaban que la zona asignada que era mayor, en gran parte era desértica.

La incapacidad del gobierno británico para llevar a cabo este plan, alegando que las partes no lo aceptaban, junto con la negativa de los países árabes de la región a aceptarlo, tuvo como consecuencia la guerra árabe-israelí de 1948.

Los británicos se retiraron el 15 de mayo de 1948 dejando abandonado todo el conflicto. Ese mismo día los judíos proclamaron el estado independiente de Israel. Ese mismo día los estados árabes de Egipto, Transjordania, Siria, Líbano (no hizo nada salvo declaración de guerra para contentar a las masas), Arabia Saudí e Irak. La realidad es que el único ejército serio que tenían los árabes era la Legión Árabe de Jordania. Este ejército fue el niño mimado de los británicos. Lo hicieron muy en serio y constituyeron un cuerpo de ejército muy eficaz. Este ejército había sido formado por los ingleses, tenía oficiales ingleses e incluso después de la independencia siguió financiado por ellos. Su jefe era un inglés Glubb Pachá. John Glubb fue el jefe de la unidad más famosa del ejército jordano, la Legión Árabe, desde 1939 al hasta 1956. En ese tiempo convirtió una pequeña fuerza de 350 hombres, creada en 1921 como contingente de policía colonial, en una unidad moderna de 20.000 soldados. Sus componentes eran beduinos del desierto ligados por un pacto de fidelidad tribal al soberano hachemí.

Los judíos que se habían estado preparando con el Haganá, tuvieron casi que improvisar muchas cosas, pero tenían un entrenamiento de tropas que habían luchado encuadrados con los ingleses en la II GM.

La lucha fue rápida contra Egipto, avanzó un poco al principio, pero cedió pronto, aunque logró retener e incorporar a su territorio la Franja de Gaza. Igualmente ocurrió contra Siria, Líbano, Irak y Arabia Saudí, que abandonaron rápidamente. En la lucha, los israelíes, de forma activa o pasiva, lograron que gran parte de la población árabe evacuara sus hogares y huyera a otros países, principalmente a Transjordania, a la Franja de Gaza y al Líbano. Esas zonas abandonadas se las adjudicó directamente Israel. Pero la Legión Árabe se les atragantó y los israelíes no pudieron conquistar Jerusalén como pretendían y sólo consiguieron unos pocos barrios de la ciudad unidos por un corredor a resto del territorio judío.

Ni Líbano, ni Siria, ni Arabia Saudí, ni Irak consiguieron nada práctico. Egipto, pese a ser el ejército más numeroso, no consiguió nada más que la Franja de Gaza.

El rey de Transjordania Abd Allah I e Israel llegaron a un acuerdo secreto. Los israelíes se quedaron con las zonas que habían ocupado durante la guerra y Transjordania se anexionó Cisjordania constituyendo el reino de Jordania.

El fin de la guerra y los acuerdos públicos o secretos no incluyeron a los palestinos, lo que hizo que se organizaran en grupos de combate que se dedicaron a cometer atentados contra los israelíes y sus intereses. Además, aunque el acuerdo fuera secreto, sospecharon el pacto de Jordania e Israel y juraron matar al rey Abd Allah I.

Los países occidentales se encontraron muy a gusto con la formación de Israel. Con ello tenían un aliado, un adelantado para la defensa de sus intereses, sobre todo los petrolíferos, en una zona muy delicada y convulsa.

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